Trió con mis viejitos favoritos
Continuación del relato «Asistenta en la noche de juegos»..
Quedé en casa sola con don Genaro, salí de debajo de la mesa y él me ayudó a ponerme de pie, don Genaro me tomó de las manos y me dijo.
-«¿Señorita, le gustó? ¿Lo disfruto?».
El esperma de sus amigos aún escurría y se deslizaba muy lentamente por mi cuerpo, le dije.
-«Fue muy lindo don Genaro, sus amigos son personas muy amables, igual que usted, le agradezco la invitación, lo disfruté mucho, aunque me sorprendió un poco que todos se fueran a la vez».
Él esbozó una sonrisa de alivio y me dijo.
-«Me alegra que le agradara señorita, le aseguro que todos se fueron muy contentos con usted, y se fueron rápido porque Lulo tiene una camioneta grande, entonces la mayoría siempre vienen con él, Mario me dijo que solo podía venir por unas horas y Nino siempre se va con el porqué lo pasa a dejar a su casa».
Me soltó las manos y me dio la espalda diciéndome.
-«Ahora tengo que recoger y ordenar un poco, si quiere se puede dar un baño señorita».
Don Genaro como siempre era un caballero conmigo, enseguida acepte porque me sentí algo pegajosa, entre al baño y me quite las mallas que estaban empapadas en semen, entre a su ducha y abrí la llave, me limpie lentamente mientras el agua golpeaba mi cuerpo y mi mente recordaba la reunión, mi cuerpo se estremeció recordando todos esos miembros que chupe e hice acabar sobre mí, todos esos señores habían utilizado mi boca para correrse, palpe mi conchita y la sentí muy sensible, estaba excitada, comencé a meterme los dedos suavemente, mi cuerpo se estremeció totalmente, se sentía delicioso era una masturbación que tenía mucha excitación acumulada en mi cuerpo, de pronto escuche que tocaban la puerta del baño, yo me asuste muchísimo, cerré la llave y escuche que dijeron.
-«¿Genaro, necesito guardar la parrilla y la carne sobrante que no cocinamos, tienes la llave del taller?».
Yo reconocí la voz de inmediato, era don Hugo yo creía que se había ido ya a su casa, continuo tocando la puerta, yo me puse una toalla para taparme y le abrí la puerta un poco, el me miró sorprendido y me dijo.
-«Discúlpeme señorita, pensé que era Genaro, lo estoy buscando para guardar unas cosas antes de irme, discúlpeme, no quería importunarla».
Yo le sonreí y le dije.
– «No se preocupe don Hugo, don Genaro me dijo que ordenaría un poco, después de eso entré a la ducha y no supe dónde se fue».
Salí del baño con la toalla puesta y no vi a don Genaro en la casa, don Hugo me dijo.
-«Señorita, todos se fueron muy contentos con usted, parece que los enamoró a todos».
Yo me reí un poco pícaramente y le dije.
-«Bueno, me esforcé para que les gustaran mis mamadas, ¿a usted le gustó don Hugo?»
Él solo me sonrió y me dijo.
-«Yo no pude recibirla, cuando dejé la carne, tuve que ir a desconectar todo y empezar a apagar el fuego, luego de eso fui al baño y la vi tan ocupada con los otros que no quise molestarla».
Yo me sorprendí mucho, con tantos penes que chupe estaba segura de que había hecho que todos se corrieran, el bueno de don Hugo tan tímido no quiso llamarme para mamársela, me dio mucha ternura lo que me dijo, así que sin chistar me quite la toalla y quede desnuda frente a él, se me quedo viendo muy sorprendido sin entender la situación, yo me acerque a él con una sonrisa lasciva y meneando mis caderas, tome sus manos y lo lleve hasta el sillón individual, lo deje bien sentado y le abrí las piernas, me arrodille frente a él, lo mire fijamente a los ojos y le dije.
-«Parece que usted quedó sin descargarse don Hugo, así que ahora mismo lo ayudaré».
