Mi familia sembró la semilla de la perversion 4 ( primera vez de pago)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola continuó narrando lo que fue para mi, el primer trabajo de pago. Disculpen mi demora.
Ya era 15 de diciembre y las vacaciones se hacercaban rápidamente, a mis tios no los veía desde la semana anterior, fue ese día, que mi tía paso por casa a buscarme, nos fuimos a comer y allí me dio unas hojas escritas a máquina.
Cuando le pregunte, que eran me dijo que podría ser mi primer trabajito si aceptaba lo que allí decía, me dijo que era bastante plata la que ofrecían y que seguro me iba a calentar mucho. Esa noche me puse a leer y termine haciéndome una paja con lo que allí decía, estaba tan caliente que ni me importó que mi hermana estuviera acostada en la cama de al lado, al otro día la llame a Mirta para preguntar cuando lo hacíamos y la fecha pactada quedó para el fin de semana en la casa de mis tios,
La semana paso pero para mi fue eterna, sólo un episodio me perturbó más que aquella historia, era la segunda noche que estaba leyendo las hojas y me disponía a masturbarme otra vez, pero mi hermana me interrumpió, me dijo que tenía frío por el ventilador, y me pidió que me acueste con ella, una vez allí me hizo tapar hasta la cabeza y en medio de la oscuridad se ánimo a hablarme, ni bien me tapó hasta la cabeza persibi mucho olor a flujo, como las bombachas que antes le robaba, dijo que ella había tenido sexo con mujeres pero con hombres todavía no se animaba, y muy dulcemente me pidió que yo sea el primero, se que pensaran, que para mi fue como culminar todos esos años pajeandome oliendo su vagina y su ano a través de sus bombachitas de la mejor forma, pero lo vivimos de forma diferente, no fue calentura lo que nos movilizó, yo creó que fue amor y del más puro, simplemente nos besamos suavemente, me acomode entre sus piernas y me undi entre sus carnesitas terriblementes mojadas, lo disfrute muchísimo incluso, trate de distinguir y memorizar todos los aromas que debajo de sus sabanas se percibían, era flujo y también su perfecta y pequeña cola, pero además la traspiración de todo su cuerpo, hasta que nuestros aromas se mezclaron del todo, nuestros movimientos eran suaves, no quería lastimar a mi hermana y aún así fue lo más hermoso de todo lo vivido en el sexo, incluso después de terminar, nos quedamos tapados, abrasados y besándonos hasta dormirme ensima de su cuerpo, cuando mama nos fue a despertar, solamente nos dio un beso en la frente a los dos y nos pidió que nos cuidemos para no tener hijos.
Las hojas las leí como diez veces y cada vez me calentaba mas, así fue que el sábado por la mañana estaba a primera hora en casa de mis tios, me sentía muy nervioso y quería saber de quien era ese cuento tan pervertido que había leído, tipo ocho llegaron los que me alquilaron, eran los amigos de mis tios, con los que habíamos almorzado la semana anterior, Silvia y su marido Sergio, enseguida mi tia me vistió para la ocacion y me llevo al garage donde habían improvisado una suerte de jardín de infantes con algunas mesas pequeñas y un escritorio de madera, además de un pizarron y a un lado un tobogán de plástico sobre una alfombra que simulaba ser pasto, mi tía me dejó allí, no sin antes avisarme que estarían viendo todo por la cámara de seguridad adherida a la pared y que si algo salía mal o no me gustaba sólo tenía que hacer una seña y ella interrumpía todo, mi atuendo era un guardapolvo de jardín a cuadros blancos y celestes, zapatillas blancas y nada más, sólo eso me cubria.
Entonces se presentó mi maestra Silvia quien tenía una pollera hasta las rodillas muy floja y un uniforme similar al mío arriba, el día estaba nublado , húmedo y hacia calor , mi maestra Silvia me dice que a causa de la lluvia no vendrían más niños y que sólo estaríamos los dos, me dijo que me iba a contar un cuento para que me duerma porque ella tenía que hablar unas cosas con el profesor de gimnasia, se sentó en un pequeño banco con las piernas flexionadas y vi que no traía ropa interior, su vulva perfectamente depilada lucía un poco brillante, como mojadita, especialmente en sus labios rosados, me conto unas palabras del cuento y me miró , me dijo de muy mala manera porque no me dormía de una vez, yo le señale su entrepiernas y ella dijo que los calzones los había dejado en el baño porque estaban sucios , un par de palabras más del cuento y le pedí permiso para ir al baño, ella me dejó , en el baño agarre sus calzones con muchas manchas de flujo y me las puse a oler , entonces ella entró al baño y me saca de la oreja regañandome me dice que soy un asqueroso, me pone sobre sus piernas y me da unos 3 o 4 chirlos bien fuerte, entonces se da cuenta que bajo mi guardapolvo de jardín no llevó nada de ropa, me incorpora frente a ella, sus chirlos me quedaron picando la cola, me cuestiona porque no tengo ropa, yo, tocándome el gluteo le cuento que mis padres estan muy ocupados y me visto como quiero.
Ella me levanta el guardapolvo para mirar mi pequeño pene erecto, entonces me pone otra vez sobre sus piernas, para seguir con el castigo sólo que esta vez se arremanga la pollera y yo con el guardapolvo por arriba de la cintura me me coloca dejando mi penesito entre sus muslos y vuelve a darme más chirlos, sólo que esta vez son mucho más suaves, más bien parece que me manocea la cola, al tiempo que frota sus muslos entre si con mi penesito en medio, el cual empieza a expulsar abundante líquido preseminal lo que pone resbalosos y suaves sus muslos.
