MI MARIDO MI CORNUDO AMOR, Y SU CORNEADOR MI DUEÑO EN EL SEXO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una noche, lo sorprendí, masturbándose, en el salón, junto al ordenador, me sentí, mal, hace 5 años, era como si yo, no contara ya, y tuvo que confesarme, que le ocurría, me dijo no era yo, si no él, y me explico, que deseaba, puse el grito en el cielo, le dije que se buscara una puta, y se casara con ella, fue la discusión mas fuerte que tuve, hasta la fecha, estuve, mucho tiempo enfadada con él, pero por otro lado, contenta que no hubiera otra mujer.
Su comportamiento, conmigo era el mismo a pesar de todo, incluso mas, atento aun, pero yo no daba mi brazo a torcer, si tenia mis fantasías, pero muchísimo miedo, de perder a mi familia, por aquello, con el tiempo, que el cambiara de opinión, o me perdiera el respeto una vez aceptara, pero él fue constante, en eso, como la ola que erosiona la roca, una y otra vez, a la menor oportunidad, volvía a la carga.
Pasaron mas de dos años, sin apenas, sexo, aguanté pero mi esposo aguanto aun mas, demostrándome, su amor, aunque sin dejar sus aficiones, en el ordenador, chatear con hombres, de sus mismos gustos, en esos años, me había hablado, de cientos de ellos, o enseñado fotos, o verlos sin que me vieran por cam, pero sin aceptar, hasta que una noche, acepte conocer a uno, solo eso, conocerlo, aquello fue para él como si me hubiese acostado ya, estuvo, nervioso todos esos días, hasta que fuimos a la cita, fue para tomar un vermut, un sábado a medio dia, y lo conocí, me dirigiré a el, como Raul, aunque como dije antes no es su verdadero nombre.
Raúl es divorciado, y todo lo contrario a mi marido, casi de mi misma altura, ancho de espaldas, de vello en el pecho, me porte mal en esa primera cita, fui borde, áspera, realmente es que pensaba, que Raúl, era un loco raro como salen en televisión, sobre internet, pero aguantó, cuando volví a casa, me sentía, rara, sucia, por haber ido a hablar, con él, le dije a mi marido, que no habría mas citas a pesar de que él, quería concertar otra para que siguiéramos conociendo todos, mi marido si volvió a citarse con él varias veces, pero no yo.
Pasaron varias semanas, y una tarde, volví del trabajo, mi marido estaba chateando con Raúl por cam, finalmente chatee con él por que ambos me lo pidieron, volví a chatear con Raúl pocos días, después, jamas me presionaba, ni hablaba de sexo, solia hablar de cine, de su trabajo o de lo mal que se llevaba con su ex, que vivía en otra ciudad, y no veía a su hija tan a menudo como quería.
comencé a darme cuenta que era tan vulnerable como nosotros, y su vida tan complicada como la nuestra, fui yo quien uno de los días le dije directamente, por que, quería, ese tipo de sexo, primero me dijo le excitaba hacer algo distinto, y que fuera eso, me confeso nunca lo había hecho, no le atraía las prostitutas, y quería vivir solo, no quería vivir con otra mujer, y pasar de nuevo, por lo que había pasado.
Raúl, tenía 36 años, en aquel momento, yo 39 casí 40, años, y volvimos a quedar, en otra cita, los tres, esta fue distinta, aunque no hubo nada, hablamos, de muchas cosas, y me sentí, a gusto con su compañía, nos despedimos con dos besos, pero a partir de entonces, comencé a fantasear con él, y de pronto, mi libido comenzó de nuevo a despertar, hubo una tercera y una cuarta, y para esas dos, cuando volvíamos a casa me sentía excitada, y ambas noches, mi marido, me satisfizo con su boca, pero comprendí que necesitaba, algo más ya que aquello, y mi marido, me animaba, a ello, mis instintos despertaron, aun mas fuerte, que en mi juventud, mi marido, es muy poco dotado a pesar de su cuerpazo, de poquísimo aguante, pero que remataba con su lengua, y yo me había acostumbrado a aquello, (hasta ese momento había sido mi único amante), delicado conmigo, terminamos, en un sexo, con nada de emoción, ni de atracción animal, jamás la tendría mi marido, comprendí que él siempre seria de esa forma, y que admitía sus limitaciones, y no quería imponérmelas a mi, comprendí, mucho antes de hacerlo con Raúl que mi marido, como entendía el sexo, ya era masturbándose, ante situaciones, morbosas, y que lo mas morboso para él era tener una mujer, que le pusiera los cuernos, pero ante él.
Mi marido me lo explico de manera muy sencilla, para él, era como masturbarse en el baño pensando que yo me acostaba con otro pero haciéndolo realidad, y pasear los tres, sabiendo que el otro es quien me tenia satisfecha en la cama.
