Mi viaje a España
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Fanny, soy peruana, divorciada, madre de tres hijos, dos hembras y mi hijo de 12 años que vive conmigo, tengo 46 y soy de Lima.
En una pagina de amistades liberales, ya que soy una mujer liberal, conocí un chico argentino que vive en España.
Es un hombre de mi edad, muy simpático y tan liberal como yo.
Siempre nos mandamos fotos íntimas, jajaja, por decirlo de alguna manera.
Yo soy bastante gordita, se que los hombres me quieren para una noche y nada mas, pero eso a mi no me importa, ya que mi cuerpo no es el de una jovencita, pero la paso muy bien.
Sé que Oscar mi hijo es homosexual, por su manera de caminar y hablar, pero no me importa, mientras él sea feliz.
Con Eduardo, que así se llama este hombre, quedamos que yo viajaría a España con mi hijo, yo pagaba los pasajes y él cubría nuestra estadía.
Cuando llegamos a Madrid, él nos estaba esperando, cuando lo vi, me sorprendió, es mucho más atractivo en persona que en fotos.
Cuando nos saludamos nos besamos los labios directamente, y Eduardo saluda a mi hijo con mucha simpatía, vi como le brillaron los ojos a Oscar cuando lo vio, y supe que también le gustaba.
Nos fuimos en su carro, paramos en un restaurante a comer y después seguimos viaje.
Cuando llegamos a su casa que es bastante retirada de Madrid, mi hijo se instaló en un dormitorio y yo en el mismo que duerme Eduardo.
Mi hijo me dijo que se iba a duchar, y cuando él.
entra en el baño, Eduardo me empieza a meter mano y a besarnos, me saca las tetas y me las empezó a chupar.
Yo gemia mientras le acariciaba la cabeza, sintiendo su lengua pasar por mis pezones, sacó su picha y yo me arrodille a chuparla.
Mientras Oscar se bañaba yo le chupaba la picha a mi amigo.
Era bastante grande y gruesa, una hermosa pija.
Fue una chupada rápida hasta que Eduardo me llena la boca de leche, fue una catarata, hacía mucho tiempo que nadie me echaba tanta leche en mi boca.
La tragué, le limpié la picha con la lengua y me arreglé la ropa.
Cuando sale mi hijo del baño, fue como que no hubiera pasado nada.
Me duche yo y salímos.
Disfrutamos mucho, cuando volvímos, Oscar se fue a su habitación y Eduardo y yo a la nuestra.
Eduardo me hizo desnudar por completo y que camine delante de él, pasando sus manos por mis nalgas, por mis tetas.
Me estaba poniendo muy arrecha, quería cachar, hasta que me acuesta sobre la cama boca arriba haciendo que habra mis piernas y me empieza a meter los dedos en la concha.
«Desnudate pue, ven a cachar», le dije muy caliente.
Eduardo se desnuda y su picha estaba bien dura, «ven amor, mira como estoy, mete toda tú picha bien adentro mío», le dije abriendo los labios de mi concha.
Eduardo se subió sobre mi, y le clave las uñas en sus brazos cuando metió toda su picha de una sola vez en mi concha, haciendo que de un fuerte gemido de placer.
Me chupaba y me mordia los pezones, mientras su tremenda pija entraba y salía de mi concha, haciendo que gima y de fuertes ayes de placer.
«Fanny, levanta mas las piernas que te la voy a meter por el culo», me dijo sacando su picha de mi concha, yo me acomode mejor en la cama, levanté bien mis piernas y me pasé saliva por el chiquito.
A mí me encanta cachar por el chiquito, me han metido todo tipo de pijas, grandes, chicas, gruesas, delgadas, y con todas disfruté muchísimo.
Yo abría la boca, gemia, disfrutaba sintiendo como Eduardo me iba metiendo la picha por el chiquito, «así, así amor, cacha mi chiquito así que me gusta mucho», le decía entre gemidos de placer, hasta que me la metió toda.
«Que placer, asi, que placer, que rico me cachas el chiquito», le decía entre gemidos, sintiendo como Eduardo movía su pija bien adentro de mi cola, yo me acariciaba la concha con fuerza, estaba disfrutando tanto, que no quería que deje de cacharme.
