Aventura en rusia
Juliana nos cuenta una historia que le sucedió en la madre Rusia .
Se cambian los nombres por discreción.
Me llamo Juliana, tengo 32 años y voy a contar ésto como manera de desahogarme ya que, a pesar de ser algo prohibido me encanta.
Primero me describo, soy una mujer alta, de piel negra, cabello afro ojos café labios carnosos y una mirada penetrante, tengo senos relativamente grandes, abdomen plano y buen trasero, me dicen mis amigos que soy una «diosa de ébano», soy contadora pública y trabajo como independiente, así gano mejor y me queda tiempo para ir al gimnasio y a viajar que son mis pasiones preferidas.
En mi último viaje de vacaciones viajé a Rusia, conocer ese gran país, estuve en Sochi, San Petersburgo, Moscú, los Urales, en la frontera continental con Asia, ahí comenzó esta historia, llegaba la noche, una noche muy fría, la cual pagué una habitación acogedora y privada (lujos que me daba por mi trabajo), ya me estaba acomodando y me disponía a descansar, cuando al asomarme a la ventana de la habitación veía algo como gris que se movía en la calle, decidí salir a mirar y me encontré que había una niña, la más hermosa que había visto en mi vida, cabello rubio, ojos azules, piel totalmente blanca, labios hermosos, mirada inocente, traía mi móvil y lograba traducir lo que me decía y era que estaba trabajando vendiendo dulces y que no alcanzaba a llegar a casa a dónde su mamá en el siguiente pueblo, la recogí y la llevé al hostal dónde estaba, después de preguntarle al recepcionista, no tuve problema y la llevé a mi habitación, calenté agua y le preparé un te y se lo dí a tomar, mientras la arropaba más con mis suéteres, ella agradecía (bueno eso entendí), a las 2 horas de estar en la habitación sintió calor y me empezó a entregar los suéteres y hasta la manta y la otra ropa que llevaba, quedando en un esqueleto y un pantalón, veía sus brazos, sus senitos, pequeños y lo que más me sorprendió un buen trasero, esta conversación está traducida al español:
– Y tú cómo te llamas? – Me llamo Ivanna. – Cuántos años tienes y que hacías tan tarde en la calle y este frío? – Tengo 10 años, y como te venía diciendo me gano la vida vendiendo dulces, mi madre está lejos y enferma y no tengo padre, se me hizo tarde y no pude tomar transporte al otro pueblo que es donde vivo, pensaba quedarme en la calle pero gracias a ti estoy calientita. – Lo importante es que estés bien. Cómo yo sabía algo de primeros auxilios, tomé su temperatura y estaba normal, pero por las dudas subí un poquito más el termostato, Ivanna me miraba extraña a lo que le dije: – disculpa Ivanna que mal educada he Sido no me he presentado, me llamo juliana, tengo 32 años y no soy de acá, vine a pasar vacaciones y si me preguntas que porqué soy así es que en mi tierra hace mucho calor y un sol excesivo por eso es que soy así. -wow Juliana a pesar de ser diferente eres bonita. – Tu también eres muy bonita Ivanna. Luego por la acción del termostato la habitación se hizo caliente y me sentí acalorada, Ivanna se veía también que tenía calor por sus cachetes enrojecidos. – uff ya está haciendo calor aquí, si quieres nos quitamos la ropa mientras bajo un poquito la temperatura del termostato está bien? – si, me parece bien. Luego de eso nos desnudamos completamente, Ivanna tenía una cola espectacular, un cuerpo hermoso, me empecé a excitar en serio, lo que más me excitó fue la mirada de sorpresa que tuvo Ivanna al verme desnuda, con mis senos grandes, aureola café y pitonada, un abdomen tonificado y mi vagina que tenía bastante vello ( no tuve tiempo de depilarme), decidí acostarme en la cama, Ivanna me acompañó acurrucándose al lado mío, ya que de paso le estaba dando calor a ella con mi cuerpo, no dejaba de ver su cabello rubio mientras acariciaba su piel blanca, ella se recostaba en mis senos, lo cual me acaloraba más y me encendía más, su piel era demasiado suave, la acariciaba y le escuchaba algo como ronronear parecía una gatica, luego su trasero lo acercó a mi abdomen, ahí me quedó fácil abrazarla, en ese abrazo toqué una de sus tetitas, para luego darle un masaje, ella no decía nada, solo comenzaba a respirar fuerte y pesadamente, había logrado excitar a la pequeña Ivanna, luego empecé a besar y lamer su cuello, su piel se había erizado, cada beso cada caricia aceleraba más su respiración, luego me atreví a darle la vuelta y quedamos de frente, ella con sus ojos azules y mirada inocente tenía su piel enrojecida y sus labios exhalando un aliento tibio, me acerqué a ella y la empecé a besar, no sé si lo quería o no, pero se dejaba que yo hiciera lo que quisiera, luego empecé a lamer su cuello otra vez, bajando por sus tetitas, las cuales empecé a chupar una por una, miraba hacia arriba, Ivanna estaba con los ojos cerrados, sentía su corazón latir muy fuerte y su respiración acelerar, me decidí a devorarme a esa niña cada centímetro de su hermoso cuerpo, que estaba entre la niñez y la adolescencia, luego la hice dar vuelta otra vez y empecé a