UN BUEN CORNUDO

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi esposa, tiene 47 años, rellenita de carnes pero muy muy sabrosa, aun, siempre desde que recuerdo desee verla follar con otro, y este deseo fue creciendo con los años, no somos un matrimonio de locuras sexuales, de grandes noches de sexo, pues, siempre fui un amante de un polvo y a dormir, la verdad mi esposa, nunca se a quejado por ello, pero siempre supe que ella daba mas, que yo en el sexo, que si la cogia un buen semental, seria otra en la cama y no me he equivocado.

Bea mi esposa, no a sido muy difícil convencerla, pues creo que íntimamente, ella también lo deseaba todo esto, vivimos en un dúplex fuera de la ciudad, un sitio muy tranquilo a la vez que cercano de nuestros trabajos, y como decía toda esta semana pasada estuve intentando convencerla, por enésima vez, pero por primera, vez, ella conversor, con el que había buscado yo esta vez Andrés por skype, y conseguimos entre ambos convencerla para salir este sábado.

Mi esposa salió con un escote generoso, en su vestido, nada mas, y recogimos a Andrés los presente, y fuimos de tapas, mas que de cena, Andrés tiene 36 años, se definia en lo sexual morboso seguro no se cortaba y dotado con aguante, mi único miedo en ese aspecto era que nos saliera el típico de un polvo, y corre, me equivoque gratamente en todos los sentidos.

El primer contacto con mi esposa fue muy discreto, e inocente, comprendí fue de tanteo, y como casual al salir de uno de los bares, había en la puerta tumulto y el la agarro por la cintura sacándola, camino unos pasos y la solto, yo iba tras ellos, mi esposa no protesto, para mi fue una gran señal, aquello, pensé, esta esta caliente, y lo esta meditando todo esto, y pasamos a otro bar este en terraza en la calle sentándonos, el coche estaba en un aparcamiento al aire libre, finalmente, pasada ya la una de la mañana, decidimos, volver, a casa, pensé había llegado la hora dela verdad, como se decidiría como lo haríamos, o simplemente, nos hiriamos mi mente era un mar de dudas, mi esposa, había estado, sobretodo la ultima hora en la terraza muy dicharachera con Andrés, caminamos los tres, hacia el aparcamiento, lejos, al menos, 20 minutos andando mi esposa en medio y sobretodo Andres, hablando, cuando faltaban unos cien metros, para llegar, Andrés, volvió a coger a mi esposa por la cintura, esta volvió a callarse, y charlaron como si nada, pero yo al menos iba, a tope, llegamos al coche, abri desde lejos, entonces, andres, volvió a mi esposa de pie antes de entrar de abrir la puerta y la beso, ante mi, crei ella se resistiría, pero, no, le devolvió el beso con tal intensidad que pronto, vi el vestido de mi esposa subido por detrás por las manos de Andres, besándose los dos, como fieras, y yo a un metro de pie mirando con la polla tiesa.

Lo más para mi en esos momentos, fue cuando se dejaron de besar, vi como el cogio la cabeza de ella con una mano, quedando sobre su hombro, vi la cara de mi esposa sus ojos cerrados, respirando, dificultosamente por las ansias, la mano de Andres, en su pelo la otra tenia cogida una de sus nalgas el vestido levantado por detrás, y mirándome me dijo
– Tu vigila, por si se acerca alguien,

solo asentí con la cabeza, creía la iba a meter en el coche, pero no la separo un poco y la hizo bajarse, mi esposa bajaba hipnotizada hasta quedar en cuclillas, y yo también estaba hipnotizado, viendo aquello, casi no podía creer que fuera Bea mi esposa quien estuviera haciendo aquello, le desabrocho el pantalón, y saco, un falo, muy gordo en comparación al mio grande y algo curvado, y lo trago, Andrés la tuvo en esa postura al menos dos minutos, mirándola mirándome y a su vez vigilando como yo, aunque ahora tenia mi polla sacada por la bragueta, era ridícula ante la de Andrés, este levanto a mi esposa, le dio la vuelta, y esta puso sus manos casi en el techo del coche ahora fue Andres quien se agacho, apoyo sus manos en las nalgas de mi esposa ahora descubiertas pues la falda se la subio hasta la espalda, hundio su cabeza, entre las nalgas, y vi a mi esposa, gemir y abrirse de piernas, mas y mas, después Andres, se levanto, volvió a tirar de ella cogiéndola por la cintura, y por si yo no estuviera caliente ni mi esposa sin espéralo le dio dos palmadas en las nalgas, fuertes, no violentas pero si sonoras tiro aun mas de ella atrás, vi en una de sus manos la tira de las bragas, de esa forma le tenia separada del sexo de mi esposa, y comenzó a metérsela.

