Mi mejor amigo es mi hombre y su hermanita es mi mujer.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por fredtorres.
Todo comenzó cuando mi mejor amigo José me invitó a su casa para terminar una práctica que debíamos enviar antes de las 11:00 p.
m.
de la preparatoria.
Ya teníamos adelantado el trabajo, solo faltaba ajustar detalles, así que en ningún momento nos apresuramos.

Llegamos a su casa y lo primero que hicimos fue ir a su habitación mientras su mamá preparaba la comida.
Una vez en su cuarto comenzamos a platicar de lo que todos los hombres platicamos cuando estamos en confianza.
Fue ahí cuando las cosas cambiaron de forma inesperada.

–José: – Wey ¿Puedo preguntarte algo random? –
–Yo: – Va, pero no soy responsable de lo que pueda responder.
– Reí.

Hubo un silencio de 3 segundos y entonces se animó a preguntar.

–José: – ¿Alguna vez se te ha antojado una nena? – Dijo rápidamente.

–Yo: -Sí wey, no soy joto.
– Contesté riendo.

–José: No, yo me refiero a una de la edad de Lucy (Su hermana)
–Yo: Wey que pedo, como se te ocurre.
No.

–José: Esque hace poco mientras me la jalaba, vi un relato en internet y tenía que ver con una nena igual de 9 años.
Comencé a leerlo y de pronto estaba tan excitado que empecé a imaginar que era yo quien hacia todo eso ¿Y con quién crees? ¡Con Lucy! Me imaginé a mi y a mi hermanita un día estando solos en casa.
Tirandola a la cama mientras la beso con pasión, poniéndome encima de ella como su macho, tomándola de la cintura y subiendo su blusita, para así descubrir esos pechitos como bolitas que ya tiene, desnudándola toda y desnudándome para hacerle el amor por primera vez.
Siendo el primero abriendo su vaginita, y haciéndola mi mujer.
Entonces, de tan excitado que estaba me corrí a chorros.

Yo tenía sensaciones encontradas, pero la que más predominaba era esa sensación de morbo que me invadía.
Nunca había imaginado a una nena así y al mismo tiempo jamás había imaginado a mi amigo haciéndoselo pero esque fue tan explícito lo que me contó que yo ya tenía mi verga parada y enseguida José lo notó.

–José: ¿Ves? También te prendió imaginarla.
Te mostrare un relato para que lo leamos – Dijo mientras veía mi pene fijamente.

Entonces encendió la computadora y comenzamos a leer pero a mi me prendía más ver cómo se pellizcaba su verga por encima del pantalón.
Estábamos los dos acostados leyendo y tocándonos cada quien su verga dura por encima del pantalón cuando él volteó hacia mi, acercó su cara demasiado a mi cara y dijo:
–José: ¿Y si le haces tú el amor a Lucy?
Sin alejar mi cara de la suya le respondí.

–Yo: ¿Dejarías que fuera mía?
–José: Dime qué le harías.

Me acerque a su oído y comencé a susurrarle mientras èl me escuchaba con sus ojos cerrados.

–Yo: La desnudaría completita para acariciar su cuerpo, le acariciaría sus pechitos que he visto que se le están formando.
Me quitaría la ropa y la haría mujer.
Metería mi verga y haría que diera brincos en mi.
Entonces de tanto brinco me vendría dentro de ella como su macho que soy.

Me acerqué demasiado a su oreja y sin querer la toque con mi labio.

–José: Eres mi mejor amigo, creo que tú eres quien tiene derecho a hacerla mujer, yo te diré cómo convencerla, Solo quiero que me dejes verte disfrutarla.
Además ya es hora de que también esta verga deje de ser virgen.

Mientras decía eso extendió su mano y tocó mi pene.
Comenzó a masajeármelo por encima de mi pantalón y yo hice lo mismo y sentí que su verga era muy grande.
(La mia mide 17 cm pero la de él era como de 21cm).
Nunca creí que mi amigo y yo estaríamos muy pegados y masajeando nuestros miembros.
Fue ahí cuando él mirándome a los ojos terminó de acercar su boca a la mía y me besó.

