Mi padrastro desvirgó a mi amiga y a mi en una noche.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nunca había escrito esto.
Ya lo había comentado con algunos amigos mios.
Me llamaré Susy y esto me sucedió cuando tenía 12 años y mi mejor amiga, que llamaré Katy tenía 11 años.
Yo era de 1.45 mt, ni gorda ni delgada, cabello castaño, tez blanca, mis pechitos era bonitos, estaban creciendo y mi colita era redondita.
Todo inicia cuando mi madre se casó de nuevo, con Marcos.
El tipo trataba de agradar siempre, pero era de mi agrado.
Casi siempre terminábamos peleando.
Ya casado y viviendo con mi mamá.
Marcos me proponía que nos bañáramos juntos, y lo hacía cuando mi mamá no estaba en casa, ya que ella trabajaba de enfermera en un hospital público.
Casi siempre me negaba, pero el se metía en mi recamara y luego entraba a la ducha.
Me decía que ahora él era mi papá y que no tenía nada que temer.
Pero me miraba con mucha lujuria mi pequeño cuerpo.
El quería enjabonarme el cuerpo y me tocaba la cuquita y mis chichitas (senos) pequeñas.
Yo me daba cuenta que su pene se ponía parado y luego él se acariciaba con sus manos.
Yo me bañaba cuando él no estaba, pero aveces no podía evitarlo y se volvió costumbre que se metiera en la ducha conmigo y que me enjabonara el cuerpo.
Luego me convenció para que le tocara el pene erecto y que lo masturbara.
Nunca se lo dije a mamá.
En ese entonces tenía una amiga, Katy, que era bien delgadita, cabello largo negro y tenía menos pechitos que yo, su colita era pequeña, de piernas delgadas largas.
Debo confesar que Katy y yo eramos inseparables, andabamos juntas siempre.
Aveces ella se queda en mi casa y aveces yo iba a la suya a quedarme.
Y una noche en su casa, viendo unos videos porno, había uno que nos llamó la atención y era un video de dos jovencitas lesbianas, y lo pusimos.
Creo que las dos nos pegamos una calentada como nunca.
Yo sentí que me mojé viendo ese video, de como las dos chicas lamían el cuerpo de la otra.
Se oían los gemidos de las jovencitas.
Las dos nos fuimos a dormir sin pegar los ojos, y de repente nos tomamos de las manos y yo le besé las manos a Katy, luego los brazos, ella se reía, pero conforme yo iba avanzando la risa de Katy cesó, Bajé a sus pechitos y los besé encima de su trajecito de dormir, que era una camiseta y un short.
Ella se subió la camiseta y me ofreció sus pechitos y se los comí a besos y luego los chupé, ella gemía a bajo tono.
Luego bajé a su chuchita y le besé encima, ella se bajó su short y le besé encima de su vulvita, y ella explotó, creo que tuvo un orgasmo.
Yo me asusté y mejor dejé de hacerlo, pero nos quedó la duda.
Era mi primer experimento sexual a esa edad.
Ese acontecimiento nos dejó con muchas dudas.
Y eso fue lo que aprovechó mi padrastro.
Era una noche de verano, había calor por las noches, asi que Katy y yo usábamos solo braguitas y una camisetía muy delgada y corta, arriba del ombligo para dormir.
Mi madre tenía turno de noche en el hospital y debía amanecer alli esa noche.
Estabamos jugando con nuestras muñecas Barbie esa noche, si, aún lo hacíamos.
En eso no se como comenzamos a jugar y en un momento yo quedé abajo y Katy arriba, en eso nos comenzamos a besar, primero sentí raro besar a mi amiga, pero me gustó y seguimos haciéndolo, no sabíamos como hacerlo, pero juntabamos nuestros labios y ya, luego mi lengua tocó la de ella y ese beso se volvió más mojado.
Se sentía delicioso.
-Qué esta pasando aquí!!- mi padrastro como tenía costumbre de entrar a mi habitación sin avisar cuando mamá no estaba, entró y nos encontró en pleno beso.
-Susy me haz decepcionado, y tu Katy, saben tus padres que haces esto con mi hija?-
Katy y yo estábamos asustadas, tanto que empezamos a llorar y a disculparnos.
Pero mi padrastro se aprovechó de eso.
Nos dijo que entráramos a la ducha para lavarnos el cuerpo del pecado.
Lo creímos.
Llorando entramos a la ducha, él nos dijo que nos quitáramos la ropa que estaba sucia de pecado.
