Tropece dos veces en la misma piedra, pero supe levantarme y seguir el camino.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No tenia otra opcion, si queria abrirme camino en el mundillo de la abogacia, que hacerle el trabajo a un abogado de prestigio, a cambio de un mediocre sueldo.
De todas formas no podia quejarme, tenia la carrera terminada, trabajo y novia. Marta era un bombon, alta, delgada, unas piernas muy largas que parecian no tener final, cintura de avispa, ojos claros y una pequeña nariz respingona en un rostro precioso. Pero no todo eran virtudes en ella, quizas era un poco, o un mucho, altiva, arrogante y presumida, era la tipica niña pija con un novio abogado y con un buen trabajo.
Tenia un cliente de mi jefe, al que yo le llevaba la mayor parte de los asuntos legales. Carlos, tenia unos cincuenta y pocos años, era un tio bien parecido, de constitucion fuerte, millonario, casado y acostumbrado a tener todo lo que se le antojaba. Pero a pesar de esto era simpatico y agradable y se podia tratar con el, sobre todo si le solucionabas sus asuntos, como era mi caso.
Marta me tenia mareado con la idea de salir una noche a cenar a un restaurante de lujo, como los que frecuentaban los clientes de mi despacho, y al final accedi, decidi tirar la casa por la ventana, que mas daba, solo se vive una vez, y ademas podria presumir, ante gente de nivel social elevado, del bombon de novia que poseia.
Estabamos ya en la mesa que habia reservado en el restaurante y habiamos elegido el menu, cuando se presento el camarero con una botella de vino, y aunque yo no entiendo del tema, por la presentacion que tenia, debia de ser bastante bueno y caro. Le comente al camarero que no lo habiamos pedido, pero este me señalo hacia una mesa, algo alejada de la nuestra, diciendome que era obsequio de aquel caballero. Era Carlos, el cliente del despacho. Estaba sentado a la mesa con una señora muy elegante, de unos cuarenta y muchos años, bastante atractiva, con una presencia muy cuidada y cierto aire de sofisticacion. Le hice un gesto con la mano en señal de saludo y agradecimiento por el obsequio y Marta tambien se apresuro a saludar muy efusivamente.
Cuando terminamos de cenar nos acercamos a la mesa de Carlos para despedirnos y volver a agradecerle el detalle del vino. Nos saludamos e hicimos las presentaciones de nuestras respectivas parejas. En la mirada de Carlos se noto que Marta se le antojo objeto de deseo, pero yo ya estaba acostumbrado a ese tipo de miradas hacia ella. Su mujer, Ana, era tambien bastante atractiva y con un tipazo impresionante para la edad que debia tener, cerca de los cincuenta, sino mas. Tambien senti su mirada penetrante y lujuriosa hacia mi, cuando Carlos nos presento. Nos invitaron a ir a tomar unas copas con ellos y aceptamos. Dejamos mi utilitario aparcado en la zona y nos fuimos en su flamante Mercedes CLK Compressor. Pasamos una velada agradable, en la que a parte de las constantes miradas de Carlos a Marta y de Ana hacia mi, no paso nada extraordinario.
El lunes siguiente se presento Carlos en el despacho y aprovecho su paso por alli para invitarnos a mi y a Marta a pasar un fin de semana en uno de sus hoteles de lujo. Cuando se lo comente a Marta, esta, empezo a dar saltos de alegria. Aceptamos la invitacion, aunque a mi no me volvia loco la idea, pero en vista de la ilusion que le hacia a Marta, me anime yo tambien. Nos fuimos al hotel el viernes a medio dia.
