Mi primer trío, jamás esperado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A veces no termino de entender cómo es que permití todo esto, como es que me convertí en una adicta al sexo.
Cuando tenía 23 años me dedicaba a estar de fiesta con mis amigos, aprovechando que mis padres me daban todo, más porque como ellos vivían en otra ciudad, no se daban cuenta de mis parrandas.
Pero una de las memorable y loca fiesta a la que asistí, fue cuando Mayke nos invitó aquel lugar que más adelante se convertiría en mis preferidos.
En un principio tuve mis reservas, ya que me tocó ver cosas a las que no estaba acostumbrada, chicas besándose, otras bailándole muy sensual a algún grupo de chicos o a la inversa, pero sobre todo ver cuartos con diferentes rótulos en las puertas: sadomasoquismo, doms, tríos, orgías, bdsm, hasta un cuarto con el rótulo de "sexo vainilla"
Me sentí muy incomoda, puesto que nunca nuestras fiestas habían girado alrededor de sexo, los más hot que llegamos hacer fue jugar pocker de a prenda; obviamente Mayke y su novio Janh habían frecuentado ese lugar anteriormente, moviéndose muy tranquilos, mientras que Susy y yo solo observábamos con asombro.
Estuvimos gran parte de la noche bailando y bebiendo, sin que nadie se metiera con nosotros, dejándonos reír como locos por nuestras tontas bromas.
Ya entrada la madrugada, un tipo con excelente cuerpo, saco a bailar a Susy; recuerdo que pensé que era una suertuda por tener con quien bailar, para más tarde desaparecer juntos.
Mientras que yo baila con mis amigos hasta que apareció una rubia con un vestido diminuto que se la pasó tocando la entrepierna de Janh que crecía a cada roce, provocando que Mayke riera por las copas que llevábamos.
Justo cuando pensaba regresar a la mesa reservada, sentí unas manos posarse en mis caderas, dejándome sentir el rose de un cuerpo sobre mi espalda y trasero.
-hola bonita- susurro sobre mi oído, yo solo pude reí por las cosquillas que eso me provocó, dándole pie a tocarme con más familiaridad, a pesar que la voz fue de una chica -llevo rato viéndote y quiero que nos divertamos – su voz era autoritaria, logrando que mi cuerpo hormigueara.
-¿qué?- dije entre avergonzada y divertida por la situación, sin saber muy bien cómo reaccionar debido a mi estado etílico.
-veo que tus amigos están ocupados, así que quiero que tú también la pases bien, créeme no te vas arrepentir- la chica pasaba sus manos sobre mi abdomen, haciendo más firme su agarre, para que sin darme cuenta me hiciera caminar poco a poco hacia una de las puertas; fui consciente de ello ya que estábamos enfrente de una que decía "tríos"
-pero no te conozco- me voltee para de una vez conocer quién me estaba tocando.
Era una chica de mi estatura, con facciones finas y unos 3 o 4 años más grande que yo, de hecho era muy guapa y por lo que había visto tenía buen cuerpo.
-pues nos podemos conocer muy bien- no tuvo recato en pasar suavemente la punta de sus dedos sobre mi hombro y su otra mano pasándola de mi cadera a mi trasero, cualquiera que nos viera hubiera crecido que nos conocíamos de mucho tiempo, especialmente porque yo no detuve ninguno de sus movimientos.
-pero.
yo nunca he, bueno no soy.
lesbiana – ella me seguía distrayendo con sus caricias y río por mi comentario.
-el chiste es saber disfrutar, sea con quien sea – esta vez tenía ambas manos sobre mi trasero, pegándome a su cuerpo, logrando que nuestros pechos se tocarán – y créeme, yo sé muy bien cómo hacerte gozar, aparte no veo resistencia, creo que lo disfrutas-
En ese momento se abrió la puerta y un hombre de unos 30 años apareció, era alto y musculoso -vaya, iba a ir a buscarte, has tardado, pero pasen, está todo listo-
La chica me guío dentro de la habitación, para después poner un letrero de ocupado en la puerta y cerrarla con seguro.
-vaya elegiste muy bien, estás muy bonita-el hombre acaricio mi rostro, mientras yo me sentía muy nerviosa.
-calma Issac, al parecer nuestra nueva amiga es principiante en esto – de inmediato el hombre se alejó.
-entonces.
Explícale y platica con ella –
-¿es la primera vez que vienes aquí?- ella me pasó una bebida, al parecer era vodka.
-si, ni siquiera sabía el tipo de lugar que era este-
-nunca has estado en ningún tipo de trío – negué mientras bebía – pero has tenido sexo – esta vez asentí – bueno, Issac es mi esposo, nosotros venimos cada fin de semana aquí a disfrutar, principalmente nos gusta esta sala, aunque a veces nos metemos en las de doms o a veces hacemos reuniones en casa donde.
bueno ya te imaginarás-
-¿tú.
siempre eliges?- sin darme cuenta me había terminado la bebida.
