MI ESPOSA CUMPLIENDO MI FANTASIA
Yo soy Luis, tengo cincuenta y tres años, mi esposa se llama Fanny tiene cuarenta y tres años y quiero compartir con ustedes la razón de haber llegado a desear la fantasía de ver coger a mi esposa con otro hombre, aunque algunos podrían decir que soy un cornudo, no lo creo porque yo soy el promotor .
Yo soy Luis, tengo cincuenta y tres años, mi esposa se llama Fanny tiene cuarenta y tres años y quiero compartir con ustedes la razón de haber llegado a desear la fantasía de ver coger a mi esposa con otro hombre, aunque algunos podrían decir que soy un cornudo, no lo creo porque yo soy el promotor de todo esto. Pero entre desearlo y realizarlo hay una distancia muy grande difícil de superar, por eso he recopilado todos los detalles para compartirlos con ustedes por si se les ocurre hacer lo mismo.
Cuando conocí a Fanny ella tenía diez y nueve y yo veintinueve años. Los dos estábamos en la época en que las hormonas se alborotan y tres meses después que empezamos a salir, una noche fuimos a una discoteca y estando los dos muy excitados le propuse fuéramos a un lugar donde estuviéramos solos y fácilmente acepto. Al llegar al motel pedimos unas copas de licor y luego comenzamos a besarnos, a acariciarnos y cuando ella estaba más excitada la invite a acostarse en la cama, le quite el panty y le hice sexo oral, logrando que ella alcanzara un enérgico orgasmo.
Luego me puse un condón y comencé a penetrarla, y en ese preciso momento no note ninguna reacción de dolor o rechazo que me indicara que aun fuera virgen, ella lo tomo como algo normal, separo sus piernas y dejo que yo las pusiera sobre mis hombros para lograr la mayor penetración y a continuación un mete y saca logrando que los dos alcanzáramos el clímax total.
Después de esta primera vez, constantemente ella me insinuaba que fuéramos a motel tras salir de alguna fiesta y si íbamos a cine era obligada una motivación con mi mano en su coño que le permitía disfrutar del orgasmo y después ella me acariciaba y yo me corría bajo mi pantalón. De manera que el sexo siempre nos unió.
Antes ella había tenido un novio con quien seguramente debió haber comenzado a tener relaciones sexuales, con el tiempo le he preguntado varias veces si fue cierto y no me dice ni que sí, ni que no, aunque la verdad cuando estuvimos por primera vez como les acabo de contar, ella no mostró ni el menor asomo de ser virgen, esa primera vez que tuvimos sexo oral y vaginal lo disfrutamos al límite, ya que habíamos tomado previamente algunas copas de licor que nos desinhibieron.
Estuvimos de novios un año en el que una de las cosas que más nos unió fue el sexo, cada vez que podíamos y donde fuera lo disfrutábamos al tope, pero por pequeñas desavenencias nos separamos y como ella estaba en la flor de su juventud y era muy hermosa no falto que un compañero de trabajo la buscara y estuvieron saliendo como dos meses, pero el asunto no funciono, ¿Por qué? Nunca lo supe.
Parece que el tipo era muy picaflor y poco amable, por lo cual ella se desilusiono, terminaron y a los pocos días reanudamos nuestra relación, yo estaba saliendo con alguien y al volver con ella tuve que terminar la relación sin ninguna explicación.
Durante el año siguiente antes de casarnos nuestra relación fue muy intensa en la parte sexual, antes y después de casados siguió igual.
En todos estos años que han pasado siempre para los dos existieron oportunidades, en especial para ella porque siempre ha sido una mujer muy atractiva, un cuerpo armonioso, aunque no con mucha cola, pero tiene unas piernas súper sensuales y cuando usa falda llama mucho la atención, no sé si ella aprovecho alguna de esas oportunidades, porque yo trabajaba muy duro en esos años.