La cuarta cita había sido a una comida, los tres, y llegó, la quinta, mi marido dejo al niño, con los abuelos, para ir a cenar, con Raúl ese viernes noches, yo desde por la mañana estaba excitadísima, sabia, que casi seguro esa noche, iba a acostarme con Raúl, sin ellos tener ni idea, aún solo cuando, mi marido, me vio, tras ducharme, y entro en el dormitorio sorprendiéndome en ropa interior, y vi la que elegí y el vestido que tenia preparado, lo intuyo pero calló, me puse unas braguitas negras de encaje pero por detrás tanga, y sujetador a juego, medias negras con ligueros y zapatos de tacón alto,y un vestido largo negro pero ceñido, hacia mucho no me vestía de esa forma para una cena, cuando llegamos, al restaurante, y vimos a Raúl sentado en la mesa, este me devoraba con la mirada, me habia pasado las planchas en el pelo.
La cena fue agradable, hasta que en el postre, Raúl pasó su mano, bajo la mesa por encima de mi vestido a mi muslo, apenas unos segundos pero los suficientes, para que mi sexo, o mi chochito quiere que diga mi marido, se mojara, con gran intensidad, salimos, del restaurante, yo iba excitadísima, algo roja mi cara por el vino tinto, de la cena, pensando, que pasaría ahora y a la vez deseándolo, sabiendo que tras de mi iban los dos observando mi culo, pero ahora fue Raúl quien jugo conmigo, hoy si lo sé, caminamos al coche, y fuimos por la ciudad, a la parte de los bares de copas, conversando, normalmente como si nada hubiera ocurrido, pero interiormente estaba, yo tan caliente, como enojada.
tomamos, dos copas, Raúl y yo una mi marido, refresco, esta vez, no intento nada Raúl a pesar de que allí era mas sencillo y discreto, y estaba yo mas lanzada, fue como una especie de castigo, de Raúl hacia mi, que hacia desearlo mas y mas, aunque cuando lo miraba, junto a mi marido, en el pub, llenísimo mi marido, las chicas lo miraban alto fuerte moreno, y atractivo, elegante con su traje, mientras que Raúl es mas corriente digamos.
Cuando iban a la barra a pedir la copa tanto una como la otra vez, los veía cuchichear entre ellos, aunque se las hubiera servido ya y yo esperara eran cosas que no quería que yo escuchara.
Al menos, eran las una o mas de la mañana cuando salimos de allí, era una noche, de primavera, agradable, volví a montarme delante, y Raúl atrás, charlando de nuevo animadamente, sobre los pub y música me acuerdo perfectamente, los tres, pero mi marido se iba saliendo de la ciudad, carretera adelante, vivimos en una ciudad costera, fuimos por la carretera, de la playa, seguimos y seguimos, hasta que mi marido aparco, el coche, un monovolumen en uno de los aparcamientos, que suelen usarse en verano, ahora solitario, bajamos los tres, y mi marido, hizo como que miraba, el chiringuito, y que creía ya estaba abierto, yo sabia que no que solo había sido una estratagema para llevarme allí, mi marido, subió el camino que da a la playa y al chiringuito, yo lo esperaba de pie apoyada en el capo, y Raúl no se movió de un par de metros, de mi, cuando vi a la luz de la luna como mi marido se daba la vuelta y volvía dije si aun es demasiado pronto, para que abran estos lugares, Raúl se acerco a mi me agarro por la cintura y me besó, todo lo que ocurrio a partir de entonces, es mas o menos como se lo conté a mi marido, cuando volvimos a casa, y me pregunto que había sentido.
Apenas me beso unos segundos, se pegó a mi su cuerpo, Raúl también llevaba trae pero sin corbata, sentí un enorme bulto en mi vientre, que mi chocho se mojo y el me puso en el capo del coche, agachándose, cuando subio mi vestido sentí su lengua en mis muslos sus besos, intente colocar su cabeza en mi mojado y deseoso chocho, pero el me lo impedia, iba donde quería a mis muslos besaba mi sexo volvia a quitarse aquello me estaba volviendo loca cuando sentí sus dedos, entre mi sexo y braguitas levantar esta y su boca saborear mi chocho, grite de placer, y cuando sentí su lengua, tuve un orgasmo, que casi me avergoncé después, de oírme gritar, justo cuando comencé a gritar, vi a escasos centímetros de mi cara el pene de mi marido con su mano agitándose, y casi al unisono, cayo su leche cerca de mi cara en el capo, mientras yo sentía, aun los últimos, estertores de gusto en mi chocho.