-cuando decidimos hacerlo con una chica lo hago yo, pero si queremos algún hombre elige él-
Cuando voltee a ver a su esposo, él se encontraba en un sillón frente a la cama, solo que lo único que traía eran unos bóxer que le sentaban muy bien, se veía expectante, esperando por.
nosotras.
-anda, no te vas arrepentir, la vamos a pasar muy bien – nuevamente tenía a la chica detrás de mí, susurrándome al oído, tomándome por las caderas mientras me subía el vestido- ¿qué dices? –
-es que.
– fue lo único que dije.
-aquí nadie está a la fuerza- esta vez ella bajó mi tirante del vestido y beso mi hombro-
-bien- dije ya algo exitada por todas sus caricias y por lo bebida que estaba.
-eso es – y me alentó a caminar hacia la cama -¿qué quieres que hagamos primero?- le preguntó a su esposo.
-desnudense la una a la otra, empieza por ella – y sin más ella bajó el cierre de mi vestido, lenta y turtuosamente, con los ojos de Issac sobre nosotras, pasando delicadamente su mano sobre mi espalda – tan exquisita como lo esperaba, debo decir que no pierdes el toque July – ese era su nombre; ella se puso en cunclillas para ayudarme a salir de mi vestido, dejándome en ropa interior, pasando sus manos a lo largo de mis piernas.
-bonito conjunto – susurró ella para después darle un beso a mi cuello.
-eso es, delicioso- dijo Issac tocándose la entrepierna.
-no te vas arrepentir de esto, estoy más que segura – July bajo mis tirantes del sujetador, haciendo todos sus movimientos lentos, supongo que dándome espacio por si no quería continuar, pero a esas alturas me encontraba muy exitada y no pensaba en nada más que en sexo.
-espera July, que ella te quite tu vestido – nos interrumpió justo cuando ella estaba por abrir el broche del sujetador.
Así que hice lo que ella conmigo, baje su cierre y después la ayude a salir del vestido, la diferencia es que ella no traía sostén, solo una diminuta tanga, dejando sus pechos al aire, eran grandes, incluso en ese momento me dio mucha curiosidad y quería tocarlos, comprobar que tan firmes eran- bien, sigue con ella – la voz ronca de Issac me decía lo muy exitado que estaba.
July me acarició nuevamente por mi abdomen y cintura, para continuar con lo que había dejado pendiente, abrir mi sujetador y liberar mis pechos, que enseguida fueron acariciados por ella, logrando que estos se endurecieran.
-bonitos, me gustan- ella no tuvo ningún reparo en acariciarlos, incluso pellizco mis ya endurecidos pezones.
-chicas van a matarme – Issac se movía incómodo en el sillón.
-tócame- me exigió July- toca mis pechos como yo toco los tuyos- ella notó la duda en mi, así que guió mi mano hacia sus senos, apretando con fuerza y de esa forma, comprobando lo firmes que eran; mi tanga estaba ya muy húmeda por la situación -¿cómo te llamas?- me preguntó entre gemidos.
-Karla -susurre.
-lo estás haciendo muy bien Karla -ella quitó su mano y continuó acariciandome, dejando una mano sobre mi pecho y la otra viajando a mi trasero, pellizcándolo -tienes un cuerpo de infarto, se ve que te ejercitas –
-vamos nenas mucha platica, quiero más acción –
-¿quieres tocar, ver o penetrarnos?- preguntó July a su esposo.
-por el momento ver, cómetela, saboreala- July sonrió maliciosamente, así que por ese instante me pregunté si estaba yo haciendo lo correcto, no sólo me estaba metiendo con desconocidos, sino que estaba dejando que ellos hicieran lo que quisieran conmigo, pero creo que la cantidad de alcohol que había bebido no me permitió pensar más que en la exitación que sentía.
Me deje guiar hasta la cama donde July me pidió que me acostara, para después acomodarse junto a mí y continuar con sus toqueteos y empezar a besarme, fue extraño en un principio, pero lo disfrute; después siguió besando mi cuello, abriéndose camino hasta mis pechos, mientras besaba y mordisqueaba un pezon, el otro lo pellizcaba.
-ah siii- gemidos empezaron a inundar la habitación, no sólo míos o de July, también de Issac que ya se había deshecho de su bóxer y se tocaba su largo miembro.
-cómetela cariño, que grite de placer – Se veía que Issac estaba disfrutando de lo lindo, mientras que yo descubría que mi cuerpo era muy receptivo a las caricias de July.
Ella dejó mi pecho y continuó con sus besos hacia mi abdomen para después darme un beso sobre mi tanga, que no tardó en jalar del resorte hacia abajo, dejándome totalmente desnuda, solo continuaba con mis tacones.
