VIVIENDO COMO CORNEADOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi primera cita con ellos, ya imagine que iba a ser muy diferente a mis anteriores experiencias, hasta ese momento, 5 , con otras tantas parejas, todas para una esporádica relación de una noche, en estos años.
Micaela, no estaba del todo convencida con aquello, era muy reticente, fría hacia mi, cuando la conocí, esa primera vez, en la cual solo charlamos, los vi alejarse, cogidos del hombro a ambos, una mujer algo mas alta que él, gordita pero lo justo, de abundantes pechos, pelo rubio con mechas, ojos verdes, labios gruesos, cuando volvi a contactar con Enrique, me confirmo lo que vi yo también en la cita, Micaela, no estaba muy convencida de dar ese paso, por mi experiencia, deduje que sobretodo era por la discreción por el que pasaría después, pues ambos somos de pueblos cercanos y no muy grandes.
Decidí y convencí a Enrique de que el mejor arma era dejarme ya a mi intentar convencerla, pues ahora si había despertado aun mas, mi deseo, era incluso mas un reto, soy un hombre divorciado de 37 años, un metro ochenta y ocho, 82 kilos, de vello en pecho, con una insaciable verga de 23 centímetros por siete y medio de diámetro.
Cada mañana la llamaba al trabajo, al principio era reacia a aquello, apenas duraba la conversación segundos pero poco a poco se fue alargando, por mi insistencia, tanto, que en dos semanas, ya ella si la llamaba mas tarde, me lo reprochaba, ahí empecé a comprender que ya empezaba a dar frutos mi plan, a dar otros pasos, por su parte Enrique, estaba encantado con ese nuevo giro, él que había empezado aquello con la idea de una noche al menos, nada mas conocernos, estaba ahora disfrutando tanto con la espera como, a su vez yo estaba cortejando a su esposa, en su cara, a Micaela le envié dos veces flores, en ese tiempo además de cada vez, mas aumentaba nuetras conversaciones a mañana y tarde, a su vez, Enrique actuaba como consentidor informándome, de todo sobre ella además de sus reacciones, a mis pasos sobre ella.
Volvimos a vernos tras dos semanas después de la primera cita, todo había cambiado mucho como me había informado Enrique, esa segunda vez, aunque no me dio la confianza para dar el paso definitivo Micaela, si su comportamiento hacia mi fue mucho mas cercano, mas complice, me estaba costado, aquello, pero a su vez me estaba gustando muchísimo mas, además de desearlo mucho mas, esa segunda cita, estuvimos, desde el medio dia hasta la hora de la cena los tres juntos, fuera de nuestros pueblos en la ciudad, en este julio pasado.
La semana continuo igual, llamándola mañana y tarde, cada vez las conversaciones mas intimas, hasta el siguiente viernes que volvimos a salir esta vez a cenar los tres, estaba deseando verla, esa noche apareció con un vestido, discreto si pero que a su vez, uno adivinaba, todo cuando terminamos la cena, marchamos a la playa a un bar de copas, estaba a tope todo cuando llegamos, tuvimos que charlar sentados en la arena, escuchando la música a lo lejos, volvimos a pedir una segunda copa, Enrique fue a por ellas el no bebe, alcohol, aproveche, para intentar un beso, lejos de las miradas y ella lo acepto, entonces, mientras a besaba le toque una teta, ella cogio mi mao para quitármela se la agarre yo y se la termine colocando en mi pantalón para que sintiera el efecto que me había provocado, primero acaricio mi polla bajo el pantalón pero en segundos tenia agarrado el pantalón y mi polla, se separó al ver llegar a Enrique, a lo lejos, pero esa noche me la iba a tirar pensé fuera como fuera.
Enrique me miraba, sabia había pasado algo, que él no había sido testigo, pero Micaela, actuaba como si no quisiera que lo supiera su marido cuando ahí radicaba la esencia de esta relación aun ella no lo había asimilado, pero el deseo iba a ser muy superior, pero a mi pesar en todo ese tiempo n ocurrio nada mas, ni Micaela estaba por la labor, a pesar de todo, tampoco yo la presione al quedar entre ella y yo Enrique, habíamos venido en el coche de ellos, finalmente, marchamos sobre las tres de la mañana de allí, tras esa segunda copa, Micaela se sentó delante junto a su marido, por el miedo a que si se colocaba atrás conmigo caería finalmente, mi cabeza era un mar de decisiones de como dar el golpe definitivo mientras, íbamos hacia su pueblo donde estaba mi coche, llegamos, 40 minutos después, aparcamos junto a él, salimos los tres charlando junto a los coches, en la oscura acera, cuando me dijo enrique, algo desilusionado si nos veriamos mañana por la noche, miramos a Micaela ella a nuestro lado, esta, estaba como en babia, Enrique volvió a repetirle si saldríamos mañana, entonces la agarre por la cintura, sonriendo diciéndole si saldría mañana ella dijo que si, pero no pude reprimirme la besé ella acepto allí a centímetros de enrique, me pegue a conciencia a ella mi rabo volvia a estar a tope se lo refregue bien por su entrepierna sin dejarla de besar aunque ella intentaba separarse tímidamente finalmente deje de besarla su respiración era rápida ahogada, no me despegue de ella diciéndole al oído, vámonos a casa, esta noche, deseo darte la mejor noche de tu vida, deseo escuchar como gritas de placer cuando te tenga en mis brazos, volvimos los tres al coche ella callada de nuevo delante, mientas yo había cogido la situación diciéndole a Enrique que íbamos a su casa.
