UN MATRIMONIO MUY ESPECIAL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Solíamos chatear los dos al menos tres veces or semana, me contaba como deseaba convencer a su esposa para buscar un amante para ambos, pero esta aún era reacia, cuando practicaban sexo Alberto me lo contaba con pelos y señales todo, era una forma de calentarse, como iba vestido, o si estuvo con su esposa toda la tarde vestido de mujer a su lado en la casa para por la noche ella follarlo, o cuando solía salir llevando braguitas, aunque fueran con matrimonios amigos y esa noche solian tener sexo, Alberto se consideraba y considera pasivo sumiso, así fue pasando los meses, eso si a mi empezó a interesarme por primera vez los hombres exactamente los travestis, pero nunca había hecho nada con un hombre, con lo que cuando terminaba de masturbarme me sentía sucio, por su parte Alberto poco a poco iba siendo mas directo conmigo, en esa época yo no practicaba sexo con nadie, Alberto cada vez mas asiduamente me tiraba los tejos, una noche de estas locas, llegue a hacerme una foto desnudo y se la envié, aunque siempre le decía que era heterosexual, que jamas había hecho nada con otro hombre, empezó a proponerme convencer a su esposa para que yo fuera el amante de ambos.
Ana, su esposa seguía reacia, en enero, ella estuvo un fin de semana fuera, ese fin de semana, sucumbí, las dos noches me follé a Alberto, cuando lo vi vestido de mujer la primera noche en su propia casa, lo empalé como a una perra, tras el primer polvo mio pues él no se corrió me pidió lo humillara lo azotara lo obligara a limpiar de rodillas, me convenció para que le hiciera fotos, de todo tipo, diciéndome que solo sería para él, pues ya me había hecho a la idea que solo seria él, la segunda noche fue aun mas salvaje que la primera, me hizo mearlo, además de los azotes me lamiera los pies, siempre con muchas fotos, comenzamos a vernos, al menos una vez a la semana a veces dos, siempre en distintos lugares, el coche el campo, se convirtió en mi perra y llegamos a la semana santas.
Todo comenzó unos días antes, me lo monté en el coche con él, de mala manera como siempre que era en el coche al aire libre, pero cuando terminamos y de nuevo se vistió, me enseñó las fotos de su esposa en el móvil, en bragas y sujetador, otras solo en bragas, y dos las mas impresionantes para mi, fue una montándolo a él con el arnés sacado por ella, la otra, ella comiéndole su diminuta y floja pija, cuando terminé de verlas, me dijo que te parece mi esposa, hasta ese momento, solo la había visto en su casa la vez que fui las dos noches en las fotos, estas eran recientes de la semana anterior, le dije que estaba muy bien para su edad 53 años, fue cuando me dijo que ella estaba de acuerdo en enseñarte esas fotos, la tengo ya convencida, quiere que nos lo montemos los dos delante de ella y después decide, me quedé muy sorprendido, pues me daba una enorme vergüenza me viera una mujer montandomelo con otro hombre, Alberto comenzó a decirme que no decidiría que eso la pondría tan caliente que no me la follaria sino me follaria ella a mi y mas viendo esta polla cuando se pone bien dura y gorda me dijo cogiéndomela con su mano en mi pantalón.
Le dije que debía pensarlo que no estaba muy seguro me dijo que de momento, quedaría esperando mi contestación, le daría largas a ella si preguntaba, un par de noches después, me dijo que ella estaba convencida si yo quería ese sábado de empiece de semana santa, quepara romper el hielo podíamos salir los tres a cenar, acepté, pero inseguro, llegó el sábado, nos encontramos en un bar de tapas, me resultaba, distinto ver a Alberto junto a su esposa en el bar, Ana es una mujer, rellenita algo mas baja que Alberto, este llevaba al principio el peso de la conversación, Ana hablaba poco mas bien observaba y escuchaba,, pero me atraía esa mujer, sobretodo en el sentido de que no era como había sido mi ex, o yo mismo, tan cerrado en el sexo, estuvimos unas tres horas, entre el bar y paseando, hasta que decidimos marchar a su casa, casi la media noche ya con un par de copas en el cuerpo que medieron mas valor, aunque conforme me acercaba a la casa, me preguntaba a mi mismo si seria capaz.
