APP XXX 15
Cas se va acercando mas a Noemi, notando la influencia de su madrastra, es excitante, pero las cosas toman un giro inesperado….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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Cas había salido con la pequeña Noemi, era sencillo, solo tenían que conseguir un bonito regalo por su cumpleaños, nada fuera del otro mundo, pasearían, podría coquetearle tranquilo, por ese díe ella era solo de él, lo cual le gustaba mucho al joven, hasta la pequeña se sentía muy contenta de poder salir con su lindo hermano mayor, le daba más gusto porque se suponía que era una cita, por ello se había arreglado muy bien, queriendo ser coqueta con su chico especial, aunque en ella todo lucia terriblemente tierno, lo cual no le terminaba gustando, pues no faltaban situaciones como en la tienda de peluches.
Qué lindo, debes ser un gran hermano mayor, si la chiquita es así contigo – decía una dependienta de lindo rostro acaramelado, con cabello pintado de rosa, pero un buen par de tetas que se apretaban en la interesante playera que se veía como un bañador.
Como no amarla, es un encanto, es mi preciosa Noemi – decía con astucia Cas mientras la cargaba tocándole el culito sutilmente, dando una escena gentil, aunque eran las palabras precisas para la niña, quien se apegaba a él.
La incauta encargada solo se le quedaría viendo encantada, le parecía un chico dulce, aparte que le daba gracias ver como la tierna hermanita se le pegaba como si fuera su novia, dándole a entender que había algo más intenso entre ambos, lo cual le daba curiosidad, mas no lo veía como si fuera algo pérfido, sino como alguna clase de posibilidad irresistible para tener un novio genial, seductor, romántico, y no un patán pretendiendo ser lo máximo, lo cual calentaba a la encargada pensando en dejarle su número para conseguir un rato de placer y quizás algo más. Aparte Cas tenía el olor de alguien que comía carne cuando quisiera, lo que excitaba a la joven logrando que su coño escurriera y sus tetas rozaran en esa camisa de manera sugestiva, por lo que le daría un peluche, de un osito negro bastante grande, con el cual alegraría enormemente a la niña, quien vería aquello como lo mejor de la vida. Luego se macharían, aunque antes la chica le dejaría su número telefónico, lo cual encelaría bastante a la niña, lo cual le encantaba a Cas, quien miraba como la pequeña se apegaba tanto a él, si podía notar, ella aceptaría cualquier cosa, podría írsela a coger, su vestido podría ser arrancado con facilidad, dejándola apenas con un ligero calzoncito, pero no debía pues algo pretendía su mamá, aparte que todavía no era un hecho que estuviera lista, solo se daba cuenta que la chiquilla entendía un poco, pero una cosa es saber y otra hacerlo, lo cual había una línea difícil de cruzar.
La pequeña iría a su lugar favorito de compras, había un vestido que le gustaba mucho, aunque no estaba hecho para ella, se daba cuenta como quería impresionarle, pero su poca edad no ayudaba, aunque para Cas, sería algo extraño, pues ahora que usaba ese anillo, se le iban abriendo algunas puertas, recibiendo trato especial, mas no faltaba que algunos le vieran de menos, si un vendedor en un local, casi le insultaría, cuando el dueño, un afeminado le detendría, pues al parecer este sabía otras cosas. También notaba como es que algunas chicas de locales se le quedaban viendo con intensidad, portándose coquetas, era como si tuviera algo que llamaba demasiado la atención, y pudo recordar la Isla del Placer, donde las meseras tendrían precio, pudiendo coger con la que quisiera, lo cual resultaba muy excitante, sin embargo pudo notar en las identificaciones de muchas un numero que le llamó la atención, siendo un detalle que no esperaba encontrar, de hecho se daba cuenta que muchas de esas chicas que trabajaban ahí, no parecían solo edecanes o recepcionistas, sino que se veían muy sexys, moviéndose de manera muy sensual, moviendo sus culos, había una seducción en andar, que lograba que la sangre hirviera, tanto como para ver como los escotes dejaban ver pechos grandes, cinturas breves, y las faldas apenas ocultaban culos enormes, que se tragaban tangas, era una locura, pero le servía para encelar a su linda Noemi, quien intentaba competir con ello, como si necesitara hacer algo, si bien estaba pensando en cómo pasarla bien, además que la llenada de regalos costosos, que mandaba a la residencia.
