Una noche genial, con mi hijastra y su mejor amiga
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me casé por tercera vez, mi ahora mujer era mi secretaria, mayor que yo, pero muy caliente y tiene dos melones hermosisimos por tetas.
Ella tiene una hija Sandrita, que es igual de caliente que su mamá pero algo tímida.
Con ella no había tenido sexo, pero si tuve un encuentro de sexo oral, hacía como tres meses antes de lo que relataré, ella me dio una felación deliciosa en la ducha, no fui yo el primero, se notó que fue su primera ocasión, luego yo le comí su chuchita, como dije no hubo penetración, pero si quedamos en terminar lo que habíamos empezado.
Sandrita es una preciosidad de jovencita, de tez blanca como su madre, sus tetitas están en crecimiento y tiene bella figura, su carita es bella, se le hacen canamancias en sus mejillas.
La mejor amiga de mi hijastra es Ligia, ella es trigueña, con cabello teñido de castaño claro, lo cual le queda muy bien, a pesar de sus diecisiete años, Ligia es mera puta, según me ha contado Sandrita y lo que he visto.
Ligia es delgadita de piernas y brazos, tiene bellas bubis paraditas y un culito pequeño pero respingón.
Es mejor lo eventual que lo planificado, esa noche Sandrita me había pedido para ir con Ligia al cine, no vi nada malo en eso, ese día no estaba mi mujer, la mamá de Sandrita.
Yo estaba tomando una ducha después de un día de trabajo duro, yo estaba un poco cansado, pensaba dormirme temprano, salí de la ducha en una bata, apenas estaba saliendo cuando oí el timbre de la puerta, fui a abrir y sorpresa, era la policía, y dentro de la patrulla estaba mi hijastra y Ligia, el oficial me comentó que habían hecho una revisión de una discoteca y encontraron a las dos, en este país no pueden entrar menores de edad y además estaban bebiendo licor y fumando.
Me dijo el oficial que la próxima vez la meterían a una correccional y yo sería el responsable.
Me entregaron a las dos y ellos partieron.
Eran como las once de la noche.
Yo comencé a regañar a mi hija, pues me había dicho que iba al cine y resulta que estaba en la discoteca, tomando licor y fumando.
Ambas se sentaron en sendos sillones, frente a mi.
Yo aún en bata, no traía nada abajo, mi hija tenía un vestido de dos piezas, pero la falda se pegaba a su ya curvilineo cuerpo, en el caso de Ligia, su falda era cortita, en ocasiones podía verle su braguita diminuta, y ella no hacía nada por taparse.
Eso me fue poniendo la sangre caliente.
Al parecer Ligia había ingerido más licor, se notaba y hablaba también sin inhibiciones.
En eso Ligia se puso de pie y se sentó a mi lado y no dejaba de verme el paquete que sin querer comenzaba a crecer debajo de la toalla.
En eso puso una de sus delgadas manos en mi paquete, y dijo descaradamente -uuy si es grande como me dijiste Sandra, y todo eso te comiste?- mi hijastra se puso roja, pues habíamos hablado que no contaríamos a nadie lo sucedido aquella tarde en la ducha.
-puedo verlo?- me dijo viendome a los ojos.
-bueno.
– apenas alcancé a decir, pues ella levantó la toalla y mi verga semierecta salió a escena.
Ella me tomó el tronco con una mano y puso vertical mi verga y comenzó a pajearme, en segundos mi miembro alcanzó su plenitud, endureciéndose completamente.
-uyyy si es enorme, y se ve rica!!- decía la muy punta de Ligia.
-Porque no la pruebas y te quitas la duda!!- le dije yo, normalmente soy muy directo.
Vino Ligia y comenzó a chuparme el glande, ante la mirada estática de mi hijastra Sandra.
Ligia no solo la chupaba, sino también la lamía como si fuera un enorme chocolate.
-Con razón te gustó, si tu papá la tiene grande y rica!!!- le dijo ella a Sandra, la estaba animando a acercarse, lo cual me pareció una buenisima idea.
