Soy parte de un trio amoroso
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos los chicos y chicas que escriben en estos lugares. Yo soy asidua lectora de estos relatos desde los 15 años, ahora tengo 19 y medio. Ahora quiero ser escritora por primera vez del mayor acontecimiento sexual de mi corta vida; yo sé que a todos nos gusta los detalles y espero no fallarles.
Diganme Clara, siempre he tenido especial interés por la actividad sexual, desde pequeña solo de ver alguna película con algo de morbo sexual, aveces me he mojado dentro de mi grutita, asi de caliente resulté ser.
A los 17 conocí el sexo por primera vez, ya estaba grandecita, pero mi familia es muy conservadora y me cuidan mucho, demasiado diría yo. Hice el amor con mi primer novio, que su vez fue mi marido más tarde, llamémoslo Kevin, quien era un chico muy apuesto, conquistador y romántico, y una de chica no ve más allá, más tarde, ya casada supe que tenía adicción a las apuestas y un poco a la bebida.
Me casé a los 18 con objeción de mis padres (que razón tenían ellos), con Kevin, y los problemas vinieron pronto. Su vicio por las apuestas nos generó de inmediato problemas económicos y él se refugiaga muchas veces a la bebida y no duraba mucho en sus empleos. Mi padre nos alquiló un apartamento en una villa, con tal de no pasar penas con la casa. Mi madre me rogaba para que me cuidara y no resultar embarazada todavía.
La historia empieza cuando conocimos a una pareja que vivía también en los apartamentos, ellos son de origen cubano, él Henry de 25 y ella, Brenda de 24. En mi caso yo soy bajita de 1.60 mt, de tez blanca y de cabello castaño natural, senos pequeños pero con bonita forma y lo mejor de mi es mi parte trasera, forma un corazón no exagerado, pero bastante atractivo a los hombres.
Por sus vicios, Kevin me dejaba sola mucho tiempo, asi que me hice amiga de Brenda, ella es la típica morena trigueña, senos pequeños, alta y bonito y respingón trasero, con la que pasaba horas y horas mientras se aparecía mi marido, no buscaba a mi madre por el miedo a que me reprendiera como siempre, del por qué me case con Kevin.
Para no ser aburrida, en cierta ocasión me desahogué con Brenda contándole mis penas y que para mis 18, eran muchas. Ella me consoló y eso acrecentó nuestra amistad. Un día ella pintaba uno de los cuartos del apartamento y yo le empecé a ayudar, en eso comenzamos a jugar puras niñas y nos pintamos la ropa y la piel, ella me jaló y me llevó a la ducha y nos metimos con todo y ropa, luego nos la fuimos quitando mientras el agua nos caía. Me quedé semidesnuda y Brenda se me quedó viendo, aún jugando sentí una atracción fuerte y ella también, asi que nos dimos unos cuantos besos allí en la ducha, luego ella puso su mano en mi chuchita y la frotó, su lengua entro en mi boca y se enlazó con la mía, no sentía asco, es más sentía muy cálido y rico todo esto. Su dedo entro en mi chuchita y me dijo al oído que yo estaba muy caliente, que lo muy menos mi esposo también me descuidaba en el aspecto sexual.
Me tomó de la mano, caminamos desnudas un pequeño trayecto dentro de su apartamento y llegamos a su recamara, al parecer ella tenía experiencia en el sexo lésbico, me colocó en la tradicional 69 y Brenda me dio una tremenda chupada de coño, su lengua examinó mi chuchita por todos lados. Se comía mi clítoris mientras un dedo me penetraba profundo, por mi parte yo tenía enfrente su moreno coño con gruesos labios vaginales, no sabía que hacer, nunca le había hecho sexo oral a una mujer, asi que me dejé llevar por la lógica y con los dedos abrí sus viscosos labios vaginales y recorrí su largo con la lengua. Era claro que la única que gozó y que llegó a dos orgasmos fui yo, Brenda como dije, tenía más experiencia y me hizo correrme como no lo había hecho en los últimos meses. Yo apenas había logrado que gimiera.
