MATRIMONIO DE RELACIÓN ABIERTA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Somos un matrimonio de 23 años, mi esposa se llama Sofía, tiene 43 años y yo me llamo Rafael, nuestros hijos tienen 21 y 19 años y desde pequeños los enseñamos a ser lo suficientemente autónomos de manera que su dependencia con nosotros es básicamente económica, en su vida diaria y estudios son muy responsables, esto nos permite a mi esposa y a mi manejar libremente nuestro tiempo.
Lo que quiero compartir con ustedes es la experiencia que estamos viviendo desde hace cuatro años cuando la monotonía en la intimidad en nuestro matrimonio nos estaba asfixiando, presentándose a diario discusiones por tonterías, pero un día encontré un artículo en el que una pareja relataba su situación de monotonía al interior de su matrimonio, algo similar a la situación nuestra, lo que los estaba conduciendo a una muy segura separación, pero encontraron en el matrimonio con relación abierta, el tanque de oxigeno que los cambió por completo y comenzaron a disfrutar de una vida nueva y plena.
Teniendo en cuenta que en la intimidad de nuestra relación estaba pasando algo similar, me atreví a mostrarle a mi esposa el artículo y su respuesta después de leerlo fue que sentía mucho temor.
Pero fuimos analizando varios temas, como la fortaleza de nuestro matrimonio, su importancia para nosotros dos, para nuestros hijos y para muchos de nuestros familiares cercanos, luego el tema económico en el que estuvimos de acuerdo que lo seguiríamos protegiendo pensando en nuestro futuro, la imagen ante la familia y los amigos y después de varias reflexiones en las que desmenuzamos cada tema, observando los pro y los contras, decidimos experimentar la relación abierta.
Fijamos condiciones, entre las cuales la principal era la de ser muy transparentes, al existir la libertad de tener relaciones sexuales con otras personas, siempre respetando las normas acordadas, considerando que las relaciones intimas serian puramente físicas y en el desarrollo de la relación abierta evaluaríamos si valía la pena continuar, si resultaba beneficiosa para ambos, fijando la posibilidad por decisión de cualquiera de los dos de suspender todo.
En síntesis las normas fueron: 1.
La familia lo primero.
2.
Sinceridad y confianza siempre.
3.
Precaución y seguridad ante todo.
Una condición muy importante fue mantener absoluta confidencialidad ante todo el mundo sobre la existencia de nuestra relación abierta.
Este acuerdo me sirvió para cuando salí varias veces con una mujer menor que yo y tiempo después cuando quise cortar los encuentros, me amenazo con contarle a mi esposa si no continuábamos, y así lo hizo pero cuando llamo a mi esposa para informarla de mi infidelidad, ella por estar enterada de todo, le respondió… ese es un asunto entre ustedes a mi no me consta nada, hasta luego que este muy bien y hasta allí llego el impase.
De otra parte cuando hemos tenido encuentros con alguna persona siempre nos avisamos por seguridad y tranquilidad mutua.
Seleccionamos muy bien con quien vamos a estar y cuando eso sucede no nos exigimos después íntimamente demasiado, aunque siempre terminamos cogiendo al comentar lo sucedido fuera de casa porque eso nos genera mucha excitación.
La primera vez que se hizo realidad el matrimonio abierto fue cuando asistimos a una fiesta y un invitado quedo flechado con mi esposa y a ella no le disgusto para nada el personaje, su nombre Jorge, hablaron durante la fiesta, ella le puso de manifiesto que era casada y como si fuera miel más le atrajo su situación de casada, cruzaron números de teléfono y hasta allí llego esa noche.
El martes siguiente Jorge la llamo, hablaron bastante sobre diferentes temas hasta que llego la invitación.
En principio fue una invitación a cenar, hubo unas copas pero nada más.
Cuando vino la segunda invitación donde ya podía suceder algo mas, por seguridad acordamos que mi esposa lo invitara a casa con el pretexto que estaría sola sin esposo, ni hijos y Jorge acepto.
Ese día Sofía se preparo muy sensual al no tener que salir a la calle, y yo le propuse usara una falda negra bastante corta y una blusa que deja ver el canalillo en medio de sus senos, lo cual la hacían ver muy atractiva, mas su cabello muy bien arreglado y maquillaje perfecto.
Al llegar la hora Jorge cumplió la cita, Sofía salió a recibirlo y desde el principio pude ver desde mi escondite como la devoraba con los ojos, le trajo de presente una flor con una cinta muy elegante.
