Todos quieren cogerse a mi esposa I parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Para este relato, mi nombre es Ramón y mi esposa es Jessica, de 33 y 32 años cada uno. Con mi esposa fuimos novios desde los 17 años, luego no casamos y tuvimos 8 o 9 años maravillosos, sexualmente hablando, pues los dos eramos muy cachondos. Hicimos cualquier cosa en la cama, eramos almas gemelas en el sexo. Yo fui el primero que la penetró tanto en su rajita como en su buen culo. Hicimos todas las posiciones sexuales que veiamos en las revistas, teniamos suficientes juguetes sexuales, desde dildos, cremas, disfraces, fetiches, esposas y todo lo que aumentara el disfrute sexual. Llegamos hasta lo máximo y luego tuvimos una picada peligrosa, nos aburrimos uno del otro. Debo decir que los dos asistíamos al gym juntos, nos mantenemos bien de salud y comemos y bebemos saludablemente.
Antes de seguir debo decir que mi mujer además de cachonda tiene todavía un cuerpo lujurioso, mide 1.71 mt, sus medidas han sido buenas, 92, 63, 90, tiene unas atractivas y buenisimas tetas, firmes todavía, una cintura no de avispa, pero que luego se extendía en unas voluptuosas caderas, y a mi me ha gustado que ella exhiba sus dotes naturales, me ha gustado como la ven los hombres (y mujeres) cuando vamos en la calle. Me gusta verla con pantalones y blusas apretadas, o en mini o vestidos cortos, más de un amigo o no amigo me han propuesto hacer un trio con mi esposa, pero nunca había aceptado, yo no aceptaba estas prácticas sexuales modernas. Pero mi matrimonio iba al fracaso. Hablamos varias veces con mi esposa Jessica de como mejorar nuestra vida sexual. Los dos somos profesionales, ella es diseñadora grafica y yo soy administrador y soy gerente de una empresa de seguridad.
Por fin nos decidimos a hacer cosas que no habíamos probado, meter a una tercera persona en la cama con alguno de nosotros. Primero sería tener sexo fuera del matrimonio y luego compartirlo con el otro. Mi esposa fue la primera que lo haría, la pregunta prohibida salió de la boca de nosotros, con quien acostarse?, a mi esposa le sobraban prospectos que se la quisieran tirar, pero ella con quien le gustaría hacerlo. Aqui vinieron sorpresas, a mi esposa le interesó hacerlo con Anibal, un hombre de 40 años, fornido, de manos grandes, ella me confesó que cuando ella pasaba frente a él, se la comía con los ojos, le decía piropos muy fuertes y que en la última fiesta de aniversario del residencial donde vivimos él la sacó a bailar y la pegaba contra su cuerpo como manoseándola, luego le dijo que se fueran a un lugar solos los dos, Jessica le dijo que no, pero él insistió y le dijo -quieres saber que te haría estando solos??-, mi esposa le dijo que no iría, pero que le contara que le haría, fue aqui que ese hombre Anibal le comenzó a confesar casi al oido, las cosas más sucias que haría con el cuerpo de mi mujer, esto excitó a mi esposa mucho, que luego de la fiesta, ya en casa, tuvimos uno de los mejores últimos polvos que recuerdo. Ella se había mojado solo de oir a Anibal.
Y todo sucedió. Lo planificamos mucho, no fue dificil para mi colocar cámaras en casi toda la casa ya que mi empresa tiene todo lo necesario para eso, a pesar que no era un seguidor de esta práctica de meter a otro en tus relaciones. Mi esposa me dijo que Anibal sale de su casa por la noche y se sienta el frente a fumar un puro, alli lo ligaría mi mujer y lo invitaría a mi casa. Mi mujer se puso como siempre algo sexy, solo que esta vez parecía una mujerzuela, con una falda tan corta que apenas tapaba sus nalgas y una blusa sin tirantes muy escotada, además tacones muy altos. Tenía tiempo de no ver tan emocionada a Jessica con algo como esa noche, estaba hasta nerviosa.
