Mi mujer perdio la partida
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siempre he tenido como cualquier hombre la fantasía de ver a mi mujer teniendo sexo con otro hombre, incluso la he compartido con ella y no sé si por seguirme la corriente ha llegado a decirme que está dispuesta a ir a un swingers club o a concretar un intercambio con otra pareja, sin que hayamos podido consumarlo.
Un día ella Tía, que así se llama mi esposa, salió sola a una reunión con unos amigos del trabajo y yo por alguna razón que no recuerdo no le acompañe, cuando regreso, me conto todo lo que hizo e incluso que el esposo de una amiga “Pedro”, se le había insinuado y le había invitado a un club de desnudos para mujeres y cosas así. Desde allí surgió un interés inusitado entre las dos parejas ya que la amiga de mi esposa “Alba”, siempre estuvo presente en las conversaciones, y de acuerdo con esa picardía sexual. Al poco tiempo ya habíamos compartido en varias ocasiones en la playa y uno que otro club, pero siempre a pesar de que tocábamos el tema y llegamos a una que otra caricia intercambiados, nunca habíamos llegado a nada en concreto, gracias a la negativa rotunda de Tía que siempre terminaba con enfriar las cosas. Cuando prácticamente había perdido el interés en el intercambio, todo dio un vuelco inesperado en una discoteca. El primer sorprendido fui yo, la vi tan tranquila y segura frente al ataque del esposo de su amiga, que no pensé (como siempre) que fuese a suceder nada. Desde que llegamos, Pedro la abrazó y apachugo como siempre, pero nada fuera de lo común. Cada vez que bailamos hacia lo mismo jugando como con insistencia en besarla, y ella le seguía el juego esquivándole cada vez entre risas. Llego la segunda botella de vodka, y seguimos divirtiéndonos, durante un baile cambiamos de parejas y luego de uno que otro paso sensual vi como las piernas de Tía, cedían para dejar a Pedro colarse dentro de ellas, estaba en falda, lo que facilito un poco las cosas para él, inclinando su cuerpo sobre el de mi esposa para recostarle su bulto exactamente sobre el pubis, al principio sentí un poco de duda, pero sin embargo seguí pensando que en cualquier momento Tía se pondría seria, y enfriaría las cosas como ya era su costumbre. No pasaron más de 5 minutos me distraje bailando y conversando cuando al final de una vuelta de mi baile con Alba, pude ver como prácticamente Tía se lo estaba comiendo, le devoraba la lengua con su boca y luego alternaba y le metía la suya, se la pasaba por el cuello y la barbilla y se la volvía a meter en la boca, era una escena de película, me detuve unos segundos a observarla y pude ver como no dejaba de frotarle su entrepierna contra su bulto visiblemente erecto, se veía que se lo estaba gozando. Luego de unos minutos él como que se percató que los mirábamos, y creo que para disimular (creo que no estaba seguro de como reaccionaríamos su esposa y yo) volvió a jugar con la agarradera.
