Camila y Daniela 3
La historia de una atracción prohibida entre una mujer y una niña..
Sonaron dos toques y Camila pensó “es mi Dani”. Inmediatamente, el pulso cardíaco aumentó aún más, pues en los minutos previos, Camila, se encontraba sumergida completamente en sus pensamientos, pues aparte del claro conflicto interno generado por la situación, de vez en cuando lograba abstraerse, viéndose a sí misma en tercera persona y sintiendo, un sentimiento de extrañez, respecto a su propio ser. Es como si estuviera y a la vez no, obteniendo la capacidad de evaluar su presencia, en ese contexto tan “descabellado”. Se daba cuenta, que estaba esperando a una niña de 12 años, en su apartamento, con algún tipo de intención sexual. Eso la estremecía duramente. Pero acto seguido, volvía “a entrar en sí”, y el morbo junto con la emoción y la excitación la consumía, ignorando entonces, las anteriores razones, que la hacían estremecer. Así pasó cerca de media hora, en el sube y baja, del carrusel de emociones. Cuando vio la hora y comprendió, que Daniela pronto llegaría, se confronto nuevamente a sí misma, obligándose a tomar una decisión al respecto, la pregunta que se hizo fue: “¿cuáles son mis intenciones esta noche…qué quiero lograr?” Por momentos, sentía ganas de declinar la inclinación sexual y procurar que fuera una noche “de amigas” y nada más. Ser una adulta, compartiendo con una nena y nada más. Eso la hacía sentir, un poco más tranquila, pero a su vez, aparecía un amargo sentimiento de inconformidad y ansiedad. No era lo que quería, aunque socialmente hablando, era lo que debía. Pero el miedo a la sociedad, por parte de Camila, no era muy fuerte y tampoco tenía mucho poder en ella. Recordó, cuando su padre, un experimentado maestro de obra (jefe constructor), le dijo un día: “Camila, jamás en la vida se niegue a lo que realmente quiere, jamás en su vida sepulte su felicidad y placer, por darle gusto a los otros, nunca permita que se le escapen personas o vivencias, por miedo al qué dirán…haga lo que haga, siempre la van a criticar….no olvide, que solo se vive una vez y lo que experimentamos y a quien conocemos, es lo que nos llevamos, lo que realmente vale”; después de que Camila, con los ojos llenos de lágrimas, le contó a su padre, sobre la muerte de su amigo Javier, a quien ella quería mucho, pero que por presión social, tuvo que dejar de ver, pues él, era considerado como un “gamín”, un tipo de la calle, un vago, que se dedicaba “a recoger basura”, en las oscuras noche de Bogotá. Era un amigo del barrio, que se ganaba la vida como reciclador, pues no tenía acceso a otro trabajo y por eso, siempre estaba “escarbando basura”. Camila lo conoció gracias a una amiga en común y de inmediato, surgió una amistad genuina y muy entrañable. Pasaron cerca de 9 meses, cuando la madre y las tías de Camila, quienes eran señoras muy conservadoras y,| sobre todo, muy típicas de una sociedad retrógrada, le aconsejaron y prácticamente la obligaron, a desprenderse de esa amistad y no verlo o hablarle nunca más. Sin saberlo, Javier intentó contactar a Camila, en diferentes ocasiones, pero los esfuerzos, fueron infructuosos, Camila lo ignoraba, se negaba y si en la calle se cruzaban, simplemente lo evitaba. Ahora la madre, las tías y la parte “socialmente correcta” de Camila, estaban “a gusto”, pero la esencia y lo que verdaderamente era Camila, extrañaban profundamente, a tan buen amigo. Cierta tarde, Camila salió a buscarlo en secreto, pues quería contarle los motivos de su brutal cambio de actitud frente a la amistad, para al menos, culminar en buenos términos. No lo encontró, la noche anterior, había sido asesinado a golpes, por un grupo de hombres residentes del barrio, que lo odiaban por ser un reciclador y un joven “marihuanero”. Camila lloró noches enteras y se prometió a sí misma, jamás volver a cometer el mismo error y llevar muy presente, en su mente, el sabio consejo de su padre. Por este motivo, finalmente tomó una decisión sobre el tema con Daniela en esa noche. Haría, lo que el corazón y el instinto, le dictarán. No sabía, si tendría relaciones sexuales con ella, pero estaba dispuesta a averiguar, hasta donde quería llegar su ser. Si era necesario, esa noche tendría sexo, con su pequeña niñita. Estaba decidido.