-perfecto, me gustan depiladas, creo que esta noche tuve la mejor elección en mucho tiempo- la forma de July de sonreír me decía que en verdad lo estaba disfrutando, así que no tardó mucho en abrir mis piernas para meter uno de sus dedos en mi vagina, logrando que gimiera más alto.
-oh nena me encanta lo que haces – decía Issac, que ya estaba al lado de la cama, viendo nuestros cuerpos a detalle.
-Karla, esta noche vas a ver las estrellas más de una vez- July se agachó y metió su lengua en mi vagina, dándome el mejor sexo oral que nunca me había imaginado, ella era implacable, decidida y contundente.
-aaahhhh, siiii – empecé a decir entre gemidos, agarrándome con fuerza a las sabanas.
-tócate tus senos, vamos bonita – me dijo esta vez Issac -de solo verlas me puedo correr- Yo le hice caso, apreté mis pechos con fuerza, mientras que July seguía con mi intimidad, sabía que en cualquier momento mi orgasmo llegaría, ella sabía muy bien lo que hacía, sabía dónde tocar, donde lamer, hasta que de repente se detuvo para ver a su esposo.
-¿qué haces?- le dijo riendo.
-cariño lo siento no aguanto más – él estaba atrás de ella quitándole su tanga- esta chica es tan caliente como tú, te necesito amor – sin preámbulos ni jugueteos, la penetro, obteniendo un largo y placentero gemido de su esposa -sigue con ella, haz que se corra –
Ella siguió, esta vez con un ritmo más lento y pausado, disfrutando de cada envestida que le daba su esposo, gimiendo de vez en cuando, hasta que decidió subir sus manos hasta mis pechos y estrujarlos con fuerza, para minutos después lograr que me corriera y tomar todos mis jugos.
-ooohh siii – dije sin decoro, enseñándoles lo mucho un disfrutaba.
-vamos Karla besa a July para que pruebes tus jugos – Issac agarraba con fuerza a su esposa de las caderas para penetrarla de igual manera, así que me moví para hacer lo que me había dicho, besar a July con fuerza y descubrir mi sabor -ahora ven aquí, déjame tocarte y tener esa deliciosa boca en mis labios-
No lo pensé e hice lo que me dijo, su boca era exigente, así como sus manos fueron curiosas y empezaron a recorrer mi cuerpo al mismo tiempo que él seguía envistiendo a su esposa con ímpetu, mientras que ella disfrutaba gimiendo por el placer que él le provocaba.
-esto es de locos – dije entre besos.
-penétrala amor, cógela – July se había separado de su esposo para dejar que él me acomodara en la cama, mientras ella le colocaba un condón y así poderme penetrar; como lo había pensado, él envestía con fuerza, entrando y saliendo a su antojo, dándome el sexo más duro que jamás había recibido, que jamás pensé que me gustaría tanto – si, así – decía July.
-me encanta, es tan estrecha – Issac y July empezaron a besarse con pasión, mientras yo dejaba que él siguiera con sus envestidas, gemía y acariciaba el trasero de July -tócala cariño – le exigió Issac, por lo que July no tardó en meter uno de mis pechos en su boca y con sus manos acariciarme.
Era alucinante lo que estaba viviendo, lo que estos desconocidos me provocaban, incluso no sabía que era multiorgasmica.
July se canso de besarme por donde fuera así que pasó sus piernas a cada lado de mi cabeza para ponerme toda su intimidad sobre la cara, era la primera vez que haría eso pero no me detuve con mis dudas, ella era dulce y tocaba mis pechos incitándome y hundiendo su intimidad sobre mi boca; Issac seguía con sus fuertes envestidas gimiendo a nuestro ritmo, para después besar a su esposa al momento que yo tomaba sus nalgas y las abría y cerraba con fuerza.
-oh Dios esta mujer es buenaaaaa- dijo July mientras su orgasmo llegaba al mismo tiempo que el mío llegaba gracias al grueso pene de Issac y el dedo pulgar de July sobre mi clítoris.
-ooohh- me aferré con fuerza q las nalgas de July haciendo más intenso su orgasmo al parecer.
Issac no tardó en acompañarnos con un par de envestidas impetuosas y placenteras, que como había dicho July me hicieron ver las estrellas.
Estuvimos tendidos en la cama durante un rato, sudorosos y con el olor a sexo invadiendo nuestros cuerpos, incluso recibía una que otra caricia que no tarde en regresar.
-Karla has estado genial, espero que lo hayas disfrutado- me dijo July.
-creo que ha sido la mejor sesión de sexo en toda mi vida – conteste con una sonrisa.
-me alegra oír eso- Issac se levanto para pasarnos un par de tragos – nosotros venimos seguido aquí, que July te pase nuestros teléfonos por si quieres repetir en alguna ocasión –
Y así fue, repetí con ellos lo más pronto que nunca me imaginé, descubriendo una nueva sala donde me deje atar y descubrir que el estar amarrada me ponía al 100, pero eso lo contaré en otra ocasión con más calma.
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