Pasaron a la sala y Sofía le ofreció algo de tomar y el acepto tomar un whisky y los dos muy alegres tomaron uno y otro trago y el encuentro se fue animando.
Yo desde mi escondite comencé a sentir una erección tremenda, era la primera vez en que existía la posibilidad de ver a mi esposa teniendo sexo con otro hombre.
Al llegar el momento en que Jorge comenzó a soltar sus manos acariciando a Sofía hasta conseguir el primer beso, momento en el que la vi insegura, ella le dijo que nunca antes había estado con otro hombre que no fuera su marido, pero después de tomar varias copas mas ella consiguió tener la fortaleza para seguir adelante.
Después de ese momento, Jorge comenzó a acariciar con mayor entusiasmo a Sofía y pronto la blusa se abrió, el sostén lo deslizo hacia arriba y los senos de Sofía quedaron a la vista siendo atracción para él, quien los empezó a besar y acariciar creando excitación normal en mi esposa.
Luego las manos de Jorge siguieron avanzando en sus caricias hasta meter una de ellas en medio de las piernas de Sofía y por debajo de la falda llego a acariciar su concha, ella se sorprendió por ser la primera experiencia, pero pronto asimilo la situación y separando las piernas le permitió a Jorge que prosiguiera.
La excitación de los dos era evidente y de pronto Jorge se arrodillo frente a ella, metió sus manos por debajo de la falda de Sofía y le retiro el panti quedando a la vista su concha totalmente depilada, rápidamente el se inclino sobre ella y halándola hacia él, se sumergió en medio de las piernas de Sofía para darle sexo oral, lo cual hizo que ella no parara de gemir con más ardor que todas las veces que la había escuchado en el pasado.
Mientras esto acontecía, Jorge aflojo su pantalón, lo bajo hasta las rodillas y enseguida salto a la vista su verga tremendamente erguida.
Había llegado el momento crucial en el cual se haría realidad todo lo que habíamos acordado meses atrás.
Una vez Sofía alcanzo un orgasmo estruendoso, Jorge dirigió su verga a la concha de ella, la puso a la entrada y gracias a la abundante lubricación generada previamente, él se la hundió con mucha facilidad.
A continuación, el inicio un mete y saca, que fue aumentando en velocidad y fuerza estimulando el segundo orgasmo de Sofía, pasaron varios minutos en medio de respiraciones agitadas y gemidos en los cuales ella al igual a como hacia conmigo en el pasado, empezó a decirle… Méteme duro esa verga, eso, eso, así, así, que rico, uhmmm, uhmmm, y otras frases o palabras sueltas más, hasta que alcanzo su segundo orgasmo y Jorge al mismo tiempo exploto dentro de ella.
Después Sofía me comento que para poder resistir la segunda parte, cuando Jorge la empezó a follar, ella cerró los ojos y pensó que era yo quien la estaba cogiendo, por eso sus expresiones de… Clávame duro tu verga, eso, eso, así, así, que rico, uhmmm, uhmmm, etc.
En fechas siguientes Jorge la invito en varias oportunidades a su apartamento, pues siendo soltero no tenía ningún problema, y durante las varias veces que estuvieron juntos ella le hizo creer que todo era a escondidas mio y eso al parecer le generaba mucho morbo a Jorge, al saber que se cogía a una mujer tan hermosa a espaldas de su marido.
Esa noche cuando Jorge se fue, Sofía tomo un baño y salió a la habitación envuelta en una toalla que le cubría desde los senos hasta la mitad de la pierna y yo la esperaba con una erección tremenda, no imagine antes que verla coger con otro me fuera a producir tanta excitación.
Pero antes que empezáramos a coger, nos dio un ataque de risa nerviosa como cuando un chiquillo hace alguna pilatuna.
Luego disfrutamos de una deliciosa follada y al final hablamos sobre el resultado de esa primera vez y la conclusión fue muy positiva para los dos.
En otra ocasión todo fue diferente, estábamos una reunión social y conocimos una pareja más joven que nosotros, los dos muy divertidos, Guillermo y Marcela, y a media noche, cuando ya habíamos tomado bastante, mi esposa fue al baño y allí se encontró con Marcela quien de entrada le dijo… Tienes un marido muy interesante y mi esposa ingenuamente le respondió… Hay lo tienes a la orden, en ese momento Sofía no imagino el alcance que esto podía tener.