Con el carácter de una mujer adulta, decidida y lista a asumir su destino, Camila se levantó, camino por el corredor y abrió la puerta, ahí estaba Dani. Al verla Camila sonrió y ligeramente, sus dientes, rozaron sus labios, fue muy natural, con tan solo verla, parte de su aliento se cortó y la emoción la encendió totalmente. “Hola mi Dani, ¿cómo estás?”, Daniela, que la miraba desde su estatura inferior, completamente estupefacta e invadida por la fuerza de la presencia de Camila, sólo pudo responder, después de hacer un forzado intento, pues su garganta estaba hecha un nudo, al ver a Camila tan hermosa “……Ho…Hola Cami, muy bien, muchas gracias”. Camila sonrió, pues vio que el blanco rostro de Daniela estaba pigmentado por la tonalidad roja, que caracteriza, a un ser humano avergonzado, tímido o apenado. Daniela tenía sus mejillas, completamente sonrojadas y Camila, lo observaba, confirmando, que esta niña, reaccionaba ante su ser, de la forma tal, que lo haría, alguien, a quien ella le causara algún tipo de gusto. Por dentro lo celebraba y su placer se engrandecía, sin embargo, no quería incomodar a Daniela y por eso siguió con naturalidad “pero sigue mi Dani, no te quedes ahí…no te preocupes, que yo no muerdo jaja”, Daniela no pudo responder, debido al gran remolino emocional que la desbordaba y opto por seguir hacia el interior, sin mediar palabra. Cuando entraron, se dirigieron hacia la sala de estar, pues era el sitio de reunión natural, en el apartamento. En ese momento Camila se sentó y luego Daniela, con algún grado de confianza. “Cuéntame. ¿cómo has estado?” le dijo Camila a Daniela, “muy bien, gracias, un poco ocupada por las tareas del cole, pero nada más”, respondió Daniela, ahora un poco más tranquila, C: “te entiendo, cuando estaba en el colegio y después en la universidad, vivía invadida de tareas y trabajos…..¿y tus papás, cómo están?”-D:“sí, me ha quedado muy poco tiempo, para desarrollar otras actividades, por ejemplo, ir a entrenar en el equipo de porras, pero ya está, que se le va hacer, debo estudiar…y mis papás, están muy bien, mi padre, como siempre en el trabajo de guardia de seguridad y mi madre, frente al computador, atendiendo llamadas”-C: “ah que bien, no sabía que eras porrista, jaja, de eso me cuentas ahora más tarde….y bueno, pensé, que no vendrías, tal vez te arrepentirías de venir a pasar tu viernes aquí aburrida conmigo jaja, tal vez, ya estarías cansada de verme todo el tiempo en el pasillo o en el ascensor…realmente me alegro, que hayas venido”-D: ”claro, yo entreno en el equipo de porras, pero bueno jaja, entonces ahorita te cuento….para nada, si te soy sincera, pensé mucho en este día, lo estuve esperando bastante, realmente quería venir y deseaba que el viernes llegara rápido”, Camila se interesó aún más, por la respuesta de la niña y pregunto: “¿en serio? ¿realmente fue así? Jaja me haces sonrojar…… ¿por qué, por qué tenías tantas ganas de venir?”, Daniela observo un momento el suelo, tratando de pensar y no ser tan directa y obvia, para ocultar lo que le estaba pasando con Camila y dijo: “Sí, te lo digo enserio…toda la semana te…toda la semana pensé en venir porque…porque el viernes pasado, realmente me divertí muchísimo y disfrute mucho de…lo que hablamos, de lo que me contaste y básicamente……..”, Daniela percibió y reprimió momentáneamente las palabras listas, en la punta se su lengua, pero no pudo contenerlas “…..de TI (acentuó Daniela), de estar contigo…”. Camila algo atónita, quedó sin palabras por un momento, mientras que Daniela, evitaba el contacto directo con su mirada, desviando su atención hacia el suelo. Hubo unos segundos de tenso silencio, pues ambas estaban procesando, lo que una había dicho y la otra escuchado. Era innegable, algo estaba pasando y el tono, de la voz de Daniela, cuando habló sobre Camila y lo mucho que disfrutaba junto a ella, lo confirmaban. Para Camila, se hacía más sólida la idea, sobre Daniela. Esa pequeña niña, le gustaba Camila, como a ella, le gustaba esa pequeña niña. No lo confirmaron de palabra, pero ese momento, habló por sí mismo. Entonces Camila, ahora más convencida, supo que esa pequeña niña, ahora sería suya, pero que la mejor forma de lograrlo, estaba, en evitar forzar algo, y solo dejar, a la situación fluir por sí misma. Nada sería obligado, todo sería fruto del instinto, el deseo y la naturaleza. Por eso, decidió, ir por dos bebidas a la cocina y algunos bocadillos (snacks), que había preparado previamente para su invitada; eso sí, no sin antes responderle a Daniela, para que ella también confirmara indirectamente, lo que tal vez se estaba preguntando: “que bueno Mi Dani…..me alegra demasiado que pienses así, porque sabes algo….yo te pensé durante toda la semana y me moría por ver otra vez, esos lindos ojitos tuyos y tu sonrisa de princesa…gracias por venir…quiero que pases la noche más especial de tu vida….espérame aquí, voy por algo, que preparé para ti”. Camila se levanto y sin que Daniela se diera cuenta, se fue con una gran sonrisa y completamente en “shock”, para la cocina, no lo podía creer, las palabras habían salido, no solo de su boca, sino de su corazón, habían irrumpido con tal fuerza, que, al pronunciarlas, sentía como su pecho estaba en llamas, el corazón se le quería salir. Daniela, sólo guardó silencio, pero por dentro una desconocida emoción la invadía, sus músculos abdominales se tensaron y la satisfacción, tomó el control de su ser, era verdad, no se lo estaba imaginando, Camila, le acababa de decir, que sus ojos eran hermosos y que tenía sonrisa de princesa, eso era todo, esas palabras la llenaron de vida. Aunque, sintió momentos después, una leve, pero creciente duda, desembocada en amargura……