Fui alucinante, intensísimo aunque rápido por el momento y lugar, pero Andres, en dos embestidas le metio su verga mi esposa chillo de gusto, y primero el comenzó a moverse, adelante y atrás, con fuertes embestidas, pronto mi esposa era solo gritos de placer, y yo como un mono me la meneaba al lado, cuando ella comenzó a mover su culo rápidamente y gritar y gritar, aquello, termino por hacer que me corriera, a gritos de gusto ante ellos, ellos siguieron apenas un minuto mas, que mi esposa se corrió como nunca, el quedo con su polla clavada en su coño ella quieta se la saco, la volvió y de nuevo en cuclillas, mi esposa volvió a tragarla ahora como una loca moviendo su cabeza, adelante y atrás, y Andres, por fin se corrió mi esposa lo aparto en el momento justo y el se corrió en su cara su boca y vestido.

Entramos en el coche rápido y salimos de allí mi esposa limpiándose dentro con clínex, dirección a mi casa, nada mas llegar bajamos se ducharon juntos yo espere mi turno, y sali de la ducha al salón, estaban mi esposa con nuevas bragas el desnudo, tomando una copa, y esperándome dijo Andres, ahora jugaremos contigo.
era la parte que yo le había pedido a el, me puso de cabron, cornudo, me llevo a l dormitorio me sento, en la silla que hay allí, y me amarro, mientras me decía se iba a joder a mi esposa, delante de mi e iba a saber lo que era un buen macho, mi esposa, lo esperaba en la cama frente a mi, en bragas.

comenzaron con un 69, después ella se monto encima de el y tuvo un nuevo orgasmo pero Andres, seguía bien fuete y fresco, la cogio y la puso a 4 patas en la cama frente a mi diciéndome mira el coño de tu esposa que jugoso esta por mi polla tiro de la silla hasta acercarme a medio metros o menos, mi esposa no se movia lo enseñaba, de esa forma, Andres lo abrió con sus dedos ante mi, la hizo quitarse de esa postura y poner sus tetas junto a mi boca, sin llegar a rozarlas yo y dijo mira que ds buenas tetas tiene tu esposa y mordio el pezón que tenia junto a mi, ella dio un gritito, lo solto, que rica esta esta perra, solto, Andres, me la voy a follar que tu no pierdas detalle, cornudo, se volvió se sento enel filo de la cama mi esposa seguía quedando de pie frente a mi vi como paso sus brazos por la cintura de ella y tiro de ella, sentándola sobre el mi esposa quedaba sentada pero mirando hacia mi la levanto un poco, y le metio su polla ella comenzó a gritar mirándome Andres, se estiro hacia atrás en la cama pero siguiendo sentado mi esposa, agarrada tuvo que tirarse también hacia atrás el muy hijoput sabia lo que se hacia, agarro las piernas de mi esposa que a pesar de su peso parecían dos plumas en las manos de Andres, por su ímpetu mi esposa quedo frente a mi, a un metro no mas, solo la veía conlas piernas toda abiertas, levantadas por las manos de Andres, y en primer plano como le entraba y salía su polla de su coño, mi esposa comenzó de nuevo sus gritos, y Andres, comenzó a ponerla a tope cuando empezó a decir, que la ves bien abierta de piernas como me la follo, eh cabron, mi esposa solo era gritos, y mis ojos no podían apartarse, de como entraba y salía aquella polla de su coño con un ímpetu increíble, a vecs escuchaba incluso el chop chop, de entrar y salir cuando mi esposa callaba por un instante, dios como se corre la puta, escuche decir a andres, le hacia falta una buena polla y una buena follada a esta hembra, ya no se ni cuando se corre y cuando no, con esos gritos, y su coño como lo tiene de mojado, Andres comenzó a gritar, tomar guarra toma leche si lo estaba necesitando ese coño tuyo, mi esposa, dio los últimos estertores, y el movio su polla mas rápido si era posible, y se corrió.

