MI ESPOSA, YO Y NUESTRA AMANTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo le preguntaba, le decia en que se basaba, ella me decía que eso solo lo sabían las mujeres, las miradas, con eso bastaba y sabía como mi compañera la habia mirado cada vz que habia podido, yo excitado le preguntaba que habia hecho mi esposa y ella me decía que a veces devolverle las miradas, cuando estaban alejadas y convrsando pues disimular para que nadie s diera cuenta, yo pensaba que si mi mujer tenía razón era increible, ante mi cara habia pasado todo aquello y yo ni me habia enterado.
Pasó las navidades mi compañera a veces me preguntaba por mi mujer, pero como a otros, mi mujer tampoco se precipitaba, ni yo, pues tampoco tenia ni mucho que decidir, ni me quitaba el sueño realmente, pues, mi mujer, simplemente dejó d hablar del tema, seguimos nuestras rutinas, hasta mediados de febrero, ese viernes salimos tres matrimonios del trabajo y ella, se apuntó, esta vez estuve más atentó a todo, cenamos todo normal fuimos a bailar y tomar una copa, ahí si, vi esas miradas que decía mi mujer, cuando yo no estaba a su lado, cuando volviamos a casa, mi esposa me soltó un.
– te lo dije, tengo su numero de telefono
Joder todo habia sido tan discreto, que nadie se habia dado ni cuenta de nuevo, le dije, me lo explicó, fueron al servicio juntas charlando y dentro mi esposa fue quien le pidió el numero, ella se lo dió, me dijo, yo lo sabía, si la hubieras visto como temblaba cuando le dije que me diera el numero, pues ambas sabemos para que se lo pedía, estaba esperando que la besara, si yo quiero la hubiera besado allí, al igual que si le hubiera dicho que viniera a casa hubiera venido, no se explicartelo, me decia, era como si de pronto, fuera un ratoncito asustado, callada, le temblaba los labios mientras me decia el numero y yo lo apuntaba, después, le dije vamos, ella se giró y salimos, fue excitante y extraño a la vez como si yo la dominara.
Esa noche, follamos como leones los dos, la esposé jugamos me dejé esposar, me hizo follarmela en la cocina yo sentado en una silla esposado, otras veces pues lo haciamos al aire libre, o saliamos sin ella llevar braguitas, que no somos, mojigatos en el sexo, al dia siguiente, mi mujer, me dijo que le gustaría, hacer algo con ella, algo morboso en el que los tres disfrutaramos, ella ya tenia mas que previstó su juego ahora era cuando me lo confiaba a mi, tras tener su numero de movil, quería "enrollarsela" que yo fuera testigo sin ella saberlo, a partir de aquí empezó la aventura mas morbosa, excitante y bonita de nuestra vida y creo que no la superaremos.
Esa misma tarde, mi mujer empezó el juego, estabamos solos en casa, domingo pero asi y todo nos metimos en el dormitorio nos tirarmos en la cama y ella llamó
– Hola
– Hola
– que estas en casa
– Si
– ¿Sola?
– Bueno con mi hijo
Nosotros estabamos en manos libres
– Yo aqui solita, mi marido a ido a andar un rato, te llamaba para saber como te lo pasaste añoche
– Muy bien, espera, que voy a mi dormitorio y hablamos mas tranquilas
Mi mujer me miró al decir ella eso.
– Es que el niño esta ahi con la tele y no te escuchó bien.
– ¿ya te lo trajo su padre?