La hora de la comida llegaría, después de comprarle vestidos o peluches, la niña se vería agotada, aunque no dejaría de sonreír, más porque estaba al lado de su querido hermanito, quien la consentía mucho, aunque aparte notaba como es que su Cas, le tocaba, le tentaba en cada vez que pudiera la vulvita de tal forma que le daban cosquillas que iban recorriendo todo su cuerpo, dejándola nerviosa, sabiendo lo que podría pasar, lo que tanto ansiaba, ser la mujercita que tanto deseaba, curiosamente llegarían al restaurante, mismo donde algunas veces jugaba Constance con Noemi, lo que emocionaba a la niña, eligiendo un lugar apartado, casi oculto, lo cual le dio ideas a Cas, pues podría intentar algo, si entendía que era parte del plan de la mujer para introducir a la niña en todo ese mundo seductor.
Oye, Cas, y con cual ropita me vi más linda – decía la niña empezando su juego de seducción.
Mm, pues todos los vestidos quedan bonitos en ti, pero me gustó más la prenda esa rosita que te vi la otra vez – decía con cierta picardía el joven,
No me puse ningún vestido rosa, quiero verme mas adulta – dijo confundida la niña mirándole.
Cas sonrió un poco travieso, ante la duda de la niña, quien recordaba haberse puesto un vestido negro muy cortito, que no le ocultaba las nalguitas, también uno blanco que le dejaba ver un escote donde se le asomaban los pechitos, aunque no tenía nada, uno morado que sería perfecto para un baile, aunque en veces la falda podría verse como si pudiera salir volando, dejando ver su culito redondo, lo cual le calentaba, de hecho se daba cuenta que la dulce Noemi era diferente ahora, algo en su actuar le hacía intentar otras cosas más eróticas.
¿Quién dijo vestido? Mm – añadió un poco risueño el chico.
No era un vestido – dijo confundida Noemi, pero en ese momento, recordó algo, y se fue subiendo la faldita para notar que traía un calzoncito rosa muy pegado a su coñito.
El muy pícaro de su hermano mayor le había visto cambiarse, notando su precioso culito apenas cubierto por esa prenda que le puso muy caliente, y como si fuera una clase de travesura se le acercó para darle un beso en los labios, uno pequeño, lleno de un aire juguetón, pero jalaba a la nena para volverla a sujetar, rozando su precioso culo, pero también sus piernitas, que eran tan suaves, preciosas, le causaba un morbo increíble más porque la niña se entregaba por completo, sin resistencia, incluso en su torpeza, lo cual hacia más excitante aquel momento, se estremecía un poco al ser acariciada, pero no se negaba.
Entonces, seremos novios en secreto – estaba diciendo la dulce niña.
Por desgracia un mesero llegaba con la comida, espantando todo el ambiente intimo, dejándoles la comida, que olía deliciosa, y ocultaba un poco el olor del sexo, de hecho en otras partes se podía percibir como los demás comensales disfrutaban del ambiente intimo. Un tipo llevó a su hijastra, a quien penetraba con el uniforme de la escuela, le daba duro mientras sus sexos se movían de maravilla, en un ritmo perfecto, mientras el calzón de la chica estaba sobre la comida, empapado por el flujo de una corrida previa, sus tacones sobre la mesa, dejándola expuesta, mientras las manos del hombre le alcanzaban los pechos en formación y sus labios se entrelazaban en un juego bucal, por otra parte una mujer se bajaba para recoger un tenedor, pero en realidad le estaba comiendo la verga a un niño de apenas 9 años, quien se calentaba mucho por esa situación, era bastante andrógino, delgado de largo cabello rubio, ojos grises, rostro precioso, apenas podía resistir, incluso usaba un vestido como si fuera una linda niña, aguantando el trato, pero no podía hacer nada, fingía comer cuando la mujer le metió un dedo en el culo, haciendo que se quejara un poco, y en otra parte, un chico vicioso iba tras una mesera, una preciosa joven que se veía candente, con un traje ajustado, una falda que apenas cubría sus preciosas piernas enfundadas en unas medias que le hacían ver deliciosa, este llegaría para pagar con un billete especial, acceso al placer, dándole duro contra una pared, oculto de todos, alcanzando a sujetarle las tetas mientras le decía toda clase de cosas, saciando sus gustos sexuales, como si deseara preñarla, aunque eso no sería posible, ella tenía 20 el solo 14, era demasiado caliente, no se pudo resistir a cogerla. De vuelta con los hermanos, ambos se perdían en un beso, que prometía mas, mientras la comida se enfriaba un poco, aunque eso apoyaría a una conversación por demás excitante.
