Pubertad Corrupta 5
otro día de playa y un buen regalo de cumpleaños.
Pt 5
Tras los acontecimientos que sucedieron en las vacaciones fue bastante beneficioso para Karina ya que esta había mejorado notablemente sus rutinas de gimnasia, su entrenadora solía decir que a pesar de tener la flexibilidad requerida no se soltaba lo suficiente la hora de completar su rutina, que se sentía muy tosca y atrapada pero ahora era totalmente libre e incluso sensual. Karina era muy aplicada con sus prácticas, aunque por desgracia con mi nueva rutina no tenía chance de verla en sus prácticas, en la mañana estaba en clases de la Universidad y luego iba a trabajar haciéndome llegar bastante tarde, mis roces con ella se minimizaron, pero cuando tenía la oportunidad el morbo guardado estallaba. Situaciones como las veces que me encontró masturbándome y para no desaprovechar el momento la ponía mamar hasta acabar o cuando veía la tv en su cuarto me gustaba llegarle por detrás y frotar mi verga si usaba algún pantalón largo o piyama, otra cosa que hacía era que si me levantaba con ganas en la noche iba a su cuarto le comía el coño hasta despertarla, el cogérmela prefería descartarlo porque una vez que la penetrara querría darle con fuerza, en fin a pesar de que no disponía de tanto tiempo como antes mantenía mi sexualidad activa así como la de Karina, si lo mantenía con otra persona lo desconocía.
Luis obviamente ya estaba al tanto del avance sexual de Karina, no solo por mi sino por Mariela incluso la condenada le regalo un pequeño vibrado a Karina en su décimo cumpleaños el cual decidimos que lo guardara en mi cuarto, pero no solía usarlo mucho, al no tener mucho tiempo a solas ni se le venía en mente, ella no era de masturbase, pero disponía para coger, solo necesitaba que alguien le encendiera el switch para que abriera las piernas de lo lindo y lo bueno que no era pendeja para estar abriéndosele a los chicos del barrio o por lo menos es lo que creía ya que no había ni el mínimo rumor sobre ella.
Para cuando llego mi cumpleaños a mediados de diciembre Luis me dijo que al día siguiente me tendría una sorpresa y que me iba a gustar, al día siguiente se llega a la casa en el carro del tío aprovechando que se lo había prestado para ir a la playa, los otras que iban era Mariela su prima Bárbara de 15. A ella la conocía de hace años mas no nos tratábamos y la última vez que la había visto estaba embarazada pero lamentablemente perdió él bebe en el sexto mes de gestación aun así la negra mantenía un buen cuerpo, era culona y tras el embarazo quedó con unas buenas tetas y media casi lo mismo que yo. En fin, yo me apresuré mientras que a Mariela le toco casi rogarle a Karina para que fuera, el día paso con normalidad sobre todo porque había mucha gente en la playa, pero no evitaba que le pasara la verga por sus entrepiernas excepto con Bárbara, sabía qué hace un tiempo Luis me conto que lo había hecho y hasta llegue a bromear del que el hijo que esperaba Bárbara era de el.
—la prima tuya está buena como siempre—, mientras le buceaba todo el cuerpo desde lejos.
Hace una pequeña risa seca, —no eres el único, Mariela no es suficiente—.
—no jodas con lo experta que es y ¿te parece insuficiente? —.
—cuando te la cojas entenderás lo que digo—.
—si claro, porque le diré:” vamos a follar” y abrirá las piernas como si nada—.
—lo hará, solo dale tiempo—,
ese comentario me dejo poco pensativo, pero luego de unos minutos Karina me abraza mientras estaba recostado en la silla hablando con Luis.
—¿Qué tienes? —, estaba sorprendido ya que tenía una respiración un tanto pesada y algo sensible al tacto, y me susurra al oído, —me siento rara, quiero hacerlo—, en un principio ya estaba grande pero esa frase lo puso duro.
—¿Qué le pasa? —, pregunta Luis y yo le respondo con seña de que quería coger, —¿creo que ellas también? —, mientras me apunta con el labio donde están Mariela y Bárbara ya que estas se mantenían abrazadas en el agua y el roce que hacían era poco normal, Luis se para y las llama de que ya nos íbamos, ambas preguntaron el motivo del por qué nos íbamos temprano, pero Luis no dio una respuesta clara. Todas se secaron y se montaron con sus toallas para no mojar los asientos. De regreso Luis manejaba lento con la excusa de cómo había bebido tenía que manejar con suavidad, las chicas estaban muy calladas, Bárbara miraba por la ventana mientras Karina movía sus piernitas y apretaba su entrepierna sobre la toalla entretanto a Mariela no la visualizaba bien porque estaba atrás de mi asiento, pero si vi cuando metió su mano bajo la toalla de Karina y esta comenzó a tensarse proseguido por besos.