Al amanecer cuando pensamos regresar a casa, nuestros nuevos amigos nos invitaron a tomar una última copa en su departamento y como estábamos de fiesta aceptamos.
Llegamos a su departamento muy hermoso, ellos aun no tenían hijos, todo lucia de maravilla, desde que entramos comencé a presentir que algo podía suceder ya que Guillermo prendió muy pocas luces, y la supuesta última copa resulto que fueran varias últimas copas, el tiempo paso volando en medio de apuntes gracioso y alguno que otro baile que termino en cambio de parejas, en el que Marcela se insinuó fuertemente conmigo rosando su pelvis contra la mía, y por su parte Guillermo no perdió oportunidad para acariciar las nalgas de mi esposa, además de una que otra caricia en sus senos, según me conto ella después.
En eso nos dieron las tres de la mañana y estando los cuatro bastante alicorados Guillermo abiertamente nos pregunto si nos agradaba el ambiente swinger, yo le dije que si, entonces expresó, no se diga mas, disfrutemos la noche y de allí en adelante las luces se apagaron totalmente, solo nos iluminaban los reflejos que venían de la calle y lentamente los cuatro nos fuimos desnudando quedando todos en almendra, las caricias y besos fue la nota predominante además de incipientes gemidos de las mujeres y las respiraciones agitadas de los hombres.
Para mayor comodidad nos fuimos a su habitación donde tenían una cama king size y allí comenzaron las caricias y los besos cada uno con su respectiva esposa, pero después de unos minutos, Marcela busco la boca de mi esposa para besarla apasionadamente y al mirarnos con Guillermo me hizo seña de cambiar y vino enseguida sexo oral entre Guillermo y mi esposa, logrando sacarle un espectacular orgasmo, mientras yo por mi lado tenía sexo con Marcela, ella acomodada de perrito, yo metía y sacaba mi verga de su concha que estaba bastante lubricada y observando su maravilloso culito rosado me entraron ganas de cogerla analmente e hice el cambio y ella lo acepto de inmediato, incluso ella colaboro para que pudiera penetrarla.
Y así disfrutamos de constantes intercambios, besos y caricias con mi esposa y con Marcela y terminamos Guillermo y yo explotando dentro de cada una de nuestras esposas.
Cuando llego el fin nos propusieron quedarnos, pero decidimos mejor regresar a casa.
Por el camino comentamos con Sofía sobre la agradable reunión que habíamos disfrutado.
En otras oportunidades yo estuve con otras mujeres, una de ellas resulto ser casada y lo hacía a espalda de su marido, me buscaba con frecuencia y varias fueron las oportunidades que compartimos sexo hasta que un día sin proponérnoslo nos distanciamos.
Iguales oportunidades existieron para que Sofía tuviera sus encuentros con otros hombres y siempre al regresar nos contábamos con detalle lo sucedido y nos producía mucha excitación terminando en cogida en la mayoría de las veces.
Una situación especial fue cuando en una reunión social conocimos a Walter, un hombre de color de más de uno noventa de estatura, muy atlético, de buena figura, ojos verdes y muy simpático, que estaba de paso por nuestro país, esa noche Sofía me dijo que le había fascinado y le gustaría tener la experiencia de compartir sexo con un hombre de color, y yo maliciosamente le dije… pero tú sabes las características especiales de ellos, y ella me respondió… Sí, me imagino a que te refieres, espero no sea un mito.
Le dije, me hare aparte para que no te relacione conmigo y busca la manera de acercarte a él, y al parecer no le resulto difícil, pues a fin de cuentas Sofía es una mujer muy atractiva y simpática, y Walter también puso de su parte para que lograran crear empatía rápidamente.
En el tiempo siguiente de la fiesta estuve compartiendo con otros grupos y cuando estábamos próximos a terminara la reunión, Sofía me hizo señas de encontrarnos en los baños y allí me comento que ya había logrado atraer a Walter y lo había invitado a nuestra casa esa noche al final de la fiesta.
Entonces convinimos que yo me iba primero y me escondería para cuando llegaran a nuestra casa.
Yo no quería perderme este encuentro.
Así lo hicimos y a la madrugada después que yo regrese, llego Sofía con su amigo Walter, enseguida se acomodaron en el estudio y ella le ofreció licor y los dos tomaron varias copas en medio de una amena conversación donde ya se comenzaban a matizar los deseos de Walter hacia Sofía.