Sé a ciencia cierta, de algunos hombres que siempre la han deseado y confirmados me consta de dos hermanos, cercanos a la familia de ella, a quienes alguna vez los escuche estando a sus espaldas, diciéndole el uno a la otro… Hummmm Fanny esta como se le da la gana, que rico poderla coger algún día y el hermano le contestaba… ojalá porque está muy buena, quien sabe que tal cogerá, y el hermano le contesto… eso es lo de menos y soltaron la carcajada.
Más adelante me enteré que uno de ellos hablaba mal de mí y la apoyaba a ella cuando teníamos disgustos, de seguro buscando indisponernos con el fin de lograr cogérsela, pero no supe si lo logro alguna vez.
Hace algunos años en los que no había celulares con cámaras de video y toda la tecnología de hoy, yo tuve que viajar por trabajo a la ciudad donde vive parte de la familia de ella y me pidió que la llevara junto con nuestro hijo a casa de una tía mientras yo estaba trabajando en el día y un viernes, cuando yo salí de trabajar hacia las siete de la noche llegue a recogerla y me encontré que habían varios primos, primas, hermanas y amigos de ella y como era una casa muy amplia con un patio central todos estaban allí, había música y licor que todos disfrutaban.
Apenas llegue me salió al encuentro la hermana de mi esposa, le pregunte por ella y me dijo… Ella esta allá atrás en la cocina trayendo algo ya viene y me ofreció una copa de licor. Yo me la tome y ella me hizo compañía y apenas vio que mi copa estaba vacía me trajo otra y hasta ese momento mi esposa no aparecía.
Le dije voy al baño ya vengo, ella se quedó con las demás personas y yo fui al baño y cuando salí se me ocurrió ir a la cocina a buscar a mi esposa, pero no encontré a nadie, entonces se me ocurrió ir más al fondo hasta la última habitación porque vi encendida una luz tenue, camine y entreabrí la puerta y me encontré con el sorpresivo espectáculo de mi esposa acostada en la cama, con la falda recogida hasta la cintura, sin pantys y sobre ella estaba el exnovio que ella tuvo antes de conocernos y quien debió ser el primero en coger con ella antes de conocernos.
Yo me quede de una pieza y observe solo unos segundos como él le clavaba su verga una y otra vez y ella con las piernas separadas gemía de manera controlada, la música de la reunión le servía de escudo a sus gemidos. Lo pensé dos veces y preferí no hacer un escándalo en especial por mi hijo que estaba allí. Regrese al sitio de la reunión, yo estaba enfurecido, pero también excitado al haberla visto por solo unos segundos follando con su antiguo novio.
Al encontrarme con la hermana, nuevamente me ofreció otra copa y después de entregármela me pregunto dónde estaba yo, le dije que en el baño y agrego voy a avisarle a mi hermana que ya llegaste. De seguro ella sabía en que andaba su hermana siendo su cómplice, nunca supe cómo y por donde salió su exnovio de la casa.
Minutos después apareció mi esposa, y muy cínica me dijo… estaba en la cocina y no sabía que habías llegado, pero sus mejillas se encontraban bastante rosadas delatando su reciente excitación.
Le pregunte… y que hacías… y me dijo… colaborándoles en la comida, en tono tan tranquilo y natural que, si no hubiera visto con mis ojos lo que ella estaba haciendo con su exnovio, hasta habría creído en sus palabras.
De allí en adelante nunca le volví a creer nada de lo que me decía porque sabía que dentro habría una mentira escondida en medio de una total serenidad de sus palabras.
No obstante, esa la noche cuando nuestro hijo ya dormía le dije… ¿Y no quedaste muy cansada con la ayuda que les diste en la cocina?
¿Por qué?
Pues porque cuando fui a buscarte a la cocina no había nadie y pasé a la última habitación porque vi luz encendida y te vi descansando en una cama con la falda enroscada hasta la cintura y sin pantys.
No obtuve respuesta, pero ella si debió entender el mensaje.
