Mi pareja me entregó a su jefe!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos y todas, soy Janine, ahora soy una mujer casada con dos hijos, pero lo que quiero relatar aconteció hace 8 años y he decidido contar esta historia caliente, como agradecimiento a tantos relatos que he leído aquí y que me han enriquecido mis fantasías y me han dado mucho placer.
En ese entonces yo tenía 21 años, soy de tez blanca, cabello a los hombros color castaño oscuro, ojos color miel, mido 1.72 mt y soy de buen cuerpo, mis senos sin ser demasiado grandes, son voluminosos yo diría que de tamaño mediano, soy delgada con cintura y ensanchada en las caderas, con dos lindas ponpis que hacían voltear al más santo.
Mi pareja en ese momento era Samuel, con quien fuimos novios desde la prepa y decidimos vivir juntos sin casarnos, cosa que no le agradó a mi familia. Nos pasamos a vivir a un edificio de apartamentos muy cerca del centro, quien nos consiguió el apartamento fue Roldan el jefe de mi novio, con quien él tiene una relación muy especial casi de hermanos. Roldan es un hombre alto y robusto, se nota que lleva muchos años en el gym, pues tiene un cuerpo bastante definido, tiene unos muslos tan enormes que tiene la circunferencia casi de mi cintura, sus brazos son fuertes y tiene un trasero casi perfecto para ser hombre. Debo decirlo, pero desde el inicio vi que mi novio Samuel miraba a Roldan como un modelo a seguir, casi lo idolatraba, muchas cosas que hacía o decidía tenía la influencia de su jefe. En ocasiones yo me enojaba por eso, pero pensé que no traería consecuencias.
Roldan vivía también en esos apartamentos, él era soltero. Y según me comentaba Samuel, y que el mismo Roldan le había contado, que muchas mujeres en el edificio habían pasado por la cama de Roldan, y es que el jefe de mi pareja no era feo, tenía porte, buen cuerpo y tenía buena plática.
Con el tiempo comencé a notar que Roldan frecuentaba cada vez más a mi novio Samuel en nuestra propia casa, casi siempre cenaba con nosotros, y no había cena que no me dijera lo bien que cocinaba o que bien me miraba con la ropa que traía puesta, en otras ocasiones me llevaba algún regalo, o me ayudaba a servir la comida, cosa que yo le agradecía y no dejaba de decirlo alguna vez a Samuel que ojala se le pegara algo de su jefe Roldan.
Una tarde, yo le había dicho a Samuel que iría a ver a una amiga del colegio, que nos íbamos a juntar a tomar un café y charlar, pero sucedió que mi amiga canceló unas horas antes, asi que tomé en dirección a nuestro apartamento, entré y oí algunos ruidos que provenían de nuestra habitación, la puerta no estaba completamente cerrada, asi que sigilosamente me acerqué y asomé a ver, vi que era Roldan con una mujer que yo había visto en uno de los niveles de abajo, Roldan estaba encima de ella y la estaba follando duramente, los gemidos de la mujer sobresalían, ella estaba casi gritando pidiéndole a Roldan siguiera cogiéndola más duro, las luces de la habitación estaban prendidas totalmente, asi que podía verlos bien desde donde yo estaba. Al principio pensé en cortar con un grito o regaño lo que estaban haciendo, pero el morbo me embargó y me quedé viendo tal escena. Roldan se la sacó y se acostó boca arriba frotándose la verga, allí me di cuenta que el jefe de mi novio tenía un falo grueso y grande, el más grande que había visto en mi vida, la chica se fue colocando encima de la enorme verga y tomándola con la mano la dirigió a su raja, pude ver el esfuerzo que hizo ella para empezar a meter ese trozo de carne en su vagina.
Luego de unos segundos de lucha por fin la verga de Roldan comenzó a entrar en su interior, acompañado de un largo quejido, luego ella inició a subir y bajar encima de su hombre, al principio solo tenía adentro menos de la mitad del falo de Roldan, pero conforme iba repitiéndolo la enorme verga se le clavó completa en su raja, la tipa daba unos graznidos, mientras el la tomaba de la cintura obligándola a metérsela toda, yo estaba como hipnotizada allí en la puerta, pude sentir que me mojé las bragas, estaba totalmente excitada con lo que veía, metí una de mis manos debajo de mi falda y me froté la pepa con mucha excitación, luego dos dedos introduje en mi raja y me masturbé viendo aquella escena.