Entramos en una gran casa, nada mas entrar la agarre besándola tocándola metiendo mis manos ppor su vestido Enrique encendio las luces hasta que asi llegamos al salón, allí de pie los dos, no le di cuartel se acabo las tonterias pensé, le voy a dar lo que esta necesita, aun besándonos me saque yo mismo mi polla con una mano me quite el cinturón el pantalón cayo, me baje los slip todo sin dejar de besarla y cuando lo tuve todo fuera la separé, cogiendo su mano y poniéndola en mi polla ella abrazada a m su cara en mi oído suspiraba y gemia sin soltar su mano i polla acariciándola agarrándola, su marido se había desnudado ya sentado en un sillón se acariciaba una pollita como me había dicho mil veces, minima, Micaela estaba como drogada como si no estuviera ella allí, o si estuviera ella si pero sola, solo tuve que hacer el amago de que se agachara cuando ella se arrodillo rápidamente, beso mi polla una y otra vez, hasta que termino metiéndosela en la boca aproveche para terminar de desnudarme totalmente miré a Enrique este estaba embelesado viéndonos y acariciándose.
Hasta ese momento había tenido muchas amantes casi todas mas jóvenes que yo, unas mas ardientes otras mas frias pero ninguna tan entregada de es forma como Micaela, estaba tan metida, tan deseosa, su mente no estaba en nada mas, la quite de mi polla levantándola ella volvió a abrazarse a mi entregada mientas le quite el vestido, el sujetador, la deje solo en braguitas, mi mente solo tenia un pensamiento, intentar darle una noche que no olvidara, consegui sentarla en el otro sillón, le abri bien las piernas, eche a un lado su braguita, apareció su coño, bien afeitado con vello en la parte superior, lo bese, chupe sus labios los mordí suavemente, en revés momentos, Micaela estaba suspirando gimiendo, su marido quedaba tras de mi sentado, el coño empezó a mojarse de verdad saboree, probe su sabor, chupe su clítoris duro, meti mi lengua dentro de su coño, ella empezó a contorsionarse a gemir mas fuerte, termino gritando moviendo sin voluntad sus piernas, hasta que quedo calmada quieta totalmente, me levante sus ojos cerrados, yo de rodillas ante ella, toque su mojadisima entrepierna con mi mano sus braguitas celestes, hasta que consegui levantarla, de pie me coloque ras ella mi rabo pegado a su culo, la guie al amplio sofá la coloqe a 4 patas, cuando ante mi la tuve de aquella postura sumisa su culo ante mi, pase mi rabo por su chocho de nuevo una y otra vez, mi mano cogia su braguita a un lado, ella empezó de nuevo a gemir, hasta que coloque mi polla en su entrada, joder, me costo metérsela estaba muy estrecha, daba grititos, mi polla se freneaba a veces por suestrechez hasta que finalmente consegui metérsela hasta los huevos la tuve asi, sin moverme observando su culo, su cara era un poema su boca abierta sus ojos cerrados comencé a moverme muy lentamente y poco, su chocho fue dilatando mojándose mas y mas y su boca a expeler gemidos ayes yo estaba muy caliente pero a su vez me tenia como hipnotizado aquella mujer, ninguna de mis amantes, había entrado en ese estado, Micaela gritaba gemia, se movia paraba su coño se mojaba casi tenia vida propia, su cuerpo sudaba cuando de nuevo se corrió sin darme tiempo a mi tan siquiera a coger de verdad mi ritmo de follada, solo con mis movimientos lentos, volvió a parar presenti su cansancio, en esos momentos me quite consegui sentarla, volvi a arrodillarme en el suelo comencé a comerle la boca ella me lo devolvía tímidamente por el cansancio baje a sus tetas las comi sin ningún tipo de resistencia por ella, estaba como en otro mundo Micaela mordí sus pezones rosados, sus pechos hasta meterme todo lo que pude en mi boca de una u otra teta, las tenia las dos llenas de mis babas.