Creo que ella no noto que la habíamos visto, o simplemente no le importó. Luego sentados, a los pocos minutos Tía fue al baño y al regresar comenzó a bailar sola como stripper, (lo hacía muy bien), movía sus caderas en círculos culeando de lo mas divino y a los pocos minutos desabrocho su falda y la deslizo hasta mostrarle a él su tanguita que también bajo hasta que sus vellitos púbicos salieron a relucir, por el Angulo donde yo estaba no pude ver por completo su cuchara pero se vio bastante claro los pelitos, él ni corto ni perezoso se acercó y paso la lengua por ellos desde abajo hacia arriba, ella visiblemente excitada echo su cabeza hacia atrás y parecía disfrutarlo. Nunca le había visto tan desinhibida. Luego de la probadita de pelos, siguió su baile y se subió la blusa casi hasta los senos y le tomo la mano para que le acariciara el abdomen, su amiga comentó como para enfriar la cosa que ella tenía unos abdominales iguales y todos nos reímos, al poco rato y luego de bailar un buen rato conmigo, donde me dio unos buenos besos, y unas buenas maraqueadas, volvió a contornear, esta vez sobre mí, y les mostraba a nuestros amigos su panty por detrás, el le dio una nalgada y ella le quito el culo, acomodando su falda. Estaba muy excitada y entre una cosa y otra me decía que tenía muchas ganas de tirar, y que esa noche tiraba conmigo o sin mí, riéndose por supuesto en tono de chiste. Seguimos bailando y le pregunté directamente si tiraría con el esposo de su amiga, sonreía, se hacia la tonta y no respondía, al rato volvimos a hacer cambio de parejas y luego de un corto forcejeo y una que otra maraqueadita, pude ver cómo le amasaba las tetas, pero lo curioso es que era ella la que mirándolo a la cara, le sujetaba la mano como indicándole como debía hacerlo, tenía cara de zorra, llena de lujuria en los ojos, pasaba su lengua por sus labios y comenzó a comérselo otra vez sosteniendo su cara para enterrarle la lengua en su boca, era el momento de irnos era ya bastante avanzada la noche y debía tomar una decisión, le dije a mi esposa para irnos y accedió sin titubeos, le dije a nuestros amigos si se animaban a seguir en otro sitio e igual se mostraron dispuestos, nos montamos en mi carro intercambiados de una vez, y mientras rodábamos pude ver por el espejo como se comían a mi esposa, ella desesperada comenzó a mamarle la verga allí mismo y yo sin poder hacer nada, no pregunte nada más, me dirigí a un hotel de paso y solicite una cabañita, entramos y de una vez mi esposa se le fue encima a Pedro, cayeron en la cama y ella se lo devoraba rápidamente como para no dar chance que alguien dijera lo contrario
Alba lentamente se me fue acercando mientras dejaba caer su vestido quedándose solo en bikini, dejando ver cuerpo blanco muy hermoso y unas grandes y jugosas tetas, un poco más pequeñas que las de mi esposa pero muy bonitas, decidí concentrarme en lo mío y comencé a besarle los senos y a morder esos pezones rosaditos y duros tan solo al mojarles con mi saliva, baje su bikini y la deje completamente desnuda, tenía la cucharita depilada y sus labios rosados dejaban ver una gran cantidad de fluido que invitaban a ser succionados, así lo hice no sin antes voltear hacia mi esposa quien estaba devorando por completo la verga de Pedro, sujetaba las bolas como queriendo metérselas en la boca, ya estaba desnuda y en cuestión de segundos estaba entregada a un 69 de pie con sus piernas al aire y la lengua hasta lo más profundo de su cuchara, yo le hice una mamada a Alba que le arranco dos súper orgasmos, sus convulsiones eran dignas de un Oscar, me separe y ella sin pensarlo dos veces se abalanzo sobre mi pene introduciéndolo por completo en su boca hasta su garganta, con mi pene dentro de su boca sacaba su lengua y saboreaba mis bolas, era algo que ninguna de mis parejas me había hecho antes, se sentía divino, mientras aprovechaba de ver la estocada que le daban a mi mujer, se la estaban clavando de perrito pero con mucha fuerza, con cada ir i venir el cabello denotaba lo fuerte de cada envestida, ella lo disfrutaba y entre gemidos y griticos de placer se asomaba su primer orgasmo, yo coloque a la mía en cuatro patitas y le enrole mi verga hasta la columna de un solo golpe, ella lanzo un grito fuerte debido a que modestia aparte tengo un buen pene de 18 cms. suficientemente grueso, la desgarre con fuerza por más de 15 minutos y pude notar que le arranque más de dos nuevos orgasmos, mi esposa por su lado creo que acabo dos veces también mientras su pareja la cambiaba de posición una y otra vez, cosa que se que le encanta.
