Mi marido, su primo y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Confesiones de mi mujer
Mi mujer varias veces ha salido con un familiar mío cercano y él ha aprovechado en agarrarle sus tetas, al principio con suaves toques sobre la blusa y luego de varias salidas fue metiendo las manos bajo el sujetador.
En otras oportunidades mi afortunado primo disfrutó el sabor de las tetas y la vagina de mi mujer, le introdujo profundamente la lengua, saboreando los jugos de esa carnuda vagina, que hasta entonces solo yo había degustado, recorrió sus labios vaginales con suaves mordiscos mientras le arrancó dos orgasmos seguidos y aunque no le metió verga, mi mujer si la tuvo en su mano.
En algunas salidas, él le pregunto si la podía penetrar, respondiendo siempre que no, me cuenta que pasaban momentos agradables, pero él nunca le dijo que quería y sentía por ella, si la hubiera convencido que no se burlaría de ella, la concha de mi mujercita hubiera sentido la penetración de su verga.
Mi primo no sabía que siempre la dejo con ganas de su verga, ella recuerda como le restregaba su verga hinchada bajo el bóxer, en la conchita desnuda de mi mujer, friccionando y deslizado ambos cuerpos, lubricados por el sudor que le derramaba mi primo, mientras el pecho de él apretaba las tetas de mi esposa y las hacía subir y bajar.
Las pocas veces que mi primo me dijo que iba a la casa, hice vestir a mi mujercita con, blusas totalmente traslucidas, en mini falda sin bragas. Invité a mi primo para que entre en casa, él desconocía como vestía mi mujer, y ella que mi primo era quien timbraba, nunca aceptó entrar. Mi primo de alejo por algún tiempo.
Algunos meses atrás, mi primo tuvo problemas con su esposa, pasó por casa indicando que le facilitemos estadía por lo menos una semana mientras resuelve donde ir, conversé con mi mujer y ella no se opuso a la permanencia de él en nuestra casa, como buena anfitriona le preparó un dormitorio y yo le dije que se sintiera como en casa, que podía tomar lo que quisiera con confianza, eso último a sabiendas que ellos han estado juntos.
Mi primo tomó una ducha y mi esposa hizo lo mismo en nuestro dormitorio, finalmente esa noche nos fuimos a dormir, al siguiente día salí al trabajo temprano como es mi costumbre, llevé de camino a mi primo, me despedí de mi mujercita sin hacerle insinuaciones de nada, eso que mi mujer sabe que me calienta mucho la idea que ella haga el amor con mi primo y deseo que mi mujer se clave esa verga.
Mi horario es muy irregular por lo que la mayoría de las veces llego tarde a casa, pero ese día mi mujer me llamó diciendo que llegue temprano, timbré a mi primo preguntando si lo recogía de paso, respondiendo que ya se encontraba por entrar a casa, cuando llegué mi mujer llevaba un vestido más abajo del muslo, ceñido al cuerpo, se notaba que no tenía brasier ni calzones, nos sentamos a la mesa a cenar los tres, mi mujer se mostraba cariñosa conmigo delante de mi primo, charlamos cerca de media hora, nos despedimos de mi primo y entramos a nuestro dormitorio, inmediatamente mi mujer comienza a quitarme la camisa, bajar la cremallera , estaba muy caliente, yo imaginaba que la excitaba la presencia de mi primo en casa, lo cual también me excitaba, comencé a besar su cuello, sus tetas, con la poca luz de la habitación observe una pequeña sombra en una de sus tetas, continué besando su estómago, sus muslos y su conchita, al meter mi lengua en su cuca, siento sus fluido algo espeso, ella me dice, mi amor he complacido tu fantasía y antes que llegaras, tu primo y yo hemos hecho el amor, se corrió fuera de mi, pero en lo que sacaba su verga salpicó un poquito en mi cuca, entonces pensé en no lavarme para que pruebes el sabor del semen y compruebes que estuvimos juntos, me excitaba muchísimo que por fin mi mujer se comiera la verga de mi primo, que sin importarme que tenía algo de semen, continué mamando su cuca, la penetre hasta correrme dentro de mi mujercita.