Él trató de decirme que no era necesario, pero yo solo quería mamársela, la excitación de la ducha me había dejado muy caliente y sensible así que quería seguir sintiendo placer, le baje el pantalón y la ropa interior a don Hugo dejando libre su pene frente a mí, desprendía un olor fuerte y un poco de calor, la verdad algo provoco en mí al ver su pene, como si me atrajera el verlo o su aroma, creo que sus olores de macho llegaron activaron mis sentidos de hembra porque me sentí muy atraída a su miembro y sentí también una gran comodidad con la situación, tome su pene delicadamente entre mis manos y comencé a masturbarlo, poco a poco fue creciendo más, decidí que era momento de meterlo en mi boca y mamársela apasionadamente, el sabor de pene era fuerte, pero rico, mi lengua jugo con él totalmente, en eso se abrió la puerta de la casa y entro don Genaro y nos vio, yo y don Hugo nos sorprendimos, don Genaro nos dijo.
-«Pero Hugo, tú no pierdes el tiempo, ¿eh?, no le das descanso a la señorita».
Yo saqué el pene de don Hugo de mi boca y me giré a don Genaro para decirle.
-«No se la había chupado a don Hugo así que ahora le estoy dando su mamada».
Don Genaro se acercó a nosotros, y me empezó a manosear el culo suavemente, yo empecé a movérselo de izquierda a derecha mientras continuaba mamándosela de don Hugo, las caricias de don Genaro me excitaron aún más, sentí sus dedos recorrer mi hoyito y mi conchita, gemí un poco «mmm…», me saque el pene de don Hugo de la boca y me puse de pie, no quería que el momento terminara y ambos me tenían muy caliente, así que decidí follármelos a los dos en un trío delicioso, me di la vuelta y saque el pene de don Genaro, comencé a masturbarlo a la vez que el de don Hugo que también se había puesto de pie, ambos empezaron a besarme toda y acariciarme entera, empecé a gemir tiernamente «aaa..mm», entre gemidos les dije.
-«Por favor, don Hugo don Genaro fóllenme, quiero que los dos me follen y me den mucho placer, hagamos un trío».
Ambos sin decirme nada continuaron manoseándome y disfrutando de mi cuerpo sin control las caricias eran imparables, las sensaciones en mi cuerpo eran incontrolables, yo nuevamente me puse a mil, abrí mis ojos y extendí mis brazos por sobre los dos, los observé totalmente embobados conmigo acariciándome completamente, sentí como tocaban mi culo con fuerza, mis tetas con delicadeza, sus manos masajeaban mi espalda, mis muslos, mi vientre, todo mi cuerpo estaba siendo ocupado, poco a poco me empezaron a mover de donde estaba y me llevaron al sillón grande de don Genaro, don Genaro se sentó y me dejaron en 4 frente a él, yo empecé a chupárselo apasionadamente, don Hugo abrió mis nalgas completamente, su lengua inundo mi conchita y sus dedos mi culo, la sensación era maravillosa.
Don Hugo me comió la conchita con mucha pasión, masajeo mi hoyito con delicadeza y me metió un dedo muy suavemente, yo me estremecí gimiendo suavemente «aaa..sii..rico…» comencé a mamársela don Genaro con más rapidez y guarrería, él empezó a jadear más fuerte, yo me trague todo su pene y luego lo deje salir del todo, me erguí de rodillas y le di la espalda don Genaro, quede frente a don Hugo, nos besamos apasionadamente, metí mi lengua en su boca, jugué con la suya eróticamente, la saliva corría por mi mentón y los jadeos no paraban entre ambos, él acariciaba mi conchita mis nalgas con sus manos, sentí como don Genaro se aproximó por mi espalda y puso su pene bajo mi conchita y comenzó a frotarlos, eso provoco que mis labios se abrieran con el grosor de su miembro, tenía a los dos bien pegados a mi cuerpo casi éramos uno, el calor, los jadeos el olor, todo ese ambiente de apareamiento me volvió loca de placer, tome los penes de ambos y les dije.
-«Síganme».
Me puse de pie sin dejar de sostener sus penes, los llevé a la habitación de don Genaro, cerré la puerta, busqué unos condones en mi bolsa, luego la dejé en el suelo, senté a los dos en la cama y les puse los condones, los miré como putita y les dije.
-«Ahora sí, follemos sin preocuparnos».