Al rato los amantes hicieron una variación y el jefe de mi pareja puso a la mujer en cuatro y poniéndose atrás la penetró, ambos me daban la espalda a donde yo estaba, por lo cual era difícil que pudieran verme, lo cual era una suerte. Yo miraba como Roldan arremetía contra la chica, el poderoso cuerpo de él, la tomaba de la cintura y la penetraba hasta que los huevos rebotaban en su trasero, era todo tan caliente, yo estaba a punto de correrme con mis dos dedos dentro de mi raja. La chica estaba ya fatigada y se derrumbó hacia delante, quedando boca abajo en la superficie de la cama, pensé que allí acabaría, pero no, Roldan se subió sobre ella, la ensartó de nuevo y comenzó cogerla sin piedad, los gritos de ambos se entremezclaban, allí me corrí como una quinceañera masturbándose, sentí mi propia eyaculación bajar por mi vagina y mojar mis labios vaginales y mis dedos. Luego salí de allí, del apartamento y me dirigí a un comedor a tomarme un té frío para quitarme la calentura.
Si al inicio había pensado en reclamarle a Samuel por haberle prestado el apartamento a Roldan, ahora en ese momento, solo pensaba en llegar a casa luego de unas horas y hacer como si no hubiera pasado nada. Solo vi la cama desarreglada cuando llegué, y encontré que alguien se había bañado en nuestra ducha. Pero algo si sucedió, yo ya no podía ver a Roldan con los mismos ojos, en las primeras noches después de ese acontecimiento incluso tuve sueños húmedos en donde yo tenía sexo con el jefe de mi novio.
Nunca le comenté a mi novio de lo sucedido. Unas semanas más tarde de esto, fue en una noche de sábado, Samuel me dijo que iríamos a una discoteca, lo cual no era raro, frecuentábamos juntos algunas veces ese tipo de lugares. Y no fue sorpresa que Roldan nos acompañara, esa noche yo bailé más con Roldan que con mi novio, él era un buen bailarin, en las piezas de salsa y merengue, el me apretaba contra su cuerpo, yo sentía como me pegaba contra su entrepierna, entonces me acordaba de el buen miembro que él tenía entre las piernas, eso me producía mucho morbo. Esa noche como no sucedía antes, le permití a Roldan tocarme en partes que nunca le hubiera permitido, pero como estábamos bailando el usaba eso como pantalla, sentí sus manos acariciar mis nalgas, pegarme su torso contra mis senos, luego se frotaba con ellos, no sabía si eso era a propósito o era casual.
Lo supe hasta que yo le dije a Roldan que debía ir al tocador, el cual era por un pasadizo angosto y muy oscuro en esa discoteca, cuando iba hacia el tocador vi varias parejas que aprovechaban la osuridad para darse algún agasajo. En eso alguien me toma de la cintura y me pone la espalda contra la pared, era Roldan, buscó mi boca y me besó, lo quise apartar de mi, pero su fuerza era superior, además mi intento fue con poca convicción, no tardé en responder en beso y nuestras lenguas se revolcaron la una con la otra, las manos de Roldan se metieron debajo de mi falda y me apretaron las nalgas con mucha fuerza y deseo, sus manos se metieron dentro de mis bragas y por la parte de atrás me tocó la rajita, me mojé solo de sentir sus manos acariciando mis labios vaginales, soltó un momento mis labios solo para decirme que no podía aguantar decirme que me deseaba mucho y que era una mujer muy bella. Hasta en ese momento reaccioné y si bien no era aún la esposa de Samuel era su pareja, su prometida. Asi que aparté a Samuel y le dije que no estaba bien esto, que iba a decir Samuel, diciendo eso me metí al tocador y me eché agua en la cara. Tardé unos quince minutos en salir de allí.
Al salir, ya Roldan estaba en la mesa bebiendo cerveza con Samuel, le dije a Samuel que me sacar a bailar, lo hizo, charlamos un poco, yo estaba nerviosa, luego de pocas piezas, Samuel me pidió que nos fuéramos a sentar de nuevo a la mesa con Roldan. El resto de la noche estuvimos bebiendo cerveza, yo no suelo beber más que una o dos, pero ya llevaba cuatro esa noche, no estaba ebria para nada, como que la cerveza no me hacía efecto. Salímos como a la dos de la madrugada de la discoteca, nos fuimos en taxi a la casa, ya allí vi que Samuel le costaba caminar, estaba casi borracho, llegamos a nuestro apartamento e invitó a Roldan a entrar y tomar la última cerveza, yo no estuve de acuerdo, pero mi novio insistió, entramos los tres.