De allí en adelante la relación dejo de ser sentimental y paso a ser más material y de conveniencia, la relación íntima no perdió su calidad y cuando nos tomábamos unas buenas copas, los remates eran fabulosos, siempre existía variedad de situaciones, sexo oral, anal o corriente, juguetes sexuales, películas, fotos y videos que grabábamos de nosotros y después disfrutábamos viéndolos.
Pero últimamente desde hace un año esa fogosidad por parte de ella se fue apagando al punto que llegar a estar juntos resultaba toda una proeza, por eso me nació el deseo de saber si era que yo ya no la motivaba para tener relaciones o que estaba pasando,
y cualquier día, se me ocurrió la fantasía de verla tener sexo con otro, o mejor, de volverla a ver, por lo que ya les conté sobre su exnovio, pero ahora con mayor intensidad y más tiempo, porque lo sucedido años atrás realmente solo fue una foto y ahora yo quería algo más que eso. Y pensé, si no estamos juntos, podría excitarme verla coger con otro.
Desde el principio tuve claro que tendría que ser yo el que iniciara el asunto encontrando ese alguien que se lo propusiera, para hacer realidad mi fantasía.
Pensando opciones, recordé una conversación que tuve alguna vez con mi amigo Rafael, yo sabía que, a él, el morbo y las posibilidades con las mujeres no las desperdiciaba, pero como no nos veíamos con la misma frecuencia de antes, decidí contactarlo y vernos con más frecuencia.
Lo invite a almorzar y allí hablamos de volver a encontrarnos para compartir como en los viejos tiempos y así fue que cada semana o dos semanas nos reuníamos alrededor de unas copas siempre fuera de casa para poder hablar de todo con total tranquilidad y poco a poco fuimos mencionando temas de nuestra intimidad, por ejemplo, él me conto que el sexo con su señora era bueno, pero él tenía el deseo del sexo anal, pero ella siempre se negaba.
Y yo le dije que en cambio con mi esposa el sexo en todas las formas incluyendo el sexo anal era frecuente, pero no sabía porque durante el último año la fogosidad de ella había decaído sustancialmente y coger en cualquier día era una epopeya, por lo cual había decidido olvidarme del tema.
Avanzando en la conversación en un momento mencionamos el ambiente swinger y le dije que a una edad como la nuestra donde no existen celos ni ideas de exclusividad entre las parejas, porque esas son ideas de la juventud, que han pasado al olvido me gustaría hacerte un par de preguntas y esperar que me las respondiera con total sinceridad.
La primera: A ti qué tal te parece mi esposa.
Me respondió… a pesar de los años es una mujer que se conserva muy bien, es bonita y agradable.
La segunda pregunta: ¿Te gusta mi esposa?
Él se puso nervioso y me dijo… es una pregunta muy difícil de responder, es tu esposa.
Le dije… si yo lo sé, pero respóndeme con total tranquilidad, ¿la verdad ¿Te gusta o no? Ya con mi advertencia, me respondió con un Si, lacónico.
Sabiendo que, si te gusta, ¿te voy a hacer una propuesta?
Y él me contra pregunto… ¿Qué será?
¿Si te lo propongo y te colaboro en todo, te cogerías a mi esposa? Rafael tartamudeo y me dijo… Me sorprendes.
Bueno, pero contéstame si te la cogerías o no?
Finalmente me respondió… Si tú lo deseas y estas convencido de lo que me pides claro que lo haré.
Desde ese día convinimos en ser cómplices para buscar la forma que él se pudiera coger a mi esposa.
Durante todos los días siguientes no me acerque a mi esposa para tener intimidad y cuando ella lo quiso hacer la evadí todo el tiempo, especialmente cuando íbamos a fiestas, se tomaba algunas copas y regresaba a casa con deseos de sexo.
Organizamos salidas a discoteca con Rafael y su esposa, y normalmente a media noche al bailar intercambiábamos parejas tratando de lograr acercamiento entre él y mi esposa, por mi parte yo atendía a la esposa de él, sin tener ningún interés.
