Un trio extremo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juandeldiablo57.
Cierto día que estaba comprando verduras, me puse a platicar con él de puras cosas baladís, mientras lo hacía, paso una señora con una nalgas bien sabrosas, como vio el cuate ese que me la comía con los ojos, me dijo, riendo ¿oiga su mujer no se enoja por la forma que ve a las mujeres?, yo le dije, que no, porque estaba divorciado y vivía solo.
Se quedó callado un momento, luego me hizo una pregunta que me desconcertó, me pregunto, ¿Cómo le hace usted para bajarse las ganas?, me sorprendió la pregunta, después de un instante le conteste, pues como va ser, cogiéndome a toda la que me dé chance, al oír esto me contesto, ¿también a las mujeres casadas? Yo le conteste, sobre todo a ellas, la decirle esto, me le quede mirando a su vieja que está bien buena (mi mirada no le pasó desapercibida), ya que me gusta mucho el fruto prohibido y aquí en la colonia hay muchas señoras casadas que les encanta la verga, es más, ya me he cogido a varias de aquí. Se me quedo viendo sonriendo y me dijo, ha de ver sido una experiencia excitante, si lo fue, le dije, bueno me voy y ya no lo vi por casi un mes.
Un día que iba para el centro me lo encontré en el camino, el no más me vio y me saludo muy efusivamente, y me dijo, que bueno que lo encuentro amigo, ¿quiero decirle algo? El próximo sábado es cumpleaños de mi mujer, como no tengo muchos amigos, quiero invitarlo a cenar con nosotros, la verdad, yo no tenía mucha relación con ellos y esa propuesta me saco un poco de balance, bueno si usted quiere, le conteste, nada más dígame la hora y la dirección de su casa, el me contesto que llevaba prisa y que al día siguiente me daba su dirección y la hora de la cena. Al otro día, pase por su puesto, me dio su dirección y quedarnos de vernos en su casa como a las nueve de la noche.
Más por curiosidad, que por deseos de ir , decidí acudir a la cita, me presente en su casa, una casa de dos plantas, se veía que vivían bien y se veía también, que dejaba dinero vender verduras y frutas. Toque y me recibió el camarada ese, pase y me quede sorprendido al ver a su mujer, estaba vestida con un vestido suelto que se amoldaba a su sabroso cuerpo y que me dejaba apreciar unas grandes tetas paraditas y sabrosas y una cintura breve, una rotundas caderas, con un par de nalgas grandes y duras, a las cuales el vestido se pegaba sabrosamente, estaba para comérsela y para cogérsela, el tipo ese, se dio cuenta que le estaba pasando el escáner a su mujer y me dijo, ¿Qué le parece mi mujer? Le dije, que estaba muy guapa y pensé, esta vieja no traía nada abajo.
Después mas sorprendido quede, porque éramos solo ellos y yo, pensé que habría más personas en el lugar, sentí un escalofrió sabroso en la espalda y me dije, total que puede pasar, nos sentamos a cenar y empezamos a platicar de muchas cosas, de sus vidas y de la mía, hasta que el empezó muy sutilmente a hablar de sexo (yo tengo la habilidad de captar, más o menos lo que quieren las personas y por donde van las cosas).
Así que, les dije lo que querían oír y me solté contando con pelos y señas, mis encuentros sexuales con mi madre, hermana, sobrinas, cuñadas y mujeres casadas que se me atravesaban y me dieran chance, mientras contaba esto, su mujer se empezó a sobar los pechos y el, la empezó a besar por pequeños ratos, se notaba que estaban excitados, yo nada más miraba , así que me dije, estos quieren algo y eso me excito bastante más, pensé, voy darles más cuerda, para ver qué es lo que quieren.
