Una feliz navidad.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juandeldiablo57.
Ya era tarde cuando llegue a mi casa y me di cuenta que alguien estaba en ella, me dije, no podría ser mi hija, porque ella andaba de luna de miel lejos de aquí, total entre y me encontré a mi ex vieja y junto con ella a una vecina, que en su tiempo fue muy amiga de ella cuando vivía conmigo. Mi vecinita al verme se despidió de mí, mientras lo hacía, yo me la comía con los ojos, la verdad estaba bien buena, mi mirada no paso desapercibida para mi ex vieja, cuando ya se había ido, me pregunto, ¿te gusta Chabela? (le cambie el nombre por obvias razones), ¿te has acostado con ella? ¿A poco ella nunca ha entrado a la casa, sabiendo que ya no estaba yo? Yo le dije, “qué más quisiera”, “pero no he tenido suerte”.
Me fui a dormir a mi recamara, hubiera sido fácil llevármela a la cama, pero no se porque no tenía ganas de coger con ella en ese momento. A la mañana siguiente, nos dispusimos a arreglar lo nuestro, intentando quedarnos con 25 años de recuerdos buenos de lo que fue nuestro matrimonio.
Por otro lado ella, se cansó de la vida alegre y desmadre que llevaba (le encantaba coger con negros a cada rato), en cambio yo, nunca perdí las ganas de coger con quien se me parara enfrente, así fuera una de mis hijas, que ahora ya está casada, la esperaba con ansias para seguir retozando en la cama con ella (Me encanta practicar el sexo con todas las mamitas que se dejen y quieran coger).
Durante su ausencia, tuve pocas relaciones, pero eso sí, de buena calidad, entre ellas las tuve con mi hija y con varias vecinas, pero con la vecinita nunca las tuve. Al ver a mi ex mujer de vuelta en casa, cambio la situación y decidí intentar un acercamiento otra vez con ella, tal vez manteniendo una relación amistad.
Volviendo a nuestra amistad con la vecinita, en varias ocasiones habíamos estado mutuamente en varias ocasiones en nuestras casas y si bien mi ex vieja estaba enterada de las ganas que le tenía a Chabelita, no le pareció mal cuando la vecina nos invitó a pasar la navidad con ella y para celebrar nuestro reencuentro, estábamos ya para salir a su casa, cuando veo a mi ex vestida con una pijama de seda roja con flores, camiseta de tirantes y un pantaloncito corto y una bata arriba de todo, yo le pregunte, ¿Por qué estaba vestida así?, elle me contesto que la vecina le había pedido que fuéramos en pijama, según ella, para estar más cómodos, asimismo, le comente y le pregunte, ¿a su marido no le molestara que vayamos así?, ella me dijo, que él no iba a estar, porque había salido de servicio por un mes (él era militar, al igual que yo), bueno me dije, así no hay problema.
Entonces me vestí con un pijama de dos piezas de color gris, mi ex me indico que me adelantara ya para la casa de Chabelita, salí y pronto estuve ante su puerta, toque, alcance a oír a la vecina, diciéndome que pasara, ya que la puerta estaba entre abierta y me senté a esperarla en el primer sillón que encontré.
Llego mi ex mujer, se sentó a lado mío y empezamos a fumar, mientras esperábamos a la vecina, cuando llegó, me impresiono y me dejo sin habla (Y automáticamente tuve una erección) ella se apareció vestida con una especie de camiseta o blusa transparente sin sujetador (Ella tenía unas tetas pequeñas, pero la verdad, para mi gusto estaban firmes y grandes) y una tanguita negra que se perdía en su entrepierna, todo cubierto por una batita de gasa transparente, que no dejaba nada a la imaginación.
