MI PRIMERA EXPERIENCIA BISEXUAL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
De mis pasadas experiencias con otras parejas quisiera contarles la cual considero ha sido una de las más ricas (todas lo han sido para mi) ya que no solo fue mi primera sino de las más entretenidas que he tenido. Por razones de mi trabajo he tenido oportunidad de viajar bastante, por diferentes lugares del mundo. Hace unos diez años estaba de viaje por San Diego en los Estados Unidos en un curso de dos semanas. Terminada la primera semana, tenía libre el fín de semana y contrario a lo que hicieron otros compañeros que se fueron a pasarlo a Los Angeles, yo preferí quedarme y descansar en el hotel.
Estaba yo en la piscina y entre las personas que había me quedé observando a una pareja que estaba dentro de la piscina besándose y acariciándose. Fue la forma como se acariciaban lo que me llamó la atención, siendo de una forma dulce, pero al mismo tiempo muy sensual, particularmente por los gestos de ella cuando sentía las caricias de él. Tal vez me quedé como absorto viéndolos y pensando saber que cosas, que en un momento ella se me quedó mirando y cuando me di cuenta que me estaba viendo me corté todo y ella me sonrió. Creo que le devolví una mirada apenado.
Al rato me metí en el jacuzzi al lado de la piscina y poco después llegaron ellos, y comenzamos a platicar. Eramos los únicos en el jacuzzi. Ella de 36 y el de 38, norteamericanos (en ese entonces yo tenía 41 o 42). Ella de cabello castaño, piel ligeramente morena y con un buen cuerpo; el de una contextura similar a la mia de ese entonces (unas libras menos). Mientras platicábamos sentí que dentro del agua el pie de ella me tocaba y acariciaba mi pie, lo cual retiré lentamente para no incomodar. Nuevamente ella me buscó y entonces la volví a ver y ella me sonrió, lo cual me puso un poco incómodo ya que ella estaba con su marido al lado.
En ese momento el se volteó y me miró también sonriente y me preguntó si me incomodaban los roces con la piel de su esposa, a lo cual le dije que no. Ambos se corrieron hacia mi y ella puso su mano en mi pierna, justo donde terminaba la calzoneta. Lo que siempre uno hace como tonto fue bajar la mirada a la mano y después levantarla hacia ella y enseguida hacia él, yo pensaba que iba a terminar en pleito eso. El estaba sonriendo como en aprobación por lo que no me incomodé. Al sentir su mano en mi pierna sentí una buena excitación y tal vez por el morbo de saber que tenía al esposo al lado, me sentí mucho más excitado.
Ella empezó a acariciar la pierna y al notar mi excitación pronto subió la mano hasta encontrar mi pene. Creo que el brinco que di les debió causar gracia, ya que ambos se rieron. Pedimos unos tragos ligeros y seguimos platicando al tiempo que yo ya había puesto mi mano en su pierna y la acariciaba. Ella tomó mi mano y la dirigió a su panty de bikini y me llevó a acariciarle su clitoris. Comencé a acariciarla y ella, entre gemidos besaba y acariciaba a su esposo. Poco después tuvo un orgasmo donde la sentí estremecerse entre mis dedos. Se volteó y me dio un delicioso beso en la boca. Revivir esta historia y relatarla es bastante excitante para mi.
A todas estas, ya eran las 2 de la tarde y me invitaron a almorzar en su cabaña. El hotel tenía un edificio de habitaciones y otra área de cabañas individuales con cocineta, sala, etc. A lo que entramos a la cabaña ella se quitó el top de su bikini, dejando ver unos senos pequeños, firmes, con un pezón rosado que atraía y me hacía saborear. Se me acercó y abrazó con lo cual sentí el contacto de esos ricos pezones. Yo le correspondí el abrazo y el consiguiente beso apretándola contra mi, obviamente ya excitado. Nos acariciamos frenéticamente. El esposo fue al baño y abrió la ducha y nos llamó para que fuéramos con él.
El ya estaba desnudo en la ducha y cuando entramos ella se bajó su bikini, quedó desnuda y entró en la ducha con el. Yo me quedé afuera un momento viéndolos a ellos besarse y acariciarse, lo cual obviamente me hacía seguir con mi excitación. Allí pude ver como el pene de el, se iba erigiendo hasta ponerse firme como un riel.Hasta ese momento, en mi juventud y joven vida adulta me había sentido cohibido pero atraído al ver un hombre desnudo pero en esa oportunidad lo estaba disfrutando. Ella le abrió las piernas y el lo comenzó a "restregar" entre ellas. Ella se volteó y el le acariciaba los senos y bajaba su mano hasta su vagina.
