LE DI EL GUSTO A MI ESPOSO QUE VIERA REALIZADA SU FANTASÍA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A mi esposo en los últimos años se le antojó que yo tuviera tuviera una relación sexual con otro hombre, la primera vez que me lo dijo fue una noche que habíamos estado de fiesta y teníamos bastantes copas encima obviamente le dije que estaba desquiciado.
Pensé en ese instante que algo así podía destruir nuestro matrimonio de más de veinte años, yo tengo cuarenta y dos y cuando nos casamos apenas había cumplido los diez y nueve y para esa época él era mayor que yo seis años, así que ya cumplió cuarenta y ocho años.
Tiempo después me volvió a insistir varias veces sobre el tema y mi respuesta siempre fue negativa por temor a arruinar nuestro matrimonio, pero una madrugada que regresamos de una fiesta donde estábamos pasados de copas, le confesé que el tanto me había insistido al respecto que me estaba antojando de experimentar y saber que se siente estar con otro hombre, sentir nuevas cosquillitas y sentirse deseada por alguien más.
Le confesé que mi experiencia sobre el sexo era muy escasa, solamente había estado con un novio antes de conocernos y casarnos.
El me dijo… con más razón, puede que experimentes algo muy especial igual que yo al verte coger.
Pasaron los días y a él se le volvió una obsesión, al punto que durante las reuniones con amigos, me imaginaba con tal o cual de ellos.
En diciembre pasado fuimos a la fiesta de cierre de año de la empresa donde yo trabajo y allí recientemente me habían ascendido al cargo de asistente del presidente y fui con mi esposo.
Dieter el presidente fue muy amable con él y trato de hablarle en alemán, pero mi esposo le dijo que no entendía nada de ese idioma, que hablaba solamente ingles y español, y en ese momento no entendí porque él le había dicho eso, si él hablaba perfectamente el alemán.
Después, ya en el coche de regreso a casa nos sinceramos, me dijo que había notado como a Dieter se le iban los ojos observándome de arriba abajo y se le antojaba que pronto me estaría haciendo propuestas.
Le respondí, que recapacitando si había notado que el buscaba cierta cercanía conmigo cuando estábamos trabajando solos en su oficina y se empeñaba en que fuera al final de la tarde cuando la mayoría del personal se retiraba.
Luego a comienzos de este año con motivo del aniversario de la empresa invitaron a un grupo selecto de la empresa a una casa de campo a celebrar el aniversario y nos atendieron a cuerpo de rey, en la noche cuando todos comenzaron a retirarse yo quise hacer lo mismo con mi esposo, pero Dieter me pidió que lo acompañara hasta el final, pues él estaba solo en nuestro país.
Hable con mi esposo y me dijo que no había ningún problema.
Cuando solo quedamos la servidumbre y nosotros tres, el presidente despidió al personal quedando solo él, mi esposo y yo.
Enseguida fue muy claro que quería seguir la fiesta, incluyéndome a mí como parte de sus deseos de diversión.
Esto al decirlo en alemán el creyó que mi esposo no se enteraría.
Además, me dirigió varias frases muy directas diciendo que yo era una mujer muy atractiva y que mi esposo era muy afortunado en tenerme y así siguió diciendo cosas excitantes al ritmo de las copas que servía una tras otra.
A media noche fue directo y me dijo… Si logramos emborrachar a tu marido podemos pasar una noche de maravilla los dos, yo no le conteste nada pero cuando mire de reojo a mi marido el me guiño un ojo en señal de que le siguiera la cuerda y las cosas se fueron dando.
Como Dieter no hablaba nada de español en un momento en que quedamos solos con mi esposo comentamos que había que poner un poco de sal y pimienta a nuestra relación y el hecho de que tuviéramos fantasías con otras personas no implicaba que nos fuéramos a dejar de amar.
La fiesta siguió y Dieter puso música para bailar, aunque muy poco sabia de bailar, mas parecía haciendo aeróbicos.
El invitaba a que bailáramos los tres y mi esposo lo hizo por una rato pero luego dijo que se sentía muy borracho, yo se lo hice saber a Dieter y el enseguida nos indico cual sería nuestra habitación.
Fui a acompañar a mi esposo hasta la habitación y cuando regrese Dieter había apagado algunas luces y me esperaba con una copa de licor.
Me pregunto como estaba mi esposo, le dije que se sentía muy borracho y que enseguida que se había acostado había comenzado a roncar, de manera que solo hasta la mañana volveríamos a saber de él.
El dijo… maravilloso.
Bebimos una copa mas y el queriendo que bailáramos pego su cuerpo a mi espalda y comenzó a deslizar sus manos por mi torso y luego cuando se tomo confianza empezó a acariciar mis senos mientras me decía… que senos más hermosos tienes no sabes cuántos deseos tenia de acariciarlos, como lo estoy haciendo ahora.
