Yessica
Conocí al uno de mis más grandes amores en un trío….
Esa tarde, saliendo del trabajo, como todas las semanas, me fui a dar una vuelta por plaza Pino Suárez, eran al rededor de las 4.
Salí del metro por la parte sur, y camine hacia la explanada, pero frente a los baños, encontré a una amigo que estaba con una chica bastante hermosa, tipo asiática, de unos 1:65, delgada, pero muy bonito cuerpo torneado.
Me acerque, ya que sabía, que como a mí, le gustan las sexo servidoras, así que no dudaba de que fuera una; me saludo, y la presento como su novia, a lo cual me reí por dentro, ya que sin yo considerarme atractivo, él era bastante, digamos corriente.
Charlamos un rato, nos fumamos un cigarro, y me dispuse a partir para ver a quien de las chicas veía; ella se acercó a decirle algo al oído, el sonrió y me dijo: Dice Yes que le gustaría hacer un trío.
Yo: Worsles que chido, tan hermosa y tan abierta, eso me gusta.
Silverio: Te animas?
Yo: Y dr a como?
Yes: Solo lo del hotel entre ustedes 2.
Yo: Pues adelante, muero de ganas de conocerte mejor XD
Caminamos hacia el hotel, pedimos la habitación, entramos y yo fingi no saber que hacer, mientras Yess se sentaba en la orilla de la cama, Silverio se metió al baño, y yo me recosté sobre la almohada recargado en la cabecera.
Yo: Es tu primera vez
Yez: Si, es emocionante.
Se estiró hasta donde yo estaba, quedando frente a mi, no lo pensé mucho, me acerque igual, y comenzamos a besarnos, primero tiernamente, y posteriormente más apasionados.
Yo: Que delicia
Yess: Ti igual
Empece a besar su cuello, al tiempo que le sacaba la blusa; Silver ya estaba viendo desde la puerta del baño, esperando.
Acaricié sus senos, desabroché su pantalón, y fue cuando Silver se acercó a quitárselo, abriendo sus piernas para comenzar a lamer esa hermosa vagina rosada y perfectamente depilada.
Silver: Mira nada más bro, lo que nos vamos a comer.
Yess: Ven acá, te la quiero chupar
Me saqué el pantalón y el boxer y le acerque mi pene a su boca, comenzó a besarlo tiernamente, después a meterlo firmemente, succionando, hasta que, arqueando la lengua, meterlo hasta el fondo de su garganta, segregando saliba, que le escurría por los labios callendo sobre su cuello.
Silver: Vas bro, está bien rica
Yo: Quieres sentir mi lengua?
Yess: Por favor, chúpamela.
Me puse entre sus piernas, metí mi cara entre ellas, y percibí su aroma dulce, y el líquido cristalino que escurría desde dentro. Separé con mis dedos los priegues de sus labios, y con la punta de la lengua, recorrí desde el ano hasta el clítoris, de arriba a abajo, deteniendome de vez en cuando en su clítoris para succionarlo y morderlo, o en la abertura de su color, penetrndola con la lengua, saboreando sus jugos; Yess estaba al límite, genia como loca, con gemidos y gritos ahogados por la verga de Silver que mamaba rápida y profundamente hasta que no aguanto y tuvo un orgasmo abundante, el cual recibí completo en mi boca.
Me detuve, ella dejo de mamar, y nos besamos, intercambiando el sabor de sus jugos, y el líquido semanal de Silver.
Me recosté, y ella se empino frente a mi, para continuar mamando me.
Yess: Silver, cogeme
El la penetró por la vagina, de un solo golpe, no hacía falta lubricar, estaba dilatada a más no poder; se escuchaba como aplaudía la pelvis de Silver contra las nalgas de Yess, y con cada metida, ella empujaba mi verga hasta el fondo de su garganta, al tiempo que, con sus mismos jugos, Silver lubricada el ano de Yess, hasta que por fin, le metió un dedo, luego 2, y por último 3.
Yess: Metemela por el culo
Y así lo hizo Silver, sacándole la verga de la vagina, se la metió en el ano primero despacio, al tiempo que Yess suspiraba profundamente y yo me colocaba debajo de ella para besarla.
Seguí bajando hasta que mi verga quedó a la altura de su vientre, ella se enderezó un poco, tomo mi pene, y se lo introdujo en la vagina sin sacar la de Silver de su ano.