En las últimas salidas, una vez a la madrugada cuando las mujeres se fueron al baño, pudimos compartir conversación y le pregunte a Rafael como iban las cosas y me dijo… Bien, hoy la he notado bastante excitada, estuve acariciándole las nalgas, en la medida que la penumbra y la cercanía de parejas sirve de escudo para la intimidad y no se molestó, además antes de regresar a la mesa pude sutilmente acariciarle los senos y sentí sus puntas muy duras, señal clara de su excitación, además el roce constante de nuestros sexos, me tiene con una erección que tendré que llegar a coger con mi esposa o tendré un dolor terrible más tarde.
¿Y de besos? No solamente rocé de mejillas y cercanía de los labios, pero nada más por el momento.
Yo le dije… creo que una salida más y puedes coronar.
Y reímos a carcajadas.
Al regresar a casa, mi esposa estaba deseosa de sexo por todo lo que la había motivado Rafael y las copas que se había tomado, por eso al yo evadirla de antemano sabía que se iba a enojar terriblemente y así fue, pero no me importo.
A la siguiente salida a la que ella fue la más entusiasta hasta hizo las reservaciones, me conto Rafael a la madrugada, que ella había deslizado su mano hasta el pantalón de él y pasándola por su pelvis sintió su erección y le dijo… Que rico estas.
Él no le respondió nada, pero le volvió a acariciar los senos y además le dio un beso en los labios y ella no dijo nada.
Antes de separarnos le mencione a Rafael, que fuera al día siguiente, sábado, a nuestro apartamento a eso de las tres de la tarde para yo prestarle unos discos. Le advertía que mi esposa estaría sola y tendrían toda la tarde disponible ya que nadie los interrumpiría. Y al final unas palabras… Aprovecha la oportunidad.
Lo que Rafael no supo era que dos meses atrás yo había instalado para nuestra seguridad, dos mini cámaras muy discretas que estaban conectadas a mi celular, con las cuales podía ver la zona social y las habitaciones desde el hall.
Recuerdo que al marcharme le reitere a mi esposa que si necesitaba algo estaría en la oficina y regresaría tarde porque debía terminar un trabajo que deje pendiente por haber salido más temprano el día anterior.
Ya estaba convenido con Rafael que él me avisaría cuando se marchara para saber que yo ya podía regresar a mi departamento.
Desde el momento que llegue a la oficina cerré la puerta y me instale cómodamente con la opción de poder grabar todo lo que sucediera en mi departamento esa tarde.
Muy a las tres Luis Fernando llego y mi esposa sorprendida lo saludo y le pregunto el motivo de su visita, él le respondió que había quedado conmigo de encontrarnos para prestarle unos discos.
Ella dijo… Él se fue a trabajar y regresa hasta la noche, pero pasa, pasa.
Entraron a la zona social y ella le dijo que si quería tomar algo.
Él le respondió… un trago fuerte para equilibrar la resaca de anoche.
Ella se fue y regreso con dos copas de licor y chocando brindaron sentándose ella al lado de él. Hablaron cosas sin importancia y de pronto él le pregunto si había pasado bien la noche anterior y ella solo respondió … Si, bien.
¿Pero él le recalco y en especial a la madrugada como te sentiste? Ella lo miro pícaramente y le dijo… Tú lo debes saber mejor que yo.
¿Pero lo disfrutaste? ¿Quedo algo pendiente?
Ella le pregunto… ¿Que estas buscando?
Esto, y se acercó a ella y le dio un beso en la boca, que se prolongó por varios minutos, y al corresponderle ella, Rafael se acercó más y comenzaron las caricias.
Ella le dijo… Acuérdate que estoy casada, si ya lo sé, pero me gustas demasiado y no resisto tenerte cerca sin acariciarte y volvieron a besarse y ahora él, además de acariciar sus senos, su mano se deslizo por debajo de la falda y ella no hizo nada para impedírselo y empezaron las caricias en su coño que la llevaron a sus primeros gemidos y respiración agitada.