Era como estar viendo una pelicula XXX pero en vivo. CReo que instintivamente me quité la calzoneta y ahí observando sentí que a ellos les gustaba que les observara y más que estuviera acariciando mi pene al verlos. Ella se volteó a verme y me invitó a pasar con ellos. Esa experiencia ha sido fascinante ya que nunca antes me había imaginado estar en un momento como esos. Los hombres solemos tener fantasías con 2 mujeres a la vez y ya había estado con dos mujeres a la vez, pero nunca en un trío así. Entré a la ducha y ella lentamente empezó a enjabonarme por todas partes. El esposo lo hacía con ella, nos volteamos y correspondimos la enjabonada. Tuve sus nalgas a mi disposición y se las enjaboné, se inclinó levemente y pasé mi mano enjabonada por su culito varias veces. Al volteranos nuevamente ella me inclinó un poco y pasó su mano enjabonada por mi culo y apretó con su dedo anular cuando pasaba, lo cual me produjo otra sensación.
Terminamos la enjabonada y ella se agachó y comenzó a chupar el pene de él mientras acariciaba el mio, al poco rato estaba ella chupando el mio. Cerré los ojos para sentir ese placer cuando sentí que el me acercaba el cuello y me estampaba un beso en la boca. Tal vez hice un gesto hacia atrás, pero sentí un poco de presión de su mano en mi cuello y con el placer que estaba sintiendo de la chupada, me dejé llevar. Ella alternaba entre chupársela a el y a mi, lo cual sentí del otro mundo.
Se levantó y me dio la espalda y abrazó a su esposo poniendo su pene entre las piernas de ella, al tiempo que con su mano me atraía hacia ella, quedamos los tres en un abrazo donde mi pene estaba entre sus nalgas y con el nivel de excitación y movimiento estuve a punto de llegar. Cuando sintió mi respiración fuerte ella se hizo a un lado y todavía con los ojos cerrados sentí que me lo chupaba nuevamente. En medio del frenesí de mi eyaculación abrí los ojos y ví que era el quien me la estaba chupando. Sentí delicioso, pero antes de que pudiera pensar ya estaba yo de rodillas chupándosela a el hasta que me botó una cálida cantidad de semen en mi boca. Hasta ese momento me había dado cuenta que podía disfrutar de los dos sexos. Había descubierto algo nuevo de mi sexualidad.
Salimos de la ducha y nos pusimos una batas para salir a la sala de la cabaña.Ella salió al balcón de la cabaña, se quitó la bata y se acostó desnuda en una de las sillas. Al rato llegó la comida y almorzamos, ella con su bata puesta pero abierta, con lo cual tuve siempre la visión de sus senos y de su entrepierna, que dicho sea de paso, estaba bien afeitada a la línea del bikini, haciéndola muy atractiva. Entre las cosas que platicamos fue el reconocimiento que yo era un "cherry" es decir, mi iniciación, era virgen para las relaciones con otras parejas. Tuvieron bastantes cosas que comentarme sobre las relaciones con otras parejas, principalmente cuando se trataba de esposo o novios. No solo la comunicación sino el respeto era lo fundamental, lo cual he tenido en cuenta el resto de las oportunidades y con ello hemos podido disfrutar de muy buenos momentos y tener buenas amistades en diferentes países.
Luego del almuerzo, que ya eran como las 4 de la tarde, nos quedamos en el balcón desnudos, tomando un poco de sol. Ya comenzaba a oscurecer cuando el apareció con una botella de vino y unas copas. Nos tomamos una copa y entré para ir al baño y cuando regresé los encontré a ellos besándose. Entré y comencé a acariciarla a ella, besándola suavemente, su espalda, sus nalgas, sus piernas. El se recostó en la silla y ella sentada sobre el se recostó para seguir besándose. Yo la acariciaba por su espalda y poco a poco fui bajando hasta llegar a sus nalgas, las cuales mordí levemente, apenas perceptible, lo cual a ella le encantó, abrió un poco más sus piernas y me dejó al descubierto su lindo ano rosadito que invitaba a besarlo. La besé e introduje mi lengua hasta tocarlo, con lo cual la sentí estremecer.
El paró y me pidió que fuera al cuarto por una loción y unos condones que habían en la mesa de noche, cuando regresé con ella me pidió que tomara un poco en mis dedos y la fuera frotando en el ano de ella. Así hice, primero un dedo, luego dos. Ella se levantó un poco y penetró el pene de el en su vagina y se quedó allí mientras yo le introducía mis dedos, acariciándola y besándola al mismo tiempo. Me pidió un tercer dedo y eso hice, ella gemía y pensaba que era de dolor, le preguntaba si paraba y ella decía que no que siguiera. Ella controlaba el ritmo. Me pidió que me pusiera un condón y la penetrara, lo cual hice. Nunca antes había tenido una penetración anal y ahora estaba en una doble penetración. Me pidieron que yo llevara el ritmo para los tres, lento al principio y luego y poco más rápido. Por los gemidos, el sudor y el frenesí creo que los tres llegamos al mismo tiempo.