Le pedí a don Genaro que se estire en la cama, yo me subí encima de él, pero dándole la espalda, delante de mí se posicionó don Hugo, tome el pene de don Genaro y lo deje en la puerta de mi conchita, me bese con don Hugo mientras con el movimiento de mis caderas introduje lentamente el pene de don Genaro hasta tragármelo entero gemí «aaa..qué rico don Genaro…fólleme mucho…».
Ambos comenzamos a movernos mientras yo estaba siendo besada por todo mi cuerpo por don Hugo yo tenía su pene en mi mano derecha y lo masturbe lentamente, don Hugo me beso las tetas y el cuello muy rico me hizo temblar más los movimientos de apareamiento me estaban volviendo totalmente loca del placer, me moví con fuerza para sentir el pene de don Genaro entrarme muy duro, don Hugo se movió un poco más atrás, tomo mi cabeza con sus manos y la llevo a su pene, yo empecé a mamársela y él empezó a moverse, don Genaro puso sus manos en mis nalgas apretándolas, los dos me estaban follando muy rico, yo me dejé llevar y que disfrutaran el máximo de mí, solo les seguí los movimientos siendo su putita deseosa, gemí con pasión «mmm…mm…aaa…rico…», luego de unos minutos don Genaro comenzó a jadear y quejarse mucho supe que estaba por correrse, así que deje de mamársela a don Hugo, me apoye en sus hombros para poder quedar apoyada en mis pies, pero sin sacarme el pene de don Genaro de la conchita, una vez que ya quede apoyada en mis pies y en los hombros de don Hugo empecé a darles sentones muy ricos a don Genaro, los movimientos provocaron sonidos muy eróticos entre ambos, don Hugo no desaprovecho la ocasión y empezó a masajear mi clitoris con rapidez, eso me volvió loca seguí gimiendo mucho «aaa..ssii…asiiii…mmm…que rico…don Genaro…córrase muy fuerte… deme duro…aaaa…», aumente la frecuencia de los movimientos y don Genaro tembló completamente, sentí algo caliente dentro de mi conchita, seguí gimiendo «mmm…que rico…siento como se corrió don Genaro en mi conchita don Genaro…», reduje un poco la frecuencia del movimiento y don Hugo empezó a besarme apasionadamente, luego de unos movimientos más me levante del todo sacando el pene de don Genaro de mi conchita, me gire hacia él dándole la espalda a don Hugo, me agache dejando mi culito levantando para don Hugo, retire el condón del pene de don Genaro, lo tire al suelo y comencé a chupársela para limpiársela bien, sentí las manos de don Hugo que colmaron mis nalgitas, yo lo mire por sobre mi hombro y le dije.
-«Fólleme muy rico don Hugo, quiero que me folle con mucha pasión por favor».
Seguí chupándosela a don Genaro el cual me acariciaba la cabeza suavemente, lo note bastante exhausto, en eso sentí como algo entro lentamente en mi conchita, el pene de don Hugo me lleno más de lo que yo pensé, gemí de placer «aaa…que…ricoo su pene…don Hugo…aaa…», el empezó a follarme suavemente, la verdad es que se sentía demasiado bien, no sé si era la posición o su pene en sí, pero me encanto lo que sentí, poco a poco empezó a aumentar la frecuencia de las embestidas que me daba, yo me aferre a don Genaro con fuerza, continúe gimiendo «aaa…sii…que duro esta…así…más rico…ufff…aaa que rico me está follando…don Hugo», me metí nuevamente el pene de don Genaro en la boca y se lo seguí mamando mientras dejaba que don Hugo me diera duro, don Hugo me acariciaba las nalgas a la vez que me follaba, yo estaba en éxtasis, empecé a moverme con fuerza chocando con su pelvis, él dejó de moverse y comencé yo a embestirlo con pasión, volví a dejar el pene de don Genaro y me apoye en mis manos arqueando mucho mi espalda levante la cabeza mirando al techo y seguí disfrutando con jadeos y gemidos «ufff…su pene…es muy rico…aaa…se siente bien…don Hugo qué rico me folla usted…aaa…deme mas…», sentí como poco a poco el orgasmo empezó a invadir mi cuerpo, no podía aguantar más así que le pedí a don Hugo que me terminara.
-«Don Hugo…deme…me estoy corriendo…deme muy duro por favor…aaaa…siiii…assiiii duro duro…muy rico…».