“Aquí está mi Dani, son algunos bocadillos que te preparé, con mucho cariño”- D:”oye, que rico, muchas gracias, no debiste molestarte”- C:”no te preocupes, yo lo hago con todo el placer del mudo, más sabiendo que son para ti…..entonces comamos y me dices que quieres hacer, yo te tengo varias propuestas para que nos divirtamos esta noche”-D: ”está bien, muchas gracias….entonces comamos y luego decidimos”. Estuvieron algún rato comiendo e intercambiando algunas palabras sobre temas triviales. Camila, quería llevar todo con calma y procuraba que la conversación surgiera lo más natural posible. Una vez terminaron los alimentos Camila le dijo a Daniela “mira, pues yo pensé en algunas actividades, que podrían resultar algo divertidas entre tú y yo, entonces, si quieres, yo te las digo y tú escoges”- D:”sí dale, por supuesto”- C:”Bueno, la primera de ellas es que hablemos un poco más para conocernos mejor, también pensé en que quizás podríamos bailar un rato y pasarla muy bien, o quizás ver alguna peli de romance muy linda, también jugar algún tipo de juego divertido o finalmente, irnos a dormir, si es que ya estás cansada (finalizó Camila en todo de broma)”- D:”¿juntas?”- C:”¿Dime? No te entiendo”- D:”sí, tú dijiste que dormir, pero no te entendí si juntas o separadas”, Camila quedo sorprendida, pues su comentario final, era una broma, sin embargo, esto abría una posibilidad interesante a futuro, por eso pregunto: “jaja pues yo decía solas, pero si tú quieres y no te incomoda, podríamos hacerlo juntas….jaja pero después, porque hoy tu mami, no te dio permiso para quedarte, yo te prometo, que si seguimos siendo amigas, en las próximas semanas, nos quedamos a dormir las dos… ¿te parece, te gustaría?”- D: “me encantaría”, respondió decididamente, con ímpetu y mirando a los ojos de Camila. “Bueno, ya está entonces, pronto, te vienes a dormir conmigo…. por ahora dime, ¿qué te gustaría hacer?”- D: ”Vale, entonces por ahora, me gustaría que bailemos un poco y juguemos algo, igual, no te digo que hablar, porque creo que mientras vamos haciendo lo otro, podemos ir hablando”- C:”perfecto Mi Dani, entonces comencemos, bailemos un poco”. Camila encendió el reproductor de audio y le pregunto a Daniela, que tipo de música le gustaba, a lo que ella dijo “cualquiera”. Camila decidió, poner varios tipos de ritmos, para poder bailar y disfrutarlos todos. Bailaron algunos agitados como salsa y merengue, mientras Camila, le enseñaba a Daniela, algunos pasos. Luego, un poco de rock and roll y después, algo de reggae. Para ese punto, Daniela y Camila, estaban muy agitadas, se lo estaban pasando demasiado bien y la química entre ellas, fluía como un poderoso rayo, cayendo del cielo. En medio del baile, se dieron algunos roces y miradas indiscretas sobre el cuerpo de una y otra, pero nada más. Camila, quería avanzar un poco, pero no sabía cómo hacerlo, no quería incomodar ni asustar a su niña, entonces decidió, empezar con una sutileza, brutalmente sensual y provocativa. Sin que Dani se diera cuenta, empezó disimuladamente, entre baile y baile, a colocar, sus manos, sobre los costados superiores de su holgado jean. Con gran discreción, sumergió sus manos en el pantalón y agarró los dos hilos, ubicados a los costados de la tanga y los sacó del jean, permitiendo ver, su intima y diminuta prenda íntima, sobre los lados de su cadera, llegando casi hasta la mitad de la cintura. Como su esqueleto azul, se tendía a subir, descubriendo su ombligo y los laterales de su cintura y cadera, los hilos negros de su diminuta tanga, contrastaban con su piel blanca y su delineada cintura. Básicamente, Camila, le permitió a su niña observar la tanga que se había puesto para ella, por encima de la ropa, para ver, que reacción obtendría de su parte. Quería seducirla, quería despertar en su pequeña mujercita de culo respingado, el morbo más pervertido posible. Camila estaba muy inquieta, hizo todo lo posible para que su muñequita, se fijara en ella. Estaba ansiosa, porque su deseo, era que Daniela, la empezara a mirar como mujer, la empezara a desear carnalmente y, sobre todo, sexualmente. Entonces Camila revoloteaba por todos lados, fue varias veces a la cocina, con la excusa de ir por agua, pero teniendo como objetivo verdadero, exhibirse para su pequeña enamorada. Pasaba, de lado a lado en la sala y hacía todos los movimientos posibles y evidentes, para que Daniela, se diera cuenta del lujurioso y excitante detalle. Supo que logró su objetivo, cuando Daniela, como en la última ocasión, empezó a observar disimuladamente, esa área de su cuerpo en repetidas ocasiones. Sin saber, si el morbo acompañaba la mirada de Daniela, pero con la certeza, de que ya tenía su atención donde quería, Camila se contorneaba como hembra en celo, durante el baile y las pausas de descanso, procuraba mover su cadera, cintura y culo, lo más pronunciado posible, quería atrapar por completo la mirada de su princesa y sentir, que la deseaba. Camila tenía el firme propósito, de despertar el gusto lésbico totalmente en Daniela. Camila, deseaba atraer a su pareja y atraparla en el juego de la seducción. Ya Daniela, no sería solo su pequeña y puberta amiga, ahora, sería su mujer, su hembra, su dama, su princesa, y en absoluto, su pareja, con quien mantendría relaciones sexuales, como si de dos adultos se tratara. Camila se comportaba a la altura de la situación y naturalmente empezaba a asumir su rol de mujer empoderada y segura, encargada de dar placer y cariño a su preadolescente rubia. Sin percibirlo, cada vez se encontraba más desinhibida y se sumergía en el pensamiento propio de lo que estaba sucediendo; mujer adulta, emparejada con una niña de 12 años. De a pocos, dejaba de sentir culpa y empezaba a normalizar esa idea. Su mente estaba cambiando, y empezaba a llegar, al punto de no retorno.
Finalmente, Camila y Daniela terminaron de bailar muy exhaustas a la vez que complacidas, pues realmente, la habían pasado muy bien. Procedieron a sentarse, para tomar un refresco y dialogar un poco más. “¿Cómo la estás pasando, Mi Dani? ¿si te estas divirtiendo?”- “claro que sí, muchísimo, la he pasado muy bien, estar contigo, es muy agradable, me gusta mucho…que me entiendes muy bien, pues a veces los adultos me ignoran porque soy, según ellos, una niña y por eso, me dejan un poco de lado, eso me frustra bastante, te confieso”, respondió Daniela, emitiendo en sus palabras una preocupación, que la acompañaba desde el principio, y que no la dejaba estar del todo cómoda: Camila, quizás no la veía como mujer, sino como una simple niña y nada más. A pesar, de la corta edad de Daniela, ella tenía muy bien desarrollado “el sexto sentido” femenino y por eso, no fue directa al expresar su preocupación, pero si hizo la sugerencia, dejando la idea en el aire. Camila, quien no era nada tonta y entendió el encriptado mensaje, respondió con enorme gusto, pues veía que el camino de lo deseado, cada vez aparecía más claro y la situación iba, hacia donde ella anhelaba. Tomo del mentón a Daniela con su mano izquierda e hizo, que subiera la mirada, para poder verla a los ojos y decirle: “Mi Dani, yo quiero que sepas, que para mí, tú no eres una “simple niña”…obviamente sé, de tu corta edad y en ese sentido, puedo reconocer lo joven de tu ser, pero eso no implica, que mi mirada y pensamiento