Un fin de semana movidito (Parte 1)
Lo que parecia un fin de semana sin follar junto a otra pareja termino siendo un fin de semana de mucho sexo.
Llevo tiempo leyendo los relatos publicados y nunca me había decidido a escribir ninguno, este es el primero y espero que les guste, mi nombre es Marcos tengo 47 años, mi mujer se llama María y tiene 35 años llevamos 12 años casados, tenemos una relación muy buena respecto al sexo y hemos tenido muchas aventuras, esta que les contaré sucedió hace unos 5 años y fue la primera que vivimos, yo tendría 42 años y mi mujer unos 30.
Yo soy un tío bastante normal mido 1,70 aproximadamente, mi mujer tiene un cuerpo bastante parejo, mide 1,67 aproximadamente, tiene un culo muy bonito ni muy grande ni muy pequeño, bien redondo, y unas tetas que no son muy grandes, pero están muy buenas, es de pelo castaño que le llega a la mitad de la espalda, de cara es muy atractiva.
Resulta que íbamos a pasar un fin de semana en Madrid con una pareja de amigos, Juan y Lucía, a Juan lo conozco desde la universidad al igual que a Lucia ya ellos eran pareja desde aquel entonces el tenía 42 años igual que yo y lucía unos 32 ya que es 2 años mayor que mi mujer, Juan es mas alto que yo, mide 1,78 aproximadamente y Lucía es mas bajita que mi mujer, mide 1,60 aproximadamente es de piel blanca y un pelo muy negro que le llega a media espalda, es bonita de cara, lo que mas le resalta es el culo que tiene que es bastante grande y las tetas tiene unas tetas grandes y paradas.
Los cuatro hemos tenido muchas salidas juntos, de playa fiestas y cosas así, acostumbramos a juntarnos bastante, sobre todo los fines de semana, la verdad no hemos tenido muchas conversaciones de sexo los cuatro, alguna que otra vez en la playa o en nuestra casa o en la de ellos, por descuido y la confianza le he visto las tetas a Lucía y le he podido detallar el culo y el coño según la ropa que tuviera puesta, claro que sin que supiera que lo hacía, aunque la verdad cada vez que le veía algo me ponía bastante caliente, estoy seguro que Juan a hecho lo mismo con mi mujer, pues he notado a veces como la ha mirado.
Ese fin de semana que íbamos para Madrid, decidimos para ahorrar en el hospedaje sacar una sola habitación doble a nombre mío y de mi mujer y ellos dos entrarían como si estuvieran en el hotel, en fin de cuenta por lo general las habitaciones dobles tenían dos camas y no iba a ser la primera vez que dormíamos los cuatro en la misma habitación, primero entramos mi mujer y yo al hotel no registramos y fuimos a la habitación, cuando íbamos de camino llamé a Juan y le dije el número de la habitación, para que fueran detrás, la sorpresa fue cuando entramos yo y María, al entrar vimos que había sólo una cama y no muy grande, nos miramos y comenzamos a reinos, cuando ellos llegaron que entraron y lo vieron se empezaron a reír también.
Bueno no le dimos importancia a lo de la cama, éramos amigos y no vimos problema en que durmiéramos los cuatro en la misma cama, si no follábamos esos días tampoco pasaría nada, aunque nada más lejos de lo que iba a suceder, dejamos las maletas en la habitación y nos fuimos a cenar ya que eran como las 9 de la noche, cenamos y después nos bebimos unas cuantas copas cerca del hotel.
