MI FANTASIA Y UN TRIO CON MI ESPOSA
Cada vez que mi esposa y yo follábamos siempre le decía que me gustaría hacer un trío con la participación de otro hombre, o simplemente verla cachar con otro. En un comienzo ella se escandalizaba y me respondía: –¡¿Estás loco Luis?! Tú eres y siempre serás el único hombre con quien hago el amor. .
Cada vez que mi esposa y yo follábamos siempre le decía que me gustaría hacer un trío con la participación de otro hombre, o simplemente verla cachar con otro. En un comienzo ella se escandalizaba y me respondía:
–¡¿Estás loco Luis?! Tú eres y siempre serás el único hombre con quien hago el amor. No me veo ni me gusta hacerlo con otro, sólo contigo.
Mi esposa se llama María, es de piel blanca, bonita de cara, ojos color café, cabello castaño, buen cuerpo, resaltan mucho sus piernas y trasero, de senos más grandes del tamaño standard, de estatura mediana, ambos tenemos 46 años. Mi nombre es Luis y trabajo como gerente de ventas en una empresa comercializadora de productos de consumo masivo en la capital.
Siempre insistía en mi fantasía de verla follar con otro hombre, aparte que mi esposa es de naturaleza muy ardiente, por lo cual quería verla así. Ella fue cediendo poco a poco y utilizábamos fantasías cuando hacíamos el amor:
–Cariño qué rico culo tienes –le decía– me encantan tus piernas, tus tetas, todo tu cuerpo. Me gusta follar contigo, me encanta cuando me chupas la verga uhmmm ¡qué delicia! Imagínate que no fuera yo sino otro hombre que te estuviera taladrando tu concha.
–Síííí mi amor, síííí ¡qué rico, ¡qué ricooo! –me respondía estando bien arrecha- ¡ooohhh síííí! sentir otro tronco dentro de mi concha, que me chupe las tetas, que me meta su lengua en mi concha, sigue cariño, sigue, sigue, no saques tu verga de mi concha lubricada, taládrame con este mete y saca aaaah… ricooo… ricooo… síííí… síííí, amor me vengo, me vengo, me vengoooooo, aaaah
María terminó con un fuerte y espectacular orgasmo, ese orgasmo como todos los que tenía y me estimulaban tanto que a los pocos segundos yo eyaculaba inundando su concha a borbotones, luego ella bajaba sus dedos hacia la entrada de su concha, recogía un poco de semen para chuparse los dedos.
–Me gusta el sabor de tu semen, me excita –decía ella– uhmmm… qué rico, pero recuerda que eso de otro hombre es una fantasía ¿eh?
–Pero no me vas a negar que te gustaría hacerlo con otro, tu cuerpo te lo está pidiendo, aunque tus labios manifiesten lo contrario.
–Sí mi amor, pero no sé, me da temor… no sé. Tú siempre has sido el único hombre que ha estado dentro de mí. Tengo miedo que si eso se hace realidad luego te vas a poner mal, te van a dar celos y nuestro matrimonio se pueda resquebrajar, no quiero perderte porque te amo mucho, a pesar que mi cuerpo me pide mucho sexo y a veces he tenido que masturbarme en tu ausencia para saciar la calentura, aunque no es lo mismo al hacerlo con un hombre.
–Te entiendo –le respondí– no te preocupes por mí, aunque tú no lo creas, a pesar que yo también te amo con locura lo nuestro va a estar unido más que nunca. No te imaginas la excitación que me produce el hecho de imaginar verte cachando con otro hombre, que te meta la verga en tu lubricada concha, viendo tu hermoso cuerpo desnudo excitado… aunque no lo creas eso me pone a mil.
–Jajaja ¡qué loco eres! Por si acaso, por mi parte yo no soportaría verte con otra mujer. Ya sabes, ni siquiera se te ocurra mencionármelo. Está bien, voy a pensarlo, pero eso sí, con un hombre que me guste, no con cualquiera.
–María, ¿hay en nuestro entorno algún hombre que te guste? ¿Alguno que yo conozca? –le pregunté.
–Pues sí, pero no te vayas a poner celoso ¿eh?
–No, no te preocupes mi vida –le respondí.