Al ritmo del frotado de sus piernas empieza a explorarme el ano, me agarra los glúteos como pelliscandolos y los abre bien para observar mejor mi orificio anal, – aa tampoco te limpias bien, y frota las yemas de los dedos en la puerta del agujerito para luego llevarlos a su nariz y olerlos profundamente, esto lo repite 3 o 4 veces hasta que me resbaló hasta caer suavemente en el piso al tiempo que ella se retuerce en su silla a causa de un orgasmo con sus dedos en la nariz oliendo profundamente.
Cuando recupera la conciencia me mira con los ojos llenos de lágrimas y su rostro totalmente colorado, sos un niño muy sucio repite, se saca las sandalias y me obliga a oler sus pies, que la verdad no olían mal, y luego me hace besarlos, de un chirlo más me acerca para que repita lo mismo con sus axilas, estas se encuentran muy húmedas pero sin aroma alguno, sólo un sabor salado que me exita aún más, corre su guardapolvo un poco y descubre una hermosa teta blanca con pezon marrón clarito, un poco caída, pero grande y hermosa, se agarra el pezon y la levanta para aserme sentir por primera vez el olor de los pechos, es como la transpiración de sus axilas pero más dulce y resbaloso, mis labios lo absobe como una esponja y voy subiendo hasta su pezon el cual suelta y yo atrapó con la boca, pero no me deja más que succionarlo un poco, y me empuja, se arremanga la pollera bien arriba y abriendo las piernas me muestra su vagina chorreando flujos incluso veo una pequeña lagunita de flujo sobre la parte inferior de su pollera, agarra una cuchara de te del escritorio y lo junta, me lo da para que lo saboree, y lo repite una vez más, esta ves pasa la cuchara por sus labios vaginales y me la da llena, incluso un hilo de flujo aún une su vagina y la cuchara, cuando me la da en la boca, me agarra de la mano para que me acerque, nuestra escena ya esta llegando a su fin, me abrasa y busca mi boca para meter su lengua, nos besamos profundamente, yo le acercó mi pelvis y choca como dirigida por un iman contra su vulva, y aún con el guardapolvo en medio le empiezo a dar puntadas suaves, ella me abrasa y me dice muy bajito al oído, esto no estaba en el libreto amor, yo apretó un poco más y ella me dice que pronto me va a tener para ella sola.
En eso irrumpe el marido vestido con ropa deportiva y una ereccion muy notable ya que no traía ropa interior, el simulaba ser el profesor de gimnasia, con permiso de la maestra Silvia me lleva al costado y me dice que me va ejercitar, entonces me indica algunos ejercicios, los que incumbía agacharme hasta tocar los pies, Silvia le dice que no traigo ropa interior, que me ejersite tranquilo y se va.
El se acerca y con el pretexto de ayudarme me empisa a tocar la cola, también acaricia mis testículos y hasta el penesito, así estamos un rato, el manoseandome y yo haciendo como que no me daba cuenta hasta que me dice que me suba al tobogán, pero antes de que me pueda tirar me sujeta de la cadera y me estira hacia atrás dejandome sentado en la punta con la cola casi afuera fuera del tobogán, ahí se pierde de todo diálogo y es vencido por la calentura, se mete debajo de mi guardapolvo para prenderse como sanguijuela de mi culito, lamiéndolo hasta el fondo, incluso me retira un poco mas, para lamerme los testículos y mi pitito.
Me desprende los botones del guardapolvo y me lo saca, va subiendo por la espalda con su boca, cuando llega a mi nuca buscos sus labios instintivamente, nos besamos, el sube un escalón más al tiempo que se baja el pantalón y apoya la cabeza de la pija en mi agujero, yo le ruego que me penetre, inmediatamente empiezo a sentir el ardor de su carne atravesando mi esfinter, sus movimientos son suaves como tratando de demorar su eyaculacion, pero no lo logra y se bacía adentro mío, en eso aparece Silvia y me lo desabotona y me pide que puje, al hacerlo largo todo el semen directo en su boca.
Con su ayuda y luego de que Silvia me limpia la cola con la lengua, me bajo del tobogán y las dos arrodilladas nos prendemos de su pija que aún estaba dura, se la chupamos un buen rato hasta que Silvia se pone en cuatro patas y su marido la penetra analmete, la saca sólo para que yo se la siga mamando y logró persivir una vez más ese sabor que no hace mucho me había echó degustar mi tía, él acaba nuebamente en las entrañas de su esposa y ahora soy yo el que pide que puje, cuando me da el semen también viene algunos restos de alguna comida o al menos eso fue en algún momento, pero no me da asco y lo devoro como si sólo fuera semen, esto tampoco estaba planeado, Silvia gira y me besa en la boca me hace acostar en la alfombra y ambos parados comienzan a orinarme ensima, esto si estaba planeado, ambos se abalansan sobre mi penesito haciéndome acabar con sus bocas, sólo después de que ambos se comieron mi lechita entran mis tios, nos aplauden y felicitan.
descansamos un rato y nos metemos todos desnudos en la piscina, llega mama con mi hermana y ellas sólo se ponen a tomar sol, antes de irse Silvia y su marido me agradecen porque vivieron su fantasía tal como la querían.
Cuando repartimos la plata me acuerdo que me quedaba dinero como para comprarme un automóvil, no nuevo pero si era mucha plata más de la que me esperaba, por lo tanto me compre un cuatrisiclo y el resto se lo di a mama.
Desde ahí comenzamos a hacer más encuentros en los que me pedían cualquier barbaridad pero como se darán cuenta no me niego a nada.
Como verán mi vida no siguió tan cargada de probocaciones y morbo, todo fue más simple, pero si quieren conocerme más esperó sus mensajes.
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