Escuche mientras me comia las tetas unos suspiros paré mire, Enrique se había corrido lo tenia totalmente olvidado, tanto ella como yo, cuando le dije acércate, él lo hizo su pollita caída, le hice arrodillarse a mi lado, le dije mira como le tengo el coño y las tetas a tu esposa, quería darle, aunque tarde al menos algo, él miraba como yo manipulaba el coño de su esposa, empezó a decirme, que bien, lo haces, como la has dejado, como yo quería verla, su mano acaricio el muslo de su esposa, estaba deseando que disfrutara de verdad, seguí con su fantasia, si, le dije pero desde ahora ya sabes me la follaré solo yo, él me decía pues claro, mi esposa (todo sin dejar de acariciar su muslo, su pecho Enrique), necesita, que la monte un buen corneador, un buen macho, Micaela, ya estaba de nuevo bien viva, mi polla acariciaba ahora su coño su mano se coloco en mis abdominales después a mi pecho acaricio mis vellos, le meti mi polla ella tiro fuerte de mis vellos casi haciéndome daño con loq ue se la meti toda, Enrique, mirando me dijo si le has metido hasta los huevos, sin dejar de acariciar la teta de su esposa comencé a follarmela a su lado, Micaela comenzó a dar gritos sus piernas se apretaron a mi cintura Enrique empezó a decir sin dejar de acariciar su teta si follatela bien mira como grita, empece a darle empece a decirle que la iba a llenar toda de leche, Enrique empezó a decir que si que la llenara bien de leche su coño, Micaela solo gritaba se contorsionaba hasta que me corri, en su coño pero aguante segui dándole al ver que se estaba corriendo mientrs enrique decía sigue follandotela ya casi esta otra vez corrida, así fue.
Me duche el primero solo, al salir entro Micaela sola, Enrique, me dijo que esto ultimo había sido alucinante lastima que se había corrido ya y que por lo menos hasta mañana no tendría "fuerzas", cuando marcho y volvió del dormitorio me enseño era lubricante, me dijo, le encanta se la metan por el culo, le acaricien el coño a la vez, entonces le dije, sonriendo se lo haremos en el dormitorio me la voy a encular pero tu le chupas el coño a la vez, Enrique sonrio mirándome diciendo que rico.
Comenzamos con besos caricias, pero al poco ya tenia a Micaela haciéndome ua paja en el sofá, cuando me la lleve al dormitorio diciendo voy aa estrenar la cama de tu cabron, ella se levanto conmigo nos introducimos los tres, deje se montra en mi polla pero pronto volvi a tenerla a 4 patas solo que comencé a trabajar su culo con el lubricante, como se dejo Micaela de nuevo empezaba a estar en otro mundo, la lubrique tanto tiempo hasta meterle 4 dedos en su culo que se corrió mientras el cornudo le comia el coño, pero no la solté, deje que se repusiera sin dejar de lubricar su culo, hasta que lubrique mi verga, que gustazo, me tome todo eltiempo del mundo, escuche sus lamentos pero queriendo recibir mi polla como fuera, hasta que conseguir alojarsela toda en su culo, le di una larguísima enculada lenta, de mas de una hora, hasta que ella misma pidió que la dejara, se corrió tres veces en la boca de su cornudo, para terminar ella haciéndome entre una mamada y una paja cubana con sus tetas termine corriéndome en su cara entre gritos, allí quedamos cansados ya de dia, en la cama, los dos mientras el cornudo se acostó en el otro dormitorio.
Somos como tantos otros, unos ocultos amantes que vivimos una oculta vida los tres donde Micaela es mi amante, mi mujer cuando estamos los tres, como también ella se siente ya cuando estamos los tres, me encanta sentarme con ella en el sofá besarnos acriciarnos largamente sin tener por que terminar en esos momentos en sexo, mientras el cornudo nos observa, o se comporta como si fuera simplemente un amigo, eso nos pone mucho a los tres tomárnoslo con tranquilidad con esos juegos, en que ella se comporta como mi esposa, en todos los sentidos, por la parte del sexo, hacerla gritar, una y otra vez, como no lo había echo hasta que me conocio, como tampoco se había corrido de esa forma y tan asiduamente, me hce sentirme aun mas seguro, en mi papel de macho entre los tres no me interesa ni buscar mas ni mas jóvenes, ni nada por el estilo pues actualmente, tengo todo lo que necesito, pues esta aventura me llena totalmente como a ellos.
NO SOLO HAY UNA FORMA DE VIVIR EL SEXO, PARA SER ACEPTADO POR LA SOCIEDAD, lastima tengamos que ocultarnos tanto.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!