Samuel puso el modular y puso unas piezas parecidas a las de la discoteca, Roldan se paró y me pidió bailar con él, yo dije que estaba cansada, pero fue mi novio quien insistió, asi que me puse a bailar con Roldan, quien otra vez me pegaba contra su cuerpo y en ocasiones me tocaba las nalgas, voltee a ver a mi novio pues Roldan ya lo hacía descaradamente en ocasiones, pero Samuel estaba como estúpido, en eso vi que se quedó dormido allí sentado en el sillón de la sala. Detuve la música y traté de despertar a Samuel, pero fue inútil, entonces me dijo Roldan que lo llevaramos a la cama, entre los dos casi lo cargamos en peso a la cama. Luego le dije a Roldan que se tenía que ir, lo acompañé a la puerta y nuevamente se me avalanzó y me prensó contra la pared, me beso y yo quise quitarlo, pero su fuerza se impuso de nuevo, luego el deseo pudo más y de nuevo me quedé besándolo, otra vez su lengua y mi lengua volvieron a dar batalla, con su estatura y su fuerza, me levantó tomándome de las nalgas, en peso me sacó de nuestro apartamento y camino por el pasillo hasta su apartamento, siempre estuvimos besándonos, abrió la puerta y me metió en su habitación, y me acostó en su cama, que era enorme, luego casi me arrancó el vestido, algunos botones salieron volando, me rompió las bragas en pedazos y luego tiró mis zapatos, quedé en cueros sobre su cama a su merced.
Empezó besando y lamiendo mis pantorrillas, luego mis rodillas, siguió hacia mis muslos, su lengua pasaba por doquier, se fue metiendo en mi entrepierna y sentí cuando su lengua tocó mi sexo, yo grité y gemí de placer, después con sus fuertes manos abrió mis piernas y comenzó a depositar una serie de lamidas y chupones en mis labios vaginales, yo estaba muy mojada de excitación y el se dio cuenta pues me abrió los pliegues de mi raja y comenzó a lamer mis jugos íntimos, los degustaba pues hacia ruido con sus labios –mmmmm!!!- como cuando alguien degusta un platillo de comida. Luego quiso incrustar su lengua en el orifico de mi vagina, creo que allí me corrí por primera vez, su viscoso pedazo de lengua hacia pequeños círculos en la entrada de mi vagina y estoy casi segura que logro meter alguna parte de ella. Yo me corrí como una ramera, quería que aquel placer no terminara nunca.
Sentí luego que su boca comenzó a subir por mi vientre, sentí su lengua recorrer la redondez de mi senos y sus labios atrapar mis pezones que estaban erectos, los mamó lo que quiso y luego vi como acomodaba su verga en la entrada de mi vagina, podía sentir lo duro y lo grueso de su falo, tomándola con una de sus manos la empujó para penetrarme, sentí su enorme cabeza dilatar mi agujerito, luego siguió empujando y sentí como su largo pedazo de carne me entraba con dificultad, a pesar que había lubricado de más mi vagina, pujé y lo abracé, el ahora siguió empujando su verga con el movimiento de sus caderas, su verga me abrió todo el canal de mi vagina, nunca había sentido tal cosa, pero no dejé de gemir de placer, quería que Roldan me partiera en dos, me aferré más a él y mis piernas lo entrelazaron, el siguió su tarea de metérmela toda, y lo consiguió un minuto después. Los dos estábamos agotados, pues vi sudor en la frente de él, quedamos un rato sin movernos, solo sabía que su verga estaba adentro de mi rajita.
Nos besamos, besó y lamió luego mi cuello, mis orejas y bajando un poco más con algún esfuerzo, me mamó los pezones de nuevo, poco a poco comenzó a dar cintura de nuevo, me dijo que era muy estrecha, sus movimientos de cadera comenzaron a ser más fuertes y acompasados, Roldan gemía y me hacía gemir cada vez que me penetraba. Luego sus movimientos parecía más empellones, me movia a mi y a la cama cada vez que me la metía, sentí que la cama daba vueltas conmigo encima, me estaba asaltando otro orgasmo. Me corrí y me corrí…
Roldan esperó que se me pasara antes de cambiarme de posición, me volteó y me puso en cuatro, como puso a aquella mujer en mi propia cama aquella tarde, Roldan se puso atrás de mi y me acarició las nalgas, sus dedos jugaron un poco con mis labios vaginales, yo estaba demasiado excitada, quería sentirlo adentro de mi, asi que le pedí que me la metiera de nuevo, sentí como su verga se frotó contra mi sexo, la cabeza de su verga la pasaba contra mi culo y contra mi raja, por fin sentí que me entraba otra vez, su gordo glande tuvo de nuevo dificultad para meterse en mi vagina, pero luego de empujar fuertemente se deslizó su verga en mi interior, pegué un grito como la había hecho aquella mujer, el me tomó de la cintura y de un empujón me la metió todita su carne, luego me embistió como un toro, yo sentía que su verga me llenaba toda la vagina y se quedaba corta, los dos nos pusimos a gemir con cada embestida, no tardé en correrme otra vez.