sobre ti, sea como si de alguna niñita del parque se tratara, para nada Mi Dani, yo a ti te veo como la niña que eres efectivamente, pero también, como a una mujer, como a una amiga, como a un ser, en quien puedo confiar, a quien puedo querer, con quien puedo reír y llorar, una compañera tierna y dulce, un cálido ser humano…eso eres para mí”. En ese instante, el corazón de Daniela, dio un salto de felicidad, pero todavía no era completa, porque Camila nombro una palabra, que, a Daniela, no le gustaba del todo y, además, dejo una duda abierta, la cual, era la más importante. Daniela, vislumbraba borrosamente ese par de pensamientos, los cuales, aquejaban en su cabeza, por eso, no pregunto más al respecto. No sabía ni entendía cual era su deseo y no podía ver con claridad, cuales eran esos pensamientos, cual astilla en su cabeza. Estaba autodescubriéndose, no había ningún afán, el instinto la guiaba y la tranquilizaba. El tiempo, disiparía las nubes, tomada de la mano de Camila. Al finalizar sus palabras y estar tan cerca de Daniela, Camila sintió el impulso natural de besarle los labios, pero prefirió esperar un poco más, no quería asustar a Daniela y esperaba, más iniciativa de ella para avanzar hasta ese punto. Por eso, se limitó a besar su frente con mucha ternura. Daniela se estremeció. Por su cuerpo, una corriente eléctrica atravesó desde el área besada por Camila, hasta los pies. Estaba impactada. Al tope de la emoción. Como Daniela, estaba algo paralizada después de ese beso, Camila rompió el hielo con un chiste y siguieron conversando con más normalidad. Pero era imposible, ahora que la ternura entre las dos, ya había florecido, la atmosfera se cargó, de una nueva y muchísimo más poderosa e intensa energía. En el aire, había una flameante tensión sexual. Las vaginas de Camila y Daniela, empezaban a manifestarlo. Daniela, sencillamente, se encontraba fuera de sí, era tan nuevo y desconocido todo lo acontecido dentro y fuera de su ser, que su mente estaba absorta y no podía pensar con claridad, solo se dejaba llevar por el momento y guiar por su instinto. No sabía su significado, pero ver a Camila al frente suyo, con los pies subidos sobre el asiento, con las uñas tan perfectamente arregladas y sus pies femeninos y delicados, con los enormes senos, destacando en el escote de su esqueleto y para rematar, eso que jamás había visto en una mujer, es decir, la tanga de Camila, sobresaliendo por los lados del pantalón; la tenían simplemente descolocada, era otra Daniela, una colonizadora del nuevo universo. Su cuerpo entonces, empezó a materializar su deseo aún no reconocido; sin percatarse, su panti rosado, ahora estaba un poco húmedo y ella no comprendía el por qué. Es verdad, que su fluido vaginal siempre quedaba depositado, sobre sus prendas íntimas y eso ella lo sabía, pues conocía su cuerpo, pero esta vez, se sentía muy húmedo, demasiado mojado para ser algo normal. No tenía idea de lo que le pasaba, pero no le importaba, pues lejos de sentirse incomoda, estar así, de alguna forma, la hacía sentir bien, la hacía sentir “rico”. Como iba a saber la pequeña Dani, que esa humedad en su vagina, no era otra cosa diferente, a su cuerpo, preparándose para tener relaciones sexuales, lubricando su zona pélvica, con abundantes fluidos vaginales, que ayudarían al pene a deslizarse por la vagina, si un hombre fuera su pareja sexual, pero que en este caso, le permitirían a Camila en primera instancia, practicarle un sexo oral fluido y mojado, donde su lengua, recorriera con suavidad, e intensidad, cada rincón de la vagina de Daniela, besando y chupando desde sus labios mayores y externos, pasando por su rosadito clítoris, dando pequeños toquecitos con la lengua sobre este, para provocar espasmos y tensiones en el pequeño cuerpo de Daniela, para después succionarlo y saborearlo con la lengua, mientras lo mantiene preso dentro de su boca, bajando después hasta la zona de la uretra, para limpiar con la lengua y los labios, toda esa prohibida zona, por donde la mujer expulsa su orina y cerrando en la virgen vagina de Daniela, tocando su himen con la punta de la lengua, intentando penetrarlo y rasgarlo a fuerza de lamidas constantes e intensas, que son un culto, una alabanza, en torno a ese himen, signo de la virginidad no tomada de una mujer. Seguramente no existía nada más especial para Daniela y Camila, que Camila, tomara la virginidad de Daniela, con su propia lengua, que pudiera sentir los retorcijones de su niña siendo desvirgada en su boca. Eso era la gloria. Daniela, muy pronto lo sabría y entendería el por qué, de su húmeda vagina.
Por su parte, Camila conocía mejor que bien, esa cálida sensación entre sus piernas, que en tiempos anteriores era el reclamo vaginal, de ser penetrada por una verga dura y potente, pero que, en esta nueva etapa de su vida, significaba las ganas de aparearse y revolcarse, como una perra en celo, con su niña. Los fluidos que salían de su vagina y se acumulaban en su diminuta tanga, eran el deseo hecho materia, de rozar su clítoris, contra el de su mujercita en alguna lésbica posición sexual, tal vez ella acostada boca arriba, asumiendo el rol natural de poder y control, mientras que su princesa de 12 años, con las piernas entrecruzadas con las suyas, permitiendo el contacto interno de sus exquisitas vaginas, se movía sobre ella, hacia adelante y atrás, sosteniéndose de sus enormes tetas y masturbando sus vaginas, al son, del sexual movimiento. O quizás también, de estando boca arriba con las piernas recogidas sobre su pecho, dejando al descubierto su ano y la totalidad de su vagina para Daniela, tumbada sobre la cama de su habitación, que ahora sería el lugar predominante donde se acostaría con su Dani; de repente, con sus manos, tomar los pliegues externos de su vagina y separarlos completamente, para que así Daniela, pudiera introducir su joven lengua, hasta el fondo de su entrada vaginal y se deleitara con el sabor de su hembra adulta, que por la carga hormonal, seguramente marcaría para siempre, el gusto de Daniela, pues el sabor y olor de su vagina excitada, jamás lo olvidaría. Ya no necesitaba de un pene, con una niña de 12 años, introduciendo su lengua, a los lugares más profundos de su vagina, le bastaría y en realidad, superaría todo lo anteriormente vivido.
Eso sucedía entre las dos, en medio de esa electrizante tensión sexual, aunque ninguna lo expresaba, lo cierto era que consciente e inconscientemente, por sus mentes e instintos, empezaban a circular dichas ideas.