Yess: Que rica verga tienes, como me gustan.
Yo: Que más te gusta?
Yess: Como me la mamaste, como besaste…
Así estuvimos unos minutos, hasta que tuvo un segundo órganos, que nos dejó completamente mojados mientras ella se retorcía gritando de placer; sin sacarselas, nos quedamos quietos, mientras yo seguía besándola.
Cómo estaba a punto de venirme, y no quería que eso terminará, me levanté un poco para disfrutar de como Silver seguía cogiendose la, mientras el le daba por el culo, yo me imaginé que pasaría si quisiera conquistar a esa mujer, me estaba enamorando de ella mientras otro se la estaba cogiendo.
Le dije al oigo que me había gustado muchísimo, a lo que contestó entre gemidos entre cortados que yo igual a ella, lo cual me emocionó.
Silver aumento sus embestidas, haciéndola gritar, ya que se la estaba cogiendo por el culo.
Silver: No mames, que apretada está bro, de es de probar su culito.
Yo: Toda ella está deliciosa, se mueve riquísimo.
Silver: No mames, ya me voy a venir
Yess: Si papi, si, cogeme más, hechalos adentro.
Silver: Ahí te van, aprieta, aprieta aprieta, aaagghhh
Yess: Si, todos, hechamentodos tus mocos
Calle su boca con la mía, mientras ella recibia en su intestino el semen de otro, y yo empezaba a sentir celos, pero esos celos ricos, que exitan, que prenden, que te llevan a la lujuria.
Silver: Vas compa, dale por el culo.
La recosté boca arriba, le abrí las piernas, levanté su cadera, y ví que de su ano escurría una gran cantidad de esperma; tome mi pene firmemente, aunque no hacía falta, ya que tenía el ano muy dilatado, y se lo introduje, con la facilidad que daba la lubricación del los.locos de Silver.
Yess: Que rica verga, cogeme duro… Ven papi, te la limpio.
Acercó a Silver, y aún erecta, se la metió en la boca, sacando hasta la última gota que aún quedaba de ese esperma espeso que seguía chorreando.
Comencé a alternar entre su vagina y su ano, un par de metidas, y cambiaba de cavidad.
Silver fué en al baño a lavarse; al salir, dijo que había recibido un mensaje de su trabajo, y tenía que irse, pero que ahí me la encargaba, esto mientras yo seguía cogiendome la.
Se vistió, se despidió y se fue.
Nosotros nos quedamos en la cama tumbados, viéndonos uno al otro, supe en ese momento que me enamoriai perdidamente de Yessica.
Nos volvimos a besar, y acurrucar, aún no habíamos terminado ese palo, y continuamos cogiendo, ella sobre mi, y yo gosando besando sus senos, sus cuello, su boca, aún con el sabor de la verga de Silver.
Ya casi para venirme, rodamos sobre la cama quedando ella debajo, levanté sus piernas hasta que sus rodillas tocaron sus hombros, permitiendo me cogerla hasta lo más profundo de su coño.
Entre jadeos, gemidos entre cortados y sus gritos, llegamos juntos al orgasmo, ella dejando mi pelvis y piernas escurriendo, y yo llenando su cavidad de semen; nos quedamos en esa posición unos minutos, hasta que mi pene empezó a contraerse; pero no me quería quedar con las ganas… Baje de nuevo entre sus piernas, y con los dedos, abrí su coño, que no es que tuviera que abrirse, estaba súper dilatado, y comencé a dejarla para sacar mis mocos de dentro de ella, y al mismo tiempo le chupaba el clítoris.
Minutos después, seguíamos abrazados y besándonos.
Me confesó lo que ya sabía, que no eran novios, que era mamá soltera, que a veces se prostituía en Pino Suárez, y que si yo le había dicho la verdad de que me había gustado mucho, por qué yo le había gustado mucho.
La acompañe a su casa, intercambiamos números, y a partir de ahí, comenzó una relación de 2 años, en los cuales uno y medio vivimos juntos, y con planes de casarnos.
Y aunque esa no fue la única vez que nos la cogimos entre varios, e incluso, una vez nos la cogimos entre 2 hombres y una mujer (si, la chica también se la cogió) para mí, fue la más memorable, por qué conocí a uno de mis más grandes amores en una orgía.
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