Estaba disfrutando tanto con mis dedos acariciando mi concha y sintiendo la picha de Eduardo entrando y saliendo de mi chiquito, que no pude mas y tuve un tremendo orgasmo, hasta que llegó lo mejor, sentir como Eduardo gemia, removia su picha bien adentro de mi cola y como palpitaba.
Me estaba llenando la cola de leche, que placer, estaba tan satisfecha y tan contenta de estar con mi amigo, que no lo podía creer.
Pasaban los días y no dejábamos de cachar, se que tengo abierto el chiquito, pero Eduardo me lo abría más y yo estaba feliz.
También notaba como Oscar lo miraba a Eduardo, no me molestaría que Eduardo se cache a mi hijo, pero no sabía si ya lo habian cachado o no, y me daba miedo que Eduardo sea el primero y le haga daño con su tremenda picha, hasta que me decidí e inventé una excusa para salir de casa y dejarlos solos, pero me llevé una llave.
Cuando salgo, estuve unos diez o quince minutos dando vueltas, cuando regreso, entré con mucho sigilo, me quité los zapatos para no hacer ruido y escucho un quejido en la habitación de Oscar, se ve que habían dejado abierta la puerta para escuchar si regresaba, pero no me oyeron.
Apenas me asomo y veo a mi hijo en el borde de la cama,.
abriendo sus nalgas, y a Eduardo detrás de él, empujando suavemente, y a cada empujón mi hijo gemia y veía como lentamente le iba entrando la picha de Eduardo en la cola de mi hijo, hasta que después de varios empujones, Oscar pegaba sus nalgas contra el cuerpo de Eduardo.
Yo sentía como me palpitaba la concha y se mojaba viendo a Eduardo sacar y meter su picha de la cola de mi hijo, y como mi hijo gemia de placer a medida que Eduardo lo cachaba.
Yo me moría por entrar, chuparle la picha a Eduardo y que siga cachando a Oscar, pero no quería interrumpir el placer de mi hijo.
Yo me empecé a tocar viendo la picha de Eduardo salir y entrar de la cola de mi hijo.
Me tuve que ir y dejar de ver, porque tenía miedo de gritar de placer y se dieran cuenta que los estaba espiando, me encerre en el ascensor y lo trabe entre pisos y ahí terminé de masturbarme.
Cuando volví, ellos estaban como si nada.
A la noche le conté lo que había visto, pero que no me importaba, lo que quería saber es si había sido su primera vez o ya lo habían cachado.
Eduardo me dijo que le había sangrado el chiquito, entonces Eduardo se lo había roto.
Ya casi a punto de que volvieramos a Perú le dije a Eduardo que lo vuelva a cachar, que lo vi muy feliz a Oscar después de que Eduardo lo cacho.
Eduardo ya sabía que yo los iba a volver a espiar.
Cuando entro y me asomo, veo a mi hijo de rodillas, dando la espalda a la puerta moviendo su cabeza para adelante y para atrás, le estaba chupando la picha a Eduardo.
Me dio mucha ternurita ver así a mi hijo, desnudito, sentado sobre sus talones y chupando la picha de mi amigo.
Eduardo me tiraba besos mientras.
Oscar sin saber que lo estaba espiando, le chupaba la pija.
Eduardo lo hace poner en pie y lo acuesta boca arriba en la cama, veo como acomoda su picha contra su chiquito y en dos empujones desapareció dentro de la cola de mi hijo.
No pude creer el gemido de placer que dio Oscar cuando tuvo toda la picha bien adentro de su cola, y no paraba de gemir a medida que Eduardo le cachaba el chiquito.
Yo no aguanté y entré, viendo la cara de sorpresa de mi hijo, no di importancia, hice que Eduardo saque su picha de la cola de Oscar, la metí en mi boca, dando fuertes chupadas y después yo misma la acomode contra su abierto chiquito y dejé que lo siguiera cachando, y me fui al salón para masturbarme tranquila mientres Eduardo y mi hijo seguían cachando.
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