nuestro primer trio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pajarillos_36.
Todo empezó un sabado como otro cualquiera, en el que mi esposa y yo, solemos salir con nuestros amigos de copas. Como otros sábados, nos fuimos a cenar con otros dos matrimonios y Fernando, un amigo nuestro desde el colegio, durante la cena, nos tomamos unas botellitas de vino. Luego salimos del restaurante y nos dirigimos a la zona de pubs, donde entre pitos y flautas llegamos a las 2:00 de la mañana. Llevábamos varias horas de copas, cuando las mujeres nos dijeron que querian ir a la disco.
Como buenos maridos, accedimos complacientes y así sobre las 4:00 llegamos a Fox Trott. Todo iba de puta madre, ellas bailando y nosotros vacilando desde la barra.
Poco a poco la gente se fue retirando y al final quedamos mi mujer, Fernando nuestro amigo, que andaba de caza y un servidor. Eran mas o menos las 5:30 cuando yo me arrimé a mi mujer para bailar, bueno mejor dicho, restregarme contra ella, nosotros ya habiamos echo algunos pinitos con el intercambio, pero ese dia a mi se me ocurrió que a lo mejor podríamos hacer algo diferente.
Entonces me puse a bailar con Agata, mi mujer y empecé a sobarla y besarle el cuello, que la vuelve loca. Cuando llevaba un rato así se me ocurrió preguntarle si invitábamos a nuestro amigo a una última copa en casa. Ella, que me conoce muy bien, me dijo que por su parte encantada, entoces me dirigí a Fernando y le propuse el irnos a tomar otra copa a algun lado, pues él alli ya no iba a cazar nada bueno.
Mi amigo inocente y engañado accedió y así salimos de la disco, cuando estábamos fuera, fue cunado tocó proponer lo de ir a casa a tomarla, porque eran ya las 6:15 mas o menos y ya no habria nada interesante que cazar a esa hora, asi que casi a regañadientes accedió y subimos a un taxi .
Conforme llegábamos a casa, él iba sentado delante y nosotros en el asiento de atrás; yo no me aguantaba, sabiendo lo que iba a pasar. Le iba sobando con disimulo a mi mujer el trasero.
Una vez en casa yo fui a poner las copas y Agata nos dijo que se iba a quitar los zapatos y ahora volvia. Así fue: volvió sin los zapatos y con un vestido que a mi me pone burro.
Nuestro amigo estaba sentado en un sillón frente a nosotros, en esto Ágata puso un poco de música y al rato se puso a bailar , yo le dije a nuestro amigo: "joder, ¡no se le acaban las pilas! "
Dicho esto se acerco a mí y me dió la mano para bailar y asi lo hice pero poco a poco me fuí calentando y empece a besarle el cuello y la ponía de espaldas a mí para notar su culo;
pero en un arranque de calentura pensando en lo que se avecinaba, le dí la vuelta y meti las manos bajo el vestido para acariciar su culo , lo cual dejo éste a la vista de Fernando,
que nos dijo que él se iba, que estaba cansado. Pero entonces yo lo cogí y lo puse detrás de mi mujer y le animé a bailar, él estaba a un metro de ella, entonces lo agarré por la cintura y lo pegué al culo de mi mujer, debía de estar empalmado, por el suspiro de mi mujer, yo al imaginar eso ya no aguanté más y le dí un morreo a Agata, y acto seguido le dí la vuelta a ella para que besara a Fernando, él se quedo cortado mirando para mi, pero ante mi gesto de agacharme a besarle el culo a mi mujer, se quedo atónito. Despues ya todo fué un poco más rodado, porque le subí el vestido a ella hasta la cintura y volví a arrimarla a él pero ahora sin tela por medio.
Fernando esta vez no se cortó: a raíz de ahí, le quité el vestido del todo a mi mujer quedando en un minúsculo tanga y sin nada de arriba, comencé a comerle las tetas y ya se desmadró el asunto. Agata, se arrodilló entre ambos y empezó a alternar la mamada de cada polla.
Al rato yo le estaba comiendo su exquisito conejo mientras mi amigo Fernando le comia los pechos, después la cogí y la tumbé en la alfombra del salón y asi me la empecé a follar mientras tragaba la polla de mi amigo, luego cambiamos de posición y era él quien se la follaba mientras a mí me daba una mamada increíble.
Antes de acabar, la cogimos en volandas y la llevamos a la cama donde entre los dos la volvimos a comer de arriba a abajo, hasta que empezamos a penetrarla de nuevo alternativamente.
Cuando llevabamos una hora follando, ella se encontraba cabalgando a nuestro amigo y mamando de nuevo mi polla, que cuando estuvo a punto de nuevo, me puse detrás de ella y se la inserté, con la de mi amigo en la vagina, asi estuvimos un poco, pero luego le pedi a Fernando que cambiaramos, lo que yo queria era verle la cara a mi mujer, pues debía ser un poema.
Y por suerte no me equivoqué cuando mi amigo metió la suya estando la mía dentro se le pusieron los ojos en blanco del placer que debió sentir. Así pasamos casi dos horas follando hasta que las pollas dijeron basta, y nos recreamos un rato todavia para que ella tuviera un par de orgasmos más.
Enviado por: pajarillos36
Autor : pajarillo
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