Cuando llegamos, nos condujeron hasta el ultimo piso del hotel, era una suit muy grande, bueno mas que esto, parecia un duplex construido en la azotea del gran edificio. Carlos y Ana nos esperaban, dejamos el poco equipaje que llevabamos y nos convidaron a ponernos un bañador y poco mas y nos llevaron a dar un paseo en su yate por la costa. El barco era una maravilla, Marta estaba alucinada. Carlos sirvio unas copas y Ana, desprendiendose de la parte superior de bikini se tumbo en la cubierta para tomar el sol de la tarde y termino quitandose tambien el tanga, quedandose totalmente desnuda. Ana alento a Marta para que haciese lo mismo que ella y se tumbase desnuda al sol, pero Marta no se atrevio a despojarse del bikini, mas que nada por la presencia en el yate de dos empleados de Carlos que hacian las veces de tripulacion. Ana se comportaba como si estar desnuda, delante de aquellos dos fornidos empleados, fuera de lo mas natural.
Las miradas de Carlos hacia Marta eran constantes y entre copa y copa fue surjiendo bastante confianza entre ambos, parecia que habia nacido una muy buena amistad entre ellos, mientras, Ana me miraba desde la distancia con ojos, que a mi me parecian claramente de deseo. Despues del bonito paseo en barco volvimos al hotel, nos reunimos para cenar y luego nos fuimos a la suit de Carlos a tomar unas cuantas copas mas. Estabamos bastante bebidos por lo que no sabria decir en que momento empezaron a suceder la cosas.
Marta y yo hacia tiempo que habiamos tenido conversaciones sobre el tema swinger, tener sexo con otras parejas, trios, etc, como un aliciente mas en nuestra vida sexual, ella no habia accedido aun a ello, pero tampoco habia dicho que no, lo que si habia comentado es que si lo hacia, preferiria que yo no la viese cuando follara con otro chico, a lo que yo le respondi diciendole que eso no valia, que si tenia confianza en mi y en lo nuestro, no tenia porque esconderse ni ocultarse para follar con otro, que eso significaba que preferia disfrutar a espaldas mias.
Estabamos los cuatro en el salon de la suit, mas bien bebidos, cuando me percate que Carlos estaba sobando el pecho de Marta, le metia la mano por la blusa desabotonada. Se me paso de golpe el colocon de alcohol que tenia encima, hice ademan de incorporarme, pero Ana, que estaba recostada junto a mi, me rodeo con sus brazos, haciendome permacer tumbado y me susurro al oido: Tranquilo. Mira, deja hacer y disfruta. Le hice caso, mi curiosidad era mayor que mis celos, pero estos se acentuaron mas cuando Marta bajo la cremallera del pantalon de Carlos y saco de este, una enorme y gorda polla que aun no estaba en ereccion. Yo no daba credito a lo que estaba viendo. Marta iba a lo suyo, sin preocuparse lo mas minimo de que yo estubiera presenciando lo que estaba haciendo. Cogio con sus manos la enorme polla de Carlos y empezo mamarla hasta que se la puso en ereccion. Era una polla enorme, las manos de Marta se quedaban pequeñas para sujetarla y tenia que forzar la boca para albergar en ella solo parte de aquel enorme rabo. Me parecia increible, pero Carlos estaba disfrutando de mi pija novia delante de mi. Mientras, Ana, me estaba sobando todo el cuerpo y me metia mano en la entrepierna, me habia bajado la cremallera del pantalon y palpaba mi polla semierecta, aunque yo estaba mas pendiente de Marta y lo que le estaba haciendo a Carlos.
Carlos y Marta estaban ya totalmente desnudos y dandose el lote, despues de comerle la polla a Carlos, Marta se tumbo boca arriba y Carlos se dedico a saborear su sexo, repasandolo una y otra vez con su lengua, luego, se coloco encima de ella, puso su enorme rabo en la entrada de su coño y empujo muy despacito, para no hacerle daño con aquella enorme tranca. Marta emitio unos pequeños gemidos mezcla de placer y dolor, pero abrio aun mas la piernas, en señal de querer recibir la totalidad de aquella gran polla en su pequeño coño, yo estaba perplejo.