Después, las dos fueron a la cocina y trajeron una botella de tequila y un plato con botanas, Chabelita puso música suave y al compás de esa música comenzamos a beber en honor de su marido ausente y en honor de que era navidad, el ambiente empezó a ser cálido y en las mamis ya se notaba el efecto del alcohol, mientras yo hacía que tomaba, pero no lo hacía, ya que vaciaba mi copa en un bote de basura cercano. Fue entonces que la vecina, cambio la música a una más cachonda, ellas al oírla, empezaron a bailar, hecho que me excito más, ya que mi ex mujer se veía espectacular vestida con esa pijama roja y que decir, de mi vecina, se veía bastante cachonda bailando con ese atuendo que portaba.
Terminaron de bailar y se sentaron en la alfombra en semicírculo, al igual que lo hice yo, hablamos de cosas de la juventud y ellas seguían tomando, mi ex mujer saco a colación los juegos que jugábamos en esa época. Como era el caso del juego de la botella, entonces decidimos juagar a la botella y apostar las prendas, con el fin de que el perdedor o los perdedores quedaran completamente desnudos.
No se cómo fue, pero la primera que perdió fue Chabela y le toco quitarse una prenda de las pocas que tenía puestas, ella se quitó la tanga y la lanzo con el pie al aire, ella tenía la conchita bien depilada, para lo cual, ya sea por el efecto del alcohol que había tomado, ella abrió la piernas y tuve una mejor visión de esa conchita totalmente rasurada. Mi ex se me quedo viendo y sin necesidad de que perdiera con la botella, se quitó el calzoncito corto y también se quitó sus braguitas abriendo también sus piernas, dejándome ver unos labios vaginales sonrosados y también estaba depilada, para mí eso no era novedad, yo ya sabía que andaba así, por otra parte, la verdad ya me dolían los huevos por la excitación que tenía.
Total terminamos todos casi desnudos, entonces volvimos a jugar a la botella, pero esta vez, el que perdiera, tenía que contestar preguntas íntimas de los ganadores, las preguntas a la vecina por parte de mi ex, eran si ella había tenido relaciones conmigo, así estuvimos un rato con las preguntas, hasta que de nuevo mi ex esposa dio un paso más, nos pidió besarnos, luego yo les pedí que se besaran ellas, el siguiente paso fue pedirme que le acariciara las tetas a la vecina, cosa que hice con gusto, le pedí que se arrodillara y me coloque atrás de ella y se las empecé a sobar, ella empezó a jadear lanzando gemidos de excitación, mientras se los sobaba, yo miraba burlonamente a mi ex, fue entonces que ella sentada abrió las piernas en toda su extensión y empezó a acariciarse su sonrosada vagina.
La siguiente vez gane yo y sin tapujos les pedí que me mamaran la verga las dos al mismo tiempo, me recosté en un sillón próximo y las vi acercarse hacia mí, una venía a gatas como una gatita en celo y la otra se arrodillo a un lado de mis piernas y empezaron a mamármela por turnos, era muy excitante como se metían mi verga en la boca hasta el tronco, parecía que se estaban echando una competencia de mamadas, fue un viaje al cielo verlas mamando por turnos mi verga que estaba en su máxima erección.
A estas alturas del partido, todo se aceleró, por los efectos del alcohol, mi vecina tuvo que ir al baño a vomitar, momento que aproveche para comerme la vagina de mi ex esposa y agradecerle el "regalo". Se sentó para descansar en el sofá y reponerse del primer asalto, al mismo tiempo que reflexionaba lo que estaba pasando.
Al estar sentada sobre el sofá y con las piernas abiertas, las subí a mis hombros y se la metí hasta el fondo, mientras que la vecina, ya repuesta miraba la tremenda cogida que le estaba dando a mi ex vieja, alcance a ver que ella se estaba sobando su vagina, se fue por un rato y regreso con una colchoneta y unas almohadas, las tendió sobre la alfombra y me indico que me acostara, mi ex vieja se quería trepar sobre mí, pero con una señal Chabelita, le dijo que ella seria primero.