Entonces, te han gustado los peluches – decía juguetón Cas.
Si juego con ellos todas las noches, a que somos novios – dijo Noemi con una dulzura total.
Mm, eso es bueno, porque tienes que aprender – añadió Cas astuto acariciando su culito.
Eso mismo me dijo mama, constance, que es mejor aprender siendo chiquita – aseguro Noemi.
Pero, porque quieres aprender – añadió con cierta malicia el chico, sobándole la tetilla.
Es que yo – quería decir algo Noemi pero se ponía nerviosa.
Tranquila, yo te quiero mucho, quiero que seamos novios, aunque sea en secreto, dime ¿quieres? – decía con mucha gracia Cas mirando a la nena (como le molestaba el vestido).
Sí, quiero ser tu novia, en secreto – respondía la nena, antes de recibir un tierno beso en los labios que le haría estremecerse, la tenia sentada en su regazo (quería desnudarla ahí mismo).
Sabes que no debemos decirle esto a nadie, porque la gente se enoja por todo – agregó Cas pensando que debía ser claro y no dejaba de sobarla (la rosaba haciéndole a un lado la prenda).
Si, una vez dije que me gustabas y la psicóloga me dijo que eran etapas – confesó Noemi asustada.
Ya ves, si eso pasa, luego no me dejan que esté contigo – añadió Cas mientras le acariciaba el hombro, dándole un pequeño escalofrió a la nena, luego llegaba a la espalda.
Si, vamos a ser novios en secreto, porque la gente es tonta, me lo dijo mamá – agregaba la nena con toda la gracia del mundo, abriendo un poco las piernitas para que le tocaran ahí.
Bueno, ella puede saberlo, sabes que te quiere mucho, no te hará ningún daño o critica, de hecho a ella le gustan ese tipo de “travesuras”, igual que a mí – ahora Confesaba Cas.
Entonces ella es buena, porque siempre me dice cosas, y me hacen que me tiemble aquí abajo – decía la nena algo inquieta, sobándose la vulva, que para ese momento se marcaba en la parte íntima por su excitación, incluso se notaba húmeda la prenda.
En serio, ella es muy experta en muchas cosas, me ha enseñado mucho, ¿Qué te ha dicho? Cuéntame, acaso ella sabe de nuestros jueguitos personales – decía Cas con una mezcla de emociones que iban en aumento.
La niña asentiría con su cabecita, lo cual emocionó mucho a su hermano Mayor, dándole a entender que todo lo que hacía fue descubierto por la señora, lo cual poco le importaba, si eso explicaba porque la actitud de la nena era tan diferente, así que querría escucharla decir parte de lo que habría aprendido, eso pondría a la pequeña Noemi en duda, aunque solo sería por unos segundos, pues Cas la acercaría y más romántico le empezaría a besar el cuello, haciendo un juego de suplica para ponerla contenta.
Es que ella me enseña cómo jugar con los peluches, los compra tan grandes como puede, para que pueda divertirme mejor, muchas veces hace un juego antes, vamos a bañarnos, y me pone una aceitito especial por todo el cuerpo, se siente bien rico, me dan cosquillitas en las piernas, pero en especial cuanto me toca aquí, en las tetitas, a veces dice que ronroneo como gatita, me gusta mucho cuando me toca las pompis, o enfrente, en mi coñito, porque me da como calor, uno que está muy bien, siento bonito, luego exploto de un gustito que no puedo, ella luego me da besos y me dice que me quiere mucho, pero que son travesuras que no debemos contar.
