Aventuras de una profe 5
La profe Amanda nos cuenta la experiencia que vivió con su mejor estudiante .
Hola nuevamente, esta vez cuento mi historia de como seduje y terminé llevando a mi cama a la mejor estudiante de uno de mis cursos.
Dictaba mi clase de matemáticas en el grado séptimo, el promedio de edad de las niñas es de 12 años, son niñas que muestran cierta inocencia y picardía, acompañada de un cambio físico, el inicio de la pubertad y de la adolescencia, es donde las niñas son más receptivas en cuanto a las enseñanzas y a los juegos. Aquí entro a hablar de Katherine, una niña de exactamente 12 años, mona, de ojos azules sacó los rasgos de su padre, que era extranjero, era de 1,50 de estatura, delgada, de piernas largas y una cola muy linda, cualquiera en sus estándares básicos diría que no es tan inteligente para los números, pero en mi clase es la que más participa y demuestra conocimiento. Debo reconocer que a comienzo del año escolar no la veía con el nivel intelectual que ha venido demostrando, participa en clase, hace los talleres de manera ordenada y los exámenes los pasa con relativa facilidad, eso me llamó la atención y me comenzó a atraer, ella se quedaba con las menciones de honor y pasaba a izar bandera. Entendí que sería un reto conquistarla y comencé a tenerla más cerca, todos los días disimuladamente le regalaba chocolatinas, dulces, etc, es decir estaba cortejando a la nena, quien parecía no corresponder, me la estaba haciendo difícil.
Para el día de amor y amistad, como yo era la directora de grado séptimo y por ende de Katherine, sugerí jugar a la amiga secreta y hacer una integración, lo cual, obviamente con el permiso de los padres, casi todas participaron, con excepción de dos estudiantes, igual la que más me importaba que era Katherine, si iba a participar. En el sorteo de los papelitos, rogué que yo sacara a Katherine, cosa que finalmente, como coincidencia se me dió, y decidí darle dos detalles, uno en la integración y otro después.
Todas las participantes estuvieron de acuerdo en hacer la integración en una finca, la cual pude conseguir alquilada con un amigo de mi marido, iban a ser dos días de diversión e integración y entrega de regalos.
Lo que si no sabía era a quien le tocaba entregar regalo a Katherine, lo cual me dejaba un poco inquieta pero me tranquilizaba saber que en la integración lo iba a saber.
Llegó el día de la integración, todas llevábamos nuestros regalos y en la finca, en una mesa grandísima en el centro donde estaba el comedor, ahí los fuimos colocando, decidí que primero haríamos un paseo por toda la finca, con el objetivo de que a todas se les olvide quien llevaba tal regalo y hacer el juego más interesante, cuando pasamos por las habitaciones, estás tenían dos camas cada una, la cual dos personas podían dormir, yo esperé a lo último, Katherine se quedó sin compañera de habitación, entonces aproveché y le ofrecí ser mi compañera de habitación, la que quedaba, era la última de todas, era en el fondo, no había por dónde espiar y al revisar no era ruidosa, era perfecta para mí plan con Katherine. Entre mis cosas, llevé lencería erótica, y unas esposas de felpa, la iba a someter a mi dominio. En la entrega de regalos, que fue antes del almuerzo, cada niña tenía que sacar el regalo que era para ella y tenía que adivinar quien era su amiga secreta, solo se podía una pista; cuando llegó el turno de Katherine, ella para disimular dijo el nombre de su compañera mayor, y se hizo la sorprendida cuando le dije que era yo, le di un abrazo y le susurré: – Kate, esta noche te tengo otro regalo. Ella me miró con sorpresa, parecía intrigarle, luego cuando recibí el mío, adiviné el nombre de la nena, era otra compañera. Terminamos la entrega y almorzamos, luego nos cambiamos para tomar el sol y bañarnos en la piscina, yo iba con un traje de baño de dos piezas rojo, bien escotado, mis pezones ya estaban duros, Katherine iba con un enterizo color azul rey, se notaban sus piernas torneadas y su buen trasero, me estaba excitando verla.
Ya en la noche, después de hacer unas dinámicas, a las niñas les empezó a dar sueño e irse a sus habitaciones, quedamos Katherine y yo y en el camino a nuestra habitación le dije: – ve tú adelante que tengo que ir al baño. – Si señora. Contestó la niña.
Me dirigí al baño donde secretamente guardé mi lencería, la cual iba a modelarle a Katherine, era tan sugerente que dejaba poco a la imaginación, después me puse mi pijama y me dirigí a la habitación. Después de una charla banal le comenté:
A: – Mira Kate, me ha encantado este momento de las dos, no sé si querías compartir contigo, pero yo si quería, el tema es que, eres muy bonita y muy inteligente y pues me ha agradado.
K: – Profe gracias, la verdad, tu te has portado bien conmigo, te doy gracias por enseñarme y también por los detalles.
A: – Sabes, me encanta esa mirada tuya (acariciándole la mejilla), eres muy hermosa.
Luego le di un beso en la comisura de sus labios, ella se quedó estupefacta mirándome, un silencio reinó en la habitación, luego volví y tomé su cara y le dí otro beso, esta vez más largo y profundo, ella, tal vez dejando ir su curiosidad correspondió mi beso, después fui besando su cuello, mientras acariciaba su cintura y su cola, ella emitía pequeños gemidos, lentamente fui quitando su pijama hasta dejarla completamente desnuda, se veía una piel blanca, tetillas bien rosadas y pequeñas y una vaginita cerradita, me daba cuenta de que era virgen. Procedí a besarla nuevamente, mi lujuria había ganado, la besaba con una pasión increíble, luego la llevé hasta mi cama para acostarla ahí, recorrí su cuerpo con mi lengua, en su cuello, sus tetillas, las cuales chupaba desesperadamente esperando a que crecieran de un momento a otro, luego pasando por su ombligo hasta llegar a su monte de Venus, dónde con mis manos abrí más sus piernas y con mis dedos delicadamente busqué su clítoris, la niña estaba gimiendo y me decía:
– Profe, me duele pero me gusta, ahh ahh.
