Mas que un trio. Part. 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por LaPamelaOriginal.
Hace algunos meses fuimos con mi marido a una cena que ofrecía la empresa donde trabaja. Son esas cenas aburridas en general pero que uno va para quedar bien frente a sus jefes. Pero por suerte fuimos, ya que por casualidad se encontró con un viejo amigo que hacia muchos años que no veía, llamemos le Roberto, un tipo de unos 35 años a la fecha, pero se conocieron siendo muy jóvenes alrededor de los 20 años y fueron muy cercanos en esa época. El trabaja para una filial de otra ciudad pero por esas casualidades lo enviaron acá para realizar una tarea puntual aunque extensa de tal vez un año de duración. Resulto ser un candidato ideal por ser soltero y sin hijos.
Se saludaron y fue como el que el tiempo no hubiese pasado tenían 20 años de nuevo y hablaban tonterías como si se hubiesen visto ayer. Me presento, aunque el ya me conocía de nombre y por algunas fotos de facebook y del correo. Yo estaba con un vestido plateado, corto y muy pegado a las caderas. El no me escatimo en elogios, lo que me pareció muy halagador y mas viniendo de un tipo bien puesto, y mas con ese traje que vestía super elegante. Nos sentamos juntos en una mesa y entre la charla, el vino y comida la cena aburrida de trabajo se hizo corta y muy amena, antes de que nos diéramos cuenta ya eramos los últimos en irnos, nos despedimos de los jefes y salimos los tres.
Mi marido le ofreció a su amigo mostrarle la ciudad y lo llevamos a uno de los bares de moda, con música y tragos.A mi me encanta ir ahí y me puse a bailar apenas llegamos, justo pasaban un tema que me fascina. Ellos se sentaron en la barra y pidieron unos tragos yo me les acerque bailoteando y contorneando mis caderas a ver si uno de ellos se atrevía a bailar conmigo; aunque ya se que con mi marido nunca tengo suerte, ya que el tiene 2 pies izquierdos y odia bailar. Pero Roberto me desnudaba con la mirada, yo bailaba aun mas sexy. Por mientras mi marido me servía margaritas y compartía alguna cerveza con su amigo, sabiendo de antemano los efectos que estas producen en mi, y es que me dejan muy exitada. Para colmo veo como le enseña algo en su celular a su amigo, seguro que son mis fotos desnuda; que mas podría mirar con tanto interés a esta hora y en estas circunstancias pense. Tome a Roberto de la mano y lo saque a la pista a bailar y diciéndole que "para que mirar en una pantalla lo que se tiene vivo y directo", ja ja. El miro a mi marido como pidiendo su consentimiento que por supuesto fue instantáneo. Roberto no sabia donde poner sus manos y note que estaba empezando a transpirar sin duda yo le guste y lo ponía muy nervioso. Como a el le falto iniciativa yo lleve sus manos a mis caderas y me contorneaba para el que sintiera mis movimientos. Guiaba sus manos por mi cuerpo con mis dedos entrelazados en los suyos de mi cintura a mi espalda luego abajo hasta casi tocar las nalgas y lo subía rápidamente como si hubiese hecho algo malo. Luego lo subía hasta la base de mi pechos y nuevamente lo alejaba, separaba sus manos de mi cuerpo y daba un par de giros para mantenerlo a distancia antes de empezar de nuevo. El jueguito era sexy y demasiado caliente para el lugar que estábamos así que mi marido toma la iniciativa y me toma de la mano jalándome hacia la salida, yo tomo la de Roberto y los tres nos retiramos. Nos subimos al auto y pusimos rumbo a nuestra casa. Los chicos delante y yo detrás mi marido puso el retrovisor de forma que enfocara mi escote para ellos y yo me inclinaba hacia adelante con cualquier pretexto para regalarles una buena vista.
Cuando llegamos, subí al cuarto con el pretexto por supuesto de ponerme algo mas cómodo, como ya es un clásico. Por mientras le pedí a mi marido que me prepare un trago de muchos colores, para mantener la alegría del momento. En mi dormitorio me costo decidirme por un baby doll adecuado para la ocasión y es que tengo mas de 20 para elegir todos ellos bastante provocativos unos transparentes y otros cortitos, algunos que tranparentan los pechos en fin muchos modelitos y ninguno muy pudoroso. Al final me puse uno rozado que arriba es cruzado hasta el ombligo por lo que es muy fácil que se me salga una teta en cualquier descuido. La parte de abajo es un shortsito bien corto que deja mis cachas de fuera aunque la parte de arriba me tapa unos centímetros mas por ensima del short. Era muy atrevido pero las cartas estaban echadas y ya tenia muchas ganas de coger, si mi marido le mostró mis fotos desnuda sin duda estaría buscando lo mismo que yo, a él le encanta verme coger y con un tipo nuevo, mmm que morbo. Ya a esta altura nos entendemos sin necesidad de hablar, solo con nuestras miradas nos coordinamos perfecto para estas andadurias.