Llegamos a la casa, nos acomodamos como lo harian unos amigos, ellos sentados en el salón juntos yo en el otro sofá charlando con ellos, sin dar un minimo paso, estuvimos de nuevo mas de una hora charlando, tomando una nueva copa, hasta que fue Ana la que me dijo mirándome, me gustaría ver lo que le haces.
Al principio no supe como empezar solo hice una media sonrisa con la boca cuando me lo dijo, Alberto, se levantó, ella se quedo sentada con la copa en la mano y un cigarro en la otra Alberto de pie, empezó a quitarse los pantalones, llevaba unas bragas, se arrodillo entre mis piernas yo mirando comenzó chupando mi entrepierna los pantalones, yo estaba muy nervioso mirando también a Ana esta seria no perdia detalle, Alberto me quito el cinto, el botón bajo la bragueta mi bulto era mayor, y lo liberó, sacó mi polla gorda venosa casi ya en erección, la engulló, comenzó a comerla muy lentamente como a mi me gusta, y empecé a perder el miedo y la vergüenza empecé acariciando una nalga de él, pero al poco le di un azote, después le siguió otro mas fuerte, Alberto empezaba a estar fuera de si como empezaba a estarlo yo, quería me dejara la polla o pronto me correría, con los nervios, así que lo quité comencé a azotarlo ya sin pudor con fuerza como lo había hecho varias veces los azotes sonaban muy fuertes como sus ay uno tras otro, Ana se levantó, y desapareció del salón, yo me levanté y me desnudé totalmente dejando también desnudo a Alberto, le hice chupar mis huevos lamer mis pies sin dejarme comer la polla, cuando al tiempo aareció Ana, venia en bragas y sujetador, con un transparente camisón negro un arnes en la mano y lubricante, se colocó tras su marido y comenzó a lubricarle sin vergüenza el culo
Este lamiendo mis pies a la vez gemia, le hice subir la cabeza a mis huevos comenzó a lamerlos, Ana se coloco de un lado sin dejar de meterle los dedos en el culo, sus tetas quedaron a mi alcance comencé a tocársela la mas cercana primero acariciándola ella me miro su mano fue a mi pecho después a la cabeza de su marido para que me la chupara mas, apreté su teta ahora, fuerte, la soltéy le quite como pude el camisón, ella con una mano se quito el sujetador y ni mano estuvo ahora al alcance de us teta de nuevo pero ahora liberada cogí su pezón, lo pellizque, ella dejó al marido se puso ya bien a mi lado de rodillas comenzó a besarme en la boca hasta que me dijo follatelo delante de mi, retiré a Alberto e i olla me quité del sofá me coloque de rodillas tras él ana a un lado mjirando como yo manejaba mi polla empecé a metérsela hasta que lo empalé, ella comenzó a besarme de nuevo y yo empece a moverme a follarme a su marido mientras una mano garraba una teta de ella y la otra la nalga de él, mi mano pronto pasó de su teta a las bragas comencé a tocar su coño, entre las bragas hasta que conseguí meter mi mano sin dejar de follar al marido, este gemia y gemia de gusto, pero el que se corrió fui yo, me corrí dando gritos de gustos, quedé un rato con mi polla metida pero esta bajo y finalmente la saque mientras Ana ya había preparado el arnés nada mas quitarle mi polla ella lo cogió lo sentó en el sofá y ella de rodillas le metio la polla de plástico, mientras yo la besaba le comia las tetas aunque mi polla aun no respondia, Alberto comenzó a masturbarse abiertamente empalado por su esposa, hasta que se corrió, de esa forma.