Así que termine de platicar mis aventuras sexuales, me les quede mirando y les pregunte ¿Qué es lo que sigue?, el me contesto, queremos hacer un trio contigo y lo queremos hacer, porque vemos que a ti, por lo que me has dicho, te encanta hacerlo de muchas formas y con muchos tipos de mujeres y no le pones peros a nada y lo interrumpí, para decirle, que todo debía ser consensuado, ya que, no me gusta nada a fuerzas, el continuo, mi esposa tiene ganas de experimentar algo nuevo y quiere ser cogida por otro hombre que no sea yo, estando yo presente.
Al oír todo lo anterior, me excite mucho más, aunque ya tenía experiencia en tríos, nunca lo había hecho, cuando la contraparte era un hombre, les dije, está bien, en donde lo vamos hacer, ella se levantó y se apresuró a decirme, en mi recamara, me agarro del brazo y me condujo al segundo piso, tenían una hermosa recamara y la cama era grande y espaciosa, ellos me dijeron ponte cómodo, entonces me quite la ropa y solo me quede en bóxer, con trabajos podía esconder la erección que la excitación que me producía, de pensar lo que iba suceder muy pronto.
Ella se quitó el vestido que traía y como supuse, no traía nada abajo, su marido me indico que me acostara en la cama, para en seguida, ella acostarse a mi lado sonriendo nerviosamente, al instante atraje su cuerpo hacia mí abrazándola y la comencé a besar, su cuerpo olía a rosas, se notaba que se había bañado, olía deliciosa, mientras ella con una mano liberaba del bóxer, mi verga toda parada y la comenzaba a sobar delicadamente, mientras que yo le mamaba sus tetas, así estuvimos por un buen rato.
El tipo ese me jalo el bóxer y me lo quito de un jalón, me tendí en la cama y ella corriéndose un poco me empezó a mama la verga, lo hacía suavemente, me mordía la cabecita y pasaba su lengua sobre ella, luego le daba de mordiscos y pasaba su lengua a lo largo de ella, estaba haciendo un buen trabajo con su boca, luego se la introdujo toda y la empezó a mamar deliciosamente, poco a poco, sin prisa, yo diría con deleite, mientras que me acariciaba mis huevos, yo bufaba cada vez que se la introducía en la boca, la verdad, era una excelente mamadora.
Dejo de mamarla, siempre mostrándome esa sonrisita nerviosa, pensé que a lo mejor sonreía así porque estaba muy dientona. Después se sentó en la cama y yo hincado frente a ella le presente mi vergota, ella la agarro y se la empezó a comer, ella me jalo y quede encima de ella, yo presto le abrí totalmente las piernas y ya se la quería meter, ella me detuvo, poniendo sus manos en mi pecho, diciéndome, quiero acariciar tu verga con mis tetas, así que, se acomodó a lo ancho de la cama, quedando su cabeza a la orilla de la misma.
Pero antes de treparme, me empecé a comer su deliciosa vagina, sabia deliciosa, sabia a limpio, de reojo, me di cuenta que ese buey tenía la verga bien parada, me dije, ojala no vaya querer cogerme ese cabron, entonces si se hubieran armado los madrazos, seguí con mi deliciosa tarea, se la chupaba y le metía mi lengua hasta lo más profundo de su ser, ella gemía de placer y me masajeaba la cabeza, poco después me levanto la cabeza y me dijo, ahora sí, súbete arriba de mí y déjame masajearte la verga como te dije, presto me trepe sobre de ella y le mostré el dulce.
Ella al tenerla tan cerca se olvidó de masajearla y me la comenzó a mamar otra vez, yo se la metía una y otra vez en su boca, como si me la estuviera cogiendo por ahí, era delicioso ver como se la tragaba toda, en eso estábamos, cuando su marido, que hasta ese momento había estado de espectador, empezó a besarla en la frente, en los ojos y de repente me agarro la verga y me la empezó a mamar, al principio respingue y me quise zafar, pero me dije, que cosa, ya picados y en el área , deje que me la mamara, se veía que tenía ganas de mamar verga, porque se la metía y sacaba toda, la verdad me gusto que ese buey me la mamara, no sé, es otra sensación diferente que un hombre te la mame, así estuvo por un rato largo.