El orgasmo me dio y comencé a temblar, don Hugo no dejo de embestirme, yo continué gimiendo mientras apoyaba mi cabeza en la panza de don Genaro «aaaa..ssiiiii..qué rico…asi…don Hugo asi…mmm…aaaa…no pare…ufff…mmm…aaa que rico me folla…me corri…muy rico…aaa…», don Hugo empezó a bajar la frecuencia de las embestidas y finalmente me saco el pene y me dejo caer al lado de don Genaro, continúe jadeando por la tremenda follada que me dio, mire a don Hugo que estaba respirando agitadamente y le dije.
-«Qué rico orgasmo me dio don Hugo y yo aún no lo hago descargarse, soy una mala asistenta».
Él me puso boca arriba, me abrió las piernas y empezó a comer la conchita suavemente, yo continuaba sensible y sus lametones solo me provocaban temblores, don Genaro se recuperó un poco y empezó a masajear mis tetas con sus manos, yo les sonreí y les dije.
-«Ustedes son insaciables señores, denme un minuto y continuamos».
Don Hugo se apartó de mí y yo me senté en la cama para respirar un momento, don Genaro se levantó dijo que iría por agua para todos, él salió lentamente de la habitación yo mire don Hugo y me acerque a besarlo apasionadamente, tome su pene y lo masturbe un poco él me comenzó a meterme mano de nuevo, lo hice tumbarse en la cama para subirme encima de él, él se tumbó y yo descanse un poco mi conchita chupando su pene, luego me monte en él y me introduje su pene hasta el fondo, de verdad que me volvía loca su pene, el calor que emitía dentro de mí acentuaban mis sensaciones, palpitaba con fuerza, empecé a moverme y él a embestirme por abajo, mi sensibilidad me hacía temblar continúe gimiendo «qué rico… me lo hace don Hugo…ufff…su pene se siente bien…», yo me quede quieta y don Hugo me embestía desde abajo con fuerza, en eso volvió don Genaro y nos trajo un poco de agua, los 3 la bebimos yo no me separe de don Hugo para nada, ayude a don Hugo a bebe su agua apoyando su cabeza, luego de eso le dije a don Genaro.
-«Don Genaro, por favor póngase otro condón, quiero que me follen los dos a la vez, saque también mi lubricante para que me folle el culo como es debido».
Él asintió, busco otro condón en mi bolsa y se lo puso, yo mientras tanto continúe cabalgando sobre don Hugo el cual apretaba mis nalgas con fuerza, don Genaro se posicionó detrás de mí, yo me detuve y espere que don Genaro preparara mi hoyito, me metió los dedos para lubricarme el hoyito, luego de eso empezó a meterme su pene lentamente, al principio me dolió un poco, pero gracias al lubricante termino entrando del todo, mi hoyito apretó su pene con mucha fuerza, lentamente ambos empezaron a follarme a la vez, nunca había experimentado una sensación de doble penetración, ambos señores me estaban follando como locos, yo continúe gimiendo «aaa…que rico…los dos…aaa..siii..me estan follando…muy rico…siii…mmm…aaaa…asii follenme mas…», ellos me dieron muy duro por un buen rato, me sentí muy llena en esos momentos, apoye mi cuerpo en el de don Hugo mientras ellos me follaban toda, finalmente sentí como don Hugo empezó a temblar y a darme más duro, don Genaro saco su pene de mi hoyito y se sacó el condón para empezar a masturbarse, yo me quede inmóvil recibiendo todo su amor, don Genaro se corrió en mis nalgas y mi espalda, su esperma caliente sobre mi piel se sintió bien, don Hugo me continuaba embistiendo con fuerza yo aferrada a él le dije.
-«Deme duro..don Hugo…corrase…me está follando muy rico…don Hugo…aaaa..sii…yo también…quiero correrme…mas…deme duro…».
