Camila y Daniela 4 parte 3
La historia de una atracción prohibida entre una mujer y una niña…
La niña estaba en el cielo, apenas podía creer lo que estaba sucediendo, estaba a punto de chuparle las tetas a Camila, algo que había deseado hace tiempo, pero que no había logrado interpretar de manera exacta, ahora lo sabía. Se encontraba supremamente excitada y la redondez, la carnosidad y suavidad de las tetas de Camila, producían en su vagina grandes cantidades de fluidos, la entrepierna y el short de Daniela, estaba totalmente mojado. Daniela se recostó y sacó su lengua con la boca abierta, estaba ansiosa de probar esas tetas y se sentía como una bebita, que ve a ser amamantada por su madre. El momento llegó. C: “Pruébalas mi amor, yo se que te van a gustar”, Camila tomó su teta y la introdujo en la boca de Daniela, ese momento fue la gloria. El pezón totalmente erecto de Camila, penetró en la boca de Daniela y la niña conoció por vez primera (sexualmente), el sabor y la sensación de tener una teta de mujer en su boca. Quedó encantada. Empezó a dar lengüetazos un poco torpes sobre la punta del pezón, disfrutando de su textura y su dureza. Era una exquisitez, sentir entre los labios, la duro que se encontraba el pezón de Camila, que además tenía un tamaño enorme, proporcional, al gran tamaño de sus tetas. Daniela empezó son suavidad y sintió el sabor fresco del pezón de Camila, que los humectaba con una fragancia de fresa. Daniela disfruto la punta del pezón, de arriba abajo, mientras que con la otra mano, acariciaba la otra teta de Camila, que todavía permanecía dentro del brasier. D: “Mmm que delicia, me encanta, me fascina”, decía un poco atragantada Daniela, que tenia una buena proporción de la teta de Camila entre su boca. C: “Eres un golosa mi amor, ya no te cabe más teta en la boca y aun así sigues metiéndola más profunda en tu boca, no te vayas a ahogar jaja…”, decía Camila mirando recostada en el asiento, con su cabeza hacia atrás, disfrutando morbosamente la sensación de la lengua de su niña, recorriendo su pezón. Estaba elevada, no se daba cuenta todo el tiempo que ya había transcurrido, no quería parar, sentía el impulso de acostarse con Daniela en ese mismo lugar y chuparle hasta el culo, pues estaba ardiendo en frenesí lésbico. Mientras la niña saboreaba su pezón, Camila de forma instintiva y natural, separó un poco sus piernas y por el lado izquierdo de la cabeza de Daniela, empezó a frotar suavemente con sus manos, su área vaginal. Era un espectáculo de ver. Una linda rubia de 12 años, mamándole las tetas a una mujer adulta, mientras esta se masturba. Daniela no había percibido lo que su mujer estaba haciendo, y siguió inmersa y completamente concentrada en las tetas de Camila. La niña ya había perdido la mesura y el desenfreno se apoderaba de su cuerpo, sus impulsos eran cada vez más fuertes y la manera de expresarlos, era cada vez más animal. Su lengua empezó a recorrer la totalidad del pezón de Daniela y con la punta de su lengua, rodeaba la aureola, siguiendo el contorno circular de la misma. Daniela era una pequeña lesbiana y de manera natural, todo surgía. Nunca le había mamado las tetas a una mujer, pero se dejaba guiar por los instintos y hacía, lo que ella sentía era “rico”. Parecía una experta, jugaba con su lengua sobre el pezón de Camila y lo exploraba a profundidad, dando pequeños toques con la lengua, cobre la punta de estos, succionando levemente las aureolas para sumergirlas en su saliva y dando chupones a todo el pezón. Lo tenía completamente babeado, disfrutaba por alguna razón, dejarlos llenos de saliva, quería dársela a probar a Camila, la lascivia más absoluta gobernaba a Daniela, nada fingido, todo natural. Daniela se comportaba más salvaje y ya no sólo chupaba el pezón de Camila, sino que besaba toda su teta, desde el comienzo hasta el final, de arriba abajo, le encantaba sentir la redondez y el peso, en la parte inferior de tan deliciosa teta. Chupaba como una loca, estaba en celo, quería follar, nada la detenía, instintivamente bajo su mano hasta su área púbica y separo sus piernas tocando su short empapado, frotaba su vagina con su mano derecha por encima del short, mientras que, con la izquierda, recostada aún sobre las piernas de Camila boca arriba, sujetaba la teta y la chupaba desaforadamente. Camila para ese punto, ya estaba totalmente fuera de sí y en su propia sesión de masturbación, por encima de la ropa, pues de nuevo, desnudarse sería un error y las pondría en peligro. Aunque la falda, la tanga roja y las medias veladas la incomodaban un poco, la excitación era mayor y el rose de su mano por encima de la ropa, la estaba conduciendo al orgasmo. Daniela empezó a masturbarse por encima del short, pero no lo soporto más, quería frotar directamente su clítoris, dejar su vagina desnuda y estar abierta de piernas, con toda su exquisita vulva