Acostumbrada a mi marido, quedé allí descansando, del terrible orgasmo de hacia escasos segundos, cuando, sentí como me volvia en el mismo capo, Raúl, me hizo poner mis piernas en el suelo, y me desabrocho, el vestido sacándolo en segundos, quede ante el en bragas y sujetador, agarrándome él por la cintura, tirando de mi hasta quedar mis brazos apoyados, en el capo, ahora el desde atrás tiro de las bragas hacia un lado, y sentí, como por mi rajita pasaba, su polla, su enorme glande comparada con la de mi marido, lo paseo una y otra vez, una y otra vez por mi raja arriba y abajo sintiendo yo como su enorme cabeza, se iba empapando de los jugos de mi raja, a la vez que excitándome rápidamente, con jamas antes, de pronto sentí sus dos firmes manos aun mas fuertemente agarradas a mi tiro de mi mas hacia atrás, me imagine ofrecida como una vulgar puta, a él y me excite aun mas si cabe, cuando sentí como resbalaba por mi chocho, aquel enorme y gordísimo paquete, mi chocho se fue acoplando, sentí mis musculos interiores como casi querían atrapar aquella polla y no volverlos a soltar mientras yo gritaba y gritaba, hasta que, dejo de entrar en mi comenzó a moverse, y a la vez que su vaivén, grite a su ritmo a cada embestida, mi marido a mi lado, me miraba, a veces me acariciaba la cabeza la cara o una teta, pero a mi no me importaba para mi en esos momentos no contaba, estaba descubriendo algo, que no podría describir solo sentirlo, grite, movi mi culo al ritmo, teniendo, una nueva, y enorme corrida que mis piernas se aflojaron, pero Raúl me aguanto, muy fuerte, siguió dándome unos segundos mas sentí como su enorme palo se hinchaba aun mas, en mi sexo y se corrió dándome unas embestidas, enormes, siendo, yo como una muñeca de paja en sus manos, segui, bien agarrada por él sin fuerzas yo como digo cuando, escuche como le decía a mi marido abre la puerta de atrás y tira de los sillones de la de delante, me la voy a follar, ahora en el coche, mi marido, abrió primero el maletero saco, una manta vieja pequeña la coloco rápidamente en el sillón trasero, y aun mas rápido movio los delanteros mientras, me sentí, como una zorra que se la estaban jodiendo, al antojo de ese hombre, y era incapaz de hacer nada por impedirlo, pues la situación, lo que hacia era calentar mas me llevó bien agarrada, mientras me decía al oído, me a sido difícil follarte, pero es aun mejor de esta manera, lo difícil, da mas placer, voy a hacer de ti una putita como he hecho de tu marido un buen cornudo.
Cuando me fue llevando hasta el sillón trasero ya estaba yo de nuevo calentísima con aquellas palabras, no me importaba nada, yo que había sido siempre muy fría y reflexiva en el sexo con mi marido, sentía una atracción animal deseaba me follara, me hiciera todo lo que se le antojara, me proporcionara ese desmedido placer, me hizo colocarme en el suelo, de el sillón, la parte de abajo se la había quitado, mientras me follaba y el se sentó, y me hizo coger su polla pringosa, enorme entre mis manos, y termine por tenerla en mi boca, sintiendo como su mano me obligaba a comerla al ritmo que el deseaba para quitarla y terminar de quitarse la camisa y camiseta interior quedando totalmente desnudo no vi a mi marido lo imagine mirando como su esposa se estaba comiendo aquella polla, y escuche como le decía casi al pensarlo yo, Raúl recoge la ropa de fuera y ponla dentro del coche, ya veras después como tu esposa se come mi polla escuche los pasos, de mi marido fuera, escuche sin dejar de comer la polla como abria la puerta delantera y como metia las ropas, y después escuche como abria la puerta trasera, miré y el se sento fuera del coche en el suelo, justamente, en la misma puerta, y comenzó a fotografiar todo, entonces, Raúl me quito el sujetador, agarro mis tetas con una mano yo veía el flash de la cámara, una y otra vez pero, solo estaba, dedicada a aquella polla lo demás me la traía al pairo, ya, y me intrigaba como a mi marido, apenas lo tocaba, su pene al poco se corria mientras que me esforzaba una y otra vez con aquella verga pero solo estaba dura y dura mucho mas que la de mi marido, pero no arrancaba de el nada, con lo que, me gustaba muchísimo poder disfrutarla, en mi boca su cabeza sus huevos.
