Mi esposa caliente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me gusta de sobre manera ver como mi mujer se exitaba cuando atraia a hombres, estando en el cine sentada con la falda bien arriba mostrando sus muslos exuberantes, se le acercaban y empezaban a tocarla disimuladamente y yo mirandolos como se exitaban cada ves mas,cuando se daban cuenta los hombres que yo estaba al lando de su conquista de cine, se atrevian a recorrer sus piernas abriendoselas lo mas que podian para apoderarse de su coño, mi mujer abria su boca loca por el atrevimiento audaz de esos machos ya que ellos lo hacian tambien para complacerme,en fin le sacaban los senos de su blusa los recorrian completos jadeando de placer se los chupaban todo, le comian sus pezones,la llenaban de saliba,le dejaban marcados los senos con sus besos y yo y mi esposa, mi mujer gozando calentandonos los tres hasta que ellos muchas veces se sacaban el pene y yo los veia que estaban parados algunos grandes, otros no tanto,pero todos calientes con mi mujer,salia del cine con mi mujer y muchos de ellos nos seguian en la calle nos abordaban y nos ibamos a cuaquier lugar para que la penetraran con esos picos calientes, en el parque en un rincon oscuro, el hombre se sento en el pasto, mi mujer se saco los calzones y la hice sentarse de cara hacia el, qudando con las piernas totalmente abiertas,
El me miraba a los ojos de tal manera que yo me daba cuenta exactamente como mi esposa era penetrada, yo tocaba sus bolas que estaban pegadas al coño de ella,sus ojos brillaban de placer, con sus ojos me decia que estaba acabando, llenando de semen su rica zorrita. Luego ya en la casa la desnudaba y le chupaba su zorra y sentia el gusto del semen y los jugos de ella, luego la penetraba con furia, con el olor a otro macho en todo su cuerpo,pero lo mas importante yo sentia como gozaba mi esposa yo sentia ese sexo carnal y erotico de ella, como se movia con mi pene dentro de ella entregada encuerpo y alma a mi.
Hicimos el sexo de a tres en distintos lugares,en una plaza, hotel , en nuestro propio dormitorio, sexo de mil formas. Hoy ya no lo hacemos de esta manera, pero mi esposa aun es rica y la estoy convenciendo para que conozca otros hombres, solo que con nuestros trabajos hay poco tiempo para realizar nuestra fantasias.
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