Baje despacio la escalera tratando de tantear el ambiente, mi marido ya tenia mi trago en su mano y Roberto ponía una música blusera bien tranquila que me pareció super adecuada para el momento. Al verme venir ambos quedaron asombrados, sin duda no se esperaban mi modelito tan atrevido y ensima descalza. Mi marido sonrió picaramente ya que sabe que siempre me descalzo cuando estoy dispuesta para el sexo. Por su lado, Roberto no escatimo en piropos para mi figura y me vestimenta. Bromeaba con mi marido diciéndole como hizo para conseguirme y cosas así. El le contesta que ya que le paresco tan linda no pierda la oportunidad de bailar conmigo, ya que salimos del bar para que pudiésemos seguirla mas en privado. No pierdo tiempo y antes de que termine el tema ya estoy con mis brazos apoyados en sus hombros y esta vez le deje las manos libres para que toque a gusto ja ja. Sin embargo sus dedos están nerviosos y apenas si rozan mi cuerpo. Mi marido al lado nuestro no pierde detalles mientras sostiene mi copa como pretexto, para verlo todo muy de cerca. Estaba muy exitada en ese momento y los hombres también pero íbamos despacio; o tan despacio como podiamos . Por fin luego de incontables instantes, siento como una mano explora dentro de mi ropa, y, aunque es la de mi marido, su tacto en mi cintura por debajo de baby doll basto para animar a nuestro invitado. Sus manos se pegaron a mi y su cuerpo se acerco tanto que llegue a sentir su erección en mi abdomen. Por mientras mi marido me bailaba de atrás marcándome su polla en mis nalgas y sus manos en mis caderas.
Ya nadie hablaba, a partir de ese momento nos expensábamos con manos y piel. Di un par de giros restregando mi cuerpo por el de ambos. Como era de esperarce el escote se corrió y uno de mi pechos quedo unos instantes desprotegido, sus manos se prendieron de mis tetas y mi boca se acerco a la suya. A medida que ese beso, primer beso, se hacia inminente veía como mi marido se alejaba un poco para tener una mejor perspectiva, y un segundo después su boca me besaba como desesperado.
Mi escote abierto al máximo con mis tetas al aire y sus manos en ellas, mis pezones querían explotar. Luego bajo hasta mis nalgas con sus manos; mientras su boca se dedicaba a comerme los pechos. Por sobre sus hombros miraba a mi marido y ambos sonreíamos complices de esta nueva travesura. Le guiñe para que se acercara pero el prefirió seguir mirando un rato más.
Así que me dispuse a complacer su vouyerismo tomando la iniciativa perdida. Tocando su pecho empecé por desabotonar la camisa, muy lentamente a medida que mis manos le exitaban con caricias en el pecho que bajaban mientras los botones se desprendían. Llegue a su cinturón y lo desprendí rápidamente para pasar a su cremallera, pero dio un paso atrás. Le mire y lo note avergonzado o inseguro no lo supe desifrar. No hice caso y me volví a acercar, pero el intento distraerme con besos, quite mi cara para volver a lo que estaba cuando de refilón veo a mi marido palidecer un poco. Enseguida pense que algo raro estaba pasando, pero que era?. Mire a ambos desconsertada y algo indignada por cortarme el momento. Mi marido le dijo "sigue, no la sorprenderás…". Entonces mi curiosidad pudo mas y de un solo movimiento baje esa cremallera y su ropa interior.
Entonces pude ver lo que le avergonzaba, una polla realmente grande y eso dicho por mi no es poca casa, modestia aparte he visto muchas, y muchas muy grandes. ja ja. No era muy larga de echo tal vez hasta mas corta que el promedio. Ahora el ancho era algo fuera de lo normal, era enormemente gruesa mas que cualquiera que haya estado antes. Era como tener dos buenas pollas en la mano pero en una sola, wow!!!, quede sorprendida… Acerque mi boca y al primer contacto con mi lengua aquello se puso aún mas duro y grande si era posible. Roberto temblaba como una hoja no se porque, mientras yo intentaba meter su pija en mi boca de alguna manera que pudiese chupar lo mas posible. Estaba fascinada con el aquel pedazo de carne inmenso, y empecé a mojarme mas de lo normal. Mi marido tenia una sonrisa de esas pintadas en la cara, le daba un morbazo verme con ese inmenso trozo de hombre en la boca. Yo seguía chupando, besando, lamiendo también sus huevos bien depilados, solo de recordarlo me dan muchas ganas. No se cuanto rato me esmere en el aquella tarea pero no podía desprenderme de es enorme pollon, y quería estar supermojada para cuando me fuese a penetrar.