De pronto se puso encima mío, tomó mi mano y la metió dentro de su pantalón.
Yo podía sentir su verga y mucho vello púbico que me excitaba más.

–José: Estoy dispuesto a entregarte a Lucy las veces que quieras y de la forma que tú quieras pero Antes de que hagas tuya a mi hermanita quiero que sepas que será un regalo.
Y si yo te la regalo, yo merezco hacerte mío.
Merezco ser tu hombre y que tú seas todo mío.
Tú serás el hombre de Lucía pero yo quiero ser tu macho.

Nunca había imaginado a mi amigo decir eso y mucho menos imaginé decir lo que respondí.

–Yo: Sí, tú eres mi macho de ahora en adelante.
– Le dije mientras me ponía de rodillas y lo veía desde abajo al mismo tiempo que le desabrochaba el botón de su pantalón.

–José: Ah, ah ah, espera.
Aún no te lo ganas mi amor.
– Dijo mientras volvía a abrochar su pantalón.

Se acostó en su cama y me pidió que siguiera de rodillas, se quitó los zapatos y los calcetines.
Yo no sabía que quería hasta que me puso sus pies en mi cara y asumí que yo debía lamer.
Fue ahí cuando tomé mi lugar y supe que era totalmente suyo.
Mientras chupaba cada uno de sus dedos de los pies, él me pedía que lo mirara a los ojos, pues mi lugar era para servir a mi hombre.

–José: Mi amor, chupa mis piesitos para que sepas quien manda y quien es tu dueño.
Déjalos bien limpiecitos.
Yo soy tu amo a partir de ahora y así quiero verte, humillándote.

Sus pies eran hermosos, yo sentía que debía dejarlos super limpios.
Y más chupaba.

Fue entonces cuando de pronto, se abrió la puerta y se escuchó una voz curiosa diciendo:
–Lucy: ¿Por qué le estas chupando los pies a José?.

José rápidamente sacó los pies de mi boca y comenzó a reír.

— José: Solo estamos jugando a la mascota.
Pero mejor vayamos a comer.

Durante la comida, por primera vez vi a Lucy con otros ojos.
Vi su cinturita, sus pechos que como dijo José, ya se estaban formando y no podía dejar deimaginar sus piernas debajo de la falda.
Quería sentir su vaginita sin pelitos, para mi solito.
Luego volteaba a ver a José y al mismo tiempo solo quería ser de él.
Por primera vez me había sentido de alguien, de él, y tenía ganas de obedecer.

Terminamos de comer y volvimos al cuarto de José quien me aventó a la cama y me besaba y manoseaba mientras yo me dejaba.
Era totalmente suyo, y me gustaba
— José: Así quiero que pongas a m hermanita.
Encima de ti y asì quiero que la beses (Me besaba metiendo su lengua).
Disfrutala, es tu regalo.
Y terminando, tù me darás mi regalo a mi.
Mi mamá se está yendo su reunión con sus amigas y mi hermanita está en su cuarto.
Ve y dile que juegue contigo.

Yo obedecí y fui al cuarto de su hermanita.
Toqué la puerta y abrió.

–Yo: Hola, puedo pasar?
–Lucy: Sí, estoy jugando con mis barbies.

Me entró una idea para comenzar a convencerla.

–Yo: Me juntas? Puedo ser Ken.

–Lucy: Ok, Ken y Barbie se van a casar.

–Yo: ¿Uy entonces son novios ahorita?
–Lucy: Sí pero ya dejaran de serlo para ser esposos.

–Yo: Bueno, entonces yo soy Ken y tu eres Barbie.
Eso quiere decir que tú eres mi novia de juego jeje.

–Lucy: Sí pero sólo de juego.

