PARA MIS DOS PUTITAS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Una de esas dos parejas era Marisa y Albert, charlaban en una mesa, bien alumbrada cerca de mi, junto a la barra, ella rubia, de 40 años, el castaño, gordito, de 41 años, no era aun las nueve de la noche, y mis pensamientos empezaban a debatirse en tomar otra copa o marchar a casa, cuando, Albert se levanto a pedir la copa y lo hizo junto a mi el camarero se la sirvió y el me dijo.
– Si quieres puedes sentarte con nosotros, y charlamos, esto esta muy aburrido.
Por supuesto acepte su proposición, y comenzamos a charlar sobre el ambiente del local, no era la primera vez que venían aunque nunca habíamos coincididos, y de ahí pasamos a las preferencias de cada cual, y no oculte las mias por supuesto, Marisa, sonrio, al decir yo lo de bisexual, y me dijo, pero pasivo activo o versátil, sonreí, y dije, solo activo, ahí lo tengo clarísimo le dije, me comentaron, que allí habían hecho un intercambio de parejas, y un trio, con otra chica, para rápidamente, ella decir, señalando a Albert
– El me da esos caprichos, pero aun no le he dado yo el suyo
– Y eso – le repliqué sin perder la sonrisa
Marisa, sin ambajes, dijo – meternos con un hombre, para los dos.
Aquello comenzó a pintar, bien, pensé, y dije, – será por que no quereis no, porque candidatos no os faltaran,
Marisa había cogido el toro por los cuernos, cuando había llegado el momento, y no dudo en ningún momento, mirándome dijo, en estos momentos eres el ideal, que te parece, si vamos los tres al jacuzzi, asentí.
Marchamos, y nos desnudamos colocando la ropa en taquillas, he de reconocer que era mi fuerte, y mas, observando, el macho que iba, conmigo, Albert, como dije es gordito, de 1,75 cms, no mas y a pesar de su edad, ya con una incipiente calva, asin que si no tenia que lo dudaba, un buen pollon, creía que no se escaparían esa noche, como asin fue.
Me desnude el ultimo a propósito, lentamente charlando con ellos, las taquillas están a tres metros, del jacuzzi, y deleitandome en el cuerpo, de Marisa, sobre el 170 cms, bien formada, y cuando ambos se metieron en el jacuzzi me levante, mi verga estaba ahora morcillona, larga pero caída, como me gustaba presentarme desnudo, fui hacia ellos, y consegui lo que me proponía, ambos miraban mi verga, deseosos, fui a meterme, frente a ellos, pero Marisa, dijo no ponte aquí, colocándome en medio de los dos, y comenzamos a charlar, de nuevo, ahora sobre la temperatura del agua nada mas entrar, pero Marisa, me cogio la verga, y me dijo pues no parece te haya afectado, vaya rabo, tenias escondido ahí, rei, y le dije al oído esta noche es para los dos, Albert escuchaba pero aun estaba cortado, pero ella solto mi polla y cogio su mano y la puso en mi verga, Albert comenzó a acariciar primero tímidamente, después bajo a los huevos, y los acaricio yo solo suspire, y el se afianzo mas como yo esperaba, y sentí la mano de los dos, cuando Marisa, comenzó a besarme.
acaricia sus tetas y baje a su coño, totalmente, depilado, como mis huevos y verga, la cosa iba muy rápida, y ella se levanto, vamos salimos del jacuzzi los tres, secándonos, y entrando en una amplia habitación teníamos para elegir, yo a esas alturas, cuando iba hacia la habitación cada mano iba en la nalga de uno de ellos.
Marisa comenzó comiendo mi verga, de rodillas y Albert, mraba indeciso a mi lado mientras mi mano acarciaba su culo, pero lo sentía tenso, presenti seria su primera vez, Marisa, subio hasta terminar besándome la boca, y rápidamente, me solto, y fue hacia Albert lo beso, toco y comenzó a bajarlo, hasta que el termino por fin, comiéndome la polla, y tras eso ella se arrodillo también, ambos devoraban mis huevos,mi polla ella la agarraba y se la daba a el, que la recibia ya sin ningún corte, abrumado por la excitación, comencé primero a respirar fuerte después a suspirar, y termine dando unos gritos corriéndome en ambos, supe que era lo que ella deseaba, lamio la leche en la cara de su marido y este en la de ella, ambos habían traido la ropa de los tres, al venir, mientras yo los llevaba, y ella saco del pantalón de el, un pequeño tubo lubricante, y secolocaron en un 69 donde el le comia el coño y ella besaba sus huevos pero mas pendiente de lubricar su culo, mientras yo observaba, y me acaricaba sentado en un sillón mi polla sabia que pronto estaría dura, y ahora si, a punto para ellos.