lamer su espalda, hasta llegar a su colita, blanca, pero formadita y hermosa, lamía y palmeaba sus muslos, ella ya respiraba más rápido y pesado, cuando abrí su cola, ví su ano, fruncido y cerrado, pasé mi lengua por ahí y escuché su primer gemido, me entretuve allí, pasaba mi lengua y acercaba mi dedo a la entrada, me miraba y sentía en su mirada un poco de miedo y curiosidad, seguía lamiendo su ano, luego me levanté y besé su boca, al hacerlo, metí mi dedo en su ano, su grito de dolor se ahogó con mi beso, cuando ya se acostumbró empecé a moverlo en una especie de metesaca, Ivanna volvía a gemir, arqueaba su espalda, estaba disfrutando, agarré su cabello y lo empecé a jalar mientras movía mi dedo en su ano con más violencia, la estaba sometiendo en un sexo anal que la niña disfrutaba, además cuando sentí que se iba a venir dejé de follarla, saqué el dedo de su ano y la volví a besar, después bajé a su ombligo pegándole una lamida, la niña seguía gimiendo, llegué a su vagina, era hermosa, sus labios eran pequeños, parecía que la niña era virgen, ni corta ni perezosa hice el mismo tratamiento que con su ano, empecé a lamer su vagina, la niña movía su cuerpo completo con cada lamida, la miraba y ella tenía cerrados sus ojitos, lo disfrutaba, luego al pasar mi dedo, cerró instintivamente sus piernas, yo volví a subir y besar su boca, para recuperar su confianza, yo estaba mojada también, luego recorría con mi dedo alrededor de sus labios mientras la besaba, cuando tuve la oportunidad metí el dedo en su vagina, el grito de la niña fue ahogado en mi boca, lo dejé quieto hasta que fue ella quien se empezó a mover, hacia otro metesaca pero en su vagina, movía mi dedo en forma de gancho buscando su punto g, a cada segundo movía con más velocidad, me estaba follando a una niña de 10 años en una lejana tierra, me sentía increíble, Ivanna gemía y movía su pelvis hasta que llegó un momento en que se contrajo y cerró sus piernas con mi dedo dentro de su vagina, se contrajo y después descansó, la niña tuvo su orgasmo, al verme sonreía como con pena, ver esa sonrisa me excitó más y volví y la besé, ella acostada esa piel blanquita ya era mía, y después de besarla largamente y hacerla levantar le ofrecí un seno mío, ella abrió su boquita y primero lo lamió y luego empezó a chupar, parecía una bebé amamantando, veía mi seno negro en la boca blanquita de la niña y me excitaba y enloquecía más, ella así mismo fue con mi otro seno, su mirada al chuparme los senos era angelical, me tenía ya fuera de mi misma, respiraba y gemía pesado, luego me senté en la cama e hice que Ivanna se arrodillara en el piso, luego instintivamente abrí mis piernas y puse mi vagina a la altura de su cara, ella me miraba como con duda, luego acaricié su cabello y fuí jalando suavemente su cabeza, sacó su lengüita y comenzó a lamer mi bosque, sintió agradable su sabor porque siguió lamiendo, tenía flujos vaginales y ella los lamía, la miraba y me sentía una depravada, ella miraba hacia mi con esa mirada inocente, ella una niña blanca tenía en su boca la vagina de una mujer negra, dándole placer, yo gemía y movía mi pelvis mirando esa niña lamiendo mi vagina, chupando mis vellos, era un espectáculo, tomaba su cabeza y la pegaba más, yo estrellaba mi vagina en su carita, me di cuenta que el sexo lésbico interracial es lo mejor, yo gemía y respiraba estaba loca tenía la sensación de que me iba a venir, así que me acosté y subí mis piernas y mi pelvis, para que su carita quedará de frente a mi ano, ella no opuso resistencia y también pasó su lengua por ahí, eso me siguió excitando, a ella parecía no importarle nada más que darme placer, metía su lengua en mi ano y como pude jale su cabello para tenerla ahí humillada, luego me volví a sentar y ya sin control alguno, jale su cabello y pegué su cara contra mi vagina, ya gemía y movía mi pelvis con violencia, – ahh si chupa chupa perrita como te gusta la Cuca negra ohh si ahh ahh. Seguía gimiendo hasta que no pude contenerme más me contraje y tuve un orgasmo, mientras me estaba viniendo miraba hacia abajo, la carita inocente de Ivanna me miraba, mientras se le veía salir algo blanco, que ella se tomaba, era mi corrida, la niña se estaba bebiendo mi corrida. Cuando ya terminé y descansé la miré a los ojos y besé su frente, su carita inocente estaba llena de sudor, roja y con rastros de mi corrida en sus labios, la besé y se acostó al lado mío quedando dormidas las dos.
Ya a la mañana siguiente me desperté y ya Ivanna se había ido dejándome una nota «querida Juliana, me encantó lo de anoche debo ir con mamá, gracias por todo y no te preocupes esto será nuestro secreto, Ivanna».
Me sentí algo triste pero a la vez confortada y liviana me sentí satisfecha, y pasmada, no podía creer que una niña de 10 años me diera un placer que nunca había sentido.
Ese día continúe mi viaje hasta finalizar en Moscú dónde tome mi vuelo y volví a mi país, esta aventura no la voy a olvidar pero necesitaba desahogarme contándola
Que sabroso relato .