Trio con una pareja de desconocidos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por karla1974.
De nuevo me encontraba sola pasando la noche en un perdido café de un pequeño pueblo de España.
Mi trabajo de secretaria no debería incluir estas funciones, pero una no sabe decir que no.
Mi Jefe necesitaba la firma de unos documentos, y quien mejor que Karla, para coger el coche, hacerse trescientos kilómetros y presentarse al día siguiente en la oficina.
El mismo café de todas las noches, aunque en un sitio diferente. Un aburrido Bar de pueblo, y un par de aburridos lugareños, que se preguntarían que hacia una pelirroja de treinta y pico años, vestida con un traje gris diplomático de falda corta, blusa blanco y zapatos de tacón, completamente sola en un antro como ese.
La firma de los documentos, fue trabajo fácil, y tan solo deseaba terminar mi café para volver a mi hotel. Seguramente lo más emocionante de esta noche seria masturbarme lentamente después de una buena ducha.
De pronto paso algo que no estaba previsto, una pareja joven entro en el establecimiento. Me fije rápidamente en ellos, pues se notaba que no eran del lugar.
Ella tendría poco mas de 21 años, su cabello era rubio, lucia una media melena preciosa, de esas que son difíciles de olvidar. Sus ojos azules hicieron aumentar la luz del Bar, Lo que hizo que su espectacular pecho destara más. Creo que debería usar una talla 100 al menos, Algo que no es común a pesar de que yo también la uso, pero os aseguro que es un suplicio intentar comprar un sujetador bonito de esta talla.
Su estatura no era muy elevada, o por lo menos eso es lo que parecía al lado del chico que la acompañaba.
Seria algo mayor, entorno a los 25 años, lucia un pelo largo de color castaño, justo en la medida que a mi me atrae.
Destacaba su altura, que seria más de 1,80 cm y su cuerpo. Ese cuerpo solo lo puede tener alguien que pasa hora haciendo deporte, y de pronto me imagine haciendo una actividad física con el, que no era precisamente en un gimnasio.
Me fascino la idea de hacer un trío con ellos. Mi marido no me tenia demasiado atendida últimamente y mi trabajo no me dejaba tiempo para recrearme en actividades sexuales.
Algún resorte oculto me impulso a levantarme y acercarme a su mesa.
-“Hola, ¿os importa que me siente?” les dije.
-“Claro, ya veo que tu no eres tampoco de aquí” exclamo ella.
Pude observar como el me miro de arriba abajo desnudándome con su mirada, y eso hizo que empezara a humedecerme.
Me senté, y me presente:
-“Soy Karla, y como tu dices no soy de aquí, solo estoy por trabajo. ¿Vosotros tampoco sois de aquí, verdad?
-“No, estamos de paso, mi nombre es Baltar y ella es mi novia Carolina” Dijo el.
-“Me he acercado, porque mi mejor alternativa era irme a dormir, y la verdad es que me tomaría una copa” Les dije.
Ambos rieron y asintieron con la cabeza. Fue tan solo el principio de una larga noche, que prometía ser inolvidable.
El camarero nos sirvió unos tequilas, que bebimos rápidamente y que pronto fueron repuestos.
La conversación era muy agradable, el era extremadamente simpático y ocurrente, mientras que ella, a pesar de parecer mas reservada, era dulce, atenta, y con una mirada morbosa desconcertante.
No se como, tal vez por los tequilas, pero la conversación acabo derivando en temas de sexo.
Carolina nunca había echo un trío, de echo nunca había estado con una mujer.
Baltar se lo recrimino en tono jocoso, a lo que yo le respondí:
-“Mira Carolina, comprendo tu posición, se que esta fantasía, es mas típica de los hombres, pero júrame que nunca has pensado en ello, mientras te acostabas con Balar”
Ella se quedo en blanco, y de pronto su mirada morbosa empapo mi tanga.
-“¿Tu has imaginado hacerlo con dos hombres, verdad?” Le pregunte.
No espere su repuesta, que sabia que era afirmativa, no quería estropear la noche. Rápidamente le dije:
-“Te aseguro que nadie te comería la entrepierna como yo”
Tengo que reconocer que fui la primera sorprendida por mi cometario, pero me relaje al ver como ella sonreía, y como Baltar se mordía los labios.
Sentí las manos de carolina en mi nuca, y seguidamente, su lengua dentro de mi boca. Baltar empezó a tocarme las rodillas, ascendiendo su mano lentamente.
Que mas me quedaba hacer, sino comprobar el paquete de el.
Ummmmmmmmmm, ya la tenia dura y en perfecto estado de servicio.