Al llegar al hotel era cerca de las 12 de la noche, por lo que decidimos ducharnos y acostarnos, el primero en ducharse fue Juan que salió del baño solo con un pantalón corto tipo bañador, después entró Lucía que salió con un juego de dormir una camiseta encima que le llegaba justo al ombligo y un pantalón muy corto y algo ancho, se notaba que no llevaba ni sujetador ni bragas puesto, pues se le marcaban bien las tetas y ese rico culo que se le salía por debajo del pantalón, yo intentaba que no se notara como la miraba, hubo un momento en que se agacho a buscar algo en la maleta por lo que abrió ligeramente las piernas y pude verle parte del coño, se veía que estaba bien rasurada, eso me puso bastante caliente, mire a mi amigo Juan y estoy seguro que notó que le vi el coño a su mujer, pero como si nada pasara, ya María mi mujer había entrado a ducharse, salió con una camiseta que le llegaba hasta algo más arriba del ombligo y una licra muy corta y apretada, no dejaba mucho a la imaginación ya que se le marcaban bien las tetas, y sobre todo se le marcaba el coño como si no tuviera nada puesto, además que se le salía por detrás parte del culo, miré con discreción a mi amigo Juan y vi que disimulaba pero que miraba bastante a mi mujer, se notaba que el ver así a mi mujer lo ponía muy cachondo, bueno era mi turno, entre a ducharme y salí también con un pantalón corto que había llevado para dormir, tenía que tener cuidado de no tener una erección pues se iba a notar ya que era de una tela muy fina.
Al salir estaban los tres acostados en la cama ya y viendo la tele, a un lado de la cama estaba mi amigo Juan, después estaba su mujer Lucía, a continuación mi mujer María y evidentemente al otro lado me tocaba a mí, estaban los tres tapados con la misma sábana, así que sin decir nada me metí en la cama también, los cuatro boca arriba como estábamos viendo la tele ocupábamos toda la cama prácticamente, así que acordamos dormir para levantarnos al otro día temprano, apagamos la tele y las luces, yo fui el primero que me puse de lado para estar más cómodo, no sea que me cayera de la cama, por lo que me puse de frente a mi mujer, mi mujer hizo lo mismo, poniéndose de espaldas a mi y de frente a Lucía, como a los 10 minutos Juan y Lucía hicieron lo mismo, de forma que nuestra mujeres estaban una frente a otra a una separación de unos 30 cm y Juan y yo abrazábamos a nuestra mujeres por detrás.
La situación me tenía bien caliente, ya que estábamos los cuatro en la misma cama, la verdad es que ha veces en fantaseado con hacer cuartetos, tríos o intercambio de parejas con mi mujer, pero nunca lo había hablado con ella, estoy casi seguro que Juan y Lucía tampoco lo habían hablado, ya que el único hombre que había estado con Lucía era mi amigo Juan.
Así nos quedamos dormido, yo acostumbro a despertarme unas cuantas veces en la noche y esa fue una de ellas habrían pasado unas dos horas cuando me despierto y noto que la mano que tenía por encima de María mi mujer estaba sobre la de Lucía, y que Lucía me la estaba acariciando, comienzo a acariciarla suavemente también, no se si estaba dormida o despierta o pensaba que era Juan, pero eso me comenzó a calentar bastante, la polla ya la tenía muy dura, se la tenía pegada en el culo a mi mujer, cuando siento que mi amigo pone la mano sobre la mía, creo que estaba dormido, dejo de acariciar a su mujer pero yo quería más, esperé un momento y puse mi mano sobre la de él y poco a poco se la fui acercando hasta el coño de mi mujer, él sólo dejó que la acercara cuando ya la tenía pegada al muslo de mi mujer se la levante y se la puse directamente en el coño, primero no hacía nada por lo que parecía que estaba dormido, comencé a apretársela contra el coño de mi mujer para que lo sintiera en la mano, hasta que noté que comenzó a mover su mano y sus dedos contra el coño de mi mujer, ya supe que estaba despierto, solté su mano y busque la de su mujer la cual comencé a acariciar nuevamente, al poco rato de estar acariciándola sentí que Juan fue el que me cogió la mano y me la llevo hasta el coño de su mujer, me la soltó y fue directamente con su mano al coño de mi mujer nuevamente.