Mi esposa tiró el anzuelo, salió de casa y pasó por la casa de Anibal, quien como siempre se levantó y le dijo un piropo, Jessica se detuvo y acercándose a Anibal que la estaba siguiendo un tipo, que por favor la acompañara hasta la casa, Anibal sin perder tiempo la acompañó hasta la casa, durante el camino, mi esposa se hizo la miedosa y preocupada, le contó al tipo que yo no estaba en casa y regresaría hasta mañana. Al llegar a la entrada, mi esposa le agradeció a Anibal que la acompañara y luego le dijo que si quería pasar, pues se había quedado muy nerviosa. Anibal ni lerdo ni perezoso aceptó de inmediato, pues mi esposa se veía deliciosa y él siempre había querido encontrar el momento propicio para tener algo con ella. Anibal era del tipo rudo, tosco y mal hablado.
Entró y yo ya los tuve en mis siete cámaras instaladas solo en la sala, mi empresa utiliza las cámaras más modernas y son moviles, con zoom y con casi cero ruido. Mi esposa Jessica lo invitó a un café, pero el dijo que quería una cerveza, luego los dos se sentaron en el mismo sofá (donde habíamos acordado con Jessica), las piernas de mi esposa se miraban fenomenales con esa falda cortisima, los ojos de Anibal no dejaban de verlas un instante. Empezaron a charlar y el tipo se iba acercando más y más a mi esposa, de pronto el puso una mano en el muslo de Jessica, ella no hizo nada por apartarlo, eso motivó a Anibal y ahora le acariciaba los muslos. Bromearon un poco, pero esa mano de Anibal se metió en la entrepierna de mi esposa, ella lejos de evitarlo abrió sus muslos, debo decir que sin que Jessica se diera cuenta puse dos camaras en la mesita de la sala que es larga con distancia de 45 grados una de otra y una en un adorno del sofá que estaba enfrente, asi que tenía todo el detalle que quería. Pude ver las bragas de mi mujer cuando abrió las piernas, un diminuto bikini. Los dedos del tipo acariciaban la panochita de mi mujer sobre la tela delgada de su braguita, los dos siguieron charlando como si nada, pero conforme Jessica sentía los dedos del tipo ella dejaba de hablar y emitía algun gemido.
Anibal al verla gemir, la tomó de los hombros y comenzó a besarla, ella también correspondió, los besos empezaron a ser más intensos, con legua incluida, pude ver como la mano de Anibal ingresó en las bragas de mi mujer, y aunque no era visible por los movimientos deduje que uno o dos de los dedos del tipo habían entrado en la rajita de Jessica, él los movia adentro y afuera de su coñito. Los movimientos se volvían más rapidos y fuertes, los gemidos de mi mujer eran cada vez más fuertes. Anibal entonces sacando sus dedos de la panocha de mi mujer, se los llevó a la boca y los chupó como si los tuviera embarrados de miel, le dijo a mi esposa -que rico tus juguitos preciosa, estas segura que tu marido no vendrá esta noche-, ella que estaba excitada y mojada le respondió -muy segura-, volvieron a los besos, pero él ya tenía a la vista las tetas de Jessica, no le costó bajar la busa y quedaron al aire las bellas tetas de mi mujer, él las atrapó con sus labios y tomándolas con las manos las mamó con furia, yo veía la cara de mi mujer que hacia gestos de incomodidad, pero o hacía nada por evitarlo. Pasaba su boca de una teta a otra y además de chupar el seno apretaba sus pezones con los labios, ella solo lo tomaba de los cabellos y parecía que lo jalaba hacia ella, de nuevo una mano de él tipo entraba en las bragas de mi mujer y era de suponerse que le metía sus gruesos dedos en su rajita, haciendo otra vez el movimiento de entrar y salir.