– Si hace media hora, ese capullo
– En las separaciones siempre pasa igual
– Yo solo sé la mia y no se como pude casarme con ese capullo
– Bueno pues te llamaba solo para ver como estabas
– Ya vas a colgar
– No, viste ayer a fulana,- era la mujer de un compañero que habian venido a la discoteca – llevaba un vestido monisimo
Hablaron de las otras de sus vestidos del ambiente d la discoteca, hasta que mi mujer le dijo
– el tuyo tambien me gustaba mucho, ese color champan te favorece mucho
– Si, me gustó nada más verlo
Mi esposa me hizo un guiño
– Ademas con tu cuerpo pues realza mucho
– Gracias
– Es verdad tienes un cuerpo muy bonito
– Y tu tambien
Mi esposa me sonrió y disparó directo
– Anoche salí del baño porque tenia unos deseos irrefrenables de besarte
– Yo lo estaba deseando
Imaginaba a las dos besandose mmmmmm, a la vez que sabía que solo era cuestión de tiempo ver esa escena pero prosigamos
– Lo sé, lo vi en tu cara, desde la primera vez que nos vimos en la comida de empresa
– Yo solo he estado con una mujer en la cama, por curiosidad sobretodo pero cuando te ví, sentí algo que no se expresar
– Y yo, solo hago pensar en tus labios, nunca he estado con otra mujer, pero te veo y lo deseo con toda mi alma
– A mi me ocurre lo mismo.
– Y si se lo dijera a mi marido e hicieramos un trio
– No me importaria por estar contigo
– No te gustan ya los hombres
– En estos momentos me gustaria a solas contigo,
Podemos quedar, buscar la forma, quiero tenerte, abrazarte
– Mmmmmm que palabras me dices mi amor, en estos momentos escuchandote solo deseo ser tuya
– Lo seras, – le dijo mi mujer –
Cada dia, por la tarde hablaban yo de testigo, clarificandose ciertas cosas, o mejor dicho quedando al descubierto, una mujer que deseaba entregarse totalmente a mi mujer, como dos adolescentes, conversaban, mientras en el trabajo el trato no habia cambiado ni lo mas minimo, ni la mas minima sospecha hubiera tenido yo de las conversaciones que a partir de las 7 de la tarde tenia ella con mi mujer, sino hubiera sido testigo.
Al cuarto dia, ya no podían mas y mi mujer lo arreglo diciendole que tenia mi casa sola a la disposición de ellas, hasta que yo no volviera con mi hijo, de casa de mis padres, me fuí cuando recogí al niño de casa, a las cinco y media tras el trabajo, a las seis ya ella habia llegado y por primera vez se acostaron las dos, cuando llegamos mi hijo y yo cerca de las doce, nos acostamos mi esposa y yo y me contó el encuentro con pelos y señales, fue maravilloso escucharla, aunque no hubiera estado alli, la definió como muy sumisa en la cama se dejaba llevar y al final, descubrió que le calentaba y gustaba que le azotara mi esposa sus nalguitas, la esposara en la cama y le vendara los ojos, así comenzaron a verse en mi casa dos veces por semana ellas dos, en dias de lunes a viernes, para que no sospechara que realmente yo sabía algo.
Cada vez mas, ella se sometía a mi esposa, cada vez mas era una relación en la que mi esposa decidía y ella acataba, lo cual a la vez hacia enloquecer a ambas, hasta que este sábado, mi esposa hizo la ultima parte del juego.
Mi mujer, me decia que sentia algo y ese algo era bastante por ella, en ese tiempo, a la vez quería incorporarme a mi, queria disfrutar de ella y de mi, pero que le resultaba demasiado sencillo y simplista decirlo a ella y acostarnos los tres, quería que las "sorprendiera" después me haría el marido despechado quedandome en el salón y lo demas ella s encargaria de todo.
