Trio con la novia de mi mejor amigo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por pielydeseo.
Quiero comenzar mi relato que me paso hace ya once años. Si bien no fue mi primer experiencia en tríos este si fu algo diferente.
Diferente en muchos sentidos. Los tríos que yo había vivido habían sido un total de 4, tres de ellos en la compañía de dos mujeres y el cuarto, más que trío había sido intercambio, ya que entre un amigo y yo tuvimos relaciones con una amiga, pero en ningún momento interactuamos los tres juntos, sino que nos intercalamos, primero él con ella y después yo con ella.
Pero volvamos al relato con el que comienzo este blog. Decía que esta era un trío diferente a los que había experimentado por dos razones: la primera fue que mi amigo y yo si participamos al mismo tiempo con la mujer, y la segunda razón y la más importante fue que la mujer era la novia de mi amigo, de mi mejor amigo, algo que yo nunca me hubiera imaginado, porque la chica es muy linda y mucho menos porque la propuesta de hacer el trío vino de ellos, en especial de ella. En este relato no menciono nombres reales por respeto a mi amigo y su ahora esposa, sólo diré nombres inventados.
No voy alargar la historia entrando en demasiados detalles previos. Ellos mi amigo (desde ahora Ricardo y su novia Elena), al saber de mis historias de travesuras y sin saber porque motivos, comenzaron a insinuarme del interés de Elena en hacer un trío en donde yo participara con ellos. Yo pensaba que era un juego, ellos siempre fueron una pareja muy liberal, pero que solían jugar muchas bromas, y a sabiendas de que yo soy una persona con hormonas muy volátiles, lo primero que pensé que me estaban jugando una buena broma. Pasaron las semanas y seguían con sus juegos, y yo sólo optaba por contestarles que no bromearan, que ya me conocían como era de caliente y que les iba a tomar la palabra y de que iban a tener que cumplir. Siguieron un par de ocasiones más las insinuaciones, que parecían sólo eso: un juego, hasta que…
En una ocasión llegaron a mi departamento y me dijeron que los invitara a comer, llegaron ellos dos en compañía de otro amigo al que llamaré Juan. Las horas pasaron y después de comer, Juan decidió retirarse. Ricardo y su novia se quedaron viendo películas conmigo y se comenzaron a besar en el lugar donde estaban sentados. Sus caricias comenzaron a subir de tono y yo me empezó a sentir algo incomodo y porque no decirlo caliente.
Les comente y les recordé de su propuesta, pensando en que me iban a mandar a volar, pero lo que me dejo en un estupor total fu su respuesta: ¿Tienes condones?
Más tarde en buscar los preservativos que en estar de vuelta, para esos momentos ya eran las nueve de la noche y decidieron que apagara la luz. Ricardo comenzó a besar a Elena, y a acariciarla de forma muy cachonda, y eso lo podía ver porque la oscuridad no era total, ya que por la ventana entraba luz del alumbrado público. Estaban parados en un intercambio de caricias y de besos, y yo decidí que no me iba a quedar como simple voyerista. Me ubique detrás de ella y le comencé a acariciar las nalgas tan duras y bellas que tenía, mientras ellos seguían en sus caricias.
Después de algunos segundos Ricardo comenzó a desabotonar el pantalón de ella y su blusa, mientras que ella ya había hecho lo propio con la ropa de él, yo también me quite la mia y me coloque el preservativo. Me acerque despacio de nuevo hacia ella. Ricardo se había sentado en un banco alto y le lamia los senos a ella por lo que yo alcanzaba a percibir. Me ubique en su espalda y comencé con mis caricias, usando mis labios, usando mi lengua para trazar líneas a lo largo de toda su espalda hasta llegar a sus glúteos, donde deje una leve y suave mordida que ella hizo que saltara un poco y soltara un quejido de placer. Elena comenzó a practicarle un sexo oral a mi amigo, mostrándome todo el esplendor de su bello y caliente trasero. Yo me hinque y deposite mi boca en su sexo, comenzando a dar pequeños besos, a rozar con suavidad con mis labios sus glúteos y a deslizar lentamente mi lengua a lo largo de todo se sexo.
La intensidad del sexo oral aumento, se escuchaban jadeos de ella y de él, yo me incorpore y aprovechando la postura de ella y su altura (mide 1.70, además se había dejado las botas) coloque mi pene en su trasero y lo comencé a restregar de arriba hacia abajo, permitiendo que me mojara con toda su mojada vagina, hasta que coloque la punta de mi pene y la comencé a penetrar lentamente, mientras ella seguía besando y lamiendo el pene de mi amigo.
La sujete por la cintura, arquee un poco mi cuerpo hacia atrás y flexione las rodillas, para que mi penetración fuera un poco más hacia arriba y que me permitiera rozarme mucho más con la vagina de Elena, mientras tanto ella seguía dándole sexo oral a Ricardo. Me movía muy lento, tratando de disfrutar al máximo del momento, era un placer exquisito estar bombeando el exquisito culo de la bella novia de mi amigo. Ella gemía un poco y después de algunos minutos más de seguir penetrándola de ésta forma y ella de hacerle sexo oral a Ricardo, se separo de él, se puso derecha sin dejar de darme la espalda, y pego sus manos a la pared en una clara invitación de que siguiera penetrándola desde atrás. La volví a tomar de las caderas y seguí con mis movimientos que ahora se hacían un poco más rápidos mientras mis manos buscaban sujetar sus senos.