Luego me despojo de la blusa y el brasier y mis senos quedaron a merced de sus labios que no paraban de chuparlos y darles pequeños mordiscos a mis pezones.
Esto comenzó a elevar mi libido y me fui entregando poco a poco.
Luego su mano se deslizo por debajo de mi falda y apenas tuvo contacto con mi concha me dijo… Huuuuuy que rica estas, quiero hundirme en medio de tus piernas y me sentó en el sofá, me quito la tanga y se sumergió en el vértice de mis piernas, y comenzó por momentos a acariciar con su lengua mi clítoris y luego buscaba meter su lengua en mi concha.
Y con la excitación que esto me producía cada vez que succionaba mi clítoris no pude parar de gemir.
Afortunadamente contaba con la autorización de mi esposo por que eran fuertes mis gemidos.
Y además, lo imaginaba observando desde cualquier lugar, excitándose tal y como me lo había dicho.
Empezó a besarme como hacía tiempo nadie me besaba, le correspondí a esos besos y en medio de múltiples caricias nos fuimos desnudando hasta que quedar completamente en almendra los dos, el fue bajando su boca hasta encontrarse con mis tetas y las empezó a chupar, morder y apretar con sus manos, yo ya estaba súper mojada por la excitación y gemía como una perra en celo por el placer que estaba empezando a sentir, yo quería corresponderle a lo que el me había dado así que acerque mi mano a su entrepierna le baje el pantalón y tome su miembro duro y empecé a masajeárselo hasta que empezó a salirle gotitas de liquido preseminal eso me animo a arrodillarme y darle una mamada como él me la había dado a mí.
Nos acomodamos sobre el tapete para disfrutar de un 69 por un buen rato, yo me metía todo lo que podía su verga, la lamía y jugaba con su cabeza mientras con la mano se la apretaba queriendo exprimirle todo el jugo que pudiera soltar, él por su parte me metía su lengua en la medida que podía y mi concha chorreaba por tanta excitación, luego me chupaba el clítoris, me metía dos dedos los sacaba y los volvía a meter con fuerza como si fuera su verga, yo no aguante mas y experimente un orgasmo con un hombre distinto a mi marido.
Pero no quería pasar el momento sin sentir su verga en mi interior, nos incorporamos y yo guie con mi mano esa verga que tanto deseaba hasta la entrada de mi concha ardiente en la cual entro sin ningún esfuerzo gracias a la lubricación que me acompañaba, así me estuvo cogiendo durante un buen rato, el ruido que producía su verga en mi concha era fenomenal, debido a mi inundación de flujos y el ruido se parecía al que se hace cuando agitas una cubeta de agua con la mano, cuando él estaba a punto de venirse se retiro y aprovechó para ponerme de perrito, yo supercaliente me deje hacer lo que él quería, si me hubiera querido dar por el culo, ya mismo que me hubiera dejado, aunque a mí esposo se lo había negado muchas veces, me metió de nuevo su verga y me tomo las tetas que iban al ritmo de sus embestidas, me las agarro con fuerza gritándome: -Que tetas más ricas tienes!!!! y que concha tan caliente y mojada!! Siiii y que verga tan rica estoy disfrutando, le dije.
Me vuelves loco, porque no me dijiste antes que querías coger conmigo, hubiéramos cogido todas las noches que tu esposo se iba a trabajar, muchas veces me masturbe pensando en estas tetas que ahora tengo entre mis manos y que quiero seguir mamando como desesperado… Y luego dijo… me vengo, me vengo, no aguanto más.
Me puedo venir dentro de ti?.
Si hazlo déjame toda tu carga dentro, que rico.
Y me empujo unas cuantas veces más con fuerza su verga hasta que exploto y sentí un calor inmenso en mi intimidad.
Cuando el quedo satisfecho me pregunto si me había gustado, le dije que sí y me dijo… espero no sea la última vez.
Tienes un cuerpo y una concha maravillosa, me podría pasar toda la noche follándote una y otra vez, pero debes regresar donde tu esposo antes que note tu ausencia.
Nos despedimos, fui directo al baño y después de lavar todos los recuerdos que me había dejado Dieter me metí desnuda en la cama donde me esperaba mi esposo, con una verga erguida como un asta deseando follarme tanto como yo a él.
Tras deliciosos besos y caricias preliminares su verga me penetro deliciosamente, la verga de mi esposo es más gruesa que la de Dieter por eso sentí más placer al estar con mi esposo que con el presidente, pero haber satisfecho la fantasía de mi esposo me dejo muy feliz al experimentar una nueva verga.
Es hernoso terminar en cama con nuestros maridos .
Gran satifacion para los dos.