Amor de hermanas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Que tal, mi nombre es Guillermo.
Guille para los amigos.
La historia que les relataré, me la contó quien en ese entonces era mi novia.
Su nombre es Gisela.
Cuando ella me relato esta historia, realmente no lo podía creer.
Aun cuando he tenido bastante experiencia y suerte en las cuestiones amatorias, fue sin duda alguna, la relación mas intensa y "open mind" que he tenido.
Para que se den una idea, sucedió hace unos 9 años.
En ese entonces ella tenia unos 20 años recién cumplidos.
Y aunque no era la miss-universo que todo mundo esperaba, tenia ese “algo” que vuelve locos a los hombres; de cara era (y sigue siendo) bastante bonita, unos labios largos y delgados, de nariz grande, algo aguileña (cosa que no le agradaba mucho), cabello castaño obscuro que usaba casi siempre recogido.
Y un par de ojos enormes color avellana.
Sus pechos son pequeños, yo le calculo copa “B”, aunque no sé muy bien medir eso, cabe decir que se acoplan perfectamente al tamaño de mi mano.
Con pezones color marrón y aureola pequeña que se erectaban con suma facilidad cuando tenia frió o estaba excitada.
Pero lo que más me encantaba era su vientre completamente plano y durito que terminaba en unas caderas largas y marcadas.
En ese entonces ella estaba cursando la preparatoria fuera de nuestra ciudad natal, en una especie de experiencia de intercambio, en la cual llevaba poco más de 2 años.
Y aunque su familia iba a visitarla cada que tenía posibilidad, ella no había regresado a su casa en un buen lapso de tiempo.
Gis es la segunda hija de 4 hermanos y yo había sido su amigo más o menos desde hacia más de 10 años, cuando Gis apenas estaba cambiando de niña a adolescente.
Yo realmente no la trataba mucho.
De hecho, con quien llevaba un laso un poco más estrecho era con Fernanda, su hermana pequeña (5 años menor que Gis).
En ese tiempo, Fer era una pequeña niña que le encantaba jugar conmigo y los demás chicos del barrio a la pelota, a las escondidas y a esa clase de cosas, aunque siempre terminábamos por hacerla a un lado por ser muy pequeña.
El hecho es que me mude de casa y perdí contacto con ellas, hasta que surgieron las redes sociales y pude atestiguar el paso del tiempo en las dos.
A Gisela ya se las he descrito pero Fer pasó de ser una niñita pequeña y juguetona a una adolescente bastante linda con un look muy parecido al de las chicas asiáticas.
Sus ojos rasgados, la nariz chatita (o aplanada, no sé cómo se diga en su país), pelo lacio y largo hasta los hombros y unos labios largos y pequeños, muy parecidos a los de Gisela.
Todo esto le daba una apariencia idéntica a una “lolita japonésa”.
Fuera de eso, su cuerpo era una copia de su hermana en esa edad.
Fue asi como retome el contacto con Gis, a través del facebook.
Nuestras conversaciones se hicieron mas frecuentes hasta que la invite a salir y después de un par de salidas era mas que obvio que ya teníamos una relación.
Una cosa que me llamo la atención, fueron los mensajes que se dejaban en cada una de sus páginas y fotos de Facebook…
En una de ellas, donde sale Fer en el baño de un centro comercial, tomándose una foto con su celular y con los labios rojos, mandando un besito, tal y como muchas chicas lo hacen hoy en día, vi esta conversación.
-Gis; Eres una preciosura-
-Fer; Soy igual a ti bb, teníamos que ser hermanitas! (Emoticón de Corazón) (Carita Feliz)-
-Gis; (Emoticón de Corazón) (Carita Feliz) obvio bb, te amo (Emoticón de Corazón) (Carita dando un beso)-
-Fer; yo también bb, te extraño mucho-
-Gis; yo también, pero pronto estaré por allá (Carita dando un beso)-
Para cualquier persona normal, pensaría que eran un par de hermanas que se querían bastante.
Pero el tiempo me ha enseñado, "piensa mal y acertarás".
El hecho es que esto le pasó a Gis hace más o menos 2 años antes de hacernos novios.
Resulta, que había transcurrido apenas un año desde que Gis se había ido a estudiar a otra ciudad en la costa la carrera de Turismo y toda su familia la había ido a visitar en un fin de semana.
Todos excepto Fer, que por haber entrado recién a la secundaria le había sido imposible hacer el viaje.
Debido a esto, tan solo llegar las vacaciones de verano, sus papas le habían dado permiso de pasar la temporada con Gis, con la excusa que las dos llevaban muchísimos meses sin verse.