Debido, a la gran presión en su vagina, producto de la excitación y de la cantidad de líquidos ingeridos durante la noche, Camila, tuvo que ir a depositar su orina al baño, dejando a Daniela sola temporalmente en la sala. Estando en el baño, reviso su tanga y lo encontrado, le pareció increíble; su tanga, en el área vaginal, estaba llena a más no poder, de fluido vaginal y se marcaba ya, en ella, la mancha característica, de una prenda femenina usada durante todo un día agitado y de mucho trabajo, esa mancha de color blanco, con ciertas tonalidades amarillas, que huele y sabe cómo el paraíso mismo. Sorprendida y complacida, por la enorme excitación, provocada por Daniela. Regreso de nuevo a la sala y allí la encontró, con una pequeña diferencia, Daniela, se había quitado su saco deportivo.” ¡Uy Mi Dani! ¿y eso? ¿tenías calor?”-D: ”sí, muchísima, desde cuando terminamos el baile, estaba incomoda con el saco, me estaba asfixiando”- C:”ay Mi Dani, pero me hubieras dicho, te lo quitabas y ya, para estar más cómodas”- D:”sí, lo sé, pero es que también me daba un poco de vergüenza”- C:”¿Vergüenza? ¿Cómo que vergüenza? ¿Por qué?”, Daniela vacilo por unos segundos, como queriendo evitar responder, pero decidió hacerlo: “mmm pues no sé como decírtelo, porque no te quiero parecer rara o molestarte con mis problemas”- C:”no Mi Dani, pero qué dices, si para mí no es ninguna molestia, todo lo contrario deseo saber el motivo de tu vergüenza…no seas tímida, yo te apoyo y jamás te juzgaría o molestaría”, de nuevo, Daniela algo vacilante dudo en responder y duro varios segundos en silencio, por lo cual Camila agrego: “tranquila Mi Dani, confía en mí…yo te quiero… y lo que te pasé, me importa mucho”, para Daniela, ese “yo te quiero”, fue como una inyección de adrenalina, la empujo inmediatamente a vencer su miedo e inseguridad y confesarle a Camila, la razón para evitar quitarse su prenda: “está bien, te lo diré…..mmm….la verdad, no sé como decirlo.. pero pues, creo que tú me entiendes.….se trata…se trata de mi cuerpo…mmmm…no me siento muy segura de mí misma en ese sentido y pues francamente….ufff…¡qué difícil!…mis pechos en especial, no me parecen muy lindos….esa es la verdad”, tras esa confesión, Camila guardo momentáneamente silencio, pues su cerebro a la velocidad exponencial, de la sinapsis de las neuronas, estaba maquinando un par de ideas; no pudo evitarlo, esta niña sin quererlo directamente, abría la caja de pandora y era su oportunidad, para llegar a algo más y también, obviamente, brindarle su apoyo emocional y contribuir a la solución de tan “delicado problema”. Al fin y al cabo, Camila, era la hembra adulta dominante y podía valerse de algunas tácticas, para acelerar levemente el proceso con su princesa. Rompiendo el silencio y ultimando algunos detalles finales de la pervertida idea creada por su cerebro, Camila le respondió a Daniela: “te entiendo Mi Dani, eso suele pasarnos mucho a las mujeres, especialmente, cuando estamos en momentos importantes y de grandes cambios en nuestras vidas, como por ejemplo tú, pasando de ser una niña a una señorita…también nos sucede cuando nos gusta alguien y deseamos una gran belleza y rasgos voluptuosos, para complacer a esa persona, es completamente normal, no te preocupes, sin embargo, yo…….”, en ese momento, Daniela interrumpió abruptamente a Camila, hecho, hasta ahora desconocido, pues Daniela, no se atrevía a irrespetar a su hembra, quien ejercía el dominio de su extraña relación, por eso Camila, decidió ser paciente y escucharla, pues si la interrumpió, algo muy importante, seguramente, iba a agregar: “discúlpame, Cami (Daniela entraba en confianza), realmente no quería interrumpirte, pero no me parece justo contigo, al no contarte toda la verdad…..es algo muy personal, pero viendo como eres conmigo, sé que puedo confiar en ti y recibir una ayuda para solucionar eso….además de lo que te conté hace un momento, también hay otra cosa, que me avergüenza y me molesta mucho más….”, Camila estaba a la expectativa, no se imaginaba cual sería ese valioso secreto revelar, por parte de su niña, “….creo que es por el crecimiento, la verdad no estoy segura, por ningún lado encuentro una respuesta para esto….mira…lo que pasa es… que me duelen mucho los pezones, especialmente, cuando me agito, hago alguna actividad física fuerte o me rozo, con algún tipo de material o prenda áspera….y pues bueno, con esto del baile, me han empezado a doler bastante, e incluso, los siento un poco hinchados…tuve que quitarme el saco, porque el calor acumulado y el constante choque con la tela, me estaba volviendo loca…discúlpame Cami, la he pasado muy bien, pero eso me está molestando hace un muy buen rato”-“ya veo” contesto lacónicamente Camila, mirando hacia el pecho de la niña y dilatando sus pupilas ante la imagen y ante la idea perfeccionadamente pervertida y “solidaria”, que acababa de completar en su mente. Iba a ayudar a su niña, mientras la disfrutaba, “Mi Dani, te entiendo, yo sé que es eso, mira nada más estas (señalando sus enormes tetas), cuando empezaron a crecer, me dolían todo el tiempo y no soportaba que alguien las tocara, así fuera de forma mínima y accidental….. como tú bien lo dices, se trata de la edad, no es nada malo, pero si es muy molesto…cuando una niña hermosa como tú (Daniela sonreía sonrojada, ante la evidente coquetería de Camila), empieza a crecer, su cuerpo también, empieza a cambiar y contigo, no es la excepción….aparece por ejemplo la menstruación, el vello púbico, los cambios hormonales y en este caso, el crecimiento de los senos…en ese proceso, el dolor surge porque tu cuerpo cambia drásticamente y se prepara para entrar en la etapa sexualmente activa, por eso se empieza a elevar tu pecho, acumulando grasa mamaria y los pezones, aumentan de tamaño, de endurecen y varían de textura, pata desarrollar del todo la glándula mamaria….eso te está pasando justo ahora…es algo muy molesto de vivir, lo sé, pero es necesario…sobre eso, yo no te puedo dar una solución definitiva para el dolor, pero sí, para alivianarlo bastante…es un poco extraña la ayuda que te puedo ofrecer, pero si en la época, cuando tuve tu edad, esta ayuda hubiera llegado a mí, estoy segura, que no habría sufrido al mismo grado, semejante molestia….yo te puedo proponer la ayuda y tú decides si la tomas o la dejas, pero me tienes que prometer, que no te vas a enfadar o mirarme raro, por lo que te voy