Trio consentido por mi marido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Elena y tengo un marido muy morboso.
Hace tiempo que mi marido viene proponiéndome hacer un trio.
En primer lugar quería que nos acompañase otra mujer, pero yo soy hetero y no me apetecía tener relaciones compartidas con una mujer y mi marido, entre otras cosas porqué mi marido no hubiera aguantado con dos leonas.
Le dije que no me apetecía y que un hombre si era amigo o no nos iba a traer problemas que no me importaría, pero que de entrada no me gustaba demasiado.
Esto le enfrió, pero yo no dejé de darle vueltas a la cabeza.
Un día me encontré con el marido de una amiga que siempre me había caído muy bien y que me decía muchas veces que yo estaba muy buena.
Le pregunté por su mujer y me dijo que últimamente tenía algunos problemas con ella y aproveché para decirle que yo también.
para que picase su curiosidad.
Me invitó a tomar unas cervezas y le dije cual era nuestro último morbo.
Me dijo que eso le ponía caliente y que se ofrecía para experimentar conmigo.
Hace unas semanas, después de tener relación sexual con mi marido, rápida y poco satisfactoria, le dije que había soñado con el morbo que me había propuesto.
Mi marido se rió y me dijo que por el no había problema, le comenté que había pensado en nuestro amigo y se extrañó un poco, pero dijo que el mismo se lo podía proponer.
La semana pasada, al llegar del trabajo, me encontré en casa a mi marido tomando unas copas con nuestro amigo, el sonrió y me dio un beso en la mejilla y me dijo que no me preocupara.
Me senté entre ellos y mi marido me sirvió una copa, brindé con ellos y mi marido cogiendo la mano de nuestro amigo la posó en mi rodilla al tiempo que me besaba en el cuello.
mi amigo no se hizo esperar y fue subiendo la mano hasta encontrar mi tanga.
jugando con el.
Me levanté y les dije que iba a tomar una ducha, cosa que hice dejándoles en el sofá sentados.
Una vez en la ducha, llamé a mi marido y le pregunté si lo tenía claro, me respondió que sí.
Me secó con una toalla y me la amarré a la cintura, saliendo de la ducha con mis pechos al aire.
Yo tengo un pecho grande, caído, pero atractivo, cuando nuestro amigo me vió salir así se puso en pié y se acercó a nosotros, sus manos calientes, agarraron mis tetas, al tiempo que mi marido le invitaba a que me las comiera.
Los dos muy calientes, les desabroché los pantalones y les bajé los boxers, apareciendo una gran polla, para mi desconocida entre las piernas de mi amigo, mi marido se rió y me hizo arrodillar para acercar mi boca y empezar a introducírmela.
Era muy grande y me daban horcajadas, pero yo lo chupaba con placer mientras me miraba con mirada viciosa.
Me puse muy perra y mi marido me abrazaba por la espalda.
Les invité a pasar a nuestro lecho y una vez allí, me tumbaron los dos y me abrieron las piernas.
Mi amigo se puso entre mis muslos chupando mi clítoris bien erecto y mi marido aprovechó para ponerme la polla en mi boca.
Me corrí con los chupetones que recibía.
Ahora tocaba el turno de poner a nuestro amigo encima de la cama, mientras le comía su gran polla, mi marido me chupaba por detrás y me metía sus dedos.
Me senté encima de aquel pene tan grande y erecto y con alguna dificultad, acabé metiéndomelo del todo, no me movía mucho, pues no quería acabar pronto, pero con sus manos me agarró el culo y empezó a empotrarme aquel montón de carne contra mi flor abierta para el.
Mi marido sentado nos iba mirando complaciente, entonces le invité a que me clavase su polla en mi culo, sin sacar la de su amigo de mi coñito, mojado.
Noté que me introducía sus dedos para dilatarme y después su caliente polla, ahora me tenían emparedada entre los dos, noté sus corridas y me apresuré a levantarme para apurarlos con mi boca.
Nuestro amigo quedó satisfecho igual que yo y desde la semana pasada mi marido me está insistiendo en volver a llamarle.
La próxima será una sorpresa para los dos y os la contaré.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!