–Bueno, es Efraín, el esposo de Lily. Hace tiempo que me está coqueteando a tus espaldas, claro está que yo no le hago caso, pero siempre que puede lo hace, y porque negarlo es atractivo el sinvergüenza ese. Me invita a salir y cuando nos encontramos en su casa o en cualquier otro lugar me saluda con besos en la mejilla casi en la comisura de mis labios, yo le digo que se comporte, que nos puede descubrir Lily o tú.
Un fin de semana que nos enteramos que Lily la esposa de Efraín estaba de viaje lo invitamos a cenar y después vinieron las copas que se fueron extendiendo hasta la madrugada y en medio de una amena conversación vinieron temas de sexo, yo veía que mi esposa ya estaba más entonada como consecuencia del alcohol que estaba ingiriendo y sé que cuando está en copas se pone más cachonda de lo normal hasta el punto que entre ella y Efraín se miraban de forma lujuriosa.
Aprovechando la conversación en que estábamos, dirigí la misma hacia el tema de los tríos, básicamente dos hombres y una mujer.
–Dime Efraín ¿qué opinas de los famosos tríos, en donde coge una mujer con dos hombres? – le pregunté.
–En verdad debe ser super excitante, nunca he tenido esa clase de experiencia – me respondió – Y tú, le pregunte a mi esposa ¿cuál es tu opinión?
–Ayyy, no sé mi amor, nunca me he imaginado en esa clase de relación. Aunque creo que todo depende con quién estés. Eso es importante.
Antes que nada, debo mencionar que mi esposa tenía puesta una minifalda de roja que dejaba a la vista sus hermosas piernas y resaltaba su culo; la blusa de licra de color blanco con tiritas en los hombros se podía notar en alto relieve sus pezones ya que no vestía brasier; los pies hermosos cuyas uñas tenían el mismo color de la minifalda y calzaba unas sandalias de tacón alto del mismo color rojo. En verdad estaba despampanante.
–Les propongo una cosa, ¿qué les parece si hacemos un trío entre nosotros? – lancé la pregunta.
–¡Estás loco Luis! ¿Cómo se te ocurre pedirnos eso? ¡Yo soy tu esposa! ¿Vas a querer compartirme con Efraín? ¿Sabes muy bien que Lily es mi amiga, que nos conocemos desde que estudiábamos en el colegio? ¡Qué va a pensar Efraín!
–Pero nadie tendría por qué saberlo le replique. Esto sería una excitante y bonita experiencia. Muchas veces la rutina ocasiona aburrimiento en una relación de pareja y qué mejor que salir de los parámetros que nos impone la sociedad.
Yo soy de mente abierta, dijo Efraín, y te confieso que desde que te conocí siempre te he deseado con todo el respeto que se merece Luis.
–No te preocupes Efraín, te entiendo, con una mujer tan hermosa y con ese cuerpo espectacular que posee María no es para menos.
–Mi amor – esto sería el comienzo de una relación más emocionante, más placentera, fuera de lo común y lo que es lo más importante esto quedaría entre nosotros, ya que Efraín es una persona confiable y madura. ¿Qué dices mi amor?
–Ay no sé Luis, pero si digo que sí, espero no vaya a ser para problemas después, dijo mi esposa.
Tranquila no habrá problemas yo te apoyo en todo y tomando de la mano a maría los invite a nuestra habitación que tiene una cama king size.
–Efraín, para que te enteres es la primera vez que voy a hacer esto, así que tenme paciencia y comprende mis nervios – comentó mi esposa.
Después de ponernos cómodos encendí música.
–¿Saben? Quiero que ustedes dos comiencen a calentarse. Yo espero un poco.
–¿Tú no vas a participar mi amor? – me preguntó mi esposa.
- Primero quiero verlos – le respondí – esa es la ilusión más grande de mi vida y no me la quiero perder. Probablemente más tarde participe.