Como si hubiera follado con mi marido, terminé agotada, satisfecha, pero luego vienen los arrepentimientos, yo pensaba que ya era lesbiana, pero ella me tranquilizó diciéndome que son etapas en la vida de toda mujer. No se necesita ser lesbiana para hacerlo con una mujer! Me dijo ella. Pero aún asi tenía sentimiento de culpa.
Los días transcurrieron, la situación con Kevin era difícil. Tenía días de no visitar a Brenda después de aquella tarde. Pero confieso que aveces me tocaba el sexo y pensaba en el sexo oral que me había dado ella, fue realmente bueno, pensaba. En un fin de semana que Kevin dispuso ir a visitar a su familia, me dejó nuevamente sola. Enfadada me fui a visitar a Brenda, allí estaba ella, no estaba su marido. Tomamos té en su living y ella viéndome me preguntó si me había gustado lo de la otra tarde, le dije que si, pero que me sentí rara después. No se cómo, no lo recuerdo bien, pero seguimos charlando luego nuestros labios se volvieron a unir y ella me fue despojando de la ropa, casi desnuda me abrió las piernas y ella se arrodilló en el suelo y comenzó a besarme la entrepierna, fue subiendo y su lengua rozó mi chuchita y siguió con la otra entrepierna, regresó y la punta de lengua se resbaló hasta mi clítoris, luego, lo atrapó con ambos labios y por dentro su boca su lengua lo frotaba frenéticamente, yo sentí que el suelo se movía debajo de mi, sentí toques eléctricos en mi espalda y fueron hacia mi cabeza, tuve un orgasmo increíble.
Ella no se detuvo, siguió lamiendo mi chuchita y metió un dedo en ella, luego fueron dos dedos que movia dentro de mi. Después me levantó un poco las nalgas e hizo lo mismo con mi ano, ensalivó uno de sus dedos y me penetró mi inmaculado culito, no pudo entrar todo, talvez la mitad de él. Brenda más tarde metía un dedo en mi colita y el otro en mi chuchita, mientras sus labios lamían mi clítoris, yo me arqueaba en el sillón, gemía, me quejaba, casi pataleaba de placer, por fin me sobrevino un nuevo orgasmo, mucho más intenso que el primero. Al terminar de nuevo me quedé agotadísima.
Aunque no me lo crean, los días posteriores pensaba en Brenda a todo momento, tenía un sentimiento hacia ella que iba creciendo en mi, -no puede ser que siempre en el fondo haya sido lesbiana!!- pensaba yo. La llamé por teléfono una tarde y la invité a mi casa, mi marido iba a salir con compañeros suyos del trabajo. Ella llegó y después de charlar un rato nos besamos, antes de que me hiciera de nuevo el amor, le dije que yo también deseaba hacerla sentir bien, como ella me hacía sentir a mi. Ella me dijo que me iba a guíar, se quitó la falda y luego su braga, se abrió de piernas y me dijo que la fuera besando poco a poco empezando por las rodillas, luego la entrepierna y que jugara un poco con los alrededores de su chuchita antes de pasarle la lengua entre sus labios vaginales, asi lo hice y yo me daba cuenta que Brenda la estaba gozando, cuando llegué a su raja morena, ella estaba mojadita, eso me gustó, sentí el sabor de sus lubricantes, luego me señaló su clítoris y me dijo que le pasara la punta de lengua y que le diera golpecitos con ella, eso le encantaba. Unos minutos más y Brenda estaba retorciéndose victima de un orgasmo causado por mi.
Nuestros encuentros se hicieron más frecuentes. Hasta que un día me avisaron que Kevin estaba en detenido en la delegación de la policía, llamé a Brenda para que me acompañara y al parecer había agredido a alguien y estaba ebrio. No pude hacer mayor cosa, él pasaría al menos esa noche en la prisión. El esposo de Brenda también llegó y me prometió buscar ayuda jurídica pero para el otro día. Además le dijo a Brenda que esa noche me quedara con ellos para no estar sola.