—¡¿que?! ¿son lesbianas? —, Barbara tenía los ojos pelados viendo como Mariela le metía mano a Karina mientras se besaban por consiguiente Karina se monta sobre Mariela y entre besos se frota con su pierna.
Sin que ellas lo notaran Luis se había metido por un camino de tierra de esos que hacen hasta las torres eléctricas y paró en una sombra, Bárbara reacciona —¿Dónde estamos? —.
—en un lugar seguro—, responde Luis.
—¿seguro de que? —
—osea no voy a llegar a mi casa mientras ellas están desenfrenadas en el asiento de atrás, sin contar que no podemos asegurar que la casa esté sola así que su mejor opción es que se desahoguen por acá—.
—solo te la quieres coger, ¿tú estás bien que se cojan a tu hermana? —, me pregunta.
—¡cha!, ni que fuera la primera vez. Si es lo que quiere pues que así sea, decirles a mis padres no va a cambiar nada porque si siente sus impulsos lo hará con quien pueda—.
—ya te la tiraste, ningún hermano mayo sano diría eso—, me miraba como si fuera la propia basura.
Mientras Karina y Mariela continuaba en lo suyo, esta vez Mariela lamia y chupaba la entrepierna de Karina —¡ay si, ay si mete tu lengua! —, Karina se retorcía como puta, Bárbara trataba de hacer la vista gorda más su excitación no podía ocultarlo por como respiraba contra la ventana mientras tenía una mano bajo la toalla precisamente en su entrepierna, Después era Mariela la que gemía mientras recibía los lametones de Karina por unos minutos así se mantuvieron hasta que Luis salió y abrió por donde estaban las chicas teniendo la parte trasera de Karina a su disposición, Luis hace a un lado el traje de baño y comienza a saborear el coño de mi hermana mientras esta continuaba enfrascada en el de Mariela. Normalmente si ella se fuera dado cuenta de quien estaba detrás se hubiera opuesto, todo depende del humor que tuviera, pero en ese momento no le importaba quien fuera luego era Karina quien gemía fuerte mientras continuaba lamiendo, Barbara estaba sorprendida mas no sacaba sus manos bajo la toalla hasta que vi que se contrajo.
—¿te corriste? —, le sonreía mientras veía su cuerpo sudoroso, pero ella negaba que había tenido un orgasmo. Entretanto yo tampoco aguantaba las ganas así que saco mi verga y comienzo a manosearme dejando que Bárbara viera bien la erección que cargaba —ven, unámonos a la fiesta—, pero ella no dice nada, pero luego de unos segundos, —¿tienes condón? —, obviamente le respondí que si a la vez que se lo enseñaba y ella salió de atrás y vino al frente, velozmente destapo y me lo coloco —no sé qué me pasa, pero no pienses que soy una cualquiera—, en ese instante ella estaba sobre mi poniendo mi verga en la puerta de su coño hasta que se deja caer, al estar dentro de ella sentía sus construcciones y al mismo tiempo trataba de no pensar porque sentía que me correría y me pongo a pensar cualquier pendejada, pero su cabalgata me lo complicaba y más me lo complico cuando empezó a darle duro —si…, si…, métemelo más duro, más duro—, en el momento que me corrí Bárbara parecía una súcubos porque no dejaba de cabalgarme hasta que mi verga se puso flácida y salió por si sola, —ah… no, no es momento para descansar—, echa el condón fuera y me lo empieza a mamar y en cuestión de segundos ya estaba listo para otra ronda así que saco otro condón de la guantera y ella misma me lo coloca, ella se levanta y ca al frente del auto recuesta su pecho dejándome su delicioso culo paradito. En plena faena notaba que lo único que se escuchaba eran sus gemidos, el rechinido del carro que casi parecía slow rider y nuestras sucias frases. Hubo un momento que me agaché y me pongo a comerle su húmedo coño y meterle dedo, Bárbara estaba fascinada a tal punto que me baña en sus jugos, ese baño que me dio me recordó a mi tía que me desvirgó ya que era la única que tenía esos orgasmos así de mojados, mientras descansaba se pone boca arriba y yo sobre ella así mismo ella me abraza con sus piernas y nos besamos, beso su cuello, sus pechos y poco después estaba moviendo mi verga entre su culo y su coño, —¿quieres hacerlo por ahí?