Raúl me quito de su polla y me coloco a perrita, pensé se colocaría tras de mi pero no, me bajo las bragas, hasta lo que le permitio mi postura, y comenzó a juar con mi coño el sentado, mi chocho quedaba frente a mi marido, este no dejaba de fotografiar, y Raúl de abrírmelo acariciármelo y comenzar a decir, anda fotografía bien a la putita de tu esposa, como la tengo, y después, te recrearas en casa, viendo las fotos, eh cabron, asi mira bien abierto el coño, escuchaba yo a Raul decirle aquello a mi marido, y en vez de sentirme humillada y salir de allí, me sentía con una excitación aun mayor, deseando sentír de nuevo su polla en mi coño, por fin cogio y tiro de mi hacia delante, me deje llevar, deseosa, para que el se pudiera acoplar tras de mi, entonces se coloco tras de mi y escuche decirle a mi marido ponte aquí escuche como terminaba poniéndose ahora mi marido encima del sillón entero y como fotografiaba aquello, desde arriba sentí como me golpeaba en las nalgas con su bastón Raul, y el flash imparable, y como termino, pasando de nuevo su verga por mi raja, comencé a gemir de placer, mientras escuche mira como la putita, esta loca por que le meta mi polla, me agarro y comenzó a follarme, de nuevo de nuevo comencé a gritar incapaz de contenerme, y volvió aquel enorme placer en mi vientre en mi escroto y chocho, quería mas y mas, grite y grite, hasta correrme de nuevo, en pocos minutos de nuevo no me dejo Raúl cai en el suelo el consiguió pasar encima mia y sentarse en el sillón junto a mi marido, tiro de mi, hasta hacerme levantar, se estiro en el respaldo, y me hizo colocarme encima de el, nada mas estar encima conforme fui a acomodarme el no espero me puso su polla y sin esperarlo tiro de mi hacia abajo, y a su vez dio el con su pelvis hacia arriba me entro toda de un solo golpe solte incapaz un grito, y me solto te voy a follar bien esta noche vas a ir a casa con tu coño bien escocido de polla
Agarro sus manos mis tetas y comencé sola a moverme, incapaz de frenar solo quería estar de esa forma con su polla hasta el final de mi coño mi marido comenzó a fotografiar de nuevo, tanto frente a mi como después tras de mi hasta que volvi a correrme como una loca mi marido estaba en el suelo, del coche con la cámara Raúl me tiro a un lado y consiguió colocarme a todo lo largo del sillón trasero él todo lo de pie que podía, junto a mi cabeza y mi marido a su lado, la mano de Raul en mi coño tacandolo todo majadisimo, la otra masturbándose diciéndome que polvazo te he dado, que rica, como tienes el coño todo mojado y abierto, como te lo he puesto, uuuuuf que puta eres, mientras su polla junto a mi cara, se masturbaba y mi marido fotografiaba, hasta que empezó a gritar, dios empezó a decir que gusto que gusto, toma toma mi leche en esa carita uuuuuf como te he puesto ese coñito, uuuuuf si ya tu marido es un buen cornudo, todo entre gritos soltando su leche en mi cara, y sintiendo su mano en mi coño que era verdad estaba destrozado de aquella polla y dolorido ahora, me secaron con una esquina de la manta la cara, se vistieron me vesti la ultima, fuera del coche y cogí un cigarro fumo muy poco 2 o 3 al dia y si estoy nerviosa, y fui andando, como aturdida a sentarme en el camino de madera.
Me había gustado muchísimo no lo podía negar, pensé jamas había sentado nada igual, pero, y ahora, que pasaría cada cual había conseguido lo que deseaba, pero yo no sabia como decir, que no quería, que aquello acabara, de esa forma.
Me dejaron sola mi marido sabe que cuando hago eso me gusta estar sola, pensando fumando, y por fin nos montamos de nuevo en el coche, salimos de allí, ahora se veía a Raúl como retraido callado pensando, como yo como mi marido, lo dejamos en su casa, el bajo del coche, le di dos besos, como si nada hubiera pasado, y marchamos.
Apenas habíamos recorrido, 300 metros, cuando sonó el móvil, supe que era él antes de mirarlo, y le dije si, el me dijo mira se me a olvidado una cosa en el coche podeis volver ni siquiera pregunte que era, le dije a mi marido y dimos la vuelta estábamos tan cerca, que el mismo lo buscaría, volvimos, el seguía en el mismo lugar, entró en el coche, lo mire desde mi asiento, y le dije donde esta, se acerco, y me dio un enorme beso, de tornillo, y le correspondi, se separó, de mí, miro a mi marido, y le dijo, muy serio, no quiero, perderos, no solo a ella, por favor, veamos a donde lleva todo esto, pero te aseguro como te dije desde el primer momento, que no afectara a tu matrimonio antes me quitaría yo de en medio, y ahora te lo digo delante de ella, ahora fui yo quien lo beso, como si fuera mi marido, y bajo del coche.
Solo cuando tuve a mi hijo y cuando me casé estuve mas contenta que cuando iba esa noche a casa,
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