Lo hicimos y quedamos desnudas frente a él.
El tomó el jabón y comenzó a pasarnos por nuestros cuerpos, ahora no era delicado como lo había sido antes.
Me tocó la cuquita al igual que lo hizo con la de Katy.
Luego el se quitó la ropa y pude ver que ya tenía una erección enorme.
Le pidió a Katy que le tomara su pene, ella al principio se negó, pero mi padrastro la amenazó con que llamaría a sus papás y luego a la policía y todos se iban a enterar.
Ella lo tomó casi llorando, el le dijo como debía jalarselo, mi amiga lo hizo, luego me dijo a mi lo mismo, nos metió miedo.
Y me hizo recibir su pene en mi boca, lo puso alli y me pidió que lo chupara como si fuera una paleta de dulce, comencé a hacer lo que me pedía.
La carne de su verga casi palpitaba de lo dura que estaba, la cabeza era casi morada, la chupé lo mejor que pude para que no nos acusara.
Luego le dijo a Katy que hiciera lo mismo y ella se arrodilló y tragó la verga de mi padrastro.
Yo veía que él gozaba mucho con su pene en nuestras bocas, luego nos sujetaba de la cabeza y usaba nuestras boca como si fueran chuchitas, se masturbaba con ellas.
Hasta sentí por primera vez gotas de semen en mi boca, al igual que Katy.
Luego me dejó a mi arrodillada mamando su pene, mientras que ordenó a Katy ponerse de pie y la abrazó y la besó, le dijo que lo besara como me estaba besando a mi, mientras Katy lo hacía mi padrastro le tocaba su cuquita y sus nalguitas con mucho morbo.
El llanto de Katy y mio había cesado, ahora eramos un juego sexual.
Mi padrastro se hacía el enojado y nos amenazaba todo el tiempo.
Fuimos a su habitación y nos dijo que si prometíamos hacer lo que nos dijera, no diría nada a nadie y alli se terminaría todo.
En cambio si nos negaramos, llamaría la policía y nos llevarían a un correccional y alli pasaríamos años.
Nosotras temblábamos oyendo todo eso.
Aceptamos.
Nos dijo que primero dejaramos de lloriquear.
Luego se acostó en la cama, en el centro, luego me pidió que le chupara su pene, me metí entre sus piernas y comencé meterlo y sacarlo de mi boca, él me iba diciendo si lo hacía bien o no y me ordenaba como el quería.
Luego le dijo a Katy que se subiera y se sentara en su boca, la fue poniendo sobre él con las piernas abiertas y su chuchita sobre los labios de mi padrastro.
El le comenzó a comer la cuquita, él la tomaba por sus muslos para ponerla bien sobre su boca, yo podía ver desde donde estaba que él le pasaba la lengua por la rajita y por su ano.
Yo seguía chupando su pene.
Katy al principio no emitia sonido alguno, pero conforme pasaban los minutos ella comenzó a quejarse, luego a gemir y quería quitarse, pero mi padrastro no la dejaba, se oía el ruido de los chupones que él le daba.
Katy de pronto comenzó a chillar diferente, yo no sabía que estaba corriendose, tal vez su primer orgasmo.
Yo tenía el pene dentro de mi boca cuando sentí algo caliente, de su verga expulsaba un líquido parecía como moco, el gritó que lo tragara, casi amenazante, yo comencé a tragarlo todo.
Luego quitó a Katy que estaba montada en su boca y ella se quedó a un lado en posición fetal, él se fue levantando y dijo que lo habíamos hecho muy bien, que nos felicitaba.
Ahora debíamos cambiar de lugares.
Katy se fue entre las piernas de mi padrastro y tomó el pene que estaba manchado todavía de su semen, le dijo que debía limpiarselo antes de empezar a mamarlo, Katy lo hizo con cierto asco, pero él amenazaba y entonces lo chupó metiéndolo en su boca y lo terminó de limpiar.
Me dijo que era mi turno de subirme sobre su boca, me fui colocando, con una pierna a cada lado de su cabeza y me fui sentando, colocando mi chuchita en su boca, sentí su lengua tocar mis labios vaginales y tomándome por los muslos, me hizo colocar mi vulvita en sus labios, su lengua pasaba por todos lados y al igual que Katy, primero me quedé callada, luego me quejaba y después estaba gimiendo de placer, pues me tocaba hasta el clítoris (después supe que era eso en mi cuerpo).
la sangre me subía y bajaba de la cabeza, era una tremenda excitación la que me hacía sentir.