Lentamente me retiré de ella y ella siguió por un rato encima de su esposo.
Para descansar un poco, tomamos otro poco de vino y ellos dos estaban sentados en la misma silla desnudos frente a mi. Un poco más tarde ya estaba haciendo algo de frío y entramos a la cabaña. Empezamos a hablar de cosas sensuales y vi que eso le excitó a él porque su pene empezó nuevamente a pararse. Ella lo tomó en su mano y lo masturbaba levemente, como caricia más que masturbación. Obviamente a mi también se me paró. Me invitó a que me levantara y fuera con el y me acerqué donde empezó a chupármelo, el sentado y yo de pié Me tomaba de las nalgas y me empuja hacia el. Se levantó, tomó a su mujer de la mano y me invitó a la habitación. Se recostó en la cama y me pidió que me acercara para seguirme chupando. Me puse de rodillas encima de él a la altura de sus hombros y en mis cuatro sentí como me chupaba, lentamente para no sobreexcitarme.
Sentí que ella estaba detrás mio acariciándome como yo le había hecho a ella. Me dio un largo y delicioso beso negro, ella si lo sabía hacer….. de manera que me tenía nuevamente al borde del éxtasis. Puso sus dedos y me penetró con uno, luego dos y luego tres. En principio esto me bajó la excitación, más por temor que por cualquier otra cosa, pero luego comencé a disfrutarlo. El siguió chupándome para no bajar la excitación. Luego ella se retiró y vi que tenia un pene de juguete sujeto en su cintura. Este era uno doble, es decir, el pene por un lado y por el otro un excitador de clítoris. Se puso detrás mio y lentamente me penetró. Del temor que tenía mi pene se bajó y el dejó de chuparme, se salió de debajo mio y se hizo detrás de ella. Ella me penetraba a mi y el a ella, hicimos un trencito donde mi primera penetración anal en mi vida me la había hecho una mujer y la estaba disfrutando.
Mucho se ha hablado del punto G en hombre y mujeres y fue en ese momento que pude constatar que el de los hombres realmente está en la próstata ya que por el angulo o la forma en que me estaba penetrando me hizo eyacular sin siquiera tener el pene completamente parado. Fue un placer enorme. Al tiempo que lo hacia conmigo, el estimulante de clitoris lo hacia con ella y adicional a que estaba siendo penetrada por él hizo que su orgasmo fuera explosivo.
El no llegó, se retiró de ella y se quitó el condón. Ella se fue a chuparlo y me invitó a que yo lo hiciera con ella. Al principio ella, luego yo, luego el se pone en sus cuatro y ella se acuesta y mientras ella lo chupa yo le acaricio un buen par de bolas con mi lengua, cuando le acaricio el "nies" ( ni es el culo ni el pene…..) casi brincaba de la excitación, luego metí mi lengua en su ano y sentí que su respiración se agitaba , le acariciaba con una mano sus testiculos y con la lengua su ano hasta que se estremeció de placer y llegó en la boca de su mujer.
Los tres caímos muertos en la cama. Había sido algo espectacular.
Al rato fui por un poco mas de vino y ellos llegaron a la salita donde platicamos por unas horas, nos reimos y recargamos baterías. Serían como las 9 de la noche cuando me quise despedir y me pidieron que me quedara con ellos esa noche, a lo cual no me negué, solo que quería ir a mi habitación para cambiarme la calzoneta y ponerme ropa más apropiada. Cuando llegué a mi habitación lo único que realmente pude sacar fue una playera y cambiarme de calzoneta porque no creía que iba a necesitar nada más. Me asee un poco y regresé con ellos. El estaba acostado y se había quedado dormido.
Ella y yo nos sentamos en la sala a ver un poco de TV y luego puso un DVD XXX de parejas swinger. Ella me fue comentando algo de sus experiencias y como la realidad, frente al video, variaba un poco. Me enseñó algunas cosas de este fascinante mundo, donde realmente te puedes exteriorizar plenamente, dentro del más completo respeto y llevar tu sexualidad a placeres virtualmente sin limites.
Por lo que veía en el video, su sensual voz en mi oreja y teniendo todos los sentidos al máximo, me fui excitando nuevamente. Ella metió su mano y me masturbaba levemente, luego, me tomó de la mano y me llevó nuevamente al baño. Yo ya me había aseado un poco pero ella quiso que nos bañáramos nuevamente. Lo hicimos y en el baño, en medio de las caricias me bajé y comencé a chuparle suavemente su clitoris a lo cual ella gemia de placer. Poco después sentí si orgasmo, era una mujer muy sexual. Me correspondió las caricias y me chupó un poco mi pene cuando llegó el esposo y entró en la ducha ya con su pene parado.