Estuvieron un rato asi, el mamando las tetas de mi mujer y sus dedos entrando en su parte íntima, la escena era tan caliente que tenía una erección inmensa entre las piernas, no pude evitar sacar mi verga de los pantalones, porque me apretaba, y agarrarla con una mano, nunca me imaginé estar masturbándome mientras un tipo seduce a mi mujer. Pero asi es la vida.
Luego de unos minutos, Jessica se puso de pie frente a Anibal y se fue quitando la ropa, el tipo mientras la veía se tocaba los genitales, se podía ver la enorme erección en sus pantalones, mi mujer se quitó la blusa y sus tetas quedaron libres, luego hizo lo mismo bajando lentamente el cierre de su mini, la cual cayó a sus pies, se miraba mejor que nunca mi mujer, todavía mantenía ese cuerpo tan deseado. Mi mujer como muchas veces hizo conmigo, se puso de rodillas y se fue gateando hacia el tipo y al llegar acaricio con sus manos el paquete de Anibal, quien rápidamente sacó su verga del pantalón, estaba rolliza y erecta, la acaricio por todo su largo, era gruesa y larga, mi mujer la tomó y la apretó con una mano y luego bajó a acariciar sus grandes bolas, el tipo la tomó de la cabeza y la acercó a su miembro viril, mi mujer tomó el glande con los labios y comenzó a chuparsela, mi mujer al poco rato le pegaba unas chupadas tan intensas que el tipo hacia cualquier gesto que indicaba que la estaba pasando muy bien.
-Qué rico me la comes, eres bien putita..si te viera tu maridito!!- decia ese tipo al mismo tiempo que presionaba la cabeza de mi mujer para que se la tragara toda, además el movía su cintura y su enorme nabo entraba casi hasta lo huevos en la boca de Jessica.
Luego de eso puso a mi mujer hincada sobre el sofá con la colita para afuera. Ahora fue él quien se reclinó y con sus manos apretaba las nalgas de ella, una lluvia de besos y chupones le daba Anibal a mi mujer, los cuales fue apuntando hacia su culito y después hacia su rajita. Mi mujer le gusta depilarse todita, asi que no tiene pelitos que le cubran ninguno de su agujeros, y Anibal estaba aprovechando eso, pues lamía y chupaba el orto de Jessica mientras dos de sus dedos entraban y salían de su rajita, los gemidos de Jessica me hervían la sangre, eyaculé viendo esa escena tan caliente. Unos minutos más tarde oí los quejidos tan conocidos por mi, de mi mujer cuando ella tiene un orgasmo. El tipo movíó sus dedos con furia dentro de la vagina de ella para prolongar su corrida, mientras le decía -correte correte!!, mi putita – Terminando de decir esto y se puso de pie, se bajó los pantalones y los arrojó lejos, puso su verga sobre las nalgas de Jessica y le pegó con su carne erecta, luego la puso en la entrada de su rajita y se la introdujo con fuerza, solo las bolas quedaron afuera, después se movía con fuertes empellones que casi arrastraban el sofá donde estaban teniendo sexo.
-ohh oohh uuuhhh!!- oí exclamar a Anibal, será posible que eyaculara tan pronto??, y si era cierto, el tipo comenzó a eyacular dentro de mi mujer, pensé que al final sería un polvo rápido, pero el tipo no dejó de martillar su verga dentro de Jessica, solo que ahora se podía escuchar el chapoteo que hacía su miembro dentro de la vagina inundada de esperma, el cual minutos después salía por las comisuras de la rajita de ella. Mi mujer seguía gimiendo, se notaba que le estaba gustando la experiencia, pues yo conocía que esos gemidos los daba cuando estaba muy excitada.
