Mi cine erótico
Somos pareja sw y si esos sillones rojos del cine rio hablaran, dirían: .
que ella lo puso tan erecto al mamarle asi sus bolas y su verga, que en la mirada perdida de mi esposo solo había lascivia y nada de pudor, mi macho la contemplaba con ese deseo que atrae a los hombres por las mujeres casadas, a ella en ese momento solo le quedaba puesta la tanga negra que ya la tenia de lado, la demás ropa habia desaparecido tirada en las butacas y en el suelo, además él ya la tenia montada dándole de brincos como lunática desesperada porque nunca se le acababa el placer, yo la entendía porque mi envidia era honesta, le envidiaba su cintura y esa cadera y nalgas abundantes, entonces cómo no iba a excitar así a mi marido, que rica mujer, su espalda curveada era de película porque resbalaban sus nalgas en la verga de mi esposo, al que solo le asomaban los huevos cuando eran liberados por el golpeteo de su culo en él, y ese sonido tan particular que tiene solo esa parte de la carne cuando choca en los genitales. Pero a mi, por el otro lado de la pareja, no me tocó un monumento espectacular, era un señor mas bien gordo y feo, lo único rico en él es que tenía su vergota venuda y guesa, tan gruesa que llenó con su cabezota todo mi coño cuando me penetró, primero me fue tocando muy brusco y paré sus manos, las llevé a mis senos por encima del sostén para que me manosera lentamente y me fue quitando la ropa poco a poco, cuando me besaba la espalda y el cuello bajo la nuca, me metió los dedos al mismo tiempo pero antes daba giros simetricos en mi clitoris por encima de mi tanga, a mi eso me exita mucho y asi disfruté cuando su boca me besó con esos besos ricos de mucha lengua y por fin bajó a lamer mi vagina acariciando con su lengua cada parte de mi intimidad, nos besabamos una y otra vez y yo veía de reojo a mi esposo cómo realmente disfrutaba que este señor gordo me estuviera besando en la boca, en el cuello, luego bajó a mis senos y grité un poquito de placer cuando con sus dientes atrapó mi pezón, que rico me besò el cuello y la verdad disfruté también que me chupara mi vagina, su lengueteo en mi oyito que exploraba toda mi vagina de arriba a abajo y asi tardó un buen tiempo mamando y explorando mi vulva, después subió a mi abdomen y lo besó, en ese momento yo ya era suya, estaba completamente mojada, y ansiaba su cabezota en mi oyito vaginal, pero él me hizo esperar a propósito, se abrió el pantalón y colocó su vergota en mi boca, yo le chupé su abultado miembro, pero de seguro entendió mi necesidad porque ahí mismo en el asiento del cine, me volteó y me puso de perrito y me dió unas embestidas que creí que todo el cine rio se iba a caer y más que alrededor nuestro había, tantos hombres, que ya no sabía si la humedad que le escurría, era la de él o la de ellos que se la jalaban queriendo lanzar su leche contra mí y ademas esa lujuria de zombi queriéndome tocar, pero yo NO lo permitì, estaba tan concentrada en darle placer al esposo de la señora que tenia a mi marido bien atendido y ahora arriba de ella y mamándole sus pezones como queriéndoselos arrancar, pero en eso me di cuenta que alguien agarraba mi chiches por atrás de mi espalda y ese no era el señor con el que yo estaba, pero lo dejé porque me gustó, el gordo velludo me penetraba muy rico, me la quizo meter por el culo pero la verdad le dije que no la iba yo a soportar, así me la estuvo metiendo por la vagina a placer suyo, una y otra vez me la metía de perrito, se colocaba encima de mí para volverme a penetrar y moverme sobre ese delicioso monstruo que rozaba y rozaba y rozaba mi ventanita ya sea por atrás o montada, y por fin…… ya estaba yo a punto, aaaahhhhhh aaaahhhhhhh. Que rico, entonces me acostó y me hizo venir porque esa verga gruesa rosaba de inmediato mi clítoris, es una sensación irresistible tener una verga gruesa, tienen la facilidad de que en posición de misionero o de perrito sientes mucho placer porque rozan en automático el clítoris, cada vez que te la mueven adentro, él encima de mí no dejó de chuparme el cuello, la boca y las chiches estando yo debajo de él y eso es lo que me hizo venir, mmmmm que rico, ahhhh. Ahhhhhh aún me acuerdo y me humedezco, pero duró poco, porque estaba tan gordo y ya no lo podìa aguantar, entre el orgasmo y su peso se me iba la respiración y se separó de mi, obvio queria darme su leche, le cambie el condón y le chupe esa vergota que apenas cabía en mi boca, de verdad tenia que abrir mi boca más de lo normal, me daba risa en mis adentros porque imaginaba la escena con mis ojos bien abiertos que al mismo tiempo me daba placer, fui chupando sus bolas bien depiladas, las llene de saliva porque se que eso les gusta, sentir el calor de la boca y el frio de la saliva al mismo tiempo y apesar de que mi mano era un instrumento muy hábil para moverle el miembro, el puso mis dos manos en sus piernas e hizo que yo me la tragara sin agarrarla, se iba a venir en cualquier momento, a él ya le faltaba la respiración, le va a dar un infarto, pensé, y cuando ya no lo esperaba se quitó el condón y me llenó de leche una y otra vez, pense que nunca terminaria de eyacular, mojó toda mi blusa que no alcance a quitarme todo completa pero sí estaba desarreglada y mi esposo miraba con placer como le habia yo correspondido a todos sus deseos, me dejó ahí para recuperarme y para acomodarme la ropa, y vi como el don se quito el condón y se echó en el sillón, para seguir manoseándome viendo la película, pero yo veia que mi esposo ya no era el ùnico con la esposa de él, había como unos cuatro chicos, y no era para menos, ese cuerpo no se veía muy amenudo en la realidad de esos pobres mortales y aunque su cabello era pintado de rubio, la verdad ella era blanca, sus senos parecian de adolescente, se veían naturales y muy paraditos, era hermosa, el cuerpo mas envidiable que yo pudiera ver y me preguntaba porque estaba aqui, se veía que lo tenia todo, pero quizà la respuesta estaba ahì mismo, en lo que yo estaba viendo, se movia de arriba hacia abajo como ninfómana, montada en una verga flaca pero muy larga, mi esposo le chupaba una de sus chiches y otro chico la penetraba por el culo, ella gritaba de felicidad y yo no lo podía creer a mí nunca me lo han hecho así, parecia una verdadera jauría de lobos que devoraban con ansiedad toda esa carne exquisita y bien formada, yo no se cuantos orgasmos tuvo, pero la chica y su señor gordo, que ya estaba ahí, disfrutaban cada beso, cada manoseo o cada insinuacion con gran felicidad, el que la penetraba a la vez le mamaba las dos chiches y quise ser ella aunque fuera por ese breve tiempo de éxtasis, todo acabó muy rico, ni se en que momento terminó la película y empezó la otra, pero el episodio esta gravado en mi mente, las dos recogimos nuestra ropa, yo no me esforce tanto, a ella le ayudó su marido, que por el momento le puso una bata como abrigo, se fueron y a lo lejos, aun ahí y en la semiobscuridad, las curvas eran apetecibles, me dijo; que rica mujer, que cuerpo, pero tu la superas, jajaja le dije no seas payaso, me dijo y te gustó con él, y le dije lo hice por ti aunque no me gustó tanto sí lo disfruté, «gracias por tu amor», me dijo, es la ùnica vez que he ido a ese cine y no se si lo volvere a hacer…..,, un beso para todos…. Atte Olga
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