Mi primer trío fue con mi marido y mi suegro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estoy casada con Renato de mi misma edad y mi suegro es Claudio, quien realmente es el padrastro de mi marido, pero él lo quiere como si fuera su padre biológico.
El tiene 45 años y es muy guapo, tiene una personalidad magnética, cuida su dieta y hace mucho gym, tiene un cuerpo que esta para chuparlo.
Siempre nos ha apoyado y mi marido trabajo en su empresa, donde él es muy exitoso.
Renato, mi marido y yo tuvimos cinco años de noviazgo y luego nos casamos, hemos hecho de todo en la cama, desde juguetes, un poco de sado, no tengo ningún agujero virgen en mi cuerpo pues le encanta darme por el chiquito (culito) y compramos disfraces para dramatizar nuestras fantasías.
Hasta que un día propusimos tener un trío en la cama, dos hombres y yo, asi que cuando Renato me preguntó a quien me gustaría tener en mi cama, le dije sin dudar a mi suegro, a Claudio, pero él es un poco callado, eso si, me he dado cuenta desde siempre que yo le gusto, porque lo he sorprendido viéndome la colita, mis senos o mis piernas, Y en ocasiones me ha dicho que si me hubiera conocido cuando era joven me hubiera conquistado.
Mi marido estuvo de acuerdo, asi que lo invitamos a cenar una noche hace unos cinco meses.
Luego de cenar, los tres nos fuimos a la sala, alli hubo traguitos, mi suegro no sabía lo que habíamos planeado con Renato, y yo me había puesto un vestido de una pieza, pegado a mi cuerpo, con un excesivo escote, aunque no tengo tetas tan grandes, si las tengo medianas y muy sexys, sorprendí a Claudio viéndomelas y también mis muslos, fue entonces cuando Renato dijo que le faltaba agua soda, y que iría al supermercado a traer, me quedé sola con Claudio, Me fui acercando y le dije a mi suegro que esta noche yo estaba muy caliente, me acerqué a él y le pregunté si estaba saliendo con alguien (el estaba separado de mi suegra), me dijo que si, pero nada serio.
Entonces puse una mano en su muslo y se lo acaricié, él tragó un poco de saliva, luego mi mano se puso encima de su paquete que no estaba del todo inerte, pude sentir que tenía una semierección ya, se lo acaricié mientras hablamos de algo, Su pene creció mucho, pude ver que no era de mal tamaño y grueso.
Cuando vi que se estaba excitando, le pregunté si yo le gustaba, el respondió con un si inmediato, luego le pregunté que me haría si me tuviera en su cama, el primero se río, luego me dijo que me chuparía todo el cuerpo, iniciando por mis tetas, entonces me bajé el escote y le pedí que me enseñara como, el se puso nervioso y me dijo que no era el momento más oportuno, pues Renato podría regresar en cualquier momento, entonces yo me acerqué y tomándolo de la cabeza le puse mis tetas en su boca, el comenzó a mamar mis senos, lo hacía con mucha energía y deseo, me mamaba los pezones y los apretaba con sus dientes, que rico me lo hacía.
Mientras me chupaba abundantemente mis senos, le fue abriendo el cierre del pantalón, metí una de mis manos y saqué su enorme verga, era un cilindro grueso con venas saltadas y piel suave, mi suegro tiene una verga de envidia.
Le interrumpi la chupada de tetas que me daba para bajar a chupar su bello musculo, tuve que abrir bien la boca para que entrara y comencé a saborear su dura verga, yo le daba besos y tremendos chupones que hicieron gemir a mi guapo suegro.
Le dije que se acomodara y se hizo para atras y se acomodó en el sofá, yo le pasé la lengua a todo lo largo de su empalada verga, llegué hasta sus cojones y los lamí y chupé, mi suegro estaba sintiendo un rico placer, me tomó de la cabeza y metió su verga en mi boca hasta que sus huevos fueron los únicos que quedaron fuera, casi me ahogo de verga.
En eso estabamos cuando Renato hizo su aparición, -¿con que gozando sin mi??- dijo al entrar, yo seguí mamando solo le sonreí, pero mi suegro si se asustó y quiso quitarme de alli, pero lo calmamos y le dijimos que esto estaba planeado después de la cena.