virgen al aire. Como pudo, sin desacomodarse y dejar de mamar la teta de Camila, bajó su short y quedó en cucos. Ese día, casualmente llevaba los mismos que se puso, cuando fue al apartamento de Camila por primera vez. Dudo por un momento el quitárselos, pero no pudo resistirse y sin que Camila se diera cuenta, pues estaba absorta y completamente sumida en su masturbación, con los ojos cerrados, producto de la chupada de tetas; la niña se quitó el panti y lo arrojo al suelo del asiento de copiloto. Ahí estaba, era una maravilla. La niña, completamente abierta de piernas, con su rosada y delicada vagina al aire, en su uniforme escolar, recostada en el asiento delantero de un vehículo, mientras le mamaba las tetas, a una mujer adulta que se masturbaba con su mini falda puesta. Un espectáculo. Daniela, apresurada por su excitación, no dio rodeos y puso su mano, directamente sobre su vagina, que aun permanecía cerrada a pesar del abundante fluido. Al tocarse, quedó impresionada, no lo podía creer, estaba lavada, literalmente mojada en un charco que se extendía desde sus labios superiores y se escurría en gotas, sobre la raya de sus nalgas, hasta alcanzar su ano. Era un río de fluido, que atravesaba las nalgas de Daniela. A pesar de la sorpresa, continuó, y como ya lo había hecho antes, empezó a tocar su vagina. Frotó en círculos su pubis y suavemente separó sus labios exteriores. A medida que chupaba la teta de Camila, se iba excitando más y más, y sus dedos masajeando su clítoris, tomaban un ritmo acelerado, fogoso y cachondo. Tal nivel de lujuria y morbo sexual, escalo en las dos y el ritmo de la masturbación de una y otra aumentó vertiginosamente, el silencio del lugar se vio irrumpido por los gemidos que una y otra, dejaban salir retorciéndose de placer, Daniela perdía el control y succionaba la teta de Camila, absorbiéndola hasta el fondo, cada vez con más fuerza, el momento se iba acercando y el espasmo sexual era más intenso, los orgasmos se acercaban y el frenesí animal de dos hembras en celo tomaba lugar, Daniela chupaba la teta de Camila con ritmo desenfrenado, su mano se movía con gran velocidad sobre su vagina y salpicaba el asiento del vehículo con su fluido. El ritmo aceleraba “ D: “ahh, ahhhh, que ricoooo….ahhhhh”, Camila proseguía cerca de la convulsión orgásmica y tomando su lugar de mando en la relación, era la hembra adulta, la potra empoderada y sus gemidos, lo constataban “ahhhhhh (con voz fuerte)…..jueputa que delicioso….ahhhhhh que rico…siiiiii ahhhhhhhh”, era fogosidad pura, libido en su máxima expresión, una mujer joven, bella, en plena etapa de perfecta salud sexual y reproductiva, masturbando con experticia y fiereza su vagina, quería sacar lo máximo, que su vagina disparara un chorro caliente de fluido, viniéndose prácticamente sobre la cara de Daniela, la tensión sexual aumentó al máximo y Camila sintiendo como su teta era devorada por Daniela y bajo el morbo de que era una niña de 12 años con la que estaba teniendo este encuentro sexual no resistió más y hundiendo su mano dentro de la falta, estalló en un orgasmo brutal, que convulsionó su cuerpo y la hizo brincar del asiento, sacudiendo la cabeza de Daniela, que ante el golpe de energía sexual, emanado por su mujer, elevo así mismo su lujuria sexual y reventó, en un grito que se escuchó hasta la calle (afortunadamente no había nadie), dejando escapar por medio de su voz delgada y agitada, un estruendoso “siiiiiiiiiiiiiiiii ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh…..ohhhhhohhoooooooooooo……..siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ahhhhhhhhhhhhhhhhhh”, dejando hasta la última gota de su aliento en esa onomatopeya. Un absoluto placer, ambas mujeres, habían alcanzado el intenso orgasmo al mismo tiempo, una sobre la otra, mientras disfrutaban de sus cuerpos y navegaban en el mar de la lujuria que ambas disfrutaban. Daniela quedó tendida sobre las piernas de Camila, con la teta en su boca (sin chuparla ya) y tratando de recuperar el aliento con la boca entreabierta, pues la teta de Camila la tenía algo ahogada y Camila, perdida sobre la cabecera de la silla, anonadada, estupefacta, entregada por completo al placer, de lo que acababa de suceder, era precioso, ambas respiraban agotadamente, sus músculos se relajaron buscando recuperara el aliento. El auto olía a flujo vaginal a más no poder y juntas, disfrutaban de la atmosfera que entre las dos habían creado en su encuentro sexual. Las ventanas empañadas y un líquido, escurriendo por la ventana del copiloto, Daniela no se dio cuenta, pero de entre sus piernas, un liquido cristalino, algo espeso y transparente, había salido disparado en el momento de su orgasmo, chocando con el vidrio de la puerta del copiloto. Era una fantasía, Daniela, se había venido por segunda vez, el mismo día. Nunca le había pasado. Estaba en el paraíso, perfecto.