Mientras Henry, esposo de Brenda, veía Tv, nosotras estábamos en la recamara y Brenda estaba consolándome y de pronto empezamos a besarnos espontáneamente, me fue quitando la ropa y mamó mis senos uno por uno, luego me acostó y fue besando mi vientre, mi ombligo y luego me quitó la braga -tu marido!- le dije, pero ella me dijo que no tuviera pena, siguió lamiendo mi monte de venus y finalmente comenzó a besar mi sexo, me abrió las piernas y sentí su tibia lengua apoderarse de mi chuchita de nuevo.
Paró un momento solo para desvestirse y nos colocamos en una 69, y comenzamos a darnos lengua, ambas gemíamos ahora, su sexo moreno se humedeció afuera y por dentro, que rico era aquello, en eso veo una sombra mientras le hago sexo oral a Brenda, es Henry, el está desnudo, se acaricia su pene, es un enorme pene que está apuntando hacia arriba, se coloca detrás de Brenda que esta arriba de mi en la 69, quité mi rostro de su sexo y solo vi la enorme cosa de Henry clavarse en la chuchita de ella, se la metió fuerte varias veces yo solo me limitaba a observar como pasaba frente a mi. Brenda gemía y se quejaba diciendo –asi papi, asi, cógeme duro-, todo eso me calentaba a mi también a pesar que ella dejó de chuparme mientras se la cogía su marido. Era sumamente excitante estar a diez centímetros de una verga grande que penetra un coño mojado.
Luego de varios minutos metiendo y sacando su verga, Henry la sacó y se fue al otro extremo, donde estaba el rostro de Brenda y mi chuchita, solo oí que él le dijo algo asi como –ya esta lista?- -si papi, ya esta muy lista!- contestó ella. Me levantó las piernas y sentí su verga frotarse en mi sexo, Brenda se sentó casi sobre mi rostro y luego sentí como el duro miembro de Henry se fue deslizando en mi chuchita, su verga si era enorme, al menos más que la de Kevin, luego comenzó a moverse dentro de mi coñito. Mientras lo hacía Brenda y él se comían a besos. Yo gemía como nunca, casi gritaba, la excitación de todo esto me embargaba por completo, en pocos segundos alcancé un orgasmo y luego otro.
No pedí ninguna explicación a lo ocurrido, solo me dejé llevar por el placer. Henry nos colocó en cuatro al estilo perruno a ambas y luego por turnos nos penetró mientras con Brenda no dábamos lengua. Nos hizo corrernos la enorme verga de Henry, quien por fin alcanzó el suyo viniéndose en las nalgas de su mujer y luego en las mias. Lo que había sucedido era poco creible para mi.
Ambos se sentaron en la cama y me dijeron que no me escandalizara, que ellos practicaban el sexo libre y que aveces buscaban un tercero o tercera y que aveces no sabían a quien metían en su cama, conmigo era diferente porque me conocían y ellos me preferían a un extraño o extraña.
Alli comenzó justo, mi relación en un trio amoroso. Al menos follabamos una dos veces por semana, era mi secreto, a nadie se lo he contado jamás.
Eso me ayudó a separarme definitivamente de Kevin, esta en proceso el divorcio, por el momento sigo viviendo sola, tengo a Henry y Brenda en la cama, me he vuelto muy fogosa en el trío con ellos, los amo y ellos me aman.
Nuestra relación ha sido tan ideal, que cierto día fui a buscar a Brenda a su casa y solo estaba Henry, al parecer Brenda estaba haciendo extras en el trabajo. Henry se me insinuó y me acaricio la cola, yo le dije que no podía hacerlo sin Brenda allí, no quería engañarla, el tomó el teléfono y se comunicó con Brenda y le preguntó que si había problema si me tiro a Clara en tu ausencia?, el puso el auricular externo y Brenda dijo que no había problema, -que la disfrutes!!- dijo y se río. Esa vez cogimos solos con Henry y me hizo aullar de placer, el hacerlo con el marido de mi amiga solos, fue un excelente afrodisíaco.
Si me preguntan por los tríos en la cama, cuando hay sinceridad y confianza son lo máximo!!!
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