–Yo: Y si somos novios de juego, me puedes dar un beso de juego?
Lucy se me quedó mirando un poco asustada y lo único que se me ocurrió fue besarla.

–Yo: Ves? Solo fue uno de juego.
Jeje
–Lucy: Bueno si es de juego está bien.

Volví a besarla tiernamente y ella no se resistía.
Fue entonces cuando le dije:
–Yo: ¿Y si somos novios de verdad?
–Lucy: Nunca he tenido un novio pero bueno.
Pero en secreto porque Jose se va a enojar.

–Yo: José no me importa.
Yo te amo.

Comencé a besarla màs fuerte y ahí en el piso la recosté y me puse encima de ella mientras frotaba mi pene y le decía que la amaba.
Lucy solo me besaba y de pronto comenzó a frotar también.

–Yo: Hay que decirle a José para que no se enoje.

–Lucy: Esta bien vamos.

La lleve al cuarto de José y le dije que su hermanita y yo ya éramos novios
–José: A ver, si son novios bésala.

Comencé a besarla frente a él y volví a colocarme encima de ella mientras su hermano nos veía.

–José: No les creo que sean novios.
Si lo fueran harían el amor como todos los novios.

Lucy volteò sorprendida hacia él.

–Lucy: Sí somos novios.
Pero salte para que me haga el amor
–Yo: No amor, hay que demostrarle a tu hermano cuanto nos amamos.

–Yo: Le voy a hacer el amor a tu hermanita para que veas que nos amamos.

Comenzamos a quitarnos la ropa frente a Josè.
Poco a poco, desabotone su blusita de la escuela y se la quite.
Podia ver sus pechitos frente a mi ahora si e hice lo que tanto quería.
Comencé a chuparlos y a darles pequeñas mordiditas para que se pusieran duros.
Estaban tan suaves y de pronto estaban riquísimos.
Baje un poco mas y vi su ombliguito y lo besé
–Yo: Mi amor aquí vas a tener a nuestro bebe cuando te embarace.

–Lucy: Sí amor ya quiero que me embaraces
Entonces baje su falda y sin quitar su calzoncito, lo hice a un ladito y empecé a lamer su vaginita.
Ella comenzó a hacer sonidos de placer y yo le quite los zapatitos, le alce las piernas y chupe más y más.

Metía poco a poco mi lengua en esa vagina virgen.

Trataba de darle un buen Angulo a mi hombre.
Para que el disfrutara ver a su hermanita disfrutando por primera vez.

José tenía encima de él una manta para que su hermana no viera como se la jalaba mientras nos veía.

— José: A ver si es cierto que lo quieres.
Chupale su verga.

Lucy me miro esperando a que yo decidiera.

— Yo: Amor, esta es una de las pruebas mas grandes.
Tienes que lamer mi verga.

Ella abrió la boca y yo metí mi pene durísimo.
José no dejaba de vernos mientras se masturbaba debajo de la cobija.

–José con voz de excitación: Lucy comete su leche para que demuestres que lo amas.

Entonces fue cuando vi como la sabana que tenía José se empapaba toda desde adentro.
Josè se estaba viniendo.
Yo no pude contenerme y también le di leche a Lucy mientras la convencía para que fuera buena novia y se la comiera toda.

–José: Lucy, déjame un momento solo con tu novio si?
Lucy aceptó y salió de la habitación.

Entonces José se quitó la sabana de encima y pude ver que estaba empapado de semen.

–José: ¿Qué esperas mi amor? Tú ocasionaste que me saliera tanta leche.
Ahora cometele.

Obedecí y comencé a chupar todo el semen que había en el pecho y abdomen de mi macho.

Cuando terminé de chupar toda, me besó y pidió que me sentara en sus piernas mientras terminábamos la tarea.
Yo escribía y el acariciaba mis pezones y mis nalgas.

La tarde apenas comenzaba y aún faltaban muchas cosas por hacer con Lucy y José.

Continuará