Vacaciones en Cancún 1
Estos son los relatos de mis vacaciones en Cancún, hay infidelidades, intercambios, sexo con maduros, y más.
Hola soy Monse y este es mi primer relato, y creo que todos lo dicen aquí así que me describo, mido 1.70, soy delgada, de piel blanca, pelo negro, en cuanto a mi culo y mi trasero, son de un tamaño normal, nada exagerado, tengo más culo que pecho.
Esto paso cuando tenia 26 años.
Mi novio y yo viajamos a Cancún para pasar dos semanas de vacaciones a solas en un departamento de mi familia. Yo estaba emocionada con la idea no solo de viajar, si no hacerlo solo en compañía de mi novio.
Después de llegar e instalarnos, nos cambiamos de ropa por una un poco más ligera, yo me puse un bikini rosa con unos detalles en morados, a mi novio siempre le ha gustado que otros aprecien mi cuerpo, aunque sin ir mas allá. El primer día fuimos a la playa, y luego a un bar.
Como era nuestra primera vez en Cancún, nos metimos en el que vimos menos lleno, para nuestra sorpresa la mayoría de los clientes eran personas de una edad grande, diría que la mayoría rondaba los 50 o 60.
Pedimos una mesa y unas cuantas cervezas. Y ahí estábamos, tomando, teniendo una charla un poco subida de tono, preparando una gran noche, cuando se acerca el camarero y nos da unos caballitos, y nos dice que un señor (sentado en la barra) nos los había mandado, nosotros hicimos un gesto de agradecimiento y nos los tomamos.
Seguimos con lo nuestro, divertidos por el trago gratis, y a los 15 o 20 minutos, llega el mismo camarero con otra ronda de caballitos. Yo comencé a sospechar, pero mi novio me tranquilizo, dijo que no era nada, que no le diéramos importancia, no muy convencida termine tomándome ese segundo caballito, que combinado con las cervezas de antes me dejo muy «alegre».
Continuamos platicando, yo ya pensando «por favor que diga que ya nos vayamos», y entonces ahí apareció el señor de la barra. Se presento muy amable, nos dijo que le habíamos parecido una pareja muy linda y que le había apetecido invitarnos unos tragos, nosotros se lo agradecimos, entre alegres y avergonzados.
Mi novio lo invito a sentarse, y estuvimos tomando otras 3 rondas de tequila, yo ya estaba muy mareada, no al grado de desmayarme, pero ya no podía mantenerme en pie por mi misma. Mi novio no es un tipo fuerte, no es musculoso, y aunque no peso mas que él, creo que se le dificultaría tener que cargarme. Por esto mismo cuando ya nos íbamos, mi novio le pidió al señor que lo ayudará a subirnos al taxi.
Cuando conseguimos un taxi, paso algo que en ese momento me dejo confusa, cuando nos despedimos del señor, al despedirme de beso en la mejilla, el señor, giro mi cabeza y me beso en la boca, yo trate de resistirme, por miedo a que mi novio se peleará, pero no paso nada, después de eso, me metieron en el asiento del copiloto y mi novio se sentó detrás.
Íbamos en camino al departamento, mi novio iba platicando con el taxista, no recuerdo muy bien la conversación, pero imagino que se centraba en mi, porque recuerdo a mi novio decir, «claro carnal puedes hacerlo si gustas». Y luego el señor comenzó a tocarme mi cara, luego bajo su mano a mis pechos, y luego a mi vagina, me estaba sobando mi vagina, yo trataba de resistirme, pero con el alcohol que llevaba encima parecía que no tenia fuerzas, es mas ni si quiera me podía mostrar enojada, solo reía.
El departamento no estaba muy lejos del bar, cuando llegamos, mi novio le pidió al taxista que le ayudara a bajarme, el lo hizo, y cuando estuvimos dentro, le dijo que si no quería quedarse a tomar unos tragos mas. El taxista no era ningún pendejo, sabía muy bien que esa noche quizá podría conseguir algo más que unos toqueteos.
Mi novio sirvió unos tragos de whiskey, aunque yo solo pude soportar uno más, le decía que si me seguía dando de tomar iba a quedar inconsciente.
Mi novio en un momento, me saco a bailar la música que habían puesto, pero no soportaba mi peso, entonces decidió mejor dejarme en el sillón en el que estaba el taxista, quien ya con confianza, me abrazaba y besaba los cachetes, el cuello, es mas creo que en algún momento de la noche me quito el bikini. Él taxista me seguía dando de tomar de su misma bebida, yo ya no podía más, caí inconsciente.
Por suerte tengo mucha tolerancia a la cruda, por mas alcohol que tome no me da. Cuando desperté veo que estoy en mi cama, volteo a ver a mi novio y no era él, era el taxista, un señor de unos 50, un poco canoso, barrigón, yo estaba muy asustada, miro debajo de las sabanas y estábamos los dos desnudos, yo en un primer instante pensé que me había peleado con mi novio, me había emborrachado y me había traído ese tipo al departamento.
El señor (Joaquín) despertó mientras yo estaba teniendo esos pensamientos, y me dijo, «Llevas mucho despierta amor? lo de anoche fue increíble, saque unas cuantas fotos, quieres ver», yo estaba pensando «quien es este tipo y porque me dice amor», Joaquín tomo su celular de la mesita de al lado y me mostró unas fotos.
La primera era yo con los ojos cerrados haciéndole una mamada, la segunda era yo encima de el haciendo con una mano el símbolo de paz, la tercera era el escupiéndo en mi ano, y la ultima con semen en mi abdomen.
Yo estaba sorprendida por las fotos, y pensando en como le explicaría a mi novio que esto fue un error, que no era yo misma. Aunque no voy a negar que ver esas fotos, me hizo excitar, solo fueron 5 fotos pero eso y los flashes que venían a mi mente me hicieron calentar de nuevo.
Sin que yo lo notara Joaquín ya estaba de nuevo, masajeando mi vagina, me estaba haciendo mojar, y entonces yo sin razonar, me gire y lo bese, mi mano roso su pene, ya se notaba que estaba sacando liquido, lo masturbe, hicimos un 69, pero no por mucho tiempo, porque el me coloco de perrito, yo viendo a la puerta del cuarto, y entonces me empezó a coger, sentía riquísimo, era una sensación nueva pero satisfactoria, me sentía feliz siendo la puta de ese señor, me llenaba de morbo que un desconocido me cogiera, yo misma masajeaba mi vulva mientras Joaquín me penetraba, y llegue al orgasmo.
La puerta se abrió y entro mi novio, yo no podía pensar en él, solo pensaba en el pene de Joaquín. Mi novio solo dijo: «Eres muy hermosa como para no compartirte, eres libre de estar con quien tu quieras» y acto seguido me beso, beso que me llevo a un segundo orgasmo.
Después de eso, Joaquín se vino en mi espalda, descansamos un rato, el encima de mi, y luego dijo que tenia que irse por trabajo, pero que igual y en estos días se volvía a pasar por aquí, salí a despedir a mi nuevo amante con un beso en la boca y me metí a bañar, las vacaciones habían empezado.
Hola excitante historia . por favor quiero leer la continuacion. saludos
Escribe la continuación me gustó este primer relato besos