No sin trabajos, porque andaba un poco peda, se subió de espaldas a mí, ofreciéndome su esplendoroso culo, pudiendo ver claramente cómo se perdía mi verga en la profundidad de su sabrosa vagina, cuando subía y bajaba, apoyando sus manos en mis piernas. Después de un rato, mi ex vieja la quito y se trepo frente de mí, mientras que la vecina se subió sobre mi cabeza y me dio a mamarle su conchita, casi no podía respirar, mientras me atragantaba de sus jugos vaginales, ellas se besaban frenéticamente.
Trate se sobarles las tetas a las dos pero mis manos eran retiradas por las de ellas que se las acariciaban indistintamente, cada una las suyas y las de la otra, era una mezcla de alcohol, lujuria y deseo, calor, sudor, ellas se bajaron de mi cuerpo, rápidamente puse en cuatro patas a la vecina, mientras que me decía “méteme la verga”, se la metí en lo más profundo de su ser.
Mientras mi ex vieja, se tumbó frente a ella y abrió las piernas e hizo que la vecina le mamara la vagina, esta era la imagen que más me podía excitar, verla a ella, dejándose comer su coñito con pasión, la vecina mientras la bombeaba se estaba comiendo la vagina de mi ex vieja con fruición, así estuvimos por un buen rato, solo se oía, el chaca, chaca de mi verga cuando entraba en la húmeda vagina de la vecina y los chupetones que ella le daba a la vagina a mi ex vieja.
Sintiendo que ya me venía, la empecé a bombear como un loco, con estocadas profundas y largas, al sentir mi venida se quiso zafar, pero ya era demasiado tarde, me aferre a sus caderas y le descargue todo mi semen en el fondo de su vagina, fue entonces que ella lanzo un grito agudo y empecé a sentir las contracciones de sus paredes vaginales sobre mi pene, señal que se estaba viniendo profusamente, mientras yo seguía aferrado a sus caderas, hasta que mi verga toda flácida abandono tan sabroso estuche.
Me recosté en la colchoneta todo agotado y mareado, me imagino por el alcohol y la pastillita de viagra que me tome, en ese momento, la vecina se acurruco a un lado de mí y nos quedamos dormidos los tres, a la mañana siguiente, me desperté y note que mi ex mujer me veía con un poco de disgusto y cuando se pasaron los efectos del alcohol, empezaron los reproches de ambos lados, a mi ex vieja no le gusto que me viniera dentro de la vecina y la vecina no le gusto que me la cogiera, (cosa que me sorprendió) y me hizo una escena se puso a llorar, maldiciéndonos a los dos, porque según ella, la habíamos obligado a engañar a su marido. Como la vi bien histérica, nos vestimos rápidamente y salimos de ahí, en chinga y al paso veloz,
Al entrar a nuestra casa, mi ex vieja se fue corriendo llorando a una de las habitaciones de la casa, me bañe y fui a ver como se encontraba, la encontré desnuda en la cama acurrucada, enfadada, reprochándome lo que hice. Estuvimos hablando hasta bastante tarde, sobre lo que pasó la noche anterior, de lo que significaba y de lo que íbamos a hacer, Después en la noche, cogimos como locos, hasta le hice un sabroso anal, pero la relación ya estaba rota, ya no podíamos volver a ser una pareja, ella lo quería, pero yo ya no.
Así que, quedamos como amigos, con derechos, en cuanto a la vieja esa nos retiró su amistad, la verdad quien en entiende a la viejas, mi ex mujer quería volver conmigo, cansada de coger con un chingo de bueyes, y se la pelo, porque yo no consuelo a cabronas.
Y la vecina, de nombre Chabelita, con unas copas encima, se comportó como una autentica puta, ya sobria le salió lo decente, creyendo que lo que paso entre nosotros, se iba a borrar con un simple lavado de nalgas. Su buey que era antes mi amigo, ya no me habla y a lo mejor yo sé porque, saludos.
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