Nada mas sacarle el arnés, se lo quité a Ana, senté a ella en el sofá junto a su marido y me lancé a su coño con mi boca, estaba muy mojado cuando lo encontré, empecé a comerlo y ella estaba my excitada, apenas se lo comí unos cinco minutos cuando ella explotó, mi polla aun no había respondido, estaba morcillona, me levanté quedando sentada Ana, abierta de piernas aun recuperándose, me llevé a Alberto al baño junto al salón, el pequeño, lo metí en la bañera y le hice lo que mas le gusta y a mi lo mee entero, estaba meandolo él dentro del baño, cuando Ana entró y se puso a mirar, cuando termine de mearlo ella misma cogio a su marido de la cabeza y lo puso en mi polla, este la limpio a conciencia de la meada, después lo retiró y le dijo que me lavara la polla me senté en el bidet, y Alberto en elsuelo limpio lavo enjabono mi polla la aclaro, Ana me dijo que le ordenara algo, le die que ahora fuera a recoger los vasos y se vistiera se pusiera a limpiar de rodilas el salón mientras me follaba a su mujer, estábamos los dos de pie Alberto de rodilas y salió caminando como un perro mientras Ana me besaba en la boca después de decirme me gusta mucho le hagas todo eso y mas como me pone de cachonda, salimos de nuevo al salón ahora mi polla estaba de nuevo dura, ella la tenia en la mano sin soltarla caminando los dos hasta sentarnos en el sofá,
Comenzamos a besarnos le comi las tetas de nuevo, cuando aprecio Alberto vestido de chacha, comenzó a limpiar de rodillas con un cubo de agua y una balleta otra para secar, tras haber recogido las copas, cuando se coloco a nuestro lado Ana se arrodillo y comenzó a comerme la pola delante de él, Alberto comenzó a mirar, estaba a mi alcance muy cerca cuando lo cogi del pelo diciendo tu a limpiar guarra, sentí como le había gustado aquello a Ana pues me comio con mas ganas la polla al escuchar aquello, pero yo pronto la quite de allí me levanté la levante la apoye en la fuerte mesa del salón su marido limpiando a un lado y le metí mi polla fue como si ella deseara en aquel momento aquello pues su marido pegado a ella limpiando ella comenzó a moverse a culear de gusto mientras yo la tenia empalada desde aatras, su marido fue a seguir limpiando mas adelante pero ella le cogio del pelo y no lo solto mientras yo seguía follandola los dos de pie ella inclinada apoyada en la mesa una mano la otra en la cabeza de su marido, tuvo una corrida a gritos, hasta que quedó muy quieta, yo deje de mover mi polla en su coño, tras la corrida se había secado un poco, le saque mi polla la senté en la mesa me arrodille y comencé a comérselo
Ella intentaba apartarme, cansada pero al final volvió a calentarse poco a poco, dejándome hacer, le metí de nuevo la polla empecé a follarla y cuando estaba bien caliente ella comencé a decirle que quería metérsela por su culo, que deseaba encularla delante de su marido, ella aceptó, nos quitamos, y comenzamos a besarnos de nuevo sentados yo con el lubricante en la mano hasta que me separé me arrodille y comencé a trabajar su culo con mis dedos, que rica enculada le di, puse a su marido a comerle el coño mientras yo le daba un buen rato por su culazo, hasta que se corrió casi simultáneamente dos veces, a gritos, y esta vez si tuve que sacársela quedó muy quieta, en le sofá sentada sus chocho rojo de follarla con mi polla como su culo, pero yo no olpude mas la tumbe totalmente en el sofá ella se dejo estaba sin fuerzas le puse mi polla entre sus tetas comencé a apretarlas moviéndome en ellas y finalmente puse a Alberto entre las tetas de ella y su cara así me corri como un loco de gusto,.
Terminamos durmiéndonos los tres en su casa, el domingo volvimos a repetir, finalmente nos fuimos los tres desde el miércoles hasta el domingo, alquilando una casa en un pueblo a las afueras, una casita de campo.
Ahora como me dijo el sábado ana me he convertido en el macho de las dos, esta es la aventura que estoy viviendo
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