Me arrodille en la cama frente a Albert le cogi del pelo alzando su cabeza, y esta vez el se lanzo a mi polla ya bastante avanzada, en su recuperación, aunque aun no a tope, la trago, y comencé a moverme en su boca, Marisa se quito y se coloco de tras ahora de rodillas termino por dilatarle su culo con sus dedos, y me cogio de la mano, me puse junto a ella, agarre a Albert, por sus nalgas, el ofrecido ya y ella me lubrico mi verga con su mano, y guio mi glande, a su entrada, me fui difícil penetrarlo totalmente, tarde bastante, y primero tras meterle media polla y el gimotear pero no quitarse, comencé a follarmelo asin con media polla mientras ella se iba metiendo como podía y le comia su polla de unos 16 o 17 cms, y finalmente deje que el se moviera a su gusto parándome yo, cuando empezó a dar gritos, y suspiros y a correrse, su culo se expandio y cerro con el orgasmo intensísimo, y asin termino el mismo metiéndose toda mi verga, cuando termino de correrse estaba pegado a mi como una perra, temblando gimoteando, respirando, agitadamente, y finalmente intentando sacarse mi polla hasta que lo consiguió, Marisa me la limpio con una toalla, pero no quedo a su gusto, estaba limpia si pero llena de lubricante finalmente me hizo salir y fuimos al baño que estaba cerca de nuestra habitación allí nos duchamos aprovechando, que me limpiaba la polla, y allí me la folle, cuando salimos le meti mi polla sin esperar a que saliéramos del baño dándoles unas metidas ella apoyada en la pared y gritando como una zorra escuchándose en todo el local, no me corri, termino ella y me la lleve en volandas, a la habitación allí estaba ahora sentado Albert, cogi a su esposa, y la puse a 4 patas meti mi verga de nuevo en su mojadisimo coño y de nuevo la tuve gritando de gusto unos minutos después, le di de manera salvaje y ella lo recibia de igual manera gritando y culeando, se escuchaba el golpeo de mi vientre y mis huevos en sus nalgas y vulva de forma escandalosa, y sus gritos, anunciando una nueva corrida, como pasó, y tras ella grite yo, esta vez, mientras ella ya corrida aun tenia fueras para culear y decirme asin lléname de leche fuerte dame fuerte mi vida, y vaya si le di fue como digo salvaje.
Nos duchamos los tres y salimos, a tomar una copa, charlamos besándonos Marisa y yo en la mesa, esta vez en una zona mas oscura los tres, ahora había, un par de parejas mas, en el local, Marisa pronto me cogio mi polla dentro del pantalón y seguimos charlando los tres pero ella no soltaba mi verga acariciándola con la mano y pronto puso la mano de Albert, y este hizo lo propio con ella, me encanta esos juegos ver a los demás al fondo, y jugar a escondidas uno o una con mi polla, finalmente la libero, Marisa y se arrodillo, mamandomela, allí, y al poco, se levanto, se coloco en el lugar de Albert, asin no era visto el que la chupaba y este ocupo su lugar, hasta que le dije vamos a follar y de nuevo, nos metimos en la habitación.
Me follé bien agusto a los dos, tarde mas de una hora en correrme, pasándome a uno y otro por mi verga, mientras ellos, la disfrutaban a sus anchas, Albert fue el primero en retirarse tras correrse colocado encima de mi dándome la espalda y moviéndose a su gusto mientras se masturbaba, esta vez si que no podía mas en toda la noche, terminando sentado en la silla, mientras su esposa disfrutaba ahora de mi polla en todas las posturas imaginables, corriéndose dos veces mas, y terminando con una gran mamada en el momento de correrme, por supuesto el local volvió a enterarse completamente de que estabamos follando gracias a los gritos de Marisa, nos volvimos a duchar y vestirnos, nos intercambiamos los teléfonos, con promesas de volvernos a ver, y asin fue, el sábado siguiente solo que esta vez en mi casa.
Solemos a veces ir al pub, aunque ya sabiendo de verdad que quiere cada uno, Albert, viene en ropa interior femenina, es su fetiche, desde hace años, solo que lo practicaba a solas con su mujer, ahora es mi putita, como su esposa, algo que les encanta, les diga, los pone a mil sobretodo en lugares, públicos, llevar a los dos en ropa interior femenina y decirle a el escuchándolo ella, eres mas puta que tu mujer, ese tipo morbo y fetichismo, los enerva a los dos.
Ese es nuestro juego, se que tienen hijos, que viven otra vida por supuesto, pero la sexual la vivimos los tres, no se cuanto durara, pero creo que va a ser mas de lo que pensamos.
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