Ana trataba de llamar mi atencion, aunque no lo conseguia del todo, yo permanecia pendiente de lo que hacian Carlos y mi novia. Follaban como locos, Marta se corrio bastantes veces con aquella tranca dentro de su pequeña almeja y al final Carlos termino corriendose entre gemidos incontrolados, cuando saco su polla pude observar como un fino hilo de semen fluia del sexo abierto y muy dilatado de Marta. Carlos la habia follado en mi presencia y sin condon. Los dos reposaban placidamente en el sofa, y entonces me decidi a terminar el trabajo con Ana, la folle con un mezcla de pasion, rabia, celos y que se yo que mas. Ana aguantaba los envites de mi polla, que si bien no era enorme como la de Carlos, si es muy dura. Ella se reia y me decia: asi, follame con fuerza, esto es lo que yo queria de ti, un guapo macho joven encelado porque mi marido se folla a su novia. Ana se corrio varias veces, hasta que me llego a mi el orgasmo, este fue muy intenso y me hizo lanzar un grito, mezcla de placer y de rabia, el placer de poseer a una mujer atractiva y sensual como era Ana y la rabia de haber visto como Carlos habia seducido a mi novia para despues follarla.
Nos quedamos relajados y nos dormimos. Cuando me desperte estaba yo solo, tumbado en el sofa, Ana estaba sentada en el otro extremo del salon, me observaba, semidesnuda y con una copa en la mano. Le pregunte por Marta y por Carlos, ella respondio: tu novia se fue a tu habitacion y Carlos ya esta durmiendo. Mire el reloj y pude comprobar que habia estado varias horas durmiendo, me fui a incorporar para irme a mi habitacion, espera, dijo Ana, tengo algo para ti, y mostro una cinta de video. La mire extrañado, pero ella sin mediar palabra encendio la television y coloco la cinta en el reproductor de video y la puso en marcha. Me quede petrificado con lo que pude ver. Era una grabacion hecha en la habitacion de Carlos, por lo visto realizada durante el tiempo que permaneci dormido en el sofa, aparecia Marta en la cama, estaba con Carlos, pero este solo observaba, porque ademas de el estaban sus dos empleados del yate.
Estaban todos desnudos y los dos empleados estaban follandose a Marta, se turnaban para penetrarla, podia apreciarse la cara de satisfaccion de ella, luego la tomaron entre los dos. Uno se coloco tumbado boca arriba y Marta encima de el, boca abajo, penetrada por la vagina, el segundo empleado se puso encima de Marta y la enculo. Asi paso parte del video, le estuvieron haciendo un sanwich, bajo la atenta mirada de Carlos, durante bastante tiempo, se turnaban uno y otro para encularla, y al final terminaron corriendose en su boca, uno primero y luego el otro, pude apreciar como Marta se tragaba ambas corridas, nunca lo habia hecho conmigo. Luego se marcharon los empleados y Carlos volvio a follarla, ella no paraba de correrse y cuando el termino de eyacular dentro de su coño, ella cogio, se levanto con mucha naturalidad, se despidio de el muy cariñosamente y sin ni si quiera limpiarse el semen que fluia de su sexo, se marcho a dormir a nuestra habitacion.
Me quede perplejo, atonito. A todo esto Ana se habia estado masturbando hasta tener un orgasmo mientras me observba a mi y mi reaccion, sonrreia con una mirada provocadora. Me dirigi a mi habitacion, alli estaba Marta, tumbada, semidesnuda y medio adormilada, la tome con rabia, ella no protesto, le abri las piernas y le meti la polla hasta el fondo, entro muy falcilmente, su sexo estaba muy dilatado, habia albergado ya tres pollas durante la velada, una de ellas, la de Carlos, enorme. Su coño estaba aun muy lubricado, no solo por su flujo vaginal, sino tambien por el semen de Carlos, pero me dio igual, queria follarla y punto, necesitaba poseerla. Cuando me corri, me di cuenta que Ana habia estado observando toda las escena desde el umbral de la puerta, era una autentica voyeur morbosa.