a decir…¿está bien?” Daniela, algo impaciente e inquietada por las palabras de Camila, no pudo agregar mucho más y solo se limitó a responder: “claro, está bien, no te preocupes, no te mirare raro, ni nada de eso”- “Vale-prosiguió Camila, con su propuesta- la ayuda que te puedo ofrecer, es hacer una masaje semanal, sobre tus senos y tus pezones, para alivianar el dolor, liberar tensión e incentivar el crecimiento…jaja quien sabe, tal vez te queden como las mías” Daniela, totalmente sorprendida, por la inesperada propuesta de Camila, abrió sus ojos e inclinó su cabeza un poco hacía atrás, evidentemente era algo muy raro, pero Daniela, debía cumplir su palabra y tratar de entenderlo, de la forma más normal posible. Estuvo varios segundos en silencio, mientras Camila la miraba con un esbozo de sonrisa, diciendo con su mirada “vale, ya está, vamos a ver si mi princesa, está lista para el siguiente paso”. Luego de casi un minuto de pensar, Daniela rompió el silencio y le dijo a Camila: “mira, la verdad que si es algo muy extraño e inesperado, no te lo voy a negar, por eso tuve que pensarlo un rato…..pero veo, que obviamente eres una mujer mayor y me hablas con bastante experiencia y aunque me da un poco de vergüenza contigo, me despiertas mucha confianza y estoy dispuesta a aceptar tu ayuda….de verdad, estos dolores me tienen muy incomoda todo el tiempo, principalmente en el cole y si tú me ayudas a disminuirlos, bueno, pues estaría muy agradecida contigo, te debería un favor….”, inmediatamente Camila respondió, con la respiración acelerada por el morbo de la situación: “perfecto Mi Dani, entonces manos a la obra jaja…no te preocupes, luego te cobro el favor jaja, na, es broma, lo hago por ti, sin esperar nada a cambio (solo poder manosearte tranquilamente)”. Estaba tan emocionada y su idea tan comprendida, que no tardo ni un segundo, en dirigirse a su habitación y traer una de sus cremas. Cuando regresó, Daniela estaba sentada a la expectativa y Camila supo, que tenía el control, ahora ella le diría que hacer. Deseaba saborear ese manjar detenidamente y sin afán, por eso, no se apresuro en desnudarla. Disimuladamente y en un tono algo serio, pues de una “ayuda seria” se trataba, Camila le pidió a Daniela, que se sentará junto a ella. Sin afán y con absoluta tranquilidad acerco su mano derecha al seno izquierdo de Daniela, pues parecía ser el más hinchado de los dos. Había esperado tanto este momento, que le parecía un sueño, por fin, estar a punto de tocar el cuerpo de Daniela, de una forma libidinosa, morbosa y sexual. Su aliento se entrecorto y por fin hizo contacto con la masa blanda y dura, de la teta izquierda naciente de Daniela, Fue un placer total, desde sentir lo blando de su pequeño seno, hasta deleitarse con el roce, en la palma de la mano, con el durísimo pezón de Daniela. Todo esto, por encima de la blusa rosada de su niña. Aún, no tocaba su piel. Al momento del contacto primero, Daniela, dejó escapar un casi inaudible gemido, que Camila no supo si era por dolor o placer. Siguió entonces en su proceso, y entrando en confianza, empezó a masajear y manosear, las pequeñas tetas de Daniela con ambas manos. Estaba en el cielo, jugueteaba como una niña, con esas nacientes tetas y procuraba sentir cada instante de ese toqueteo sobre el pecho de Daniela. Quería disfrutarlo todo, no dejar escapar ni el más mínimo detalle. Con el pasar de los segundos, Camila tenía más confianza con Daniela y se aventuraba, por explorar más fuertemente, ese par de manjares, por eso empezó a apretarlos y moverlos de hacia los lados, hacia abajo, hacia arriba y hacia todas las direcciones posibles. Los soltaba por momentos y luego procedía a tomarlos de nuevo desde abajo, para apropiarse por completo de ellos y apretarlos entre sus manos, el desplazarlos hacia arriba. Daniela estaba ida. No miraba a Camila, ni musitaba palabra, tenía la mirada perdida en el techo del apartamento, su cabeza inclinada hacia atrás, dejaba en evidencia, que lo estaba empezando a disfrutar. Camila lo percibió y avanzo aún más. Con su dedo índice y su dedo pulgar de cada mano, se dirigió hacia los duros y brotados pezones de Daniela, que resaltaban a leguas, por encima de la blusa. Daniela no solo estaba hinchada, también estaba excitada y por eso sus pezones, lucían así. Al tomar cada pezón, con sus dedos en forma de pinza, inició apretándolos suavemente, pero por momentos, intensificando levemente la presión, justo era entonces, cuando Daniela, dejaba nuevamente salir algunos gemidos ahora más perceptibles, aunque algo efímeros. Camila ya no aguantaba más, su libido, estaba a tope y deseaba conducir a su niña, por la senda sexual inmediatamente y poder sentir su cuerpo con su boca, por eso, manteniendo la presión sobre los pezones de Daniela, los empezó a girar levemente, variando algunos grados su orientación inicial, para que, al retorcerlos, Daniela, sintiera ese placer, combinado de la excitación, el morbo y un leve dolor, que da el toque perfecto. Parecía estar lográndolo, pues Daniela ya no reservaba sus expresiones y mantenía una constante expresión son su voz, en un tono medio: “ahhhh….ahhho…ufff…ahhhh”- C:”¿te gusta Mi Dani? ¿te gusta como te toco las tetas y te aprieto los pezones?”-D: “ahhhhu…ahhhhhy..ahhh..uyy se siente muy bien….ahhh..me duele un poco, pero me está gustando mucho, está muy rico tu masaje….ahhhh”, eso era via libre para Camila, que no dudo en seguir hacia su siguiente objetivo. Con la mano derecha, se encamino hacia la espalda de Daniela, que ahora estaba de rodillas sobre la silla, con la cabeza inclinada hacía atrás, contorneando su cuerpo por las sensaciones que lo recorrían, dejando su pecho, a la altura de la cara de Camila. Hábilmente, Camila metió su mano por debajo de la blusa de Daniela y acarició su espalda de arriba hacia abajo, meneando sus deseos sobre la perfecta alineada columna vertebral de la niña, originando en ella, tras cada toque, impulsos eléctricos que llegaban hasta su ano y vagina. Ya no pudo más y simplemente la desnudo, le arranco la blusa prácticamente de un halón, pero tuvo la paciencia necesaria, para retrasar el desprendimiento de la blusa, en el momento justo, porque de nuevo, no quería perderse, esa fenomenal imagen, de Daniela desnudándose para ella. En este punto, la misma Daniela, se ayudo a desnudar y no opuso, ninguna resistencia. Estaban completamente desinhibidas, Camila