Luego, me acordé de como se había tirado por último a la mujer en mi cama, lo cual me había causado una soberbia impresión, asi que me dejé caer en la cama quedando al nivel de la cama, Roldan se subió sobre mi y poniendo su verga en mi vagina me la metió de una sola arremetida, luego se puso a darme duro pistoneando su falo en mi vagina, entraba y salía con fuerza, yo sentí que su verga me iba a salir por el ombligo, yo gritaba y el gritaba era todo una masacre (desde ese día esa fue mi posición favorita), no tardé en llegar a mi enésima corrida. Yo le pedía más duro y más duro y el me satisfacía dándo unos pistonazos que hacían rechinar toda la cama, en eso sentí que sus dedos comenzaron a masajear mi ano, usaba mis propios jugos para mojarlo y luego me insertaba la punta de su dedo, más tarde sentí dos dedos jugar con mi culito, luego insertó la punta de los dos adentro, yo me quejé como diciéndole que mejor me siguiera cogiendo por la raja, que la estaba pasando muy bien. Pero Roldan siguió con su juego en mi culito.
De pronto ya no sentí sus dedos, solo sentí que sacó su verga de mi raja y la puso en la entrada de mi ano, me quise voltear pues no es que haya hecho eso antes con mi novio, sino el tamaño de su verga me preocupaba, pero Roldan me puso su fuerte mano en la espalda y me apretó contra la cama, casi no podía moverme, puso su verga dura en mi ano y comenzó a empujarlo, le dije que no lo hiciera, luego le dije que lo hiciera suave, pero Roldan estaba como loco por mi agujerito del culo y con una embestida mortal me penetro el culo, patalee, grité y casi lloré, pero Roldan solo tenía una cosa en su mente, cogerme por el culo, me la fue metiendo sin miseria, dando tremendas embestidas, hasta que no tuve más que mejor relajarme, me quedé inmóvil y sentí cuando su fuerte musculo me entró casi toda, el se movio varias veces y comenzó a emitir como un chillido de hombre, luego sentí algo caliente dentro de mi recto, era toda su leche que estaba descargando en mis intestinos.
Duró como un minuto o más su corrida, varios chorros de esperma se alojaron en mi colita, Roldan como dije emitió varios quejidos hasta que su verga ya no palpitó más, luego el se quedó encima de mi, los dos quedamos inertes, pude sentir como su falo fue perdiendo dureza y tamaño, y como mientras se iba volviendo más pequeño su leche comenzó a salir de mi agujerito en forma de pequeños hilos blancos.
Yo fui la primera que quise ponerme de pie, lo hice a un lado y busqué mi ropa, me puse lo que encontré en buen estado, pues mis bragas estaban completamente rotas. Me fui sin ellos, entre a la casa con mucho miedo y abri la puerta del dormitorio y me tranquilicé al ver a Samuel roncando a pierna suelta. Me cambié para dormir y me acosté a su lado, estaba cansado y con sueño, cerré los ojos y aún con semen de Roldan en mi orto me quedé dormida.
Luego de esa aventura con Roldan, me propuse acabar con la relación con Roldan, pero Samuel no ayudaba mucho. Una noche, fin de semana, me pidió que acompañara a Roldan a una fiesta donde él estaba invitado como empresario, me dijo que hacíamos una bonita pareja bailando y que el no le gustaba bailar, yo no daba crédito a lo que yo escuchaba, Roldan llegó puntual a traerme, yo me fui con una mini y un hilito dental como braga, para darle celos a mi pareja, tal vez con eso reaccionaba. Pero no, solo se despidió de mi con un beso, casi entregándome a su jefe.
En otro relato hablaré de esa noche de la fiesta, pero para adelantar un poco, Roldan luego de un par de horas me sacó de la fiesta, los dos estábamos muy calientes, me llevó a un motel de lujo, de esos que sirven solo para follar, con espejos por todos lados. Luego de comernos nuestros sexos, cogimos como tres horas, follabamos y descansábamos luego volvíamos a follar, el se corrió en mi boca, en mi raja y en mi culo de nuevo, esa noche fue un máquina sexual, me dejó agotada y cansada de coger, me dolía la rajita y mi culito de tanto recibir su trozo de carne dura. Cuando me sentía mal por Samuel, pensaba en la forma que me había entregado esa noche, fue un estúpido.
No me quedé con ninguno de ellos, si me volví amante de Roldan, con el consentimiento de Samuel, pues el lo sabía todo, pero al cabo del año, abandoné a Samuel y a Roldan., .
Quisiera tener una pareja q me entregue