Nino, mi nueva mascota favorita

Del placer solitario a una orgia ¿interracial?.
Hoy me cogio, casi fue una violacion pero como la disfrute.

Pensé que estaba sola en casa, como todos los días a esa hora y como todos los días me quedé casi desnuda, solo con la tanga.

Mi cuerpo es un cuerpo normal, un poco rellenitao en algunos lados pero soy bastante culona y es algo que a los tipos le atrae. De lo más normal, soy una mina cuarentona que se mantiene pero que le gusta la buena vida.

Por lo general almuerzo y después me relajo mirando una serie o leyendo hasta que me voy a clases de yoga pero hoy venía re caliente del trabajo. Uno de los médicos (soy administrativa en una serie de consultorios) se dedico toda la mañana a cachondearme.

Se rozaba contra mío cuando nos cruzamos en uno de los pasillos, me pegó una apoyada mientras estaba en la cocinita preparando un café. El tipo me calienta mal pero la mujer también trabaja ahí así que prefiero dejarlo en un jugueteo.

La cosa es que mi conchita estaba caliente así que después de desnudarme me recosté en mi cama, busque uno de mis vibradores y empecé a masturbarme. No necesite lubricarme porque ya estaba empapada.

Mis dedos frotaban mi clitoris mientras con la otra mano me perdía el vibrador en mi vagina, pensaba en mi doctorcito cogiendome en su consultorio mientras la mujer atendía al lado.

Perdida y casi a punto del orgasmo siento que la luz cambia y mirando a la ventana veo al bomboncito de mi jardinero mirando, nos quedamos los dos quietos hasta que me di cuenta que su mano estaba dentro de su pantalón.

Sin pensarlo me puse en 4 sobre la cama y lo invite a entrar.

Rodri tiene el cabello oscuro y su cuerpo bronceado de tantas horas al sol. Su cuota de músculos no decepciona pero lo imperdible es la pija, pija que salió dura como un mástil apenas bajé el cierre de sus jeans.

Larga, casi 21cm, con sus venas marcadas que la hacían ver más gruesa. No me dio tiempo a saborearla cuando ya la tenía adentro de mi concha.

Dios, no solo me mantenía el jardincito en orden si no que cogia de lo mejor. La sacaba despacio casi haciéndose desear y cuando estaba desesperada la enterraba hasta el fondo haciendo que grite.

Mientras me amasaba las tetas me dice al oído

-Milu querés que invite a alguien más?

Me di vuelta sorprendida sin saber que esperar y en el ventanal estaba Nino, su perro. Nino es un manto negro, raza que suelen decirle perro policía.

Con una seña de Rodri el perro se acerco a la cama y poniéndose entre mis piernas me paso toda la lengua sobre la raja. Que doctor ni doctor!

Esa sola pasada de lengua levantando todos mis fluidos y abriendo mis labios casi me hace ver las estrellas.

Rodri guiaba su cabeza hasta que Nino me dejó desparramada sobre la cama con un orgasmo brutal. Creo que el grito que dí se escucho hasta la otra punta del barrio.

Cuando reaccioné mi bomboncito estaba desnudo al lado mío, me dio un vaso de agua fría (tan divino!) y me di cuenta que Nino estaba al lado suyo lamiendole la verga.

Te gusto esto?- me dice sonriente- vamos a seguir que entre los dos tenemos ganas para rato.

Con una seña que hizo Nino se paro encima mío y pude ver su verga asomando entre las piernas, una punta rojo cereza y un pene bastante largo que largaba un hilo de baba.

-Quédate tranquila que Nino y yo estamos bien sanitos- escuché mientras me metía dos dedos en mi vagina y con la otra mano acariciaba la verga de su mascota- él es mi amigo y me gusta que comparta conmigo.

Yo estaba borracha de placer por todo lo que sentía. El calor del cuerpo de Nino encima mío, la voz de Rodri que me calentaba desde siempre, sus dedos urgando en mi concha…era demasiado.

-Ponete en cuatro mamita que ahora vas a ser nuestra perrita.

Me ayudo él a acomodarme mientras Nino daba vueltas alrededor mío y quería montarme, cuando Rodri creyó que estaba lista hizo que Nino apoyará sus manos en mis nalgas y sentí su barra ardiendo queriendo meterse en mí.

Rodri lo sostuvo mientras hacía jugar el pene de Nino con mi concha hasta que sin avisarme lo dejo ir.

Que hijo de puta! Sin avisarme el pene de Nino se ensarto en mi culo y casi me desmayo. Me encanta el sexo anal pero siempre me ocupo de prepararlo pero esta vez no fue así. Rodri hizo que Nino se quedará quieto con su verga en mi culo y cuando el dolor pasó y me fui acostumbrando lo dejo hacer.

El perro me cogia con ganas y de a ratos paraba y quería salir, sentía no solo su verga en mi esfinter si no también los dedos de Rodri en mi vagina.

Yo gemia y gemia como un perrito en celo mientras hacía mi cola para atrás buscando ensartarme un poco más. Rodri sostenía con sus dedos la bola que tiene Nino en su tronco, despacio despacio fuerte era el ritmo al que estaba sometida.

Rodri se fue acomodando debajo mío hasta que sentí su verga entrando en mi concha. Ahora si me había recibido de puta. Doble penetración entre mi jardinero y su perro.

Rodri me chupaba las tetas y abría un poco más mis nalgas hasta que la bola de Nino entró en mi esfinter, se quedaron los dos quietos hasta que empecé a respirar normal otra vez y entonces volvieron a cogerme sin pausa.

Yo era una marioneta entre los dos y solo sentía un orgasmo tras otro mientras me penetraban con fuerza. Rodri se había prendido de mis nalgas abriendo todo lo que podía y Nino estaba trabado con su bola en mi culo.

Plas, plas, plas se escuchaba y los gemidos de los dos se mezclaban con la respiración de Nino.

-Dale perrita otra acabada- me decía Rodri mientras mordía y chupaba mis pezones. Perdí la cuenta de cuantas veces acabé pero la última fue colosal.

Rodri conocía muy bien a su cachorro así que cuando sintió que estaba por terminar aceleró su cogida todo lo que daba, yo solo sentía un calor profundo que me iba quemando por dentro hasta que un primer chorro de leche lleno mis huequitos. Nino bufaba encima mío mientras terminaba de vaciarse y Rodri gemía debajo y su verga me llenaba la concha de leche. Yo solo me desmayé.

Cuando desperté caía el sol, se escucha a Rodri arreglando el jardín así que salí por el ventanal al patio.

Nino se puso alerta apenas me vio y mi bomboncito con una sonrisa me dice

-Hola perrita, volviste por más?