Al paso de algunos minutos ella se movió y llevó a Ricardo hasta el sofá, y yo me quede viéndola la imagen sentado a dos metros de ellos. Ella acomodó a su novio, como había dicho en el sofá y volvió a darle una fugaz lamida a su pene para después colocarse encima de él y comenzar a cabalgarlo. Yo podía escuchar las respiraciones entrecortadas de los dos, mi excitación estaba al límite y me comencé a masturbar. Ellos me hablaron y me pidieron que me les uniera, me les acerque y Ricardo le dijo a Elena, que se arqueara y me hiciera gozar a mí. Yo no había logrado escuchar estas palabras, pero comprendí de lo que se trataba. Cuando me acerque un poco, ella sin desmontarse de él, arqueo su espalda, hasta quedar con la cara a la altura de mis testículos, para así comenzar a darme una rica mamada en ellos, que por poco hace que me venga. Ricardo, seguía bombeándola y acariciando sus senos y besándola. Mientras ella deja mis testículos y se introducía mi pene en su boca y lo mamaba ardientemente. Me retire después de algunos minutos, haciéndome hacia atrás porque todavía no quería que acabara. Quería llevarlo mucho tiempo más ya que lo estaba disfrutando tremendamente.
Ella volvió a enderezarse y cambio su postura. Se levanto y ahora se sentó sobre el pene de él, pero dándole la espalda, viéndome a mí, acariciándose las tetas y el clítoris con sus manos, mientras subía y bajaba, mientras montaba mi amigo.
Después de un tiempo, ella se levanto y vino hacia mí, llevándome hasta el otro sofá. Mientras ahora Ricardo veía toda la acción.
Quiso que yo me acostara, pero mejor la hice acostarse a ella, me coloque en medio de sus piernas hincado, coloque sus pantorrillas sobre mis hombros y comencé a empujar suavemente mi pene por su vagina. Solo empuje el glande, saque el pene y lo volví a empujar, pero esta vez hasta adentro, lo que nos saco un suspiro a los dos. Me comencé a mover de despacio a mas rápido y mientras lo hacía comencé a deslizar mi boca por sus pantorrillas. Ella se saco las botas para facilitarme el trabajo y me deleite probando esa rica piel, tersa y caliente. Mis embestidas comenzaron a aumentar de ritmo y ella de repente me pidió que me detuviera, que ella ahora me quería coger a mí. Me acostó en el sofá, y rápidamente se ubico encima de mí, guío con su mano la cabeza de mi pene hasta su entrada y de un solo movimiento se dejo ir en el, se quedo ahí unos segundos, mirándome, yo le acaricie los senos y quise moverme, pero ella me recordó que ahora era su turno y que la dejara yo hacer. Llevó sus manos hasta la repisa que estaba arriba de mi cabeza para sujetarse y comenzó a moverse de una forma deliciosa a subir y bajar muy despacio, y cada vez que bajaba giraba sus caderas y apretaba dándome más placer, y en cada bajada de ella yo levantaba más mi cadera para penetrarla más profundamente.
Ricardo sólo veía la situación mientras se masturbaba, ella ahora apoyo sus manos en mis rodillas y comenzó a girar y subir y bajar en movimientos muy cortos, pero con mucha fuerza sobre mí.
Me encontraba en la gloria y que buena cogida me estaba dando Elena, se comenzó a mover más rápido mientras que excitada le decía a Ricardo que se acercara. Él lo hizo y ella se detuvo pegando su cuerpo al mío. Mi amigo acerco su pene al recto de ella y la comenzó a penetrar despacio, yo me quede quieto y sólo veía la cara que hacia ella, ahora éramos los dos los que nos comenzamos a mover dentro de ella, yo en su vagina y Ricardo en su recto. Los movimientos se hacían cada vez más fuertes y rápidos y ella gemía de placer, yo la mía sus pezones y seguía moviéndome, mientras Ricardo la sujetaba fuertemente por la cadera y la continuaba penetrando desde atrás. Esto no podía continuar más y después de algunos segundos vi como ella cerraba los ojos y dejaba escapar un gritito de placer, haciéndome que yo me corriera mientras que Ricardo, le llenaba el culo con su semen.
Esta fue una de mis historias en el mundo exquisito de los tríos. En esos años realice algunos tríos más y hasta llegue a estar en un cuarteto (inconcluso, para mi desgracia por cierto jajaja). Y ahora una amiga mía quiere que la inicie en el mundo de los tríos, junto con alguna chica bi que le haga sentir el placer de tener una lengüita femenina en su clítoris, mientras que mi pene se mueve dentro de ella.
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