Renato se fue quitando la ropa y mientras yo seguía comiéndome aquella rica verga, él se puso atras de mi y se puso chuparme el culo y la raja, pasando su lengua y dándome más placer.
Mi suegro aún se notaba nervioso, pero aún asi me follaba la boca duro con frecuencia, en eso Renato me dijo -Montate a mi papá!-, le quité los pantalones y la camisa, aún tenía muy buena musculatura Claudio, me fui subiendo sobre su larga verga y me dejé caer metiéndome casi toda en mi raja al estilo vaquero,sentí su dura carne enterrarse profundamente en mi vagina, me acomodé y luego tomé las manos de mi suegro y las puse en mis nalgas para que tomara confianza, asi que comencé a cabalgarlo bien rico, él me apretaba las nalgas y se movía al ritmo de mis movimientos de pelvis, mi marido estaba viendolo todo y se la jalaba, también ya la tenía totalmente empalada.
-Mi amor aqui hay lugar para ti!- le dije al ver su verga bien parada y subi mi culito, el se colocó atras y ensalivándose la verga me la dejó ir en mi recto, ¡ayyy que rico!! exclamé, pues otra de mis fantasías por partida doble se volvía realidad, me estaban sometiendo dos machos y uno de ellos era nada menos que mi lindo suegro.
Los dos machos se movian dentro de mi cuerpo y aquello se volvió una sodoma, pues todos gemíamos y decíamos cosas sucias mientras cogíamos de lo lindo.
No hay nada parecido a tener dos lindos varones dentro de mis partes íntimas, es sexualmente delicioso.
No había notado, pero mi marido era el más excitado de todos, pues luego de algunos minutos, gritó y se corrió adentro de mi chiquito, me llenó de semen mi recto y luego que me la sacó, me quedé para seguir cabalgando la rica verga de mi suegro que no tenía la menor intención de correrse por el momento.
Me zafé y me puse en cuatro sobre el sofá moviendo mi trasero ofreciéndoselo a mi suegro, quien ya más en onda, se puso atrás de mi y la volvió a clavar en mi raja, luego me empezó a dar duro pistoneando su palo dentro de mi.
Estuvo asi buenos minutos, para luego me la sacó y la sentí puyando mi ano para penetrarme, relajé mis músculos y luego sentí su gruesa verga atravesarme y metermela en dentro de mi chiquito, grité y ahora estaba segura que era más gruesa que la de mi marido, pues me dolió un poquito, pero no tardé en adaptarme a su grueso y largo y luego a gozarla, mi suegrito me dio duro y también se corrió en mi chiquito, sacó más leche que mi propio marido.
Luego nos sentamos en la sala a descansar, Renato nos sirvió algunos tragos frios para reponernos, -que linda sorpresa me han dado!!- dijo Claudio, todos nos reímos y luego le contamos todo el plan.
Luego de charlas y bromas él se despidió siempre agradeciendo la rica velada.
Pero eso no terminó alli, mi esposo me decía casi cada día que su papá me mandaba saludos y no olvidaba lo sucedido esa noche.
Semanas más tarde, mi esposo tuvo que irse de capacitación por unos días, la primera noche me llamó diciendo que su papá iba a llegar a cenar a la casa, pues le había convencido que me llegara a visitar, para ver que no me faltara algo, mi esposo con sarcasmo me dijo, alli te encargo a mi papá.
y se rió.
Pues su papá llegó y me cogío esa noche, ahora fue solo para mi, me desnudé y me puse acostada en la cama, luego le dije que cumpliera lo que había prometido, que me comiera todita, me besó, lamió y chupó desde los dedos de los pies hasta la frente, luego me cogió por la vagina y por el culo todo lo que quiso, tuvimos como dos horas de sexo duro, como un campeón en sus mejores tiempos mi suegro se corrió tres veces, quedó agotadisimo sobre la cama, que se quedó a dormir conmigo toda la noche.
En la mañana lo despedí con una mamada de verga hasta que lo hice correrse en mi boca.
Al siguiente día volvío a llegar para cenar, me enseñó en su mano una tableta de viagra, y me dijo que no iba a perder un día sin cogerme, ya que no todos los días podemos estar solos, me volvió a coger, esta vez lo hicimos todo en el jacuzzi que tenemos en la planta baja, fue otro rico palo con mi suegro.
Y hemos repetido el trío otras dos veces más.
Todo en familia.
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