Y tiene razón, debes hacerle caso, mamá sabe lo que hace, pero conmigo también puedes hacer esas cositas, así que cuidado con otros – decía Cas, quien se acomodaba mejor para comenzar a besarla, de hecho le bajaría su calzoncito hasta los tobillos alcanzando su pequeña vulva,
Era un contacto simple, muy intenso, la nena hacia lo posible para no jadear de placer, por lo que Cas comenzaría a besarla con pasión, pues le encantaba ver como la chiquilla se perdía en esas sensaciones, su rostro era un placer, le daba una tentación por metérsela hasta el fondo, de hecho su verga le dolía, quería alcanzar el coñito de la nena, aunque haciendo un esfuerzo le diría.
Oye, hermanito, entonces te casaras con Juliana como dice mama – dijo súbitamente, dándole a entender que no era lugar o momento para cogerla.
Mira, es el plan de mamá, que me casé con July para mantener el control, pero no te gusta la idea ¿verdad? – dijo un poco atento el joven a la niña.
No, yo quiero ser tu novia, aunque la gente se enoje, pero si lo hacemos luego te va mal, papá me dijo que si seguíamos juntos te meterían a la cárcel – agregó asustada Noemi.
Jejejeje, mira, te diré una cosa, eh descubierto algo, existe un club muy especial, que hace muchas travesuras, es algo exclusivo, no cualquiera entra, yo casi lo consigo, y si lo logró, haré trampa en todo esto, aunque más de lo que deseo, pero una vez dentro, me casaré con July, pues mamá me está ayudando, pero también me caso contigo, obviamente en secreto, pero serás mi mujercita – decía con malicia Cas, una que seducía a la niña.
De nueva cuenta se vería a Cas acercarse, buscando jugar con Noemi, tocándola con delicadeza, acercándola para besarla, metiendo sus dedos, en su vulvita, la cual estaba jugosa, también le besaría el cuello, dejando que la niña se excitara aun mas, estaba haciéndolo muy bien, pues ella se iba entregando a esas caricias con total soltura, disfrutando de aquel contacto, casi sobando los pechitos, si en una jugada casi maestra le rosaría de nuevo aquellas puntitas, que eran deliciosas, las cuales de repente lamia entre caricias, dejando que la niña dijera.
Mm, hermanito, entonces ¿Qué pasa con Janet? La vas a cortar por mí, mm – dijo Noemi caliente.
No exactamente, ella se quedara conmigo como mi amante, siempre lo ha sido, digamos que eso es una amiga con derechos – decía Cas mientras sobaba ese pequeño cuerpo.
Los dedos del joven iban desde las pequeñas tetas hasta las carnosas nalgas, provocando un delirio de calor sexual en la nena, que suspiraba perdida en esa sensación tan placentera, suspirando caliente, mientras se derretía en los brazos de su hermano, aunque no quería lucir como alguien fácil, aparte estaba nerviosa, propio por su edad, así que interrumpía, aunque por dentro su vulva estaba escurriendo, porque todo eso le gustaba demasiado, siendo tan caliente aquella situación.
Ella es mi amante, quizás deberías jugar una vez con ella, seguro que se dejara, igual que con su hermanita Lana, por eso me encantan, aunque obvio, tu eres especial para mí – le decía Cas para mantener el calor, entre todo el cortejo que hacian.
Dime, mm ¿Qué pasa con las gemelas? Son mis hermanas, mm, no las conocía – apenas dijo la pequeña Noemi por culpa de la excitación.
Cas se acomodaría a la nena para que se sentara viéndose enfrente de ella, besándola con mucho cariño, era una visión increíble, su vestido estaba abajo, podía verle sus tetillas gracias a la caída de su escote, aparte que su vulvita estaba a su alcance, se sacó por ello la verga, pero no trató de meterla, aunque por poco perdía la razón, quería clavársela hasta el fondo, la niña se le quedó viendo, jamás había visto tan de cerca aquella verga, apenas por la cámara, sin embargo se sintió tan caliente, en especial cuando viera que lejos de intentar meterla, le estaría empezando a tallar con un gusto diferente, recordaba como con los peluches se palpaba, haciendo un juego donde buscaba una especie de caricia más intima, logrando darle a entender que seguían en su juego, dejándose hacer, sintiendo como la verga le causaba un estimulo total, un placer sin igual, fingiendo que cogían, mientras se besaban un poco, declarando una relación prohibida en el anonimato, mientras se entregaban al deseo, aunque era algo difícil, Noemi era muy pequeña, quizás era bajita para su edad, pero nada de eso importaba, pues sentía como su cuerpo se calentaba en un encuentro que estaba a un paso de volverse sexual, pero no se daría ese paso.