Por varios minutos la constante fueron las caricias y los besos antes de empezar a quitarse la ropa y cuando estuvieron totalmente desnudos, Ella lo tomo de la mano y lo llevo a nuestra habitación y allí ella se acostó y separando las piernas lo invito a subirse sobre ella. Pero antes él le dio una sesión de sexo oral con la cual le arranco el primer orgasmo.
Luego él se deslizo hacia arriba sobre ella y al llegar a los senos se los acaricio, beso, chupo y cuando siguió subiendo al quedar enfrentados sus sexos ella metiendo la mano por en medio de los dos, tomo la verga de Rafael y rozándola a todo lo largo de su coño para lubricarla la dejo justo a la entrada de manera que él lentamente fue empujando hasta perderse toda dentro de ella.
Al no despintar los ojos de la pantalla para observarla a ella, hasta ese momento me di cuenta de la erección fenomenal de Rafael
En ese instante reflexioné y pensé, que tonta ella, no ha caído en cuenta de la existencia de las cámaras.
Ellos siguieron adelante y al tocar fondo la penetración de Rafael ella se quejó, deteniéndolo esperando que su coño asimilara la enorme verga de Rafael, la cual tenía un tamaño mayor de largo y grueso respecto a la mía, por eso seguramente ella sintió la diferencia.
Entre besos y caricias ella logro que su concha creara la elasticidad necesaria para recibir esta verga de mayor tamaño.
Cuando se dieron las condiciones Rafael comenzó un mete y saca haciendo que ella empezara a gemir, así estuvieron varios minutos y antes que ella alcanzara su segundo orgasmo el saco su verga y la comenzó a rozar por en medio de sus piernas pasando constantemente por el culito de mi esposa gracias a la lubricación que fluía de la concha de ella. Rafael no paro de acariciarle la concha, en especial el clítoris y las puntas de los senos, acompañado de pequeños apretones, tal y como yo le había dicho, esto si quería tener éxito en su penetración anal.
Cuando quiso cogerla por el culo el tamaño de su verga no facilitó la penetración y ella se levantó y le alcanzo un lubricante el cual esparció generosamente en su culo y en la verga de Rafa y nuevamente iniciaron el proceso para hacer realidad la fantasía de él.
Después de varios intentos una vez que logro meter la cabeza de su verga lo demás se fue adentro más fácilmente. Ella tuvo un pequeño sobresalto al sentir que toco fondo y como antes quedaron pegados pero inmóviles hasta que el inicio muy suavemente un lento mete y saca, sin dejar de acariciar los sitios claves de ella para que alcanzara un nuevo orgasmo.
Cuando ella elevo el tono de sus gemidos, fue porque estaba disfrutando de su orgasmo, entonces Rafa apuro el ritmo y no se demoró demasiado en lograr el éxtasis y le dijo a ella… Me voy a correr, me voy a correr y ella le respondió córrete dentro de mí, así vas a lubricar mi culito y disfrutare tu lechita. Entonces él arqueo el cuerpo hacia tras y resoplo empujado por la tremenda excitación, dejando toda su carga dentro de mi mujer.
Después de lo visto ellos fueron al baño y al regresar ella le propuso tomar otra copa y él acepto y desnuda como estaba fue a llenar las copas.
Una vez recuperados del reciente esfuerzo volvieron a besarse y el reinicio el ataque metiendo su polla en la concha de Fanny y en esta segunda oportunidad estuvieron por bastante tiempo besándose en medio de un mete y saca continuo.
Cuando terminaron se quedaron acostados boca arriba y Rafael aprovecho para hacerle algunas preguntas que yo le había mencionado, y sobre las que tenía inquietudes.
Primero la ensalzo diciéndole que era la mejor vez que había estado con una mujer, que ella follaba mejor que ninguna, que con ella era maravilloso el sexo y luego paso a las preguntas, de las cuales salto muy sutilmente, empezando por: ¿Te gusto? Sí, pero tú tienes la verga más grande que la de mi esposo, pero la sentí muy rico, fue algo nuevo.
¿Podemos volver a coger otra vez?
Eso depende de las oportunidades, hoy fue excepcional.