se la quería comer y los instintos de Daniela, la llevaban directo a acostarse con Camila, aunque no supiera muy bien, que era eso. Ya sin blusa y con las tetas de su niña, con un par de pezones duros y puntiagudos, frente a su rostro, Camila sólo pudo chuparlas, acercó su boca con vehemencia y mucha fuerza y se dejo ir. Hasta aquí llegó la paciencia. Camila, estaba completamente poseída por el deseo sexual hacía Daniela y la ternura se le había acabado, ahora estaba suelta la fiera, la hembra en celo, que se iba revolcar con su mujer, con su mujercita. Empezó a chupar con desenfreno y deseo animal, las tetas y especialmente los pezones de Daniela, las baboseaba por completo, se las metía a la boca y las succionaba, hasta casi arrancárselas, las mordía levemente sin causar daño, les daba lengüetazos de forma absolutamente descontrolada y bestial, quería atravesar en dos a Daniela con su lengua. En determinado punto del frenesí, las escupió y dejo su saliva rodar por ellas y luego por el abdomen de Daniela, hasta que su saliva escurrida, alcanzo el ombligo de la niña. No pudo más y de un tirón, monto a Daniela sobre sus piernas, ella (Camila) sentada sobre la silla, mientras que Daniela, su mujer, se montaba sobre ella quedando frente a frente. Por un segundo todo se detuvo y Camila miró de nuevo a Daniela a los ojos, estableciendo contacto humano de nuevo, perdido entre tanta animalidad. La miró fijamente, luego vio sus tiernos labios rosados, los cuales eran humectados una y otra vez, por la lengua de Daniela, como preparándose, para el inevitable beso, y ahí estaba, Camila, le dijo a Daniela observándola fijamente a los ojos: “me gustas, me gustas mucho Mi Dani, me gustas desde que te vi, por primera vez, no lo pude entender en ese momento, pero así funciona el corazón, nos cuesta interpretarlo…quiero estar contigo, quiero hacerte el amor”, Daniela, estaba atónita, sumergida por completo en esta nueva realidad, para ella, todo lo que estaba pasando, no era descabellado, o realmente algo enfermo y loco, aunque se cuestionaba un montón de cosas y no entendía muchas otras, simplemente, tenía la ventaja de ser más instinto que razón y por eso le respondió a Camila, mirándola fijamente y abrazándola por detrás de la cabeza, mientras estaba montada sobre sus piernas: “tu también me gustas, no paro de pensar en ti, desde el día en te vi, desde esa ocasión que guiñaste tu ojo y me dijiste <adiós bonita>, yo quede cautivada, aunque no entiendo muchas de las cosas que estoy sintiendo y pensando, solo tengo clara una: que tú también me gustas y que quiero hacer contigo, todo lo que tú me quieras hacer a mí (Daniela, aún guardaba algo de prudencia, pues su instinto sexual, estaba desarrollándose)……sabes, quiero hacerte mía (habló, el más puro, natural y sincero de los instintos)”, acto seguido, Daniela acercó su boca a la de Camila y la besó, no tenía ni idea de como hacerlo, pero el momento y la guía de Camila, se lo enseñaron; Daniela penetró con su lengua en la boca de Camila, hasta hacer contacto con la lengua de su pareja, y luego empezaron a danzar con sus lenguas en sus bocas, adentrándose lo más profundo posible, llenando la boca de la otra con su lengua, buscando meterse si fuese posible hasta la garganta, para ser una sola en ese beso , intercambiaban su saliva con cada movimiento y eso les fascinaba, sus labios se entrelazaban y Camila, humectaba los de Daniela, pasando su lengua por encima de ellos, eso calentaba mucho a Daniela y de nuevo el carácter romántico pasional, se convirtió en sexual animal; por eso sus lenguas perdieron el control y ahora más que besarse, se baboseaban la boca, pues se escapan las lenguas y la saliva la mayor parte del tiempo. Mientras que Camila besaba ferozmente a Daniela, montada sobre sus piernas, pensaba en donde seguir el acto sexual, acaso en la sala o llevaría a Daniela hasta su habitación, para ahí, devorársela. Aún no se decidía, por eso continuo y separando sus labios de Daniela, al mirar ese portento de mujercita, con el torso desnudo, excitada a más no poder y lista para entregarse, Camila le miró las tetas y le dijo “me fascinas, voy a follarte, hasta que de tantos gemidos, tu mamita venga a buscarte…..voy a comerme esa vagina tuya, hasta que me llenes la boca con tu venida…..me encantas, estás riquísima, pedazo de perra”. Inmediatamente y con furia animal, Camila le comió las tetas a Daniela, saboreando tan exquisitos pezones y acariciando a su vez, la espalda desnuda de su nena. Aún no bajaba hasta el culo, pues el plato fuerte, deseaba probarlo un poco más tarde. En ese momento siente como Daniela, sin ella indicárselo, baja su mano y toca por encima de su esqueleto, una de sus tetas, pero no se detiene ahí, sino que llega, hasta donde se encontraba, uno de los lados que sobresalía de la tanga, luego hizo lo mismo con la otra mano. Mientras Camila le comía todo el pecho, sin dejar área libre a Daniela, esta, instintiva y cachondamente, empezó, a jugar con los lados que sobresalían de la tanga de Camila, por los costados del pantalón tipo jean. Pasaba sus manos y dedos sobre y entre los hilos de la tanga, por momentos la halaba un poco y luego, volvía a acariciar, la piel de Camila a esa altura. Su niña, estaba entretenida con la tanga, que Camila, había dispuesto para ese propósito. No podía la situación ser mejor. Camila, sabía que debía seguir, para poder hacer realidad el deseo, de acostarse con su princesa, por eso, ante la timidez, pero claro deseo de Daniela, fue la propia Camila, quien guio las manos de Daniela a su esqueleto y la impulso, para que se lo quitara y así quedar en brasier. Daniela se detuvo por un momento, ahora que empezaba a ver con algo más de claridad, sus sentimientos y pensamientos sobre Camila, entendía un poco mejor, la fijación con sus tetas, ahora era obvio, se las quería chupar, se las quería comer, anhelaba meterse a la boca y saborear con su lengua, ese par de enormes, carnosas, suaves y redondas tetas. La pregunta que surgía era, “¿cómo tendrá los pezones?” Lo quería averiguar. Por eso accedió y levanto el esqueleto de Camila, quedando así la deliciosa imagen, de una niña de 12 años semidesnuda, montada sobre una hembra en celo adulta, que exhibía sus gigantes tetas atrapadas y desbordadas en un brasier, que ahora le quedaba chico. Eso era lo que estaba sucediendo en esa sala, en ese apartamento, increíble pero cierto.