Al día siguiente era sábado, por lo que temprano en la mañana mientras ambos se duchaban en baños separados, busqué ropa para que mi esposa luciera excitante para mí y mi primo, los dos nos sentamos frente a mi primo, mi mujer llevaba una blusa traslucida, podía observar claramente como mi primo miraba con disimulo las tetas de mi mujer y en una oportunidad que mi mujer abrió las piernas, vi que sus ojos saltaron bajo la falda de mi mujer, no era para menos ya que ella no llevaba bragas, por tanto él debió observar la línea de pelos de la cuca de mi mujercita, en ese momento le dije a mi primo que no sienta vergüenza, que ya le había dicho que en casa todo está a su disposición y eso incluye a mi mujercita, además sabía de las varias veces él la ha probado y también conocía que el día de ayer ya por fin le clavaste la verga a mi mujer y que si a ambos les apetecía podían en ese momento hacer el amor, pero con la condición que por lo menos no me impedirían mirar mientras lo hacen.
Así que en ese momento él se acercó al sillón donde se encontraba mi mujer, comenzando con besos en la boca que claramente dejaban ver la introducción de sus lenguas, olvidándose que yo estaba presente, mi primo por su parte no tardó en meter la mano directamente a tocar los pezones de mi mujer, haciendo que estos se pongan duros ante sus caricias, veía como mi primo descendía con suaves besos por el cuello de mi mujer, continuar por sus hombros mientras se acerca a las tetas de mi mujer va aplicando besos cargados con pequeñas succiones que marcan con ligeros chupetones la blanca piel de mi mujer, para concentrarse en suaves mordiscos acompañados de estiramiento de los pezones de mi amada mujer, luego de pocos minutos de mamarle las tetas, continúa un lento descenso mientras sus dedos ya han hecho penetraciones en la empapada cuca de mi mujer, la boca de mi primo cada vez se encuentra más cerca de saborear la gran cantidad de jugos que desprende la carnuda cuca, mientras mi mujer se aferra con su mano a la alargada verga de mi primo, mientras realiza movimientos ascendentes y descendentes a lo largo del mástil, mi primo retira la mano de mi mujer, colocándose en posición para iniciar a penetrarla, embiste una y otra vez la cuca de mi mujercita bombeando con muchas ganas, mi esposa gime de gusto mientras siente cada penetración, mi primo comienza con convulsiones propias que indica que va a acabar, mi esposa le dice que no lo saque y que se derrame en ella, observo como comienza a derramarse el semen que mi primo le inyecta a mi mujer, lo que indica que el también tenía ganas de hacerlo
Mi primo ahora le coloca su verga en la boca de mi mujer y esta le saca hasta la última gota de su verga y lo más interesante es que se traga lo poco le queda, cosa que nunca ha hecho conmigo, las ganas que mi primo tiene de mi esposa, le mantiene la verga erguida, y le sugiero que aproveche e intenta darle por el culo a mi mujer, a ver si a él si se le entrega el culo, ya que yo no he tenido suerte hasta ahora, mi mujer responde que si él no tiene problema en intentarlo, ella tampoco, mi mujer se vira, eleva su culo, dejando expuesto y a disposición de mi primo el anillo de su culo, este se lanza a lamerlo y penétralo con su lengua, clava poco a poco un dedo, luego otro más y un tercer dedo, ahora con la cabeza de su verga con ligeras penetraciones hasta que de un solo impulso le mete casi la mitad de la verga en el culo de mi mujer, hasta que luego de varios intentos la hunde completamente, tiempo después se corre dentro del culo de mi mujer, y veo satisfecho como mi mujer ha sido clavada por el único macho con quien le permito que pueda repetir las veces que se les antoje.
Mi primo lleva cerca de un año viviendo en mi casa, desde entonces, si no estoy en casa y les apetece, hacen el amor por su cuenta y en otras hemos participado los tres, es por demás increíble saber que mi mujer es feliz teniendo sexo con mi primo y conmigo.
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