Por la mañana hable con Marta, ella confeso haber tenido sexo con Carlos, eso no podia negarlo, se habia dejado follar por el en mi presencia, pero nego rotundamente haber follado con los dos empleados. Ese fue el principio del final de nuestra relacion. Yo podia aceptar muchas cosas, quizas demasiadas para algunos, pero lo que no podia tolerar era la mentira. Si no hay confianza no hay nada, y el que Marta negase lo que habia hecho me daba a entender que podia esperar de ella cualquier cosa y no precisamente buena.
Mas adelante pude enterarme de que, Marta, habia querido tener algo mas serio con Carlos, pero a este no le interesaba, ya habia perdido el aliciente para el, este consistia en follarse a las mujeres de sus amistades, sentia morbo y placer haciendo suyo lo de los demas, Ana era tambien igual de morbosa y lujuriosa que su marido.
Al cabo de un tiempo conoci a otra chica, Ruth, tambien era muy bonita, como Marta, pero no tan altiva y presuntuosa, era muy simpatica y nada arrogante. Empezamos a salir y terminamos viviendo juntos. Llevabamos ya varios meses compartiendo piso cuando volvi a encontrarme con Carlos, me refiero a encontrarlo fuera del trabajo, y ademas estando yo con mi nueva pareja, porque solia verlo con regularidad en mi trabajo, no tenia nada que reprocharle en cuanto su comportamiento con Marta, ella le dio pie y le dejo hacer y yo lo consenti y participe follando con Ana. Nos saludamos y le presente a Ruth, en los ojos se Carlos volvi a notar la misma expresion de deseo que la vez anterior con Marta. Una idea se encendio en mi cabeza.
Para acortar la historia les comento: Volvimos a quedar un fin de semana en su hotel, esta vez con Ruth, mi nueva pareja. Pero en esta ocacion yo estaba preparado y sabia a que atenerme. Yo pretendia poner a prueba a Ruth, queria saber como reaccionaria, si podia confiar en ella, si se dejaria seducir, y si se decidiria a tener un intercambio de pareja y de paso darles una leccion a Carlos y a Ana en el caso de que Ruth rechazara tal idea.
Ruth y yo habiamos abordado el tema del intercambio de parejas como un aliciente mas a nuestra vida sexual, mas o menos como lo habiamos hablado en su momento Marta y yo, pero aun no habiamos intentado nada al respecto. La situacion era la misma que con Marta, aunque el caracter y personalidad de Ruth eran totalmente distintos al de mi exnovia.
Llegamos al hotel, pero nada mas llegar, mis planes se torcieron. Fue Ana la que empezo a minar la moral de Ruth, se dedico a insinuarseme a mi, provocando los celos constantes de mi novia. Me miraba provocadoramente para que Ruth se diera cuenta, me tocaba con cualquier pretexto, etc. Lo cierto es que Ruth termino enfadandose conmigo y como era de suponer, tras ser consolada debidamente por Carlos, termino refugiandose en sus brazos. Asisti a un nuevo show, en el que Ruth hizo las delicias de Carlos, se dejo comer el coño por el, luego accedio a chupar su enorme y dura polla, le costaba mucho tragarla y llegue a verla derramar alguna pequeña lagrima por su candida mejilla al atragantarse con aquel enorme rabo. Luego Carlos la monto, la estuvo follando a placer largo tiempo, luego la coloco a cuatro patas, Ruth y yo ya habiamos practicado sexo anal, por lo que no le costo demasiado recibir la enorme y gorda polla de Carlos, este la enculo poco a poco, cada vez mas profundamente, hasta que termino por meterle la totalidad de su gran rabo, parecia increible que todo aquello cupiera dentro del pequeño, pero ahora muy dilatado, ano de Ruth. Yo asisti a todo esto mas tranquilo que la vez anterior con Marta, resignado y tambien muy caliente a la vez, me dije a mi mismo: si no les puedes, unete a ellos.
Carlos sacaba de vez en cuando su inmenso rabo, del prieto culo de Ruth, para mostrarnos a Ana y a mi el ano enormemente dilatado, para seguidamente volver a encularla y seguir dandole polla, termino corriendose dentro de ella y al sacar el rabo, del culo de Ruth salio una buena cantidad de semen.