Fer vivía con otras 3 compañeras, las cuales regresarían a sus respectivas ciudades, por lo cual las dos tendrían el departamento para ellas solas.
Apenas se vieron, se dieron un fuerte abrazo, resaltando lo mucho que habían crecido o lo bien que se veían.
Ya en casa, se pusieron al tanto del año que no se habían visto.
Hablaron de la escuela, de novios, y de cosas sin importancia y se quedaron dormidas.
Entre salidas a la playa y tours por la ciudad se pasó el primer fin de semana.
En el cual Gis notó un poco tímida y retraída a su hermanita, al grado de que, estando en la playa, varias veces la cachó desprevenida observándola como se asoleaba o cuando se ponía bloqueador.
Por lo que Gis pensó que tal vez era la primera vez que su hermanita veía un cuerpo femenino desarrollado diferente al de su mamá.
Y le pareció que la curiosidad era normal a esa edad.
Además, después de ver el infantil traje de baño de Fer, decidió que necesitaba llevarla de compras para que escogiera algo más moderno y sexy.
Así que esa misma tarde las dos estaban ya en la tienda viendo modelos y opciones.
Gis escogió unos para su hermanita y otros tantos para probarse ella misma.
Ante la timidez de Fer, Gis decidió entrar con ella al probador y checar varios modelos.
Si bien no eran de la misma talla, tenían ya un cuerpo muy similar.
Gis le pasó varios modelos, todos bikinis.
Su hermanita se quitó con mucha duda la minifalda de mezclilla y la camiseta de algodón que usaba, quedándose en ropa interior frente al espejo, con las prendas en la mano, sobrepuestas en su delgado cuerpo.
Gis se quedó viendo a Fernanda, que se observaba en el espejo, en ropa interior con las dos prendas en cada mano y con cara de duda, como si estuviera tratando de resolver un problema aritmético y no pudo aguantar la risa.
-¿Que pasa?-
-Nada-
-¿Que? dime, ¿te da pena conmigo?-
Acto seguido, Gis se quitó de un solo tirón su pequeños shorts y pantaletas y después la blusa de tirantes a modo de top, y desabrochó su bra, quedando completamente desnuda a no ser por los zapatos.
Fer quedó con los ojos y boca abiertos y sin mover un solo musculo, observando el cuerpo de Gis de pies a cabeza.
Gis notó que su hermana posó su vista en su cosita completamente depilada.
-¿Que?-
-No, es sólo que.
–
-¿Tu no lo tienes depilado?- La interrumpió.
Fernanda sólo atinó a jalar el resorte de su calzoncito, dejando ver una pequeña, pero visible cantidad de vello alborotado.
Gisela rió de nuevo y prometió ayudarle a depilarse tan solo llegaran a casa para que su hermanita pudiera lucir los bikinis de manera mas cómoda e higiénica, por lo que Fer, ya mas aliviada y tranquila se animó a probarse varios modelos.
Mientras se vestía fue ahora Gis la que se tomó el tiempo de contemplar el cuerpo en pleno crecimiento de Fer, la cual no era mas una niña y aunado al hecho de haber dejado de verla durante tanto tiempo, hacia que ya no la reconociera más como su pequeña hermana.
Gis pensó que a fin de cuentas, fuese quien fuese, no cambiaba el hecho de que ellas estaban desnudas, observándose las partes privadas con otra mujer y esa idea le produjo un agradable calorcillo y humedad en la parte baje de su pelvis.
Esa idea no abandono la mente de mi novia durante toda esa tarde y debido a la calentura que traía, decidió darse un buen baño después de que su hermanita saliera de la ducha, pensando que eso le enfriaría la cabeza.
Llevaba casi 3 meses sin novio y mas de 2 semanas sin una cogida decente, debido a que la compañera con la que solía desahogarse se había ido de vacaciones también.
Para ese entonces, Gis tenia los pezones duros como rocas, marcándose fácilmente a través de su camiseta de algodón.
Ya bajo el agua, el hecho de estar tocándose el cuerpo mientras se enjabonaba la prendió aun mas y empezó a introducir primero uno, después dos y hasta tres dedos en su hermosa almejita.
No duró ni un minuto hasta que estalló en un fuerte orgasmo que la estremeció por completo.
Una vez fuera de la ducha, fue al refrigerador por un par de cervezas para tratar de olvidar el tema, Fer le pidió permiso de tomar una, a lo que Gis, en un tono un tanto severo le dijo que solamente una y con la única condición de que no se lo comentará a sus padres.
Así Gis bebió una cerveza tras otra, divirtiéndose al ver las caras de Fer tratando de aparentar ser la chica grande al ocultar su desagrado por el agrio sabor de la bebida.