Se hizo detrás mio y comenzó a restregar su pene en mis nalgas, ella seguía chupándome Desde atrás me acariciaba el pecho y obviamente estábamos bastante extasiados. Salimos de la ducha y nos fuimos así mojados para la cama. Ella se acostó boca arriba en la cama y me pidió que la penetrara. Me puse mi condón y la penetré mientras el esposo observaba masturbándose. Ella tuvo otro orgasmo y tal vez por la jornada que llevábamos yo no lograba llegar. El tomó la loción y comenzó a penetrar sus gruesos dedos por mi ano llegando a estimular nuevamente mi punto G con lo cual sentí una fuerte reacción y eyaculación casi inmediata. Quedé sobre mis rodillas recostado sobre ella, ambos jadeando de placer. El me tomó por la cintura y lo siguiente que sentí fue su penetración, suave al principio y rápido después. Hasta que sentí como el calor de su semen me llegaba en el recto a través del condón.
Nuevamente caímos extasiados. Hablamos un poco de lo maravillosamente experimentado y al rato nos quedamos los tres dormidos. Ella entre los dos, todos desnudos y solo cubiertos por una sábana.
A la mañana siguiente tenía un poco de sentimientos cruzados sobre lo que había pasado el día anterior y cuando me levanté ellos ya se habían levantado y estaban haciendo desayuno en la cocineta de la cabaña. Me lavé la cara y boca y salí del cuarto como con pena, porque el éxtasis que habíamos tenido la noche anterior había sido como una droga y tal vez sentía un poco de goma moral por el qué pensarían ellos de mi. Al salir a la sala creo que ellos vieron mi sentir y ella se me acercó con cara de picardía y me reaseguró agradeciendo la noche especial que acabábamos de pasar y que estaba ya caliente para recomenzar el día.
Para no alargarme más en el relato, estuvimos buena parte del día en la piscina, les acompañé a hacer unas compras pero siempre con la picardía, el roce de las nalgas de ella a mi pene, su mano traviesa tocándome, la tocadita de la nalga a ella o a el, con lo cual mantuvimos la llama sensual y sexual encendida todo el día. En el restaurante donde almorzamos no faltaron las sobadas bajo la mesa.
Al final de la tarde volvimos al jacuzzi, no había gente en el y ya las caricias, el juego de dedos de pies por entre la pierna, la caricia de los dedos de los pies en mis bolas y pene, algo muy delicioso. Regresamos a la cabaña y volvimos a tener una noche espectacular donde experimentamos el sexo de todas las formas que cada uno quiso. El primer día sentí como que a el le gustaban las caricias de ano, besos negros, etc, pero no había pedido penetración.
Ese segundo dia ella, con su strap-on le penetró mientras yo lo chupaba. Lo que me llamó la atención es que tenía un consolador más grueso que con el que había jugado conmigo inicialmente. Entre dolor y placer vi como a el le gustaba también y más tarde en la noche le penetré mientras ella me penetraba con su strap-on.
Cerca de las once de la noche regresé a mi habitación a pesar de la insistencia de ellos por quedarme. Caí muerto en mi cama. Al día siguiente casi no me levanto para el curso y ya estando en él me decían los amigos de curso que no tenía cara de haber descansado en el fin de semana. Tal vez físicamente tenían razón, pero mentalmente había tenido un gran descanso y alegría por lo que había descubierto de mi sexualidad.
La pareja estuvo un par de días más en el hotel antes de que terminaran sus vacaciones y regresaran a su casa, tiempo que aprovechamos juntos. El remate del encuentro fue la despedida en el almuerzo en un restaurante donde nos metimos los tres en el baño de minusválidos y mientras ella había sido penetrada por el teniéndola sentada con su espalda hacia el, yo le chupaba su clitoris hasta que tuvimos dos orgasmos seguidos de ella. El llegó dentro de ella y yo llegué ahi parado mientras ella me la chupaba de lo más delicioso.
Se imaginarán donde estuvo mi atención esa tarde en el curso que estaba. Tenemos aun contacto via correo pero no hemos podido volver a coincidir, pero siempre estamos a la expectativa de volvernos a ver.
Espero que este haya sido el relato que esperaban escuchar y lo escogí porque con frecuencia lo revivo en mi mente, siendo de las experiencias más agradables que he tenido. Por si se lo preguntan, tengo todos y cada uno de mis encuentros bien grabados en mi mente ya que, como les dije al principio, todos han sido deliciosos. Mis disculpas por lo largo del relato, pero no encontré forma en mi mente de como recortarlo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!