Así estábamos los cuatro yo acariciando el coño de la mujer de mi amigo, la que comenzó a mover las caderas mientras le tocaba el coño y mi amigo con la mano en el coño de mi mujer, la que empezó también a moverse y a apretar el culo contra mi polla, di un paso mas y metí la mano por dentro del pantalón de Lucía para tocar directamente ese coño, ella no puso resistencia alguna al contrario levanto ligeramente la pierna para que dejar paso a mis dedos en su coño, comencé a pajearla con los dedos y sentía como movía las caderas y apretaba su culo contra mi amigo, mientras mi mujer hacía los mismo, mi sorpresa fue cuando mi mujer se bajó completamente la licra para que mi amigo Juan le pudiera meter bien los dedos en el coño, por lo que mi amigo ya no tuvo obstáculo, seguramente ya le estaba metiendo los dedos, se notaba que disfrutaba con la paja que le hacía mi amigo pues apretaba muy fuerte su culo contra mi polla. Así estuvimos un buen rato hasta que se corrieron las dos con las pajas que les estábamos haciendo, no quedaba duda los cuatro estábamos despiertos y consientes de lo que hacíamos jajajaja.
Yo estaba con la polla que me iba a reventar y estoy seguro que Juan estaba igual, nadie hacía ni decía nada acabamos de pajear cada uno a la mujer del otro y lo habíamos disfrutado, yo seguía con la mano en el coño de Lucía y Juan con la suya en el coño de María, como nadie hacía nada decidí actuar pues necesitaba follar, saque la mano del coño de Lucía y puse a mi mujer boca arriba, me subí sobre ella y la comencé a besar me quedé completamente desnudo y le quité lo que le quedaba de ropa a mi mujer, yo tenía la poya que se me quería reventar por lo que se la puse en el coño que lo tenía bien lubricado de la paja que le acababa de hacer mi amigo y se la metí entera, comenzamos a follar al lado de nuestros amigos que no demoraron en hacer lo mismo, ya estábamos los cuatro follando uno al lado del otro, ya no había sabanas y podía ver perfectamente a Lucia con sus tetas al aire como Juan se la follaba y lo mismo podían ver ellos con nosotros.
Decidí hacer algo mas por lo que con la mano que tenía mas cerca de ellos decidí pasarla por el culo de Lucía, que al sentir mí mano, levanto las piernas para que le pudiera tocar bien el culo mientras Juan la penetraba, Juan al ver esto llevo una de sus manos a las tetas de mi mujer y comenzó a tocarlas, me eché hacia atrás sin dejar de penetrar a mi mujer y veía como Juan le tocaba las tetas, por lo que le quité la mano que le tenía en el culo y comencé a tocarle las tetas también a Lucía, entonces hablo mi mujer, me dijo que quería ponerse encima de mí por lo que me puse debajo y ella se sentó sobre mi polla, Lucía le dijo a Juan que quería hacer lo mismo, estábamos juan y yo acostados y nuestras mujeres encima, en esa posición podía ver perfectamente Lucía se metía la polla de Juan y como María se metía la mía, los cuatros nos mirábamos ya sin ninguna vergüenza, yo con mis manos le tocaba las tetas a mi mujer y a la mujer de Juan, que hacía lo mismo, así estuvimos hasta que nos corrimos al mismo tiempo prácticamente los cuatro.
Fue entonces cuando mi mujer tomo la iniciativa ya que se inclinó hacia delante y yo pensaba que me iba a besar a mí pero lo que busco fue la boca de Juan y se dieron un beso justo al lado de mi cara y con Lucía mirando, hasta que dejaron de besarse y se volvió a echar hacia detrás, fue entonces Lucía la que busco mi boca y comenzó a besarme ante la mirada de Juan y María, su lengua y la mía se cruzaban, seguramente como antes se cruzaron las de su marido y mi mujer, hasta que se separó.
Nos pusimos de pie mi mujer y yo para ir al baño a lavarnos, nos lavamos y regresamos desnudos, Juan y María no dejaron de mirarnos la polla y el coño a mi mujer ni un instante, nos acostamos y fueron ellos al baño, pude ver bien el culo de Lucía desnudo, regresaron también desnudos por lo que la pude ver como siempre había querido, mi mujer también disfrutó mirando la polla de Juan, nos acostamos los cuatro en la misma posición pero desnudos y sin decir ninguna palabra nos volvimos a quedar dormidos.
Hasta aquí el inicio de un fin de semana que parecía que no se iba a follar y terminó siendo un fin de semana de mucho sexo, en el siguiente relato ya les contaré el despertar como fue.
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