Luego que dije eso, Efraín abrazó a mi esposa y le estampó un beso largo y con lengua, estuvieron cerca de cinco minutos en ese estado, y mi mujer correspondía excitada a esos besos que le prodigaba su amante ocasional, después Efraín fue bajando al cuello y comenzó a darle besos suaves en toda esa área, María se dejaba estimular, esta es una de las partes más erógenas de ella. Enseguida le fue quitando la blusa y él se sacó la camisa, aprovechó que los pezones de Elena estaban erguidos producto de la excitación y comenzó a chupárselos. Mi esposa empezó a jadear:
–Ooohhh Efraín, que rico me las chupas, aaaah, es una sensación deliciosa. Mira como tengo las tetas a tu merced, hum, me las chupas deliciosamente rico, ooohhh y delante de mi esposo, uhmmm, sigue cariño, sigue, aaaah – exclamaba mi esposa producto de la excitación.
–Síííí María, en verdad envidio a Luis de tener un monumento de esposa y sobre todo tan arrecha, eso me gusta mucho. Tus tetas son increíblemente hermosas y sensuales, es un regalo poder mamártelas, uhmmm – le decía Efraín excitado.
Después de esta escena él la llevó a la cama acostándola boca arriba y allí comenzó a desnudarla por completo y él también hizo lo mismo, ya cuando ambos estaban completamente desnudos tomé la silla donde estaba sentado observando y me puse al lado izquierdo de la cama para no perder ningún detalle.
Efraín dejó de lado las tetas de mi esposa fue bajando por su vientre dando besos y pasando su lengua por toda su piel, hasta que llegó a la vulva y comenzó a meter su lengua dentro de su vagina, pude observar que lamía su clítoris. Ella se retorcía de placer.
–Aaaah Efraín, Efraín, síííí ¡qué delicia sentir tu lengua dentro de mi coño, ooohhh, aaaah, sigue, sigue, sigue cabronazo, sigue disfrutando del cuerpo de la mujer de tu amigo, aaaah, mira Luis, uhmmm, cómo tu amigo está saboreando mis flujos… aaaah, que salen de mi concha – completamente cachonda y fuera de sí exclamaba María. Vale mencionar que ella cuando está cachonda emana de su concha abundante cantidad de fluidos que incluso llegan a mojar su culo y la sábana.
–María, me he tragado buena cantidad de tus jugos – comentó Efraín – son una delicia para cualquier paladar. Caray amor, emanas abundante líquido por tu coño que moja tu culo y la sábana. Ahora voy a meter mi tranca dentro concha para que sientas la arrechera en su máxima expresión.
Fue entonces que María levantó la mirada y pudo ver semejante verga que manejaba Efraín.
–¡Efraín tienes una tranca descomunal! ¿Crees tú que semejante verga me va a caber en mi conchita? ¿Qué dices tú mi cornudito? Porque si bien es cierto la tuya es grande pero la de tu amigo es super grande.
–No te preocupes mi amor – le respondí a María – yo sé que la vas a disfrutar mucho. Esa verga te va a volver loca.
–Uuuy, ni modo mi amor, aaaah, aquí se va hacer tu voluntad. Efraín ya no aguanto más, estoy super cachonda, ooohhh, yo no puedo vivir sin una buena verga dentro de mi concha, así que métemela por favor quiero sentirla toda.
–Que se te haga tu voluntad perrita – respondió Efraín – allí va, te va a encantar.
Efraín comenzó a meterle su verga en la cueva de mi esposa lentamente, pero sin detenerse.
–Ooohhh, pendejo, me siento clavada por tu inmensa verga, aaaah, se siente rico cariño, uhmmm, me vas a reventar la concha Efraín, ooohhh, ya la siento toda dentro de mi cuerpo, aaigg, quien como Lily, ooohhh, que disfruta frecuentemente de esta verga, ooohhh, mira Luis, mira cómo me taladran la concha, mira como otro hombre coge a tu mujer, aaaah, metiéndole una verga gigante, uhmmm, se siente rico mi amor, es una delicia, sigue cariño, sigue reventándome la concha, sigue por favor, ooohhh…
En esos momentos Efraín empieza con un mete y saca continuo y sin parar, disfruta cada milímetro de la concha de mi esposa. Aprovecho para sacarme la ropa y con la verga bien parada emitiendo permanentemente líquido preseminal por la punta de mi verga producto de la excitación que tenía al ver que otro hombre le estaba perforando la concha a mi mujer.