Lo preparó bien la convenció para decirle que yo estaría fuera, que habia ido a llevar a mis padres al pueblo junto a mis tios que habia llvado al niño y que no volveria hasta el domingo, que ella debia arrglar todo para pasar la tarde y noche e irse el domingo por la mañana, era perfecto su hijo estaba con su padre, desde mi coche la vi, ir a mi casa, despues me fuí, no pasaba las horas, hasta que sobre las once fuí, abrí despació, descalzo, nervioso, entré, a oscuras el vestibulo, el salón, subí a la planta superior al dormitorio, me senté en la escalera, la puerta del dormitorio esta abierta totalmente tal como me dijo mi esposa la cama s veia frente a mi posición sentado en la escalera, las dos en bragitas nada mas, mi esposa tras de ella de rodillas, mi compañera a perrita en la cama, los ojos vendados sus manos atadas a la cabecera de la cama por las muñecas mi esposa le daba un azote en sus nalgas despues bajaba la cabeza y metia su boca entre sus piernas, mi compañera tras dar un gritito al azote, gemia y se retorcia de placer, me hubiera quedado alli gustosamente, viendo aqellos dos preciosos cuerpos sobre mi cama, me levanté mi esposa miró me vió, no dijo nada le dió otra nalgada volvió a bscar su entrepierna, llegué al quicio de la entrada del dormitorio y mi esposa dijo
– Mi marido
Ella se sbrsaltó pero no podia hacer nada, me dí la vuelta y fuí bajando apenas iba unos escalones escuche a mi mujer decirle
– ya se a ido, tranquila no te pongas nerviosa,
me paré ahí no las veia ni ellas a mi, pero las escuchaba
– que verguenza, que verguenza que vamos a hacer
– Tranquila dejame a mi, no sufras cariño, tu dejame a mi, bajemos las dos, tu tranquila, dejame hablar a mi
Bajé las escaleras descalzo como iba fuí al salón como me dijo mi esposa
Bajaron las dos, en camisetas y bragas, pero le cubria las camisetas las bragas las reconocí eran de mi mujer las dos camisetas, mi compañera atras, cortada yo sin mirar mi esposa se acercó diciendome
– Esto tenia que ocurrir, cariño, espero que lo entiendas, somos adultos, ella me gusta y tu tambien,
Yo solo decia ya, ya
Se sentó a mi lado, mi compañera de pie dijo
– Yo es mejor que me vaya y os deje solos
Mi esposa le dijo
– No, esto tambien te concierne a ti, quedate sientate
Ella se sentó en una silla que sacó, de la mesa del salón
Mi esposa me acariciaba la cara diciendome
– Ven aqui cariño, no es malo esto, ademas siempre me has dicho que te gustaria yo y otra mujer contigo
M besaba la mejilla, me acarició la entrepierna, sabía que debia dejarme llevar, ya, mi polla estaba dura, (19 cms.
), fue acariciandome ante mi compañera, hasta que me despojó del pantalón primero despues de mi camisa, me besaba sentada a mi lado con mi polla en la mano sin qutarme el slip, vi le hizo una señal a mi compañera esta empzó a acercarse hasta que ella la tuvo a su alcance, su cara se fue de mi hacia ella comenzó a besarla su mano cogio la de ella y la llevó a mi polla, mi esposa se levantó tumbandome en el sofa quitandome los slip, beso a ella y la guió a mi polla mi compañera me la chupaba y con ganas de verdad, mi esposa encima de mis piernas a 4 patas encogida, le apartó la cabeza y siguió ella, hasta que paró y dijo
– Vamos al dormitorio
Que noche, al principio con cierto corte entre mi compañera y yo, en los besos, pero, despues ya abiertamente, los tres, lo mismo estaba con mi esposa que con ella, mi cama era un ovillo de tres cuerpos, liados, y desliados, bocas coños mi polla todo era lamido chupado, quejidos jadeos, bajamos a descansar y mi esposa le confesó todo, ella lo unico que le reprochó fue el enorme susto y momentos que vivio cuando llegué, pero mi esposa le dijo que habia disfrutado mas de esa manera,
volvimos arriba, hasta quedar yo agotado, ellas proseguian, hasta que agotada pararon, dormidos los tres en la cama, hasta medio dia, para despues, despedirnos.
Ayer en el trabajo, era para mi dificil conseguir lo que a ella le es facil, parecer que no ocurre nada.
Se que esta enamorada de mi mujer, hasta las trancas como suele decirse, sé que mi mujer siente por ella, tambien algo fuerte, pero tambien sé que el amor que siente mi esposa por mi es mas fuerte, como que como ella me dice con el tiempo, tambien sentiras por ella algo y ella por tí.
Pues esta es nuestra "aventura"
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