Ellas si son tus hermanas, mi mamá murió cuando chico, luego papá se fijó en tu mami, pero ella ya tenía hijas, las gemelas, pero eso es otra historia, de todas maneras también perdió la vida, solo se quedó contigo, ellas fueron dejadas en un orfanato, pero se dice que había alguien más, un hermano, aunque de ese no tengo noticias, solo que trató de lastimarte cuando pequeña, no se – aceptó confesar Cas, mientras tallaba con su verga aquella vulva, logrando hacerlo, tener un clímax sexual compartido.
Había estado masturbando a la pequeña nena, logrando que sintiera un placer con esa punta, lo cual le encantaba, era algo bastante sensual, sus cuerpos se movían como si estuvieran cogiendo, entregados al placer mas sexual, haciendo un esfuerzo bastante bueno por seguir adelante, en medio de sensaciones cálidas que dejaban sus pieles arder en una especie de placer que causaba un hormigueó, el cual explotó en un orgasmo que terminó escurriendo, al menos de leche que quedaría marcando aquella pequeña vulva, como si fuera una muestra a quien pertenecía.
Luego de ello se decidirían a volver a casa, aunque antes tomaron un helado, hablando de las gemelas, quienes eran una novedad para ella, Noemi, ignoraba que tenia hermanas mayores, y ambas eran muy admiradas entre sus compañeras, quienes las veían preciosas, le gustaba tener de hermana a July, quien era famosa, por eso la imitaba, incluso pensaba en hacer cosas más sensuales, como ella, aunque eran solo juegos infantiles. Todo estaba bien, y llegaron en su momento a casa, donde todo se hallaba curiosamente en silencio, aunque no era tan tarde, de hecho el sol apenas formaba el crepúsculo, cuando entraron, ahí parecía abandonado, si acaso se veía una película en el servicio de video, donde una nena de al menos 10 años estaba siendo cogida de manera impresionante, en medio de un parque donde le metían la verga hasta el fondo de su culito, dejando a la chiquilla quejarse, pues sentía como si fueran a romperla, con la ropa rota, apenas vistiendo unos tenis con unas zapatillas…
Ah, eso no es lo que debería verse en tele – acertó a decir Cas, mientras miraba la pantalla.
Hermano – decía Noemi y sin pensarlo se aferraría a este, abrazándolo, cuando súbitamente escucharían una voz familiar.
Princesa, ven acá, tenemos que irnos, no es seguro – dijo el padre de ambos.
El gesto de este era uno cargado de locura, difícil de aguantar, se veía totalmente desalineado, como si se hubiera caído de un cerro, incluso estaba sucio, lo cual solo aumentaba todo su aire demencial, lo que haría que menos quisiera verlo.
¿Qué haces con la niña? Maldita sea tú – dijo el hombre con desespero.
Solo fuimos a comprarle un regalo de cumpleaños – respondía Cas con desespero, aunque notaba que este no se encontraba bien.
Mientes, tú te la quieres coger, que sea tu putita, pero va a ser mía, no he esperado 7 años para que lo sea – dijo enfermizo el hombre.
Papá, tengo 9 años, los acabo de cumplir – decía Noemi viéndole, pero se asustaría.
9, ah, cierto, es menos, pronto podre romperte ese coño, o acaso ya no hiciste maldito, ya te la cogiste – dijo como un loco mientras sacaba una pistola.
Cálmate hombre, ella sigue siendo virgen, en serio ¿Qué te pasa? Yo tengo a Janet, ella es mi novia, con ella estoy cogiendo – decía a la defensiva el chico viendo a su padre.