Ruth reacciono, se sintio avergonzada por lo que habia hecho, los celos y las copas le habian facilitado mucho el camino a Carlos, me pidio perdon por lo que acababa de hacer, pero mi aptitud habia cambiado algo al respecto, tambien tenia muy en cuenta que Ruth era totalmente diferente a Marta, era muy sincera y se podia confiar en ella, todo lo contrario que mi ex, ademas se notaba que lo que sentia por mi era autentico. La tome en mis brazos, le pregunte si se encontraba bien y si habia disfrutado, que eso era lo importante, que no se preocupara por nada mas, que si me queria y si este tipo de encuentros eran algo consentido y compartido por los dos, no tenia porque pasar nada malo entre nosotros. Ruth me beso, se levanto y se acerco hasta Ana, y cogiendola de la mano la acerco hasta mi ofreciendomela para que yo la follara. Y eso hice, folle a Ana mientras Carlos, su marido, y mi novia Ruth nos miraban.
Le comi su maduro coño, disfrutando del rico sabor de su flujo, recibi una sabrosa mamada a cambio, y terminamos follando como perros y enculandola a placer hasta que me corri. Nos tomamos unas copas los cuatro juntos y tras recuperarnos volvimos a follar, pero ahora todos juntos. Yo folle a Ruth y Carlos a su mujer, luego cambiamos, le cedi mi puesto a Carlos para que penetrara a mi novia mientras yo volvia a follar a Ana.
Ruth y yo nos hemos habituado a tener intercambios regularmente con Ana y Carlos, estos, de vez en cuando añaden algun aliciente a nuestros encuentros, en forma de otra pareja mas que se une a la fiesta, incluso en una ocasion, Carlos, trajo a una chica oriental que trabaja en su hotel, a la que follamos los dos juntos haciendole un sanwich en presencia de Ruth y de Ana, luego fue Ana la que disfruto de los encantos de la jovencita filipina, esta fue la primera vez en que Ruth acepto un encuentro bisex, esa noche dejo que aquella chica degustase su sexo y se atrevio a tocar su cuerpo y el de Ana.
El ultimo encuentro ha sido especialmente dedicado a Ruth, Carlos me propuso que ella disfrutara de dos de sus empleados, los mismos que habian follado en su momento a Marta. Yo no sabia que pensar, solo los habia visto en el yate y en aquel video, pero al final le dije que si, pero que habia que proponerselo a ella. Al final sucedio, como casi siempre en el hotel y con algunas copas encima. Nos fuimos a la suit, Ana y Carlos y Ruth y yo. Los dos chicos estaban esperando en la habitacion de Carlos, este, en cuanto llegamos, tomo de la mano a Ruth y la condujo hasta la puerta, alli por lo poco que pude ver, la entrego a aquellos dos fornidos empleados, que la introdujeron en la habitacion. Luego entro Ana, armada con la camara de video.
Al cabo de un cierto tiempo, Ana salio de la habitacion y nos convido a Carlos y a mi a entrar. Cuando lo hicimos nos encontramos ya a Ruth en plena faena, con una buena polla en cada agujero, ellos se los repartian por turnos, aunque se notaba que ambos tenian predileccion por encularla, y es que Ruth tiene un precioso culito respingon y su ano es exquisito. Al final Carlos y yo nos unimos al grupo y nos turnamos los cuatro en un sabroso gang bang, finalmente Ana solto la camara y tambien se unio a la fiesta, fue de lo mas emocionante y las dos chicas terminaron llenas de semen por todos sus agujeros.
Ruth se ha convertido en una autentica golfa en la cama, pero sigue siendo una señora fuera de ella, me quiere y se que no me cambiaria por otro, todas nuestras experiencias forman parte de nuestra vida sexual y no tenemos ningun tipo de celos, no tenemos que ocultarnos nada porque lo compartimos todo, cuando deseamos alguna experiencia nueva lo hablamos, y si estamos los dos de acuerdo la ponemos en practica.
Autor: Anonimo
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