Supongo que la situación había sido excitante para todos.
¿Por qué esperar más?
Nos dirigimos a mi hotel, a toda velocidad.
Carolina, no lo abría hecho nunca con una mujer, pero casi me arranca la blusa, para empezar a tocar mis pechos.
Su lengua era húmeda y juguetona, y recorría mis pezones con ansia.
Le quite rápidamente su camiseta, para poder devolverle esas caricias.
Su pecho era suave, y sus pezones, eran duros y tersos.
Juntamos nuestros pechos en un abrazo, mientras nuestras lenguas se acariciaban mutuamente.
Baltar estaba quitándose la ropa a nuestro lado, sin participar, pero muy atento a todo.
-“Jugar un poquito vosotras primero. Quiero ver como se desenvuelve Carolina” Dijo el.
-“Y yo quiero comerle el coño a tu zorrita” Le dije.
Arranque de un tiron su tanga, mientras ella se quitaba la falda.
Yo ya estaba desnuda completamente, y cogi su mano para llevarla a mi sexo.
-“¿Ves lo mojadito que esta por ti?” Le susurre al oído.
Ella introdujo su dedito dentro de mi coño que ya estaba húmedo como una fuente.
Le retire la mano, y cogiendole el dedo dije:
-“Baltar, quiero que chupes su dedo, para saber como sabe el primer coñito que se va a comer Carolina”
El obedeció, e introdujo el dedo de su novia, impregnado por mis jugos en su boca.
Carolina acerco su otra mano a la polla de Baltar, como buscando complicidad y aprobación, pero yo se la aparte.
-“Esta polla esta noche será para mi, tu la disfrutas siempre y no debes ser tan egoísta” le dije.
Así que me la introduje en la boca ante su atenta mirada, recorriendo su glande con mi lengua, y mordiendo suavemente sus testículos.
Baltar llevo su mano a mi entrepierna, lo que provoco que me apartara rápidamente.
-“Mira, Carolina nunca ha comido un coñito, así que de esta agua no beberás. Tu podrás disfrutar de mi culete”
Estire a Carolina boca arriba en la cama, volví a besarla, y a acariciar su fantástico pecho.
Me dirigí a su coñito y empecé a mover mi lengua por su clítoris.
-“Métesela” Le dije a Baltar.
El así lo hizo y mi lengua podía jugar al mismo tiempo con el clítoris de Carolina y con la polla de Baltar, chupando y disfrutando de cada embestida.
Carolina estaba apunto de correrse, así que me levante y me puse en cuclillas sobre su cara, para que pudiera chupar mi coño, mientras Baltar se la follaba.
Creo que pasamos diez minutos en esta posición, y creo también que la zorrita de Carolina, lo disfrutaba como nunca.
Tal vez nunca se había comido antes un coñito, pero estoy segura que el mío no seria el último, pues casi llora cuando lo aparte de su boca.
-“Ahora cielo, voy a hacer que te corras, lamiendo tu conejo, mientras Baltar me encula” Le dije.
Me acerque a su coño y lo empecé a besar.
Yo estaba en posición de cuatro patas, y la verdad es que no hizo falta decir nada más.
Baltar me envistió de un solo golpe.
Ufffffffffffffffffffffffffff, que pedazo de polla.
En otra ocasión este desgarro me abría echo gritar de dolor, pero estaba demasiado cachonda.
Baltar me envestía con una fuerza bestial, mientras acariciaba mi clítoris.
Se que le había dicho que era para Carolina, pero Joderrrrr, una no es de piedra.
El Coñito de Carolina bien rasuradito era delicioso, y Baltar detrás de mi estaba haciendo un excelente trabajo.
Note como ella contraía sus rodillas, y eso me indico que estaba apunto de correrse.
Moví mi lengua a más velocidad, mientras oía sus gemidos a un volumen atronador.
No se si fue la casualidad, pero en el momento en que Carolina grito que se corría, Baltar descargo toda su leche en mi culito.
Había estado genial, pero solo teníamos un problema y es que yo no me había corrido, aunque estaba loco por hacerlo.
-“Túmbate de lado que Carolina y yo haremos que te corras” Dijo Baltar.
El empezó a chupar mi coño, se que le había dicho que no, pero al fin y al cabo Carolina ya estaba saciada de el.
Pero por lo visto no de mi culete. Sentí su lengua dentro, imagino que buscaba la mezcla de sabores entre mi culo y el semen de Baltar.
Estar siendo lamida en mi coño y en mi culo al mismo tiempo, provoco una de las corridas más impresionantes de mi vida.
Fue una experiencia maravillosa, y que me encantaría repetir.
FIN
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