A mí no me engañas, tú quieres cogerte a todas, eres igual a mí, pero yo no voy a caer en eso, tú y la puta esa de mi esposa, tratan de engañarme – decía completamente perdido en la locura.
Luego de eso este se iría caminando, aunque una señal con la pistola le haría seguirle, en verdad era algo perturbador, ¿Qué le sucedió al viejo? Se preguntaba Cas mientras iba tras el viejo, sintiendo que debía hacerlo o pararía una tragedia, por lo que le daría una señal a Noemi para que hiciera algo mientras se abrazaba. La zona residencial era amplia, su padre se daba muchos gustos, como un amplio terreno que le serviría para hacer fiestas, esto con una alberca, por lo general se veía como un lugar envidiable, pero en ese instante no era sí, aunque no podía evitar excitarse con la vista que tendría, aunque el viejo diría:
Todas aquí son culpables, quieren burlarse de mí, pero yo soy el que manda, soy el padre de familia, y se tiene que hacer lo que yo diga, aparte soy miembro del club de magnates, una organización para la elite, no cualquiera entra, a mi servicio están los perros, como tú, si siempre sentí asco, porque era hijo de una perra, tu abuelo no se dio cuenta cuando vendieron a sus hijas, y yo me aproveché para conseguirme una puta de lujo, quien pensó que la estaba salvando, pero solo fue un juguete – confesaba enfermo el tipo.
En ese momento vería como el mayordomo llegaba con la señora constance, estaba esposada y amordazada, usaban apenas un camisón, y el vicioso tipo le sacaría esa prenda arrancándola con saña, dejando ver su cuerpo erótico al descubierto, unas formas cadenciosas, un vientre con algunos kilos de más, pero no importaban, era una figura deliciosa, las tetas eran muy grandes, luego le arrancó la tanga que era tragada por un culo enorme, cansándole un poco de dolor que era más placentero, sus mieles correrían, dejando ver un coño un tanto depilado, que se notaba extraño, y no era para menos, como traía unos tacones, la hicieron tropezar, para que cayera en un camastro, donde se vería un par de consoladores enterrados en sus orificios, en la vulva estaba uno con una forma peculiar que vibraba, atrás uno bastante largo, que al sacarlo hizo un sonido de destapar un corcho, el cual aparte tenía un poco de mierda, de hecho debido a algo que le hicieron antes defecaría en ese mismo lugar, dejando ver a la mujer llorando.
Se cago jefe – decía el mayordomo mientras manoseaba aquel cuerpo seductor
Maldita puta, crees que puedes amenazarme, yo soy quien decide, y tu estas tan vieja que me das asco, ah – en ese momento, el viejo se desnudaría, con pistola en mano apuntaría, y comenzaría a penetrarla, dándose un gusto efímero, pues se notaba que no se terminaba de calentar.
Mientras intentaba violarla, el maldito mayordomo se retiro, y los hijos no querían hacer movimiento bruscos, pues el viejo estaba apuntando a Constance, por lo que solo pudieron ver como la forzaban, aunque no tardaría en llegar el maldito cómplice con Janet y July, ambas atadas y amordazadas, pero cuando vieron a Cas estuvieron a punto de correr, pero iban igual con consoladores en sus grutas de placer, serian tiradas para que no pudieran huir, y dejaban ver como les sacaban esos enormes juguetes de sus cuerpos, sintiéndose aliviadas.
Según tú, esa es tu puta, con la que coges, adelante, muéstrame, porque debes saber que la otra ya me la folle, a mi hijastra, le rompí el coño con mi verga, se sintió tan bien hace un sonido bastante lindo, luego lo voy a repetir – aseguró el viejo mientras seguía cogiéndose a la madre.
No le gustaba nada eso, pero el mayordomo pondría a Janet de a 4 para ofrecer el culo de la chica, pensaba el tipo que Cas no podría, que tenía sus fetiches tan marcados como el mayor, pero muy para su sorpresa, su hijo realmente agarraría a su novia para comenzar a meterle todo, verla atada era sexy, pero no estaba contento, se sentía incómodo, estar cerca de esa forma de su viejo, le daba asco, pero sentir las suaves nalgas de su chica dándole con todo lo que tenía, era un placer inigualable, estaba dándole con todo, lo cual confundía mucho al hombre, pues se había vuelto loco, tenía un revolver, sin embargo ahí estaba haciendo lo necesario, como para sentir placer, quizás por el peligro de su situación sería que lo daba fuerte, confundiendo al padre, quien diría.