-Te gusta como te estoy cogiendo?!!- le preguntaba casi a gritos Anibal a mi mujer. -Ayy sii- le respondió timidamente ella, a lo que él insistió -no te oigo!!, te gusta como te cojo??-, -Siii papi, me gusta como me estas cogiendo, qué ricooo me la metes!!- gritaba ella.. – Asi me gusta mi putita.. Te cojo mejor que tu marido?- le preguntaba él mientras le insertaba uno de sus gruesos dedos en el culo. -Sii papi me coges mejor que mi marido!!- decía mi mujer casi obligada.
En eso, no me fije en el momento exacto, pero oí gritar a mi mujer decirle -alli no papi, no seas tan malo, soy muy estrecha por alli, no papii,!!- el tipo le había puesto la verga en su colita y amenazaba por cogerla por alli empujando su verga contra su agujerito, de pronto oí la exclamación de mi mujer -nooo ahhhggg- Anibal la penetró sin misericordia por su culito, si mi mujer le había pedido que no se cogiera por alli, fue porque ella presentía que el miembro del tipo era más grande y rollizo que el mio, ya que mi mujer es estrechita del culo y siempre habíamos usado algún dilatador y aceite para hacerlo, pero en cambio Anibal se la estaba cogiendo sin nada. Los gritos y gemidos de Jessica eran avasalladores, parecía que la estaban sacrificando, hasta estuve a punto de salir de mi habitación y sacar a patadas a Anibal, pero pude ver que poco a poco los gritos de dolor eran sustituidos por gemidos de placer, dos minutos después, era la propia Jessica que pedia que se la metieran más duro -asi papi, no pares, que rico que rico, no pares, asi asi!!–.
-Ahora mueve tu culo, asi asi que rico coges putita- le decía Anibal, y es que mi esposa movía su trasero en circulos como si fuera una batidora cogiéndole su pedazo de carne con el ano, mi mujer tiene la ventaja de poder llegar a un orgasmo enganchada por su recto, y ella se corrió gimiendo y gritando. El tipo hacia de nuevo cualquier cantidad de gestos con los ojos y boca. En eso el tipo la tomó de la cintura y casi se abrazó a ella, se la hundió lo más profundo que podia y comenzó a culearla frenéticamente, los gemidos de ambos amantes se oyen y yo no puedo evitar otra eyaculación alli sentado frente a los monitores, en eso el tipo comienza a gritar, -me vengo me vengooo!!!- esto se mezcla con los gemidos de Jessica y el tipo se la deja hundida en su recto, él esta eyaculando adentro. Los dos cuerpos sudorosos brillan y se mantienen inertes, en eso Anibal es el primero que se mueve y se desprende del culo de mi esposa, enfoco la camara y puedo ver como varios goterones de semen salen del culo de mi mujer. Luego mi mujer se va poniendo de pie, recoge sus prendas y se dirige a uno de los WC que hay en la planta baja de nuestra casa. El tipo se sienta y aun se frota la verga un par de veces, luego ve su reloj y comienza a vestirse, ya vestido se sienta y parece impaciente, ve su reloj varias veces, parece que no sabe si esperar o largarse de alli. En eso sale por fin mi mujer, el tipo la abraza, mi mujer esta vez no corresponde y le pide que se marche, se despiden de beso en la mejilla y el tipo sale de la casa.
A pesar de las dos eyaculaciones que tuve viendo a mi mujer con otro, le eché dos polvos a mi mujer esa noche, fue una relación bestial, ella también estaba motivada. No me importó ser cornudo con tal de echarle de nuevo esos palos tan buenos como antes.
Nada fue igual después de ese día, mi mujer se cogió a dos amigos, a su jefe y a su ginecologo, todos ellos le llevaban ganas a mi mujer desde antes, claro que más adelante volvió a hacerlo con Anibal. Todas las tengo grabadas. Ahora asistimos a bares swinger, en donde he puesto como condición que yo escojo las parejas, asi que he tenido sexo con una muchachas y no tan muchachas con suculentos cuerpos y a una de ellas le destapé su culito, pues su marido no se animaba. Pero eso seran otros relatos, si es que vosotros estais de acuerdo.
FIN
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