Y llegado el momento Walter le pregunto si era casada, ella le dijo… Sí, pero mi esposo está de viaje y regresara hasta la semana siguiente.
El tuvo claro que la invitación tenía un fin definido y levantándose la tomo de la mano y encontrándose los dos de pie, el se inclino para besarla en la boca y comenzar a acariciarla por todas partes.
Walter mucho más alto trataba de agacharse y Sofía de empinarse para compensar la diferencia de estaturas.
Sin mucho afán mutuamente se fueron desnudando hasta quedar Sofía en ropa interior, Walter se deshizo en halagos sobre el cuerpo de ella y lo hermoso de su lencería.
Sofía por su parte igualmente le fue quitando prendas hasta estar Walter solo con sus bóxers, notándose tras su bóxer un poderoso miembro.
No había tal mito, era una realidad y cuando Sofía deseosa de conocer esa realidad le bajo la prenda que cubría la verga de Walter, puso una cara de sorpresa al verificar el tamaño, sin que aun tuviera una real erección.
Walter por su parte termino de desnudar a Sofía, la hizo sentar en el sofá y separándole las piernas comenzó una sesión de sexo oral lográndole arrancar fuertes gemidos e incluso un orgasmo.
Luego vino la contraparte en la que ella le debía dar sexo oral y para empezar, escasamente lograba meter en su boca el champiñón de la verga de Walter, el tamaño y el grosor al generarse la erección resulto ser considerable.
En ese momento comencé a pensar que iba a hacer Sofía cuando Walter quisiera penetrar su concha.
La verdad me pareció que ella aplazaba y aplazaba el momento dándole masajes en la verga a Walter acompañados de nuevas copas de licor, pero con esto no lograba que la erección de él bajara, todo lo contrario se mantenía hasta que no hubo lugar a mas espera.
Walter la sentó en el sofá, le separo las piernas e intento la penetración pero no fue posible, entonces Sofía le dijo que esperara un momento, fue a la habitación y trajo un lubricante vaginal, le aplico bastante a la verga de Walter e igualmente lo hizo en su concha y reiniciaron el intento de penetración.
Con mucha paciencia y cuidado Walter logro meter en la concha de Sofía la mitad de su verga y Sofía sudaba tratando de asimilar semejante miembro tan descomunal.
Pasados varios minutos, tal vez más de diez, el logro una penetración total y comenzó lentamente a petición de Sofía a meter y sacar su polla, y en cada entrada ella gemía no propiamente de placer, solo después de muchas penetraciones comencé a escuchar gemidos de placer, de seguro su concha ya se había dilatado lo suficiente y le permitía gozar de cada penetración.
Cuando Walter noto que estaba lista Sofía aumento la velocidad y pronto los dos estaban llegando al clímax y pronto quedaron inmóviles y pegados.
Una vez se recuperaron, Walter saco su verga, vi como empezó a salir de la concha de Sofía una cantidad considerable de semen, recordé en ese momento, una vez que vi la penetración de un caballo que al bajarse de la yegua fluyo muchísimo semen de la vulva de la yegua.
Sofía quedo desbaratada, esa noche fui incapaz de proponerle que tuviéramos sexo, su experiencia había sobrepasado sus expectativas y me confesó que nunca imagino algo así y que tal vez no lo volvería hacer.
Aparte de los anteriores momentos que hemos vivido, existen otros más que no los incluyo en este relato para no hacerlo, pero si puedo confirmarles que hemos disfrutado sobremanera.
Hasta el momento la inmensa mayoría de lo acontecido ha sido positivo, ya que lo que otras parejas manejan como celos, para nosotros son aspectos naturales de nuestra vida íntima.
El único inconveniente quizás, es que en ocasiones tenemos que inventar excusas hacia terceros cuando alguno de los dos a adquirido un compromiso con otra persona, y la familia o los amigos preguntan por la ausencia del que falta a la invitación, pero inventar la excusa es algo obligado en beneficio de nuestra intimidad.
Durante el tiempo que llevamos, del matrimonio con relación abierta, los dos consideramos conforme a lo convenido previamente, que la relación ha sido normal y sana, por que prima la comunicación por encima de todo y el respeto por el bienestar de los dos, algo primordial es que somos cómplices sin limitación.
Hasta aquí un resumen rápido de nuestra relación abierta.
A si es. Llevar una relacion abierta es tenerce mutua confianza.
Con mi marido la tenemos. Disfrutamos. Todo.