Es tu novia, pero creí que solo la usabas para engañarme, por favor mocoso estúpido, crees que no iba a darme cuenta, tu vas tras mi putita, tu quieres follarte a la niña – diría con demencia.
Me encanta Janet, es preciosa, tiene unos pechos de en sueño, mírala como se moja, su vulva sabe a gloria, no entiendo cuál es tu problema, aparte la he trabajado desde que la conocí, sabe perfectamente como darme placer, su coño es como si me la chupara, todos mis compañeros de la carrera quieren cogérsela, pero me gusta la exclusividad, soy el único que tendrá este gusto – decía Cas con lujuria mientras comenzaba a cogérsela, tratando de concentrarse en su ritmo, pero notaba como es que la chica se perdía.
No era igual que siempre, Janet se dejaba hacer de tal forma que su vulva escurría como si se orinara, notando que estaba afectada de alguna manera, no era droga, al menos no la habitual, la chica jalaba con sus piernas la cintura de Cas para que este le diera más profundo, siendo un gusto, se movía de tal manera que se perdía todo entre jadeos, su cuerpo estaba enloquecido, recibiendo las envestidas de tal forma que daban un calor total entre las embestidas, haciendo una especie de gala sexual, aunque en su momento se acercaba July, casi arrastrando sus pechos, para recibir el mismo trato, lo cual sorprendió al viejo, era como si rogara por esa verga.
¿Qué pasa putita? Ahorita te doy verga – decía el padre de Cas algo confundido, por lo que el mayordomo fue con la chica a quitarle la mordaza.
Cállate viejo baboso, quiero la verga de tu hijo, el sabe darme placer, cuando me fui la otra vez, este me violo, pero lo hizo con tanta pasión, mm, mi cuerpo vibro con sus embestidas, se sintió tan rico, estaba en las nubes mientras me besaba, mm, mis pezones chocaban contra las sabanas, mm, me corría como si estuviera orinándome, mm, me hizo que se la chupara y fue lo más rico, mm, no puedo dejar de pensar en cómo me la metía, mm, me enamore, quiero que este me deje preñada, mm, el es lo único que te salió bien – confesaba Julianna mientras trataba de sacarse los consoladores que se le habían encajado en sus huecos.
Como te atreves puta – decía mientras seguía intentando coger a constance.
No me hagas reír, viejo estúpido, tu solo eres como un animal salvaje, no sabes hacer el amor, por eso nadie te quiere, eres un viejo abusivo, ni puedes satisfacer a mi mami, ahora Cas, termina con Jani y dámelo todo, métemela hasta el fondo, quiero ser tuya de nuevo, lléname con tu leche, mm, la necesito, sácame este juguete estúpido y seré tuya para siempre, mm – le rogaba la chica en una locura que no podía dar crédito, empezando a tratar de coger con mas animo a la mujer que tenia, pero sin forma de lograrlo, pues se estaba rompiendo.
Ya basta, esta vieja asquerosa no me va a satisfacer, no me importa, tráelas, puedes tomar a la perrita callejera – ordenaba el dueño de la casa a su fiel mayordomo, quien parecía sonreír de manera cruel antes de irse.
Era como se lo imaginó antes Cas, ese par de locos llegó para hacer de las suyas, las hembras estaban todas iguales, las drogaron de alguna manera, y las prepararon para violarlas, no tenía mucho sentido, aunque era entendible siendo ese viejo un sádico de primera, así que verían llegar a las gemelas y Lana caminando a tropezones, atadas, amordazadas, desnudas, aunque sus vulvas eran cubiertas por unas cintas adhesivas que enterraban unos consoladores, pero estos eran raros, ambas niñas se veían bastante adoloridas, como si no pudieran caminar, incluso se veían sollozantes. El sirviente una vez que las dejó a la vista, las derribó con cuchillo les sacó las ataduras, y las mordazas.