Al cabo de un rato siento la la diestra lengua de mi marido en mi coño y noto como chapotea en mis jugos. Los hombres no pierden tiempo y recostando me en el sofá Roberto se acomoda entre mis piernas mientras mi marido me ofrece sus huevos para chupar. Lentamente siento como mi coñito se llena hasta sus que sus bolas golpean mis nalgas. Pero Roberto es un excelente amante, paciente y consentidor deja que sea yo quien le marque el ritmo con mis caderas hasta que nota que voy por mas y ahí si su cadencia me hace enloquecer. Cogemos y cogemos un bueno rato, cambiamos varias veces de pocision. Mi marido acompaña pero deja que me hagan en general y disfruta mas del espectáculo que de participar. Cuando me pone en cuatro y me folla desde atrás; tomo las manos de mi marido con las mías, pero mis ojos están cerrados y mi cuerpo casi rendido de tanto placer y por fin siento como me inunda las entrañas de leche. Se acaba tan abundante mente como esperaba de el.
Los chicos me ayudan a sentarme entre ellos y me dan un trago, mientras me recupero sus manos no dejan de explorarme las tetas y el coño. No perdemos el calentón en ningún momento. La charla es muy erótica pues solo decimos cosas como vamos a follar de tal o cual forma o hagamos esto o lo otro. Hasta que mi marido le dice que debería de probar mi culo. Me dio hasta un poco de vergüenza que me marido le ofrezca mi culo para follárselo, pero al mismo tiempo me dieron unas ganas inmensas de probar y también un poquito de miedo pero me tenia fe. Ya he realizado una doble anal en una oportunidad y salí bien parada ja ja por decirlo de alguna manera.
Continuamos las caricias y manoseos con el mientras mi marido fue por el lubricante. Nuevamente me puse en cuatro ofreciendo mi auge rito para que me lo lubriquen mientras con mi boca ponía su polla tiesa de nuevo. Y no me costo mucho. Yo muy exitada no le di mucho trabajo a mi marido tampoco. Su dedos se deslizaban rápidamente dentro mi culo y no le costo meter hasta tres juntos como me contó luego.
Sin embargo no empezamos de inmediato, como que hice un poco de tiempo chupando una y otra polla, pasándolas por mis tetas y masturbando mi coño.
Los chicos fueron sutiles y acostándome nuevamente en el sofá mi marido se tira sobre mi en 69 comiendo me el coño como me gusta. Al mismo tiempo abre bien mi cachetes para que su amigo comience. Esa polla se me metió mas rápido de lo esperado en culo. Mientras mi coño estaba dentro una boca golosa que me hacia delirar de placer. No sentí dolor, debo decirlo hasta el otro día cuando enfrié el cuerpo, fue sin lugar a dudas la mejor cogida de culo que he tenido, y todo debido al morbo de una gran polla. Un orgasmo sacudió mi cuerpo con fuerza. mi marido se bajo de mi y me permitio cambiar de pose, fui arriba de el, luego debajo, de costado y variamos muchas veces hasta terminar en la alfombra, yo boca abajo y el desde atrás destrozándome como me gusta. Me penetraba con un ímpetu colosal y yo solo gozaba de sus embestidas hasta que lo hice vaciar ce en mi nuevamente, pero esta vez la saco y me baño la espalda y las nalgas con su semen. Ni bien acabo se Roberto, mi marido me penetra por el coño, sentado en la alfombra me sube sobre sus piernas y lo cabalgo unos instantes hasta que esta a punto de correr ce. Entonces lo hago pararse y se corre en mi boca. Me bebo todo esa lechita mirando a Roberto a los ojos y dedicándole toda mi lujuria. Casi aplaude cuando termine.
Quedamos los tres tirados en la alfombra durante un buen rato, comentando lo bien que lo habíamos pasado. Hasta que recuperados un poco decidimos subir a dormir con mi marido y darle el cuarto de huéspedes para Roberto. Y así nomas caí en la cama toda sudada y llena de semen en la cara, pechos y nalgas pero mi marido estaba aún exitado y no pudo contenerse de abrazarme y besarme toda mientras me cogía de nuevo, hasta caer rendidos los dos y quedar dormidos hasta el otro día.
Continuara…
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