Me soltó y me acomode en la cama con las piernas abiertas y ella hincada se acomodó entre ellas y me la me empezó a mamar otra vez, muy lentamente, como si estuviera saboreando una paleta, esta vieja le encantaba mamar, no pudiendo más, le dije, súbete mami, quiero estar dentro de ti, no lo hizo, se acomodó a un lado mío y me empezó a besar, la verdad, no me importo que me la estuviera mamando y después que me besara, su lengua entraba en mi boca y la mía en la de ella, su marido se volvió acercar a nosotros y me agarro la verga otra vez y se prendió a ella como becerro de un año.
Se notaba que el encantaba hacerlo, así me traían estos cabrones a mamada tras mamada. Entonces ella se subió sobre mi sobándome la verga, se puso en posición, para sentarse en mi verga, como su marido vio que tenía dificultades para que entrara, solicito, me agarro la verga y me la unto con lubricante, después la dirigió hacia la entrada de la vagina de su mujer, sin dificultad entro la cabecita, me la soltó, ella al sentirla poco a poco y muy suavemente se la fue comiendo, hasta que mis huevo chocaron con su vagina, después se estuvo sentando en ella en suaves movimientos, se notaba que estaba saboreándola, mientras que ella se mataba solita, yo me comía sus grandes tetas y le decía que rico estaba cogiendo.
Yo desde abajo empujaba hasta chocar con sus nalgas, así estuvimos por un buen rato, cansado de esa posición, la coloque en posición de misionero, le abrí las piernas y comencé a restregarle mi verga en la entrada de esa dulzura que poseía, hasta que se la deje ir de un solo envite y se la empecé a meter suavemente, en suaves y rápidas estocadas la hice gritar de placer, nada más se oía el ruido de la cama y el suave chaca, chaca, cuando mis huevos chocaban con sus nalgas.
No pudiendo más, la coloque en cuatro patas y ahora si la empecé bombear fuerte con metidas largas y profundas, estaba sabrosa esta vieja, ella se estremecía de placer, cuando lanzo unos gritos agudos sentí que se estaba viniendo, de un solo envite se la metí toda y me agarre de sus caderas, viniéndome profusamente dentro de ella, la inunde todita (yo quería usar condón, pero ellos no quisieron que me lo pusiera), cuando ya había terminado de lanzar mi último chorro dentro de ella, el me empujo y tendió a su mujer boca arriba y le empezó a mamar la vagina llena de la leche que le eche, esa cabron se despegó de ahí, hasta que se tragó la última gota, como vio que estaba tendido con la verga casi flácida, me la empezó a mamar y me la dejo toda limpiecita, sin ningún rastro de semen.
A la mañana siguiente, me bañe, me iba a ir, el tipo aquel, me dijo que me esperara, porque su mujer había preparado el desayuno y pues el hambre es canija y más el que se la aguante, desayune con ellos, como vio que me le quedaba viendo a su mujer, que para entonces ya vestía normal, como cualquier ama de casa, ¿te gusto mi vieja? Yo le conteste, claro que sí, coge bien sabroso ¿y te la quieres seguir cogiendo? Le conteste, pues como no, tu mujer, esta para que se la cojan a cada rato, bueno, si te la quieres coger otra vez, me dijo, me vas a tener que coger primero a mí y después a ella, yo le dije, que sí, si ese fuera el caso, ok, yo te aviso cuando sea eso posible.
Termine de desayunar (por cierto, su vieja nunca me dirigió la palabra), me acompaño a la puerta y me fui de su casa, me quede pensando, si para volver a cogerme a esa vieja las veces que yo quisiera, me tendría que coger a ese buey, pues que chingados, me lo paso a formar, total ¡uno al año no hace daño y dos también!.
Después de ese encuentro no ha habido otro, sigue la misma amistad y estoy esperando con ansias volver a cogerme a esa vieja, aunque me lo tenga que coger a él, total, el fin justifica los medios, saludos.
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