–Uuuy María, qué rica concha tienes, bien apretadita y lubricada – exclamaba Efraín – siento tus jugos bañar mi verga, estás bien mojadita mujer. Eres muy cachonda preciosa, te gusta mucho la verga, eres insaciable, eres toda una puta.
–Síííí Efraín, síííí, ahora soy una puta, soy una ramera, una zorra, así me gusta que me traten, como una prostituta, aaaah dímelo siempre vergón. Me arrecha más que estoy siendo fornicada por el esposo de mi amiga, uhmmm, aaaah, ooohhh, uhmmm, siento cada centímetro de tu tranca, aaaah, se siente delicioso cariño uhmmm…
Ya mi esposa estaba fuera de control producto de su excitación, sintiendo la potente y grande verga de Efraín que le taladraba profundamente el coño en un mete y saca incansable. Luego de varios minutos, Efraín le dijo a María que se pusiera en cuatro, a lo que ella accedió comenzando por atrás a taladrar el coño de mi mujer. Aproveché la situación para acercarme a ella y meter mi polla dentro de su boca.
–Uhmmm, sluuup, sluuup, siempre tu verga es una delicia mi amor, sluuup, qué rico – me decía María – Aaay qué rico regalo, sluuup, ven Efraín, quiero chuparte la verga también – ordenó mi esposa y éste obedeció – y tú Luis cáchame el coño, aaaah qué rico, uhmmm, sluuup, sluuup, Efraín, tu poronga apenas entra en mi boca, aaaah, Luis, amor, qué rica está tu verga, así, así… métemela toda, ooohhh, sluuup, sluuup, sluuup ¡qué rica tu verga Efraín! ooohhh es una delicia estar empalada por dos hombres a la vez, uhmmm ¡son ustedes una sarta de degenerados!… ooohhh, no tienen compasión de mí, sluuup, sluuup, Efraín tu verga está riquísima amor, ahahah, al igual que la verga de Luis ahahah….
–Ahora vas a ver lo que es estar bien empalada mi cielo – le dije a María. Cambiemos de pose Efraín, échate en la cama y tú amor cabalga la verga de Efraín.
–Muy bien cariño – me respondió María – esa es mi pose favorita.
Después que mi esposa se encontraba montada encima de Efraín engullendo dentro de su vagina su poderosa verga, la empujé hacia adelante recostándola sobre su pecho, que él aprovechó para darle un impresionante morreo, enseguida me puse detrás de ella y le lubrique con saliva su ano, luego con mi verga comencé a deslizarla en medio de sus nalgas y ella dijo …–Aaay, ooohhh, ricooo cariño, hummmm, sigue ¡qué rica verga! – deliraba mi mujer – Aaaay Efraín, chúpame las tetas, mientras el cornudito, ooohhh, de mi marido me mete su verga en mi culo, hummmm, aaaah…
Entonces me puse en posición con el fin de meter mi verga dentro de su ano, para ello solté un poco más de saliva en mi verga para lubricarla mejor y comencé a introducirla dentro de su ano. Al darse cuenta María la maniobra que iba a hacer exclamó:
–Aaay ¡No Luis, no me jodas, por el culo no mi amor!, ¡Sabes que por allí me duele!, Noooo ¡Sácalo, sácalo por favor! ay, ay, ay, por favor cielo, ooohhh…
Ya de nada sirvieron las protestas de María, mi verga estaba completamente abrazada de su recto.
–Aguanta un poco mi amor, vas a ver que luego te va a gustar – le consolaba de esta manera a María – me voy a quedar con la verga unos segundos dentro de tu culo para que se vaya adaptando, ¿sí?
–Ten paciencia María – decía Efraín – muy pronto vas a pedir que Luis te siga taladrando el culo, no te preocupes preciosa, vas a terminar tomándole gusto.
–¡Ustedes dos son un par de degenerados, como el culo no es de ustedes! ¡Carajo, ahora sí me encuentro bien empalada por dos vergas! Ay, ay, ay, ay. Felizmente no hay otro cabrón en esta habitación sino estuviera con otra polla dentro de mi boca – se quejaba María.