¿Y las veces que estuvimos en discotecas tenías ganas que esto pasara?
No, no lo pensé, solo que el roce de nuestros sexos me excitaba y por eso te di algunas libertades.
¿Y antes de hoy, desde que te casaste has estado con otros hombres?
Si, Si
¿y con cuántos?
Pues con mi esposo, mi exnovio, tu, un primo y cuando estuve haciendo un trabajo temporal que me recomendó una amiga, tenía un jefe que era un adonis y no me pude resistir a sus insinuaciones, aunque me mostré la difícil para cuidar mi dignidad.
¿Y te gusta mucho coger?
Si
¿Y porque no lo has hecho con más hombres?
Porque soy muy tímida e incapaz de proponerlo, además recuerda que estoy casada y no puedo andar por ahí dándoselo a cualquiera.
¿Y porque a mí sí?
Tu eres de confianza, te conozco desde hace mucho tiempo y estas casado entre otras razones.
¿Te gustaría estar en un ambiente swinger?
Y ella pregunta… ¿Y que es swinger?
Es una reunión donde las parejas se intercambian entre sí y tienen sexo
No. La verdad no me agradaría, es mejor estar con alguien muy conocido, como tú, que con cualquiera.
¿Y tu esposo sabe que has estado con otros hombres? No, no lo creo.
¿Y si se enterara se molestaría? Hay que preguntárselo, pero yo no soy la que lo hará.
De pronto si supo, de una vez que estuve cogiendo con mi exnovio.
¿Y cómo se dio cuenta?
Estábamos en una reunión de familia y amigos en la casa de una tía, esa casa era muy grande y se supone que ese día mi esposo estaría trabajando hasta muy tarde. Por casualidad mi exnovio paso por allí y mi prima lo invito a entrar y desde luego a los pocos minutos enfilo sus baterías hacia mí. Hablamos, me pregunto cómo me iba en mi matrimonio, me dijo que no me podía olvidar y todavía me deseaba tanto que se había soñado follando conmigo. Yo me puse muy nerviosa, pero como la fiesta avanzaba en alegría gracias al licor, en algún momento él me propuso que fuéramos al jardín interior y cuidándome la espalda le dije a mi hermana… si preguntan por mí me avisas, voy a estar en el jardín interior hablando con Darío, y ella no le vio mayor problema y me dijo, listo yo te aviso.
Estando en el jardín interior, Darío me dio un beso en la boca y esto revivió el tiempo en cogíamos de novios y sentí como mi coño se humedeció. Él que me conocía de tiempo atrás, metió su mano por debajo de mi falda y se dio cuenta que mi coño estaba muy mojado. Enseguida me propuso que cogiéramos, pero yo temía que alguien saliera al jardín y nos viera. Entonces le propuse ir a la habitación de huéspedes que quedaba alejada del bullicio y no había visita. Y no tardamos en entrar, cerrar la puerta y que Darío me quitara el panty y una vez que me acosté, recogió mi falda hasta la cintura y él se subió sobre mí, metió su verga en mi lubricado coño y follamos como desesperados, eso sí, en silencio para evitar que nos descubrieran. Entonces creo que como la casa de mi tía era una casa antigua, la puerta no quedo bien cerrada y mi esposo me vio cogiendo con Darío, pero solo me insinuó el tema en la noche cuando nos acostamos y yo me hice la que no entendía y así se quedó todo.
Pero Rafael, para hacer bien las cosas, le dijo a ella… viendo que no regresa tu esposo, creo que es mejor marcharme, espero volver a verte desnuda como ahora y cogerte muchas veces, no te digo que hacerte el amor porque los dos estamos casados y no conviene enamorarnos. Solo sexo y ya. ¿De acuerdo?
Sí, me parece bien tu idea.
Y hasta aquí lo acontecido esa tarde, que no sé cuándo se volverá a repetir y de paso gracias a Rafael que logro sacarle la verdad a ella de lo que sucedió con su exnovio, unos años después de habernos casado y otras cosas que no imaginaba hubieran sucedido.
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