—, lo dice casi como un murmullo, pero yo no respondí nada mas no quitaba mi verga de su culo, al notar que ya le estaba punteando —vale, mételo despacio—, era un tanto obstinante ya que cada vez que trataba de meterlo hacia que me detuviera una y otra vez hasta que por fin logro meterlo como debía, —mierda que apretado—veía al cielo mientras visualizaba todo lo que sentía, al tener condón no sabría con precisión la diferencia entre su vagina y su culo, pero algo si era obvio, que su culo apretaba a un nivel incomparable. Al principio tenía que darle lento, pero mientras más pasaba mi verga en su culo más rápido le podía dar, —sí… así, ábreme el culo—, entretanto jugaba con su coño, se daba palmadas al punto que llamó la atención de los otros tres, una vez que se puso al lado mío mientras Karina limpiaba la corrida de su verga para que luego viniera Mariela y la pusiera a que también se tomara la leche que tenía en el coño.
—¿Cuántas veces te has corrido ya? —, y con los dedos me dice que dos veces, —y te corriste dentro—.
—hay que aprovechar que aún no pueden salir embarazadas—, se ríe mientras veía como le perforaba el culo a Bárbara —¿Qué tal el culo de la prima? —.
—brutal, primera vez que lo meto por el culo—, y me termino viniendo con fuerza mientras respiraba con fuerza.
Apenas me quite Luis se pone y se empieza a coger el culo de su prima —uf…, como te extrañaba el culo tuyo—, entre jadeos Bárbara le responde —cállate y mueve esa verga —.
Poco a poco iba teniendo otra erección cuando de repente escucho a Karina preguntándose — ¿y se siente bien por ahí? —.
—a mí no me gusta, se siente raro—, le respondió Mariela.
Tomo a Karina y la cargo montándome en la verga y ella solita se movía mientras mordía cerca de mi cuello dejándome escuchar sus ricos gemidos cuando de repente Luis me pregunta si le damos entre los dos a Bárbara, no hiso falta respuesta, bajé a Karina y como Luis tenía a su prima en cuatro solo tuvo que ponerla derecha y se lo metí, Bárbara soltó un gran gemido, su coño estaba mucho más apretado y sentía como mi verga presionaba la de Luis, una vez que empezamos a movernos los gemidos de Bárbara era incontrolables, ella solo estaba de pie mientras ambos la perforábamos al mismo tiempo, entretanto Karina y Mariela nos veían.
Luego como Bárbara no podía mantenerse de pie vamos a los asientos traseros y dejando a Luis debajo que siguiera perforándole el culo yo tomo el ritmo sobre ella y así continuamos hasta que tuvo un orgasmo, sus contracciones fueron aún mejor, se notaba que le gustaba ser doblemente follada mientras me quedaba quito esperando que pasara su orgasmo dichas contracciones hiso que me viniera pero por suerte lo saque a tiempo y lo eché afuera, de haber estado abajo la hubiese cagado porque había olvidado colocarme condón, sin decir nada Karina vino y me dio una mamada para limpiarme la verga —buena chica—, mientras acariciaba su cabeza, y todo finaliza con el gruñido de Luis corriéndose y se quedó debajo de Bárbara hasta que esta pudo levantarse, todos nos mirábamos las caras mas no decíamos nada.
Una vez de regreso Bárbara dice seria: —espero que esto quede entre nosotros—.
—tranquilízate, así será—, le responde Luis.
Las niñas le preguntaron cómo era tenerlo por el culo, pero Bárbara no tenía ganas de hablar y a la final se quedaron dormidas para cuando llegamos a la casa, mis padres no se imaginaban en lo que se estaba convirtiendo su hija querida y la clase de hermano que tenía a su lado.
Una vez que anocheció y me encontré con Luis y entre la conversación me mostro un frasco de afrodisiaco que le había echado en la comida y bebidas de ellas por lo que después de un rato desencadenó toda esa faena de sexual y precisamente su prima era mi regalo que me había mencionado el día anterior.
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