Ahora par de putas, creyeron que estaban fuera de mi, pero no, van a ayudarme, ahorita voy a romper a su hermanita, o ya la habían olvidado, la ultima niña de su puta madre, lo hacen o les vuelo la cabeza – decía el padre de Cas mientras apuntaba, dando un par de balazos cerca de ellas.
No podrían hacer nada, pero se fueron sacando, eran enormes consoladores, que tenían formas y texturas que no les gustaron, resultaban dolorosas, incluso al sacarlos no pudieron evitar que saliera un poco de mierda, se veían agitadas, entendían lo que pasaba, y el vicioso mayordomo, llegaba al lado de Noemi, quien por el miedo ni se había movido, cuando el viejo este con cuchillo le arrancaría el bonito vestido, dejándola en sandalias, y calzoncito, el cual sería arrancado, destrozado, aunque antes de lanzarlo se le ocurrió olerlo.
Mm, esta niña ya huele a que tiene macho señor, es toda una putita, seguro que se la clavaron hace poco – dijo con molestia y burla el mayordomo.
Maldito, te la cogiste – decía el viejo, que por esfuerzo ya se lograba poner firme.
Ella sigue siendo virgen – decía Cas, mientras se corría en la vulva de Janet, cuando por instinto se ponía a coger a la segunda, July, quien gemiría de gusto recibiendo esa verga dentro.
En ese momento el vil mayordomo la agarraba, le hacía tragar una pastilla, que pronto hizo efecto, y le abría el coño a noemi, quien apenas sabía qué hacer, estaba asustada, sucumbiendo a un calor desconocido para ella, no podía defenderse, así el mayordomo aseguraba eso, seguía sin conocer a un hombre, por lo que por ordenes de un par de disparos mas, la gemelas llegarían a jugar con su hermanita, empezando a besarla de manera provocativa, acariciándola con sumo cuidado, tratando de calentarla, lo cual se empezaba a dar de manera radical, unos gemidos lo indicaban de manera sonora, volvía a ronronear como si fuera una gatita en celo, mientras sentía como unos labios empezaban a probar su boquita, estaban algo afectadas, restregándose en un contacto sexual, haciendo lo que sabían perfectamente, jugar con sus formas femeninas, sobando sus tetillas, pero también su vulva, abriendo sus piernas de tal manera que debido a su condición algo explotaba dentro de su coño.
El viejo en su locura se sentía como un triunfador, tenía a su esposa sometida, con unas canicas sexuales dejaba su culo invadido, intentaba correrse pero no podía, la tenia totalmente dominada, aunque esta quería evitar que le disparara, luego de eso el infeliz miraba a su hijo, realmente se estaba cogiendo a su novia, dejándole el coño cubierto de leche, luego fue con su hijastra, se entregaba a ese placer, embistiendo con sus caderas de una forma lenta pero segura, en un ritmo que iba aumentando, era algo que no entendía, los gestos de la chica era tan candentes, le decía cosas bastante morbosas, luego volteo a ver y las gemelas estaban realmente jugando con su hermanita, sobándola de manera tan sensual, las tetillas lamidas, su coñito sobado, la dulce pelirroja que parecía paralizada de miedo, mirándole como si fuera un monstruo, aunque eso no importaba, la iba a penetrar en cualquier momento, así como lo haría el mayordomo después, aunque en ese momento le estaba encajando la verga a Lana, a pesar que ella se resistía, mas no podría hacer nada, habían montado una perfecta orgía, donde acabaría todo cuando usara las balas restantes y este clavara su verga dentro del coñito de la pelirroja, que a cada segundo estaba cada vez mas mojado, de hecho notaba como si estuviera escurriendo, la pequeña se orinaba, por su edad solo eso podría hacer, lo cual le daba un vigor inesperado, estaba listo, dejaba el cuerpo de la mujer, para ir por el de su hija, nada lo iba a detener, su miembro estaba tieso, aunque notaba los ojos de Cas sobre él, a pesar que se estuviera corriendo dentro de Juliana, lo que le hacía pensar ¿Qué debía hacer? Violar a su hija o dispararle a su hijo en la cara…
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