Él finalmente con embestidas fuertes empezó a correrse en mi interior, yo sentí su esperma caliente, luego de unos movimientos dejo de moverse y yo me levante sacándome su pene de la conchita le quite el condón el cual tenía una corrida muy grande, lo tire al suelo y empecé a limpiar su pene con mi lengua, don Genaro cayó rendido apoyado en su cama, don Hugo jadeaba por su orgasmo, yo me sentí muy feliz porque le di mucho placer y ellos me lo dieron a mí, se lo limpie muy bien y me recosté en la cama, fueron unos segundos de silencio en la habitación, de pronto se escucharon los ronquidos de don Genaro, quedo totalmente exhausto después de todo le dieron 3 orgasmos esa noche, don Hugo se levantó rápido de la cama y fue a mi bolsa, yo me extrañé por eso y le dije.
-«Que busca don Hugo».
Él sacó un condón y me dijo.
-«Esto señorita, quiero seguir follándola».
Yo me quede muy sorprendida, el tímido don Hugo tenía más ganas de seguir probando mi cuerpo y por lo visto ya había decidido tomarme en una segunda ocasión, se puso el condon y se acercó a mí, me tomo de las piernas y me arrastro hacia el borde de la cama, me abrió las piernas y puso su pene en mi entrada, me dijo.
-«¿Lista?».
Yo le asentí tiernamente con la cabeza y él introdujo su pene de una sola vez, yo me sentí llena en un segundo, me empezó a follar como un toro, me destrozo la conchita con sus embestidas, empezó a masajear mi clitoris mientras me embestía eso me provoco mucho placer tanto que empecé a correrme nuevamente, le pedí mientras gemía «sii…deme…duro…me estoy…corriendo..deme duro duroo…aaaa…siiii….aaaaaa….me corro…don Hugo me corroooo…aaaa…mmm…».
Me corrí intensamente y quede exhausta, don Hugo no paro de penetrarme, pero si de hacerlo tan duro, lo continuo haciendo lentamente yo jadeaba y temblaba, don Genaro continuaba dormido no sé cómo no se despertó con mis gemidos a todo pulmón, don Hugo saco su pene y se sentó a mi lado, me levanto y me dejó sentada a su lado, me empezó a besar y tocar las tetas suavemente, apretó mis pezones y los chupo, luego me puso de pie sujetándome por las caderas, él abrió sus piernas y me sentó en su pene, me lo introdujo nuevamente yo gemí suavemente «aaaaa…aaa…», empezó a darme estocadas desde abajo mientras me sujetaba en el aire, sentí todo pene llenándome mucho una y otra vez, nuestros cuerpos hacían sonidos muy lascivos yo aún estaba muy sensible, mi conchita transmitía el placer por todo mi cuerpo, me apoye en sus piernas y empecé a darle sentones juntando mis piernas, baile sobre su miembro con locura, como una golfa cabalgue sin control, continúe gimiendo «que rico…aaaa..don Hugo…que rico…usted..me esta follando muy rico…ufff…su pene…se siente muy bien…», luego de unos minutos empecé a sentir otro orgasmo, le dijo a don Hugo.
-«ufff…estoy por correrme de nuevo…don Hugo…por favor haga que me corra…mucho…aaa…deme hasta correrme intensamente porfavor…se lo pido…».
Continúe bailando sobre su miembro, mi conchita se tragó completamente su pene, él me tomo por las caderas y me levanto del suelo, me llevo a la pared y quede de pie apoyada mientras el continuo follándome, me embistió con muchas ganas y pasión, me follo estupendamente hasta que tuve otro orgasmo gemí mucho «sii..me estoy…corriendo…don Hugo…aaaaa…mmmm…aaa que rico…mmm…me coriii…muy rico…mmm…aaa», don Hugo me sostuvo saco su pene de mi conchita, me dio la vuelta y me llevo de las manos hasta la cama, se sentó y tomo mi cabeza para que lo hiciera acabar con mi boca, yo me arrodille ante su pene y empecé a mamárselo muy rico, con mucha pasión como agradecimiento por la follada que me dio, finalmente se terminó corriendo dentro de mi boca, me tome toda su esperma y le limpie su pene, luego de eso los 3 quedamos muertos del cansancio, yo me quede dormida junto a ellos, por la mañana les hice una mamada más a cada uno, me di otra ducha y luego me despedí de ambos señores, volví a casa con el vestido apretado.
Acá termina la anécdota de la noche de juegos de don Genaro, espero que les haya gustado mucho, les mando un gran beso a todos.
😍😘👍❤️