ME EXCITA VER A MI ESPOSA FOLLAR
Mi mujer es muy atractiva, rubia con unos ojos verdes y un cuerpo hermoso, pechos muy proporcionados a su estatura y estos con unos pezones rosados, aparte unas piernas torneadas que son parte de su atractivo cuando usa minifaldas. .
Mi mujer es muy atractiva, rubia con unos ojos verdes y un cuerpo hermoso, pechos muy proporcionados a su estatura y estos con unos pezones rosados, aparte unas piernas torneadas que son parte de su atractivo cuando usa minifaldas. Pero todas estas cualidades que me encantan, a la larga terminan siendo un problema por los hombres que a veces la desean a como dé lugar y le hacen propuestas que ella no está interesada.
Ella era algo tímida y recatada en el sexo por su educación clásica, pero poco a poco después de muchas conversaciones se fue abriendo, también al sentirse atractiva y deseada, dando un cambio que me sorprendió, aunque yo en parte era quien la animaba a abrirse al sexo. Me encantaba que se vistiera provocativa, sobre todo en verano. En ocasiones se ponía blusas semi transparentes sin sujetador en donde se notaban sus hermosos pechos, y los hombres no paraban de mirarla, esto nos excitaba a los dos y disfrutábamos al tope al follar. Una vez la convencí de ir a una playa nudista, lo acepto, porque antes siempre se había negado, cosa que en cierto modo no me dejo de sorprender, allá fuimos y no tuvo ningún reparo en quedarse totalmente desnuda, me encantaba que la miraran. Verla salir del agua completamente desnuda caminando hacia la orilla era un espectáculo. Me insinuó que podíamos follar allí mismo en algún paraje. Casi lo hicimos, nos abrazamos, le besé sus pechos y mi pene jugueteo por su clítoris, pero no tuve el valor para continuar, solo al llegar a casa hicimos de todo.
Otro día para dar rienda suelta a mis fantasías, le pregunte: ¿¡¡Te gustaría follar con otro¡¡¡? ¡¡Que barbaridades dices, me contesto!! Esta fantasía se la repetí cada vez que hacíamos el amor, cuando ella estaba más excitada, hasta que en una ocasión me contesto:
SI, SI ME GUSTARIA ¡quiero sentir sensaciones nuevas, solo he hecho el amor contigo.
Al poco tiempo se iniciaría su primera y única aventura, al menos que yo sepa….
Por un trabajo eventual que ella tenía, estaba junto con otros compañeros escogiendo lugares para unas fotografías,
Al regresar me dijo que uno de ellos, se le había insinuado. Se llama Alberto: Esta muy bien y me gustó como me miraba….
Alberto era la persona que se había ofrecido para traerla en coche cada día del trabajo. Y una vez que ella estaba muy bella y llevaba una falda blanca muy ligera, en donde se le marcaban muy bien sus bonitas nalgas y una camisa roja apretada, donde el contorno de sus pechos se vislumbraba perfectamente, no me extrañó que Alberto la mirase con deseo, pues cada día estaba mejor.
Una noche antes de ir a dormir nos sentamos en la terraza de un bar, en verano y ella estaba sentada frente a mí, y en plena conversación observé que estaba mirando hacia la barra, me di la vuelta y vi a Alberto junto a dos chicas. Entendí entonces la mirada de mi mujer, y él al vernos nos saludó con la mano y ella le correspondió el saludo con una excitante sonrisa. Era evidente: Le atraía mucho el tal Alberto… ¿Te gusta? ¡SI…bastante, sabes quizás con el me atrevería a hacerlo! Empecé a pensar que mis fantasías de que follase con otro se iban hacer realidad.
Al llegar después del trabajo a casa sobre las diez de la noche me confeso: Te voy a contar algo… hoy Alberto me ha besado.
¿Como fue?
Al regresar en el coche dijo que le gustaría ver el mar, nos fuimos a un lugar solitario que tiene una bonita vista, empecé a sospechar algo, pero sin darle demasiada importancia. Cuando llegamos paro el coche, nos miramos y puso su mano en mi pierna, acto seguido se lanzó hacia mis labios dándome un beso tremendo, al cual correspondí muy excitada, mientras su mano subía por mi muslo. Nos estuvimos besando con pasión unos cinco minutos. Después me abrió la blusa, soltó mi sujetador y acaricio mis senos, no tuve fuerzas para negarme, cuando quise darme cuenta su lengua lamia suavemente mis pezones que me hicieron sentir casi un orgasmo.
No te preocupes, se veía venir, además lo deseas.
Si…. Lo deseo.
Pasada una semana de esa primera vez mi esposa llego un poco más tarde de lo normal y cuando entro me dijo, ven te voy a contar y comenzó…
Fuimos a un lugar apartado de la playa y Alberto me dio un prolongado beso, luego me quito la blusa y el sujetador y mis pechos quedaron al descubierto, mis pezones estaban duros. Después de besarnos y acariciarnos por todas partes la excitación nos llevó a disfrutar del sexo con pasión, realmente estaba muy excitada, su manera de follar era distinta a la tuya, fuerte, y más fuerte, y yo le decía…¡¡ métela más, mucho más¡¡¡ que la sienta hasta el fondo, le iba diciendo y el me daba gusto hasta hacerme disfrutar de un delicioso orgasmo.
Cada vez que algo le sucedía con Alberto me contaba con detalles que había ocurrido. Hoy hemos estado en un bosque en donde había un rio, y luego de follar nos bañamos.
¿Desnudos, pregunte?
Por supuesto, yo de cintura para arriba. Estuvimos a punto de follar nuevamente en la orilla, se me puso encima noté su gran pene entre mis piernas, iba moviéndose de abajo arriba como si me hiciera el amor, hasta que tuve el orgasmo. Estuve a punto de quitarme la tanga para hacerlo de verdad, pero pude contenerme, no sé si la próxima vez volverá será total.