Procedí a meter mi dedo, ella hacía un ayy lastimero pero excitada también, luego me dediqué a pasar mi lengua por su clítoris mientras masturbaba su vagina al tiempo.
K: – ayy profe me gusta quiero más, ahh ahh ahh ayy ayy jaaa ahh ahh uhhmm ahh ahh ahh.
La niña movía su pelvis cada vez más rápido hasta que se contrajo fuerte y sentí líquido salir de su vagina, su orgasmo había llegado, después de eso, Katherine se dejó llevar y descansó, en este momento yo era su primera mujer, la que la introducía en los placeres del sexo.
K:- Profe, me encantó.
A:- Me gusta que te haya encantado, pero me falta el otro regalo que tenía para ti.
K:- En serio? Pues estoy lista.
Ni corta ni perezosa, comienzo a quitarme lentamente mi pijama, mostrando mi lencería, era roja, el brasier apenas cubre mis pezones, mostrando lo grande de mis senos, y el hilo, tenía un triángulo que apenas cubría mi vagina, uno que otro vello salía por ahí y mostraba mi culote, solo el hilo que tapaba el hoyo.
Katherine miraba sorprendida y quedaba sin respiración, pero más se sorprendió cuando le mostré las esposas, tomé sus manos, la hice levantar y la espose de espaldas, ella miraba con alta curiosidad.
A: – Para poder quitarte las esposas debes hacer lo que te diga.
K:- Claro que sí profe.
A:- Comienza por arrodillarte y lamer mis pies.
En el acto me senté en la cama y ella, comenzó a pasar su lengua por mis pies, también me los besaba, era un fetiche que tenía y Katherine me lo estaba cumpliendo.
K: – Ahora, con tus dientes me debes quitar el brasier y el hilo.
Ella, pasó gateando a mi espalda y con sus dientes soltó el hilo de amarre de mi brasier sexy, ya abajo, saltaron mis senos ya con el pezón parado, le puse uno en la boca de la niña, y, ella instintivamente lo comenzó a chupar, estaba más excitada, comencé a dar pequeños gemidos:
A:- ahhh Kate, que rico se siente, te gustan mis senos?
K:- ujumm.
Seguía chupando ella, luego hice que se levantara y se bajara de la cama, arrodillada todavía, luego ordené con sus dientes soltar el hilo de mi tanga, cosa que ella hizo y automáticamente quedó mi vagina velluda a la altura de su carita. Me dí vuelta, dejando mi cola a la altura de su cara.
A:- Debes besar y pasar tu lengua aquí.
K:- Profe, eso es para hacer popó, no sé.
A:- Yo sé que de pronto no es de tu agrado, pero si lo pruebas te encantará.
Dicho esto, la niña pasó su lengua por mis glúteos y me los besaba, luego con mis manos abrí mis glúteos y le mostré mi ano, ella con algo de pudor, pasó su lengua por mi hoyo anal, ese contacto me encendió y como pude tomé su cabeza y la pegué a mi ano, le comenzó a gustar ya que lamía mi ano como si fuera una paleta, hasta comenzaba a chupar, me movía yo a medida que ella pasaba su lengua, luego me dí vuelta y me senté en la cama, y abrí mis piernas, con mi mano fui tocando la cara y ella se fue acercando a mi vagina, ya con mi olor se impregnó y no importaba mis vellos, fue acercando su lengua, yo la fuí guiando hasta mi clítoris, ella lo comenzó a lamer
A:- ohh si Kate, ahí si, que rica tu lengüita, ahh si ohh.
Luego tomé su cabeza violentamente y la pegué a mi vagina, subí mis piernas en su espalda y comencé a mover mi pelvis, cada minuto mi movimiento era más violento
A:- Por favor Kate, mírame mientras te comes mi vagina.
Ella me miraba, y veía ese espectáculo, mis vellos tapando su boca, y mis piernas encima de su espalda, estaba en la excitación absoluta y movía mucho más rápido mi pelvis.
A:- ahh ahh ahh sigue comiendo Kate, ohh ahh ahh uhhmm ahh ahh me vengo me vengo me vengo ahhh ahhhhh.uhmmmm.
Había tenido mi orgasmo, y descansé, ella se retiró y veía su cara, tenía líquido blanco en sus labios y un vello mío al pie de su nariz, junto con su mirada inocente era una postal espectacular y me sentía satisfecha.
Le solté las esposas, y nos acostamos, ella se decidió acostar al pie de mi vagina tomándola de almohada quedándose dormida y al verla yo también me quedé dormida.
Al día siguiente, nos fuimos al colegio, llevé a Katherine a su casa, intercambiamos números telefónicos y hasta fin de año seguimos hablando, hasta le hice su fiesta de fin de año…..
Vaya morbazo de relato.
¿No vas contar más de esa relación? ¿Como fue vuestra fiesta privada de fin de año?
La relación promete mucho. Aventuras en privado, otras excursiones, amigas de ella. O compañeras tuyas con quién compartir vuestras ninfas.
Que ganas de seguir leyendo.