Pero la chiquilla aguanto como las grandes, logrando acabar con 3 latas completas.
Después de un largo rato de risas, se hizo el silencio por parte de Fer, quien en un tono un tanto serio le pregunto a su hermana:
-¿Crees que soy tonta?-
-No, claro que no.
¿Porque lo preguntas?-
-Es que hay un muchacho mayor que me interesaba, y en una fiesta le dije lo que sentía, pero él se burló de mi.
Me dijo que era una niñita estúpida que seguramente no sabia ni como besar, menos dar una mamada.
Y el muy idiota me dijo que cuando me salieran bien las tetas regresara a buscarlo.
Fer miraba al piso un tanto ruborizada por lo que había bebido y trataba de contener las lagrimas en los ojos.
Gis solo podía pensar que era lo mas tierno y triste que había visto en el mundo.
– No eres tonta, es sólo que los hombres son idiotas, y si te topas con uno así sólo debes.
–
-¡ Enséñame a besar!- la interrumpió Fer con lagrimas en los ojos.
-Tu eres para mi la persona mas hermosa que hay, y si pudiera tener la mitad de la belleza que tienes tú.
!-
Ahora era Gisela la que se había quedado sin palabras.
No tenia ni idea que su hermanita la tuviera en ese concepto.
No sabia si sentía eso desde antes de haberse mudado, si era el tiempo que habían permanecido separadas o si era el alcohol de la primera borrachera de Fer, quien estaba hablando.
Gis extendió un brazo, tratando de consolar a su hermanita a través de un abrazo, pero los lentos movimientos debido a las muchas latas de cerveza que había consumido hizo muy torpe su movimiento por lo que Fer la malinterpreto, ya que con un rápido movimiento se montó de rodillas sobre las piernas de Gis y sin mas ni mas tomó la cara de su hermana y comenzó a besarla con desesperación.
Quizás en otras condiciones, Gis hubiese reaccionado diferente.
Pero el hubiese no existe y el amodorramiento de la borrachera la hizo reaccionar muy lentamente.
Su cabeza era un caos y no entendía muy bien lo que pasaba.
Fer aprovecho esta situación y recorrió la boca de su hermana, demostrando que no era para nada una novata en el arte de los besos.
Con su lengua jugaba y tocaba la lengua de Gis.
Mordía su labios y besaba cada rincón de su boca.
El cuerpo de Gis reacciono mas rápido que su mente y cuando se dio cuenta de ello, Gis ya correspondía al beso y ya tenia ambas manos sobre las tiernas caderas de Fernanda.
De las caderas subió sus manos por los costados de su hermana hasta sacarle la camiseta y el sujetador.
Por fin Gis pudo liberar su boca de beso que la aprisionaba, pero sólo fue para ir a para a los pequeños y tiernos senos de Fer, quien ya se movía restregándose sobre las piernas de Gisela.
Ella echó de espaldas a su hermanita y terminó sacándole de un tirón su shortcito que usaba a manera de pijama.
Acto seguido se desnudo y se recostó sobre el blanco y delgado cuerpo de Fernanda a quien empezó a besar, mientras acariciaba con la palma de la mano su conejito.
Debido a la excitación Fernanda cerró sus muslos, atrapando ahí la mano de Gisela quien aprovechó y pasó una pierna sobre la pierna de su hermana y empezó a restregarse sobre el muslo de Fer de una manera que sólo ella sabia hacerlo.
Gis dejo el meloncito de Fer y se dedico a besarla de nueva cuenta, aunque debido al placer que le estaba dando la pierna de su hermana, eso no era un beso, sino mas bien las dos juntaban sus bocas jadeando, como si tratarán de robarse el aire una a la otra.
Los gemidos pasaron a ser gritos y Gisela empezó a notar como se empapaban sus dedos debido a los jugos que emanaba el tesorito de Fernanda, quien a este punto ya no se retorcía de placer si no mas bien se convulsionaba en un intenso orgasmo, al cual le siguió el de mi novia, quien dejo completamente empapado el muslo de Fer.
Esa noche durmieron en esa posición, con las manos tocando las partes de la otra.
Según me dijo mi Gis después me daría mas detalles, ya que los días restantes fueron increíbles.
Tanto así que prácticamente no dejaron el apartamento, De esta forma Gis se dedicó a disfrutar de la tan necesitada compañia de su ya no tan pequeña hermanita.
Espero que les halla gustado esta primer historia.
Y espero también pronto darles mas detalles tanto de Gis como de Fer, ya que duramos poco mas de 4 años muy bien disfrutados por mi parte.
Saludos
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