Cuando estuve a punto de acabar ella solita se saco mi verga dentro de sí y la enfilo hacia su boca para tomarse mi leche por completo, no dejo escapar ni una gota, cuestión que me encanta y que muy pocas veces logro que mi esposa haga ya que la mayoría de las veces le acabo dentro. Volví a estar erecto a los pocos minutos y ya a mi esposa le acababan en sus tetas cuando yo ya estaba listo para el segundo round, mi pareja noto mi nueva erección y comenzó a mamármelo nuevamente, mientras se introducía dos dedos en su cuchara y sacaba sus propios fluidos para lubricarse el culo, adivine lo que quería y rápidamente la coloque en posición, luego de un poco de saliva y otro de sus propios fluidos le incruste mi vara entre su culito, arrancándole el doble de los gritos que le saque por delante, Pedro estaba atónito frente a la cogida que le estaba metiendo a su mujer, estoy seguro que él no pensaba que yo sería capaz de todo lo que él estaba presenciando, si bien es cierto que se gozo a mi esposa por completo, yo le estaba dando a su mujer la cogida del siglo y su cara y la de ella lo decía todo
El vaivén de mis envestidas sobre su cuerpo empapado de sudor era una señal inequívoca de lo que me la estaba gozando, mi esposa se había levantado y luego de lavarse esperaba que su pareja se pusiera nuevamente a tono, cosa que por el momento estaba tardando mucho ya que este no dejaba de ver cómo le destrozaba el culo a su mujer, mi esposa, cansada de esperar comenzó a mamarle la verga halándola como para acelerar el proceso, yo sabía que mi esposa no le daría el culo, sobre todo porque no había logrado una erección que pudiera con su esfínter, en efecto ella se puso en posición y por más que él lo intento no pudo, el culo de mi esposa no es nada complaciente y es muy difícil de dilatar, la única forma de cogerla por el culo es con la estaca lo más dura posible, por lo que con una segunda erección es prácticamente imposible.. yo por el contrario me había conseguido un culo bien dilatado y con ayuda de mi saliva le metí hasta los huevos, estuve bombeándole el culo por casi media hora en varias posiciones, las variaba a propósito para que su esposo pudiera ver como la reventaba de todas las formas posibles, mi esposa por otro lado tuvo que conformarse con una segunda cogida medio desanimada ya que a pesar que estaba erecto no estaba lo suficientemente duro como para que ella lo gozara como estaba acostumbrada, yo no dejaba de repetirme una y otra vez en mi mente, el que quería cogerse a mi esposa era él y estaba saliendo con la tablas en la cabeza, ya que le dieron culo y no lo supo aprovechar, mientras que yo calladito como estaba, no había agujero de su mujer que no haya taladrado a mi gusto. Volví a acabar, esta vez dentro del culo de Alba, y a pesar de que ella parecía querer que se lo volviera a dar en la boca, no me pareció bueno sacárselo del culo y metérselo en la boca, acabe y fui al baño a bañarme, ella me siguió y a los pocos minutos ya me la estaba clavando otra vez de pie en la ducha, ahora si le acabe adentro, ella dijo que aprovechara de llenarle la cuchara de leche como premio a la mejor cogida que le hayan dado en su vida. Me sentí orgulloso de que una semi desconocida reconociera mis dotes viriles, creo que en fondo todos los hombres somos iguales y nos gusta que nos alaben nuestro ego. Al salir del baño, mi esposa estaba retozando en la cama con Pedro entre las piernas en lo que parecía ya casi el final del polvo, ella abría sus piernas al máximo para que este le metiera todo lo posible, a los pocos minutos se lo saco rápidamente para que este acabara en sus tetas, dándole a probar un poco en sus labios, no me engaño yo mismo, es cierto que le dieron una buena cogida y seria mentira si les digo que ella no se lo gozo, pero de lo que si estoy seguro es de que me la pase de maravilla y no veo el momento en que se repita.
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