Enseguida comencé a mover mi verga en un mete y saca suave para no lastimarla, igualmente Efraín hacía lo mismo con el coño de mi mujer, pero no por lastimarla sino para que no se saliera su verga, a la vez que continuaba mamándole sus pezones.
–Ooohhh, así mi amor, así, despacio, despacio, aaaah – gemía María – ya le estoy sintiendo el gusto, uhmmm, despacio por favor Luis, no me vayas a destrozar el culo, síííí, asííí, asííí…
–¿Ya ves María? ¿No te dije que vas a terminar disfrutándolo? Disfruta cariño, no son muchas las mujeres que tienen este privilegio de tener dos vergas dentro de su cuerpo.
–Eres un hijo de puta Luis – me dijo mi esposa – uhmmm, te saliste con la tuya desgraciado, ahahah ¡qué rico se siente tener dos vergas en mis agujeros! Aaaah, sigan chicos, sigan por favor, ooohhh ¡Me siento una puta! Uhmmm, síííí, soy una prostituta, ahahah, díganme que soy una puta, uhmmm ¡díganlo carajo! ooohhh…
–¡Eres una prostituta María! – gritamos al unísono Efraín y yo.
Y así estuvimos Efraín y yo taladrando el culo y la concha de mi esposa por un buen tiempo, en un mete y saca persistente, aparte que Efraín continuaba chupándole las tetas. María parecía estar fuera de sí, se encontraba enajenada, disfrutando de las dos vergas. Los tres nos mirábamos al espejo que se ubicaba al lado derecho de la cama, parecía una película pornográfica.
–Mira mi amor – le decía a María – mira al espejo, nunca te imaginaste verte en ese estado, es una vista espectacular.
–Ooohhh síííí, mi amor – respondió María – es sorprendente, ahahah, para saberlo lo hubiésemos filmado, uhmmm, me siento una puuuta, denme duro cabrones, aaigg, denle duro a esta puta ¡qué delicia estar ensartada por mis dos maridos! Uhmmm, síííí, ahora tengo dos maridos, qué rico, que rico. ya no aguanto más, me vengo, me vengo, me vengoooooo, aaaah, ooohhh, uhmmm, aaigg…
–Ooohhh, yo también me vengo, uhmmm – descargué toda mi leche dentro de su culo.
–Yo también acabo María – profería Efraín – ahahah, síííí, ooohhh…
Después que María terminó con un potente y prolongado orgasmo, Efraín y yo al mismo tiempo eyaculamos en la concha y el culo de mi mujer, fue espectacular. Tanto María como yo nos dejamos caer en la cama, ella a la derecha de él y yo a la derecha de ella.
Después de algunos segundos de silencio mirándonos los tres María musitó:
–Caray… ha sido el polvo más rico de toda mi existencia, se pasaron en verdad, me han hecho delirar de arrechera. Seguramente me dejaron el culo abierto como una flor y el coño hinchado como una puta por tanta verga jajaja…
–Jajaja ¿Ahora entiendes amor que te falta otra verga más? – le decía a ella – eres una mujer super arrecha, yo estoy seguro que conmigo no te es suficiente, ahora tienes a Efraín, que de seguro que te va a dar buenas cogidas de verga de vez en cuando. ¿Estás de acuerdo Efraín?
–Claro que sí Luis – respondió Efraín – he disfrutado mucho con tu mujer, es verdaderamente espectacular, además de hermosa, tiene un cuerpo de infarto, también es sensacional cogiendo, folla como las diosas.
–Jajaja Efraín, no exageres – respondió María – creo yo que soy una mujer como todas, lo excepcional es que mi esposo es partícipe y cómplice de lo que hemos iniciado.
–Más bien, ¿podemos volver a repetirlo algún día? – exclamó Efraín – o en todo caso Luis, cuando se me apetece ¿puedo tomar prestada a tu mujer para follarla?
–Por mi parte no tengo ningún problema. ¿No sé qué dirá María?
–Uhmmm, bueeeno, pero Efraín, me llamas un día antes – respondió mi esposa.
Después de ducharnos Efraín se fue para su casa. Nos despedimos como siempre amigablemente. María y yo volvimos a follar y después haciendo planes para el próximo encuentro nos quedamos dormidos.


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!