Finalmente, Camila recuperó el aliento y con ello la razón, no lo podía creer miró su reloj de pulsera y se percató de lo tarde, muy tarde que estaba: “maldita sea, son las 7:10 de la mañana, está tardísimo….”. Daniela, salió de su trance de sopetón, al escuchar lo dicho por Camila e inmediatamente quedó sentada producto de la ansiedad que le produjo la noticia. “No puede ser, no me van a dejar entrar, mi mamá se va a enfadar….mi mamá se va a enterar….”. Camila, algo preocupaba, solo pudo decirle: “vístete mi amor, alístate y vamos lo más rápido posible, no te preocupes, yo hago que te dejen entrar”. Sólo hasta ese momento, Camila se dio cuenta, que Daniela estaba desnuda de la cintura para abajo, su falda estaba completamente subida y el short y el panti habían desaparecido. Quedó impactada y sin quererlo, pero naturalmente, se perdió unos segundos, mirando la entrepierna de Daniela, intentando ver su vagina, que no se podía divisar, pues la niña tenía las piernas cerradas y estaba sentada. Se encontraba perpleja por la agradable e inesperada sorpresa, nunca pensó ver a Daniela desnuda ese día, pero el hecho de que hubiera sucedido sin darse cuenta, la excitó un poco. De nuevo, Camila se estaba dejando llevar por completo y perdía la razón, con ideas veloces que atravesaron su mente, barajando la hipotética posibilidad, de no llevar a Daniela al colegio y por el contrario, irse a un lugar solitario, quizás ir a un motel muy reservado y devorarse esa deliciosa vagina. No, eso sería demasiado, pensó Camila, sacudió un poco su cabeza, buscando salir del trance que su niña en ese estado la había vuelto a generar y decidió ser paciente, aguantarse las ganas y dejar que el momento llegara por sí solo y de forma tranquila, sin tanto riesgo. De nuevo, buscando romper con la energía sexual que todavía rondaba el aire, le dijo a Daniela que se vistiera, para que se fueran. Le ayudó a alcanzar el panti y el short, antes de entregárselos, los tomó en sus manos y los acercó a su nariz “mmm, que delicia este olor, me encanta….me encantas Mi Dani, me fascina el olor de tu vagina”. La niña, un poco preocupada y ya salida del contexto sexual, no pudo evitar sentirse halagada y excitada sonriendo y tomando sus prendas intimas para vestirse. Camila, guardo su teta, aun con algo de saliva de Daniela sobre ella y acomodó su esqueleto, apunto su camisa e intentó como pudo recomponerse. Ambas estaban despeinadas y se veían un poco desaliñadas, no era para menos, la faena sexual así lo ameritaba. Camila observo la cara de Daniela y se percató, que su boca estaba bastante manchada por el color de su rojo labial, tomando entonces el rostro de su princesa con su mano y limpiando sus labios con sus dedos en un gesto de amor. Todo marchaba perfecto, a pesar del inconveniente del tiempo, lo de Camila y Daniela, era una autentica poesía lésbica. Camila observo la ventana del copiloto, se dio cuenta de las gotas de fluido que aun escurrían y sólo pudo sonreír, la situación no daba para más, no había tiempo, se sintió complacida, pisó el acelerador a fondo y se dirigió con Daniela al colegio.
HOLA AMIGOS, AQUÍ VA LA TERCERA PARTE DE ESTE CUARTO EPÍSODIO. HE TENIDO QUE FRACCIONAR POR PARTES, PORQUE EL CONTENIDO ES EXTENSO Y SI LO HAGO TODO JUNTO, ME DEMORARÍA DEMASIADO EN PUBLICAR.
GRACIAS POR LEER, ESPERO QUE LO DISFRUTEN UN MONTÓN Y ME DIGAN EN LOS COMENTARIOS, QUÉ OPINAN, ME GUSTA MUCHO LEERLOS.
GRACIAS, PRONTO ESTARÉ SUBIENDO LA SIGUIENTE PARTE.
Delicia! Amo tus relatos. Gracias por escribirlo. Espero con ansias el proximo
Muchas gracias, ya está subida la siguiente parte.
Bueno pero ka verdad como el primer y segundo capitulo ninguno
Muchas gracias, ya está subida la siguiente parte.
Muy Rico ralato caliente y 3xitante gracias y sigue asi espero el proximo
Muchas gracias, ya está subida la siguiente parte.
Creo que podías incluirlo en el pasado relato pero gracias me encantan tus relatos me los vivo como si de una novela o película erótica se tratase, enserio los califico antes de leerlo porque se que se merecen la calificación espero con ansias el próximo
Muchas gracias, ya está subida la siguiente parte.
Excelente como siempre
Espero la siguiente parte
Muchas gracias, ya está subida la siguiente parte.
Al terminar de leer cada relato mi mente no puede dejar de imaginar cómo será el siguiente.
Lo espero con ansias
Muchas gracias, ya está subida la siguiente parte.
Gran relato por favor segui adelante bro
Gracias, ya están subidas las dos siguientes partes.