Le extendí la mano a mi hijastra y ella llegó de rodillas a donde estaba su amiga con mi pene en su boca.
Al acercarse, Ligia se la sacó de la boca y se la ofreció a Sandrita, quien le dio inicialmente un par de chupadas profundas y luego también le dio besitos y la lamió como si fuera un sorbete.
Por primera vez en mi cachonda vida, dos mujeres me chupaban la verga al mismo tiempo, era increible y morboso.
Las dos se turnaban para chupar mi verga que en ocasiones emanaba pequeñas gotas de liquido preseminal que ellas tomaban sin complejos.
En eso, Ligia le dijo a mi hijastra, -móntate a tu papá, vamos, quiero verlos coger!!-, Sandrita se hizo a un lado, se quitó la falda y montándose sobre mi paquete, de frente a mi, yo ayudé deteniendo mi verga con la mano mientras ellas se iba acomodando encima, sentí lo húmedo de su cavidad, luego mi verga se fue hundiendo dentro de su joven cuerpo y la oí gemir cuando mi verga se iba abriendo paso por su vagina.
Yo mientras le subí la blusa y haciendo a un lado su sostén, comencé a mamar sus tetitas, ella comenzó a culear despacio, me gusta recordar como hacía gestos mientras mi verga se movía dentro de ella.
Su amiga Ligia, como si fuera un jaripeo, comenzó a gritar y a pedirle a Sandrita que me cabalgara con más fuerza, y asi lo hizo, mi hijastra comenzó a darme cintura como una jinete experta, mi verga entraba y salía de su chuchita humeda, de pronto Sandrita empezó a gemir y a casi convulsionar montánda sobre mi dura carne y con mis labios mamando sus tetitas, ella se desbordó al poco rato de estar cabalgando en un sonoro orgasmo.
Ella se desmontó solo para darle paso a la delgada Ligia, su cuerpo parecía desquebrajarse cuando se montó también sobre mi verga, por un momento pensé que se partiría en dos, eso si, se notaba que la muy putita tenía muchas más horas de experiencia, pues se movía con más decisión, arriba y abajo, de lado a lado, su cuquita era más estrecha y me apretaba la verga con más intensidad, también atrapé sus tetitas y las mamé, no estaban tan mal, tenía unos pezones carnosos que parecían tornillos de lo erecto que estaban.
Ella culeo delicioso todo el camino.
Mis gemidos y los de ella se combinaban, pero yo quería más, le hice señales a mi hijastra y le dije que me chupara los huevos, ella al principio se quedó inmovil, pensando como hacerlo, pero pronto ella se hinco y se metió entre mis piernas y comenzó a lamer mis cojones, era un placer indescriptible, me estado en otras situaciones muy calientes, pero nada como esto.
Le anuncié a Ligia aue me iba a correr en cualquier momento, entonces ella se desmontó y comenzó a jalarmela, con Sandra dándome lengua en los cojones y en el culo, entonces exploté como un volcan en erupción, varios chorros de leche salieron mojando los cabellos de Sandrita y las tetas de Ligia.
Había sido una riquisima follada.
Mi verga seguía empalada, dura y ahora mojada.
Les dije que se pusieran en cuatro sobre el sofá con sus culos para afuera, entonces fui cogiendolas por turno, mientras me follaba a una de ellas a la otra le metía hasta tres dedos en su coño y la masturbaba con ellos, asi me pasaba a la otra y le metía los dedos a la que quedaba con la chuchita libre.
Les di duro por media hora, pues después de la corrida, mi verga no quería escupir todavía, asi que duré para darles en su chuchitas y hacerlas venir al menos una vez a cada una.
Luego exploté, y mi leche cayó en las nalgas de ambas, la repartí entre ellas.
Todos gemimos, gritamos y nos quejamos de placer.
Luego nos sentamos un rato a descansar, ellas se fueron a asearse y se encerraron en la habitación de Sandrita, yo me fui a la mia y a darme otro duchazo, porque estaba empapado de sudor.
Fue genial.
Invitado a repetir.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!