Aventuras de una profe 8
Último día del paseo de Katherine .
Era el amanecer, ya había aclarado, yo me había despertado primero, veía a Martina y Katherine dormidas, abrazadas una a la otra, creo que Martina encontró el amor, jeje, pensaba yo en mis adentros mientras las contemplaba desnudas y abrazadas; cuidadosamente me levanté a hacer el desayuno y pensaba: wow que experiencia, quien iba a saber las niñas todo lo que serían capaces de hacer.
De repente, unos pasos interrumpieron mis pensamientos:
M: Amiga buenos días como amaneciste?
K: Hola profe buenos días
A: Amiga bien bien y ustedes dos como durmieron anoche?
M y K: Excelente, muchas gracias.
A: El desayuno ya está listo ya se pueden servir.
M: Gracias amiga
K: Gracias profe.
Mientras desayunábamos, sonó el celular de Martina, quien contestandolo y hablando unas palabras en francés y visiblemente incómoda dijo algo y colgó.
A: Te toca viajar cierto?
M: Si amiga, es que hicieron unos cambios en unos procesos de unas empresas allá en París y solo tengo 5 días para revisar y aprobar así que me toca si o si partir hoy.
A: No te preocupes amiga, te llevamos al aeropuerto.
M: Gracias amiga, tu cómo siempre un amor, pero por ahora, me puedes dejar a solas con Kathe?
A: Está bien.
Me retiré a la ducha para bañarme y alistarme mientras Martina y Katherine «hablaban», el caso es que cuando terminé y salí de la ducha Katherine estaba con su carita enrojecida, preferí guardar silencio y terminé de vestirme.
Dejamos a Martina en el aeropuerto y de ahí la llevé a un centro recreativo donde pasamos el día. Ya en la noche, decidimos ir a cenar y después fuimos a casa dónde, decidí volver a besarla en la boca, ella correspondió y nuevamente nos sumergimos en una pasión desbordada, yo desnudaba a Kathe con rapidez y lamía sus senitos, luego la llevé en brazos a la habitación donde nuevamente el fuego se encendió, decidí recorrer con mi lengua su cuerpito y chupaba con desesperación sus senitos.
K: Ahh ahh profe me gusta ahh ahh.
Katherine gemía mostrando entrega total, luego la voltee boca abajo y seguí lamiendo y chupando su espalda hermosa, y palmoteaba sus nalgas, hermosas y les daba unos buenos mordiscos
K: Uhhmm profe uhhmm me gusta profe.
Decidí luego lamer su anito, me encanta me enloquece, luego de haberlo humedecido con mi saliva decidí meter mi dedo, el gemido de la niña me encantó.
K: ahh ahh profe me gusta ahh ahh.
Aproveché para agarrar su cabello y volvía a follar salvajemente su ano, ella nuevamente estaba sometida a mí y yo me portaba ya como una salvaje.
K: profe dame más ahh ahh ahh ahh me encanta si si si ahh.
Katherine gemía y movía su pelvis como gata en celo hasta que finalmente llegó su orgasmo.
Me acerqué a la niña y le dí un beso, se veía feliz, luego procedi a desnudarme completamente, estando de pie, Katherine tomó la iniciativa y se bajó de la cama y fue directo a mi cola, abrió y sin pensarlo metió su lengua en mi ano, yo estaba sorprendida pero feliz.
A: ohh si Kathe como te gustan los culos ohh si chupalo chupalo como la cerda que eres ahh ahhh.
La niña seguía chupando hasta agarraba mis muslos para no dejar que yo separara mi culo de su cara.
Luego, yo tomándola de un brazo la saqué y me acomodé y me senté en la cama con las piernas abiertas, ella, arrodillándose y mirándome con picardía, llegó directamente a mi vagina, cerraba sus ojitos y pasaba su carita por mis vellos, luego, ella misma los acomodó y comenzó a lamer mis labios, me encantaba la iniciativa, la mirada de ella me encendía más, chupaba tan bien mi vagina que comencé a mover más rápido mi pelvis, se la estrellaba en su carita me excitaba más.
A: ahh ahh ahhh Kathe ahh me gusta lo puta que eres ahh ahh ahh sigue chupando.
Le monte mis piernas en sus hombros y con mis manos agarraba su cabeza y la pegaba a mi pelvis, la niña estaba sometida a esperar a mi orgasmo.
A: dale chupa chupa Kathe como lo puta que es ahh ahh ahh dale agg uhhmm uhhmm ahh ahh ahhh ahh ahhhaaaaaaaaauhhhhmmmmmmm agggggggg.
Tuve mi orgasmo, sentía que ella succionaba mi alma, en realidad seguía chupando mi vagina, luego descansé y vuelvo a mirar a Katherine, la niña con sus ojitos claros y cabello mono tenía una sonrisa y un rastro de líquido vaginal en su boquita, era algo espectacular.
Nos acostamos y después de hacerle prometer que no le diría a nadie de ésto nos dormimos.
Al otro día, nos alistamos y llevé a Katherine nuevamente a su casa donde sus padres me agradecieron todo el detalle con ella, de ahí en adelante Katherine mantiene contacto conmigo y sorpresivamente también mantiene contacto con Martina….
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