Annabella, té y sexo con dos gordas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DIEGOCUERO.
Así que Annabella nomás apareció en lo de Teresa muy bien vestida con un vestido blanco con flores, tacos altos, muy maquillada y perfumada, cartera negra de cuero al hombro.
Se sentó en la mesa del comedor y empezó a charlar con Teresa.
Y a los cinco minutos llegaron las gordotas María del Carmen y Mónica, muy elegantes y trayendo los sandwichitos y las masas secas.
Enseguida las dos se sentaron una a cada lado de Annabella y, tras darle un beso y hacerle un mimo en la pera y la cara con rubor, merendaron y charlaron con Tere.
Las gordas estaban bien pegaditas a Anna para acosarla lo más posible, mientras María Teresa comía y charlaba guardando la sorpresa.
Charla va, charla viene, la cosa es que después de una horita y pico, Teresa le dijo a Annabella que se fuera con las gordinflonas a la habitación de ahí abajo, que tenían que mostrarle algo.
Annabella mucho no entendía pero no tuvo drama y acompañada por Carmen y Mónica fue a la pieza.
Las mujeres se encerraron con ella y justamente le dijeron que le iban a mostrar algo, y le pidieron que se pusiera cómoda y se sacara el vestido.
Annabella se sacó el vestido y los tacos y se quedó en corpiño y bombacha, mientras las dos se sacaban disimuladamente su blusa y pollera y sus zapatos.
María del Carmen la agarró suavecito mientras Moni le hacía cosquillitas en la espalda.
Y se fueron haciendo mimos y calentándose hasta que las gordas no pudieron más, se desnudaron y obligaron a Annabella a quedarse desnuda.
Y cuando la tuvieron lista, después de manosearla y apretujarla toda, le dieron con todo por vagina y cola, de parada, de a dos y también de a una en la cama.
La pelirroja ex rubia se sorprendió primero, pero luego disfrutó un montón y tuvo casi una hora de sexo con las dos grandotas.
Annabella gritó y gimió como loca mientras las gordotas la embestían con elementos y tremenda potencia física y sexual, y acabó varias veces su flujo, derramándolo sobre las locas, que le chuparon la concha como putas y luego le volvieron a meter cositas y cosas haciéndola acabar varias veces.
Y luego cogió con cada una individual, gritando a los alaridos limpios cuando Carmen la violó y ambas acabaron, lo mismo con la furia de Mónica, que se la dio con locura y la bañó de su flujo, mientras recibía el de la altísima minita.
Después de lavarse y vestirse, las chicas le dieron besos en la boca a ella y a María Teresa y se fueron.
Y Annabella comentó lo satisfecha que había quedado y lo contenta que estaba por la sorpresa que Tere, Carmencita y Moni le dieron.
Nunca lo había hecho de a dos, ahora sí.
Y empezaba a disfrutar cada vez más.
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