Me tragué el semen de Omar
Una tarde de copas y de futbol termino en una buena mamada al amigo de mi esposo, el cual me llenó toda la boca de su caliente y sabroso semen.
Hola, mi nombre es Tamara y el día de hoy te voy a platicar lo que me sucedió en casa el día del súper tazón.
El domingo en que se transmitió por televisión el súper tazón, mi esposo invitó a uno de sus amigos del trabajo a ver el partido en casa. Él llegó muy temprano y de hecho, yo hice comida en casa para recibirlo. Y, aunque efectivamente había sido una comida, ellos se dedicaron a tomar cerveza como desesperados; en cambio yo, sólo atiné a tomarme unos cuantos tequilas, lo suficiente para desinhibirme y entrar en el mismo ambiente en el que ellos estaban.
Ese día, mi esposo me había pedido que me vistiera con un jersey de los Rams, un short de mezclilla súper corto, unas pantimedias de color natural, unas calcetas en color blanco y mis tenis, la verdad es que me sentía muy coqueta. Y creo que no me veía mal, pues los ojos de Omar no se apartaban de mis muslos cada vez que podía. Al sentir su mirada, obviamente trataba de mostrar mi coquetería frente a él y a mi esposo.
Después del partido ellos siguieron tomando hasta que, hubo un momento en que mi esposo, no aguantó su condición y quedó dormido en la sala de la casa. Mientras tanto Omar y yo seguimos platicando. Por cierto, también él ya se veía tomado, pero no tanto como para perderme de vista.
Mientras platicábamos, me tomé algunos tequilas más y nuestras platicas comenzaron a subir de tono, ya comenzaba él a platicarme de sus aventuras y de sus conquistas más recientes. Mientras cambiaba yo de canal a la televisión, de manera intencional puse un canal porno que contrató mi esposo. Cuando Omar vio la programación, sin pensarlo me dijo, si gustas deja ahí el canal, se ve interesante.
Me senté junto a mi esposo y mientras seguíamos viendo el canal porno y platicando, puse mi mano en la verga de mi marido, pero él no reaccionaba. Me comencé a reír y le dije a Omar, creo que hoy me iré a dormir sin que me den de cenar, no reacciona mi esposo. entonces él y yo comenzamos a reír. Me dice, si gustas? yo te puedo ayudar en ello. Le dije, no como crees, nunca le he sido infiel a mi esposo. Ël me dice, pues no le vas a hacer infiel esta noche, pero si gustas, te puedo dar un poco de lecha para que descanses tranquila.
Se bajó el ziper y sacó una verga de buen tamaño. Me acerqué a él, se la comencé a acariciar y él reaccionó de inmediato. Comenzó a acariciarme las piernas y fue entonces que me confesó que yo le encantaba y que siempre trataba de verme y tocarme las piernas. Me metí su miembro en la boca y después de dos o tres mamadas, no aguantó y se vino súper cañón en mi boca; me llenó toda con su semen y me lo tragué todo. Una vez que terminó, seguimos platicando un rato más y después él se fue.
Desde ese entonces no deja de mensajerame y queremos que se repita lo de la última vez, pero ahora quiere penetrarme. Todavía no me animo, pero estoy muy cerca de caer en sus brazos.
Si te ha gustado mi relato, ponte en contacto conmigo y te muestro mi página web, donde tengo muchas fotos mías y estoy segura que te encantarán.
Besos.
Hola me exito demasiado tu relato, me podrías seguir contando si ya te penetró tu amigo, y como te puedo contactar