Me volví una pendeja puta en mi adolescencia parte 2
Continuando con mis relatos, aquí dejo la segunda parte de mi noche de maratón de sexo .
Hola soy Daniela de Argentina continuando con mis relatos: había pasado ya la hora y estaba pendiente si Marcelo el próximo hombre a quien elegimos llegaría, eran las 2 de la madrugada y tocaron el timbre, era el. Un hombre de unos 45 años, un poco panzon, alto y de buen rostro, preguntó si yo vivía ahí, y se presentó. Le dije que pase. Entramos y rápidamente me conversaba, el tenía la duda si estaba sola y que no era una trampa. Le aclare que yo estaba de novia y que con mi novio pensamos que esta buena la idea de coger con otro hombre mientras el mira, eso a Marcelo no le importó, me preguntó si había algún límite. Le dije que solo tenemos 2 horas porque pronto vendrían mis padres. Era un hombre maduro que sabía como actuar en esta situación. Le ofrecí un trago, le dije que se ponga cómodo y que mi novio saldría a saludar, santiago lo vio, charlaron como si fueran conocidos y le dijo que el solo quiere ver como otro hombre me coje salvajemente. Yo fui a darme una ducha rápida y salí vestida con el uniforme del colegio. Marcelo me miró y me dijo, chiquita que bien te ves así. Me preguntó la edad y le dije que tenía 17, y con ganas de experimentar. Así que puse música a tono como para desnudarme. Estábamos en la sala, yo bailando sensualmente, moviendo mis caderas me arrime a él y lo senté en una silla, me senté en sus piernas, y el me acariciaba, mi novio pidió que me quité todo lentamente.
Comencé quitandome la corbata, me desabroche los botones de mi camisa y me deje caer la minifalda del colegio, el vio que no tenía ropa interior. Así que con la corbata lo envolvi el cuello y lo atrajer para que me dé un beso. Lo bese con pasión, y Marcelo se bajó su bermuda, no tenía bóxer, nunca había visto una verga de ese tamaño, era muy grande, de unos 27 cm, gruesa. Santiago me dijo «dale la mamada de su vida» yo obediente, tomé su tronco y me lo puse a chupar como un helado, cada vez se ponía más dura, me pidió ir a la cama. Mi novio nos seguía y nos ofreció unos condones. Con mi boca le coloque, y daba recorridos con mi lengua en sus huevos. Me tomo del cabello y me quito. Me puso de 4 patas sobre la cama y se agachó a comerme, Marcelo sabía lo que hacía, nunca sentí tanto placer con una mamada, jugaba por mis costados y con su lengua me penetraba, yo gemia y mojaba todo, mi novio tomó mis manos cuando sentí que Marcelo comenzó a introducir su verga, yo le pedía a mi novio que saque su pitó y me lo de, pero el muy hijo de puta no queria. El solo quería ver, era muy tentador para marcelo, coger una adolescente colegiala, y que disfruta del sexo con maduros, el sentía derecho sobre mi. Aumentando su ritmo sentía como sus Pelotas chocaban en mi. Me decía cosas muy calientes. Me proponía volver a juntarnos para que me enseñe más cosas rica. Yo me empinaba mas para que el tenga una mejor vista, solo imaginen, un viejo estaba cogiendo a una nena, blanquita con una muy linda cola y dispuesta a todo, marcelo se bajó y se recostó poniéndose de costado, yo le di la espalda mientras el me levanto las piernas, su cabeza estaba entrando en mi cueva y mi novio miraba como ese pedazo enorme de carne me abría. Mientras me abrazaba y besaba, con sus dedos frotaba mi clítoris y me empujaba, que placer tenía yo, el tiempo pasaba y yo quería mas, le dije que se detenga para que yo pueda montarlo. Quité su condon con restos de líquidos preseminales, chupe todo y me subí a montar, mi novio se puso por detrás a ver detenidamente como yo me enterraban ese tronco enorme. Santiago se aproximaba con la corbata en la mano y tomó mis brazos por detrás para sujetarme, el le facilita a marcelo para que me coja como deseara, ese hombre solo levantaba mis nalgas y yo me dejaba caer violentamente sobre su verga, el dolor fue placentero. Marcelo quería acabar ya, pero mis labios sujetaban su tronco para no dejar que salga. Entonces me acostó con mis manos vendadas le pidió ayuda a santiago para que el levante mis piernas, mi novio sumiso así lo hizo, entonces con gran fuerza me penetro, sus embestidas eran salvajes, no tenía condon colocado. Unos minutos después el me dijo que ya está por acabar y si la quería dentro mio, yo pedí que me bañe en todo el cuerpo con su leche. Sacó su cabeza y salieron lluvias de semen. Regandome, pero yo aún no acabe, pero Marcelo tomó mis piernas arriba y comenzó otra vez a lamer toda mi vagina, mientras mi novio con su mano desparrama la leche de mi amante. Llegué al climax con Marcelo así, yo era un río de jugos mojando la cama.
Un rato así, yo estaba muy cansada pero satisfecha, le dije a Marcelo que debía irse, pero le confesé cual era el motivo, el le propuso a mi novio para quedarse y mirar todo y si la situación se daba podría participar, mi novio viendo que esto podría ser mejor de lo planeado le dijo que si. Me desamarraron y fui a preparar para la nueva llegada. Debía ir un hombre llamado Ignacio quien por chat ya sabia cual era el motivo. Y estaba a favor de nuestras necesidades.
Espero les guste y próximamente subiré el siguiente relato.
By: Daniela
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