Los juegos sexuales eran habituales cada día al regreso del trabajo por la noche.
Otra noche que llego tarde, estaba muy guapa e insinuante, por el color rosado de sus mejillas pensé que ya lo habían hecho, le pregunté: ¿Has follado?
¡¡¡CASI¡¡¡, me contesto, estábamos en el coche, le baje el bóxer, le chupe la verga como una loca, ya no podía más¡¡¡¡¡, me quite la tanga quedando totalmente desnuda mi concha, Alberto se puso encima de mí, me abrí de piernas, y su miembro estaba a punto de follarme, sentí como parte de la cabeza de su pene estaba ya dentro y en el momento que me lo iba a empujar para penetrarme totalmente, un coche aparco al lado, lo que le hizo detenerse, y todo quedo en un revolcón que me dejo con ganas.
¿Tienes ganas de hacerlo? Verdad:
Si, vamos a la habitación quiero que me folles y me hagas disfrutar de un rico orgasmo.
Lo hicimos y disfrutamos al límite y cuando terminamos hablamos sobre Alberto y le pregunte ¿y deseas mucho follar con Alberto?
SI mucho, pero quiero hacerlo bien no en el coche o en la playa de cualquier manera.
Le dije… Mañana podrás hacerlo con tranquilidad aquí en la casa pues regresare muy tard.:
¿Estás seguro, de verdad que no te importa que me acueste con él ?¡¡ me volvió a repetir buscando mi complicidad.
¡No¡. Lo sabes de sobra que quiero que lo hagas, conteste excitado
De acuerdo, estoy decidida, lo invitare aquí mañana.
Pensaba que de pronto no se atrevería, que lo deseaba, pero que no llegaría a hacerlo, aunque después de haberse desnudado y haberse dejado tocar por todo el cuerpo y haber disfrutado de una follada exprés, todo sería más sencillo para ella, además ardía en deseos por hacerlo y yo quería complacer mi fantasía.
Sobre las ocho de la noche del día siguiente me puse en un lugar estratégico por si los veía llegar en el coche. Al cabo de un rato vi como el coche aparcaba. Entraron y estuvieron charlando, después de un rato fueron a la habitación de huéspedes.
Entonces, busque un lugar para esconderme y observar lo máximo posible.
Cuando los dos estuvieron dentro, elegí una posición al lado de la puerta que no estaba totalmente cerrada, la habitación tenía poca luz. Estaba muy excitado pensando lo que iba a suceder en minutos.
La puerta del baño se abrió, salió mi esposa y su luz ilumino algo más la habitación.
Ella salió con una bata transparente………. Se acerco al borde de la cama, suavemente la dejo caer quedando desnuda. Alberto, también desnudo esperaba su momento.
Se besaron de pie apasionadamente, con sus cuerpos pegados, pude ver el pene de Alberto rozando el coño de ella. Mi excitación era máxima.
La recostó en la cama, y fue besándola por todo el cuerpo, abrió sus piernas acerco su boca a su clítoris y empezó a lamerlo. Ella comenzó a gemir de placer….
De pronto mi mujer susurro: Fòllame, por favor Fòllame no puedo más …
Se puso encima, mientras ella se abrió de piernas pidiendo la penetración, pude ver como el enorme pene de Alberto se le iba introduciendo. Los movimientos eran bruscos y acelerados, mientras los gemidos de ella iban en aumento el pene no paraba de entrar y salir.
Que excitación la mía ¡al ver como se la estaban follando!
Quedaron los dos tumbados en la cama, susurrándose algo, dándose ligeros besos.
Pero enseguida cambiando de posición, ella tomo la iniciativa, acerco su boca al pene de Alberto chupándolo intensamente.
Seguidamente se volvió a introducir la verga de Alberto, sentándose encima de él.
Después se la fue introduciendo en diferentes posturas hasta alcanzar su orgasmo y que Alberto se corriera. Al separarse fluyo el semen que Alberto le acababa de dejar dentro.
Yo estaba muy excitado, me hice una paja pues ya no podía más.
De pronto ella salió intempestivamente de la habitación con su bata, me miro y me dijo…
¿Llevas mucho rato aquí?
No acabo de llegar…
Sabes………. Lo que tenía que pasar ha ocurrido: He follado con toda intensidad con Alberto.
¿Has disfrutado, le pregunte?
Mucho, como una loca…… Ha sido diferente que contigo. No me arrepiento de haberlo hecho.
Cogió mi mano me introdujo en la habitación: Alberto quedo paralizado al verme.
No te preocupes: Mi marido está de acuerdo en todo…
Con una forzada sonrisa Alberto me saludo.
Mi mujer, se quitó la bata quedando nuevamente desnuda, se acercó a Alberto dándole un tremendo beso.
Me excito mucho verla desnuda besando a otro de esa manera delante de mi.
Realmente ella había enterrado para siempre sus “tabúes”
No te muevas, quédate en la cama le dijo a Alberto:
Ahora voy a follar con mi esposo.
Me desnude, fui hacia ella, solo al besarla note unas sensaciones diferentes, así como al penetrarla note los labios de su concha muy abiertos por haber sido penetrada tantas veces, su olor era algo nuevo, estaba lleno de sexualidad.
Mientras la iba besando y lamiendo, observe la mano de Alberto como le acariciaba los senos.
Fue muy excitante hacer el amor con ella en presencia de un extraño. Nunca olvidare este momento.
Al hacer el amor con ella a través de los años siempre he recordado cada momento de aquella noche… Esta fue la historia de la primera etapa que ocurrió, después han venido otros momentos muy excitantes, que después les contaré-.
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