Camila perdió el control de sus acciones y llevada por la excitación, dio un brusco beso en el cuello de Daniela, dejando la reconocida marca de un “chupón” (moretón en el cuello). “Ay” exclamo Daniela, pues sintió la intensidad del beso de Camila en su cuello; “discúlpame cosita rica, pero es que me encantas y pierdo el control…..sabes que, vamos para mi cuarto, allá vamos a terminar lo que empezamos, ¿de acuerdo?….mi puta Dani”, a Daniela, no le importaban los “insultos”, pues en el contexto y sin saber el por qué, la hacían mojar más. “Vamos, zorrita……porque adivina que…me voy a comer esas tetas….Mi Cami”; Daniela, se había entregado por completo al instinto y al juego de la seducción y su comportamiento y palabras, escalaban por esa línea. Es un absoluto placer, ver que una nena de 12 años, ya está lista para follar tranquilamente y pensar de forma autónoma, en este tema de la sexualidad. No todas lo logran, pero en Daniela, estaba sucediendo.
C: “¿Te gustan, no es cierto?”- D: “Me fascinan”-“ C: jaja vamos entonces y me demuestras lo que tanto dices”. Daniela, se aparto de encima de Camila y juntas se levantaron del asiento, Camila le dio la mano a Daniela, para llevarla al cuarto, después, eso sí, de haberse dado un tierno beso, mientras Camila se disponía a levantarse de la silla.
Ahí estaban las dos, en una escena muy excitante y bella de ver. Daniela, junto a su mujer en brasier, en jeans, con la tanga saliendo por los costados y con unos pies absolutamente hermosos y femeninos, tomándola de la mano, guiándola hacía el cuarto donde sería desvirgada y donde se convertiría en una amante lesbiana apasionada. Y por el otro lado, ahí estaba Camila, junto a su nueva mujer, junto a su princesa, junto a la niña que había traído felicidad y alegría a su vida, pero que además de eso, había despertado, las más pervertidas pasiones y los deseos más intensos y lujuriosos. La llevaba de su manita, semidesnuda, apenas con la falda puesta y sus tenis blancos de doncella, aún en sus pies, para devorarle su vagina por completo y sin ningún pudor, en cuanto llegarán a su cama, para llevarse su inocencia, en una sucia y llena de lascivia, noche de pasión.
Todo es perfecto, caminan por el corredor del apartamento, rumbo al cuarto, hasta que “toc-toc”, ¿quién será?, pues la madre de Daniela, que preocupada por la hora, ha ido a buscar su hija. ¿Qué horas es acaso? El reloj marca las 11 PM, Fin de la función. Vístanse y corran.
CONTINUARA
BUENO AMIGOS, LES TRAIGO LA TERCERA PARTE DE ESTA PROHIBIDA HISTORIA, ESPERO QUE LES ESTE GUSTANDO MUCHO, TANTO COMO A MÍ.
SIEMPRE LES PIDO SU OPINIÓN Y ESTA VEZ, NO SERÁ LA EXCEPCIÓN. AGRADEZCO A LOS QUE HAN COMENTADO, PUES PARA MÍ ES MUY GRATIFICANTE LEERLOS Y SABER QUÉ PIENSAN ACERCA DE LA HISTORIA, LAS SITUACIONES, LOS PERSONAJES, JAJA Y BÁSICAMENTE, SI HA LOGRADO EXCITARLOS JAJA.
POR FAVOR, NO DUDEN EN COMENTAR, ESTARÉ LEYENDO.
GRACIAS.
Muy bueno sigui espero la 4
Parte.
Gracias. Ya está subido el 4, aunque ese va por partes. Por el momento, va la primera parte.
Rico jajajajja chale la mama de daniela interrumpio D: espero que de alguna manera se una a la accion jajajaja
imcreible relato
Gracias. Ya está subido el 4, aunque ese va por partes. Por el momento, va la primera parte.
Noooo keria más estoy bien caliente k buen relato
Gracias. Ya está subido el 4, aunque ese va por partes. Por el momento, va la primera parte.
Hay Dios mio que relato tan bien redactado y que exitante quede toda exitada y con ganas de más así que espero la 4ta y 5ta parte. Te felicito por tan buen trabajo
Gracias. Ya está subido el 4, aunque ese va por partes. Por el momento, va la primera parte.
Me encanta la naturalidad de tus relatos, lo estoy disfrutando mucho. Espero con ganas las siguientes entregas
Gracias. Ya está subido el 4, aunque ese va por partes. Por el momento, va la primera parte.
Muy buen relato ojala ya salga el siguiente capitulo
Gracias. Ya está subido el 4, aunque ese va por partes. Por el momento, va la primera parte.
Realmente fascinante…me excita muchísimo los relatos lésbicos y de transexuales…
Gracias, ya está subida la siguiente parte, puedes leer.
Que buen relato me tiene supercaliente
Gracias, ya está subida la siguiente parte, puedes leer.
Esta bien horny tu relato y yo también que buena saga estas redactando gracias por esto.
Gracias, ya está subida la siguiente parte, puedes leer.
Me encantó este relato me tiene tan caliente que mi rajita está toda mojada y palpitando