quedaron al menos un minuto o mas quieto los dos, la polla de el metida, en su coño, por fin la aparto, mi esposa, se estiro ya toda en la cama reventada, y Andres me solto, no pude mas, todo estaba justo para lo que desee muchas veces, m polla iba a explotar, fui hacia mi esposa, le abri un poco mas las piernas, sentándome en la cama ella estaba, totalmente cansada no podía mover un musculo, andres de pie me miro, mi instinto pudo mas, mi mano paso por el coño de mi esposa, estaba su coño blandísimo sus labios vaginales abierta y rojo,lleno de leche mezclada con sus jugos todo pringoso acaricie mi mano su coño, con la otra me corri en menos de un minuto en su vientre, dando gritos, mientras Andres, me decía eso es se un buen cornudo y correte, mientras ves como me he jodido a tu esposa, bien.

Andres, durmió en el sofá, el quiso, estábamos cansadísimos todos para llevarlo, se levanto en la mañana el primero, escuche como se duchaba, y mi esposa, se despertó, cuando salimos, el salía de la ducha, se ducho mi esposa, mientras le dije a Andres, que haría hoy domingo, no tenia previsto, nada, vivía solo como me dijo, iria a casa y veria el deporte, slio mi esposa, y entre yo, me ducho tranquilo, imaginando, que al salir se estarían dando de nuevo un buen filete, pero no fue asi, Andres, estaba vestido y mi esposa, charlaban, y decidmos salir a desayunar, el nos invitaba, el desayuno se prolongo mas de una hora, como si todos desearamos, no separarnos, pero no habíamos tocado, el tema para nada, de lo ocurrido.
Montamos finalmente en el coche, para llevar a Andrés, y allí en el coche si hablamos, mi esposa aunque no hacia falta lo dijera, nos confeso, que había sido increíble, Andrés que jamas había hecho nada parecido, solo, siempre lo había imaginado, aunque me mintiera diciéndome que si, finalmente, decidimos volver a nuestra casa, mi esposa, hizo una comida rápida y terminaron pasándose la tarde follando como loco los dos, cuando me corri, viendo como Andrés enculaba a mi esposa, yo no pude, mas y sali del dormitorio quedándome a ver la tele.

Ellos salieron se ducharon y el se sento conmigo, mientras mi esposa, pensaba que hacer de cenar, bea estaba conteta, y quien no, pensé, lo esta, si la follan de esa manera, y ella, aguanta, entonces, le dije, a Andres, quédate esta noche, mañana te vas al trabajo con mi esposa, ella tiene que entrar a las 7 de la mañana, el dijo que no sabia que hacer,y le dije me gustaría te acostaras en mi cama, toda la noche, y yo en la otra habitación, y que tu me lo ordenaras ante ella después de cenar, Andrés me miro, y me dijo, si señor te estas comportando como un buen cornudo como debe ser, cualquier dia terminas comiéndome los huevos, mientras me la follo, sonreí y dije no aun no, pronto, y me gusta ser tu cornudo.

Fue alucinante para mi, me fui al dormitorio con la polla dura, deseoso de hacerme una paja tranquila, duradera escuchando los gemidos de mi esposa en la habitación contigua, e imaginando que estarían haciendo, terminamos de cenar, y mi esposa fue a recoger la mesa, me levanté, pero Andres, no, y cogio la muñeca de mi esposa y le dijo, siéntate que lo recoja este cabron y después nos servirá un café a ambos y se ira a su dormitorio su esposa necesita que la follen, e verdad, me empalmé, rápido, y comencé a recogerlo todo sin darle tiempo a Bea a responder esta volvió a sentarse, y cuando termine de recoger la mesa ellos se colocaron en el sofá, se besaban y sobaban esperando el café, lo serví, y sin decir nada subi, a la habitación empalmadisimo, y deseoso de que ellos subieran y escucharlos, follar, al poco asi fue, mi esposa volvia con sus gritos la imagine empalada por el a 4 patas, ella rabiosa como una perra en celo, y me la menee lenta y plácidamente, sin querer correrme, escuchándolos mas de una hora y media a ambos, finalmente cuando escuche abrir la puerta de su dormitorio me corri, y quede dormido.

Ellos se habían marchado cuando me he levantado esta mañana y no he podido resistir la tentación, de escribir todo, lo que he vivido desde el sábado, por fin soy lo que quería un buen cornudo.