Me fue llevando al climax, de pronto siento que me desmayo, es un sentimiento que nunca había tenido, de libertad, de placer carnal y tuve mi primer orgasmo.
Grité y gemí y mi padrastro no me soltaba la rajita de su boca.
El me soltó, pero solo para decirle a Katy que no dejara caer nada de su leche, y definitivamente Katy hizo lo que le ordenó.
Katy quiso llorar después, pero él volvió a amenazarla.
Mi padrastro quedó un poco cansado.
Nosotras pensamos que había sido todo.
Pero al rato nos obligó a acostarnos una al lado de la otra en la cama.
El se puso enfrente de nosotras, nos pidió que abrieramos las piernas, quería vernos la chuchita.
Ambas abrimos las piernas y mostramos nuestras rajitas a mi padrastro, yo tenía más pelo púbico que Katy, quien era más lampiña.
El se acercó y colocó su mano izquierda con Katy y la derecha conmigo, tocó nuestras chuchitas con sus dedos.
Le preguntó a Katy -ya haz tenido sexo con algun chico?-, ella lo negó con la cabeza, luego me hizo a mi la misma pregunta y también negué con la cabeza.
Entonces nos pidió que nos pusieramos en cuatro una al lado de la otra.
Vi de reojo y estaba poniéndose un condón, luego se puso atras de Katy y le pasaba su pene por sus nalgas y luego por su rayita, Katy se quejaba -no por favor don Marcos, no por favor- le suplicaba mi amiga Katy.
Mi amiga presentía que la iban a penetrar.
Mi padrastro se masturbaba con las nalgas de Katy tratando de empalarse aún después de dos corridas.
Y lo estaba logrando su pene se fue poniendo erecto al contacto de la chuchita y el ano de Katy.
Luego la puso en su cuquita y tomándola con las manos por las nalgas de mi amiga, le rompió los pliegues de su vagina y la desvirgó, mi amiga pegó un grito que pareció que la habían herido mortalmente, aún asi mi padrastro no se detuvo y la siguió clavando, ella quiso safarse pero no se lo permitió él, la tomó por la cintura y la pegó contra su verga y pude ver que más de la mitad de su pene estaba dentro de chuchita.
Katy seguía dando alaridos, eso me puso nerviosa y le dije a él -papi no le hagas daño-, pero él no daba marcha atras, siguió cogiéndola cada vez más fuerte y Katy se tapaba ahora la boca con su puño.
Luego fue mi turno, lo que me temía, siguió su misma técnica, de frotar su pene contra mis nalgas y mi rayita, luego sentí como su carne dura entraba en mi rajita, me rompió el himen con fuerza, yo grité y grité, no sirvió para nada, como si eso le diera más motivos para empujar más su verga dentro de mi chochito.
No tuvo piedad con ninguna de las dos.
Sentí su pene meterse hasta que no pudo más por la estrechez de mi vagina que por otra cosa.
Luego se puso a entrar y salir de mi chuchita.
Luego de un rató, volvió a cargar contra Katy, la penetró de nuevo y se puso a cogerla, ahora su pene entró más rápido y más profundo.
Ahora los gemidos de Katy se dividían entre dolor y placer.
Lo mismo me pasó cuando por segunda ocasión mi padrastro me penetró la cuquita, ahora lo hizo con más suavidad, pero más profundo.
Me cogió lo que quiso y me hizo llegar al climax, lo grité y me mojé la chuchita y se puso pura sopa.
Mientras yo me reponía de mi corrida, se montó a Katy de nuevo, la cogió ahora con más fuerza y ahora Katy gemía y no se notaba que fuera de dolor.
Y esta vez él se corrió, se quitó el condón y acabó en las nalguitas de mi amiga.
Nos dijo que el castigo ya había terminado y que quedaría entre nosotros como un secreto.
El no diría nada de lo que vio en mi habitación y nosotras no diríamos nada del castigo.
Katy durmió esa noche en mi cama y no dijo ni una palabra, hasta el otro día.
Se marchó de mi casa y nunca, pero nunca volvimos a besarnos desde esa noche.
Además ya no quiso nunca quedarse en mi casa.
Más tarde ella se fue a otro colegio y yo a uno diferente.
Se fue disipando nuestra amistad hasta volverse nada.
Ahora cada una de nosotras está casada con hijos.
Y nos hemos vuelto a reunir para charlas de nuestra adolescencia y juventud, pero nadie toca el